Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Formación holística del ser humano através de las artes
Formación holística del ser humano através de las artes
Formación holística del ser humano através de las artes
Libro electrónico164 páginas1 hora

Formación holística del ser humano através de las artes

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

La educación artística no debe ser considerada un accesorio o complemento de los modelos educativos, sino un elemento fundamental en el desarrollo de competencias para la vida.
Rosa Isela Gluyas Fitch
En un contexto educativo cuyo principal objetivo no es formar artistas, sino seres humanos que vivan en plenitud y armonía consigo, con los demás y con su entorno, la enseñanza artística sigue ganando terreno al ofrecer un sinfín de alternativas para que los alumnos vivan experiencias de aprendizaje significativo mediante su participación en las actividades de apreciación, proceso creativo, realización y o muestra de una obra de arte.
Con la implementación del Modelo de Educación Holística (MEH) que comparte Rosy Gluyas en este libro, el aprendizaje de las artes va más allá́ del conocimiento, la práctica y el dominio de la disciplina misma, ya que, de manera intencional, se logra trascender en la formación humana mediante el desarrollo de competencias para la vida, tales como el pensamiento crítico, la solución de problemas, el trabajo en equipo y el autoaprendizaje, entre otras.
Por sus contribuciones para evidenciar los beneficios formativos que resultan del aprecio, la práctica y el aprendizaje de las diferentes disciplinas artísticas, La formación holística del ser humano a través de las artes, es una oportuna y valiosa aportación para el arte, la educación y la formación humana.
Martha Mansur Directora de Arte y Cultura en la Región Ciudad de México Tecnológico de Monterrey

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento28 abr 2024
Formación holística del ser humano através de las artes

Relacionado con Formación holística del ser humano através de las artes

Libros electrónicos relacionados

Enseñanza de artes y humanidades para usted

Ver más

Artículos relacionados

Categorías relacionadas

Comentarios para Formación holística del ser humano através de las artes

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Formación holística del ser humano através de las artes - Rosa Isela Gluyas Fitch

    © Rosa Isela Gluyas Fitch.

    © Grupo Rodrigo Porrúa S.A. de C.V.

    Lago Mayor No. 67, Col. Anáhuac,

    C.P. 11450, Del. Miguel Hidalgo,

    Ciudad de México.

    56 2123 7777

    direccion@rodrigoporrua.com

    1a. Edición, abril 2018.

    2a. Edición, abril 2024.

    Impreso en México - Printed in Mexico.

    Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio

    sin autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales.

    Características tipográficas y de edición:

    Todos los derechos conforme a la ley.

    Responsable de la edición: Rodrigo Porrúa del Villar.

    Corrección ortotipográfica y de estilo: Lorena Piña Gómez, Graciela de la Luz Frisbie

    y Rodríguez / Rodolfo Perea Monroy.

    Diseño de portada: Mtra. Laura Romero.

    Diseño editorial: Grupo Rodrigo Porrúa S.A. de C.V.

    A Rosy, Fernando y Fer,

    mis padres y hermano por su inspiración,

    acompañamiento y complicidad.

    A Manuel, mi esposo por motivar mis creaciones.

    A Fer, Majo y Pau, mis hijas motor y orgullo de mi vida;

    quienes, con su ejemplo, me han demostrado

    que lo que se plantea en este libro es real.

    Recuerdo que tenía escasos 5 años cuando por primera vez los ojos y el amor de mi madre descubrieron en mí una pasión indescriptible que hasta el día de hoy continúa siendo un impulso dentro de mi ser: la danza. Sin titubear, mi madre supo interpretar la fuerza y la capacidad innata que existía dentro de mí y buscó un espacio en el que pudiera explorar y expresar mi potencial artístico a través de la danza; fue así que inicié mis estudios en la Academia de Ballet San Ángel Inn en donde conocí a Andrea de Granda de Andraca, una hermosa mujer y extraordinaria maestra, cuya delicada elegancia y gran amor me abrieron las puertas para introducirme al maravilloso mundo de la danza.

    Era para mí un deleite llegar y escuchar que me dijera con su amorosa voz: Mi Isela, vamos a bailar, e inmediatamente el maestro acompañante tocaba el piano y todas empezábamos a cantar y a bailar: ¿Dónde está mi gato?, ahí, ahí está, lo tomo y lo acaricio, le doy un besito y lo echo a andar. Todavía me asombro al pensar que esa canción infantil, representada en mi primera secuencia de movimientos, se hubiera quedado tan grabada en mi memoria y en mi corazón desde entonces y hasta ahora. Tal vez fue el amor y la calidez de un ser humano que disfrutaba plenamente enseñar, de esa mujer que amaba su profesión y me recibía dos veces a la semana haciéndome sentir la niña más importante; esa maestra que con cariño y paciencia me enseñó la disciplina, la puntualidad, lo que significaba un ensayo en temporada de funciones, pero principalmente la trascendencia de la palabra proyección y presencia, cuyo significado yo misma construí como el reflejo más profundo del ser manifestado a través de la creación del movimiento, pero principalmente a través de la entrega con uno mismo y con los demás para crear conexiones profundas, conversaciones entre las almas para plasmar una representación abstracta del universo a través del cuerpo. Así entendí lo que era el arte y la huella que a su paso deja en las personas.

    Con este impulso motivador, aunado al amor y el acompañamiento en todo momento de mis padres Fernando Gluyas y Rosy Fitch, a los 8 años inicié la carrera como Intérprete de Danza de Concierto en la Academia de la Danza Mexicana del Instituto Nacional de Bellas Artes, institución en la que me impregné de vivencias que interpreto como sentimientos y emociones antagónicas que forjaron mi carácter: tristeza-alegría, rabia-serenidad, motivación-desmotivación, pasión-apatía, amor-desamor, lealtad-deslealtad, pero sin lugar a dudas la más representativa de ellas fue el levantarse-caer con un ritmo regular y algunos pausados silencios. Esta fue la maravillosa analogía de lo que la vida representa para mí, pero con un concepto que la hace aún más intensa: levantarse-caer-volar, la incorporación del vuelo que representa el máximo hallazgo al crear posibilidades impensables, sin límites y con libertad.

    Por un lado viví la fuerza de la creatividad para conversar con el universo a través del cuerpo, e interpretar la danza de las almas existentes pero invisibles en una profunda experiencia de autoconocimiento y reconocimiento del espíritu danzante que está detrás de la proyección de esas imágenes que simbolizan la esencia de quienes han decidido danzar para expresar lo más íntimo y profundo de su percepción del mundo. Por otro lado, me enfrenté también a experiencias que en lugar de impulsar mi poder creativo, intentaban sabotearlo y aplastar toda intención de elevar el espíritu danzante al vuelo incesante que hacía posible lo imposible. A tal grado que mi fuerza, mi amor, mi voluntad y mi carácter lograban danzar con esas fuerzas depredadoras del Ser hasta que se alejaron dejándome el espacio libre y limpio para crear. Así comprendí que la danza tiene un paralelismo con la vida y que no todo es miel sobre hojuelas, que se requiere de trabajo duro, de horas y horas de práctica, de preparación física y mental, de superar los miedos y las limitaciones, de creer, de amar lo que se hace, de aprender a convivir contigo mismo y con los otros, de aceptar y renunciar, de explorar, de poner al límite tus capacidades y de muchas otras cosas que me refrendan una vez más que el arte forja carácter y toca las almas.

    La vivencia de estas fuerzas antagónicas me permitió darme cuenta de la labor trascendente que tiene un formador en cualquier contexto educativo, que más allá de impartir una clase, perfeccionar una técnica, crear experiencias de aprendizaje significativas o facilitar un proceso de enseñanza aprendizaje, debe ser un ser humano que conecta con otro ser humano para crear lo aparentemente imposible, inspirar y mover al Otro, para convertirse en la mejor versión de sí mismo.

    Imaginé a un formador que independientemente del contexto educativo, debería visualizar al alumno al máximo de sus posibilidades, como un ser multidimensional que puede desarrollar las esferas personal, espiritual, social y ecológica que forman parte de su ser y que le darán las armas necesarias para convertirse en una persona plena, autosuficiente, productiva, íntegra y feliz.

    Aprendí que la enseñanza de las artes sin un enfoque holístico, limita su contribución al desarrollo de la humanidad, porque paraliza la creación de conversaciones emanadas del poder que representa el espíritu del ser humano para logar una profunda conexión con los elementos que lo rodean y lo mantienen vivo interactuando con el universo. Bajo esta premisa, una vez egresada de Bellas Artes me dediqué a vivir la danza desde otra postura, la de coreógrafa, profesión en la que pude crear diferentes conversaciones con el cuerpo en diversos escenarios y contextos para demostrar que el poder de la danza, y de las artes en general, trascendía a la formación de los profesionales de las artes convirtiéndose en un elemento formativo esencial para la vida.

    Como coreógrafa dirigí durante siete años el Grupo Representativo de Danza Contemporánea en el Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México. Fue durante esta experiencia que pude palpar mucho más de cerca, las contribuciones que la educación artística podía aportar a los jóvenes estudiantes de preparatoria y universidad interesados en enriquecer sus experiencias de aprendizaje académico. Todo esto, a partir de la vivencia de actividades artísticas que desarrollaban su poder creador en un contexto educativo que, como propósito principal, no buscaba formar profesionales de las artes, y sin embargo estas actividades estéticas moldeaban de una manera más integral y holística, su personalidad y su desempeño en el ámbito laboral.

    A la par de mi desempeño como coreógrafa dentro del Tec de Monterrey, tuve la oportunidad de estudiar la carrera de Ciencias de la Comunicación dentro de la misma institución. El compaginar estas dos labores, me permitió evidenciar en carne propia, la influencia positiva que ejercía en mí y en mis estudiantes, la vinculación con las distintas manifestaciones artísticas. Convencida del potencial que puede tener la práctica de cualquier disciplina artística en los estudiantes, acepté el reto de ser Directora de Difusión Cultural en el Tec de Monterrey, Campus Ciudad de México, labor que desempeñé durante años. Durante todo este tiempo impulsé los proyectos de profesionalización de los talleres de arte, a través de la capacitación de los docentes, certificándolos en educación por competencias. Creé diplomados en arte, publiqué manuales instruccionales, formalizando los programas con sistemas de evaluación que evidenciaran los logros, los avances y las habilidades desarrolladas en los estudiantes a partir de los cursos, los talleres y los grupos representativos del Departamento de Difusión Cultural.

    Los hallazgos de todas estas experiencias adquiridas, detonaron años más tarde una inquietud en mi mente y mi alma, dando origen a una investigación que tenía el objetivo de demostrar la trascendencia de la enseñanza artística en los modelos educativos, pero para ello, los docentes de las artes tenían que estar dispuestos a romper paradigmas en cuanto a las metodologías de enseñanza, carentes en varios de los casos, de una didáctica consciente y sistematizada sin dejar de ser creativos, libres e innovadores. En un inicio,

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1