Jhodan, Corazón de Guerrero: Parte 4 Edición 1

Por Lord Jombo

Si te sientes atrapado en una situación difícil, no te desanimes. Recuerda que no estás solo. Hay muchas personas que han pasado por lo mismo y han salido adelante.

La vida está llena de desafíos, pero también de oportunidades. No tengas miedo de enfrentar tus miedos y perseguir tus sueños. El mundo está esperando a que lo conquistes.

Tú eres el único que puede determinar tu destino. No dejes que nadie te diga que no puedes lograr tus sueños. Tú eres capaz de todo lo que te propongas.

Este libro es una invitación a vivir la vida al máximo y lograr tus sueños. Es un recordatorio de que, a pesar de las dificultades, siempre hay esperanza para lograr esos sueños.

Si estás dispuesto a trabajar duro y a nunca rendirte, puedes alcanzar cualquier cosa que te propongas, incluyendo tus sueños y metas.

¡Que la lectura de este libro te inspire a seguir adelante y a alcanzar tus sueños!

• Idioma: Español
• Editorial: Lord Jombo
• Fecha de lanzamiento: 14 dic 2023
• ISBN: 9798224011452

Vista previa del libro

Introducción.

¿Alguna vez has sentido que estás atrapado en una rutina? ¿Que tus días son iguales y que no estás avanzando en la vida? ¿Que tus sueños están lejos de tu alcance?

Si es así, no estás solo. Todos hemos pasado por momentos así. Pero la buena noticia es que no tienes que quedarte ahí. Puedes dar el primer paso hacia tus sueños.

Este libro está escrito para ayudarte a hacerlo. En él, conocerás a cuatro jóvenes que se enfrentan a desafíos similares a los tuyos. Jhodan, Valeria, Armando y Rosa son personas con sueños y metas, pero también con obstáculos que deben superar.

A través de sus historias, aprenderás que no hay nada imposible. Que, si tienes un sueño, puedes lograrlo. Que solo necesitas creer en ti mismo y no rendirte.

Capítulo 1 (41): La Monotonía.

Han pasado tres meses desde que se restauró la ciudad de La Esperanza, y un precioso ambiente abriga el reino de Dames. Las aves vuelan libremente por los cielos, y las ardillas y liebres adornan los campos y bosques del reino.

En el jardín del castillo, la princesa Valeria está contenta cantando:

¡Qué bello es La Vida!

De repente, entra su hermana Rosa y le dice:

Hermanita, ya llegó tu novio del viaje a La Gran Furia.

Valeria entra al salón real y encuentra a su novio Jhodan y al general Armando repletos de lodo. Valeria le dice:

Amor, ¿Qué te sucedió?

Jhodan, cansado del viaje, dice:

Estoy cansado.

Armando dice:

Estuvimos combatiendo a Los Morta, esos tipos no se cansan de acabar con los que se les atraviesen.

Valeria intenta besar a su novio, pero esquiva su beso y se va directo a su habitación mientras la princesa ve cómo Rosa consiente a su novio Armando. El general le dice:

Amor, alísteme una tina caliente, vengo completamente embarrado.

Rosa va a una de las sirvientas para pedirle agua caliente para su novio. Valeria toca la puerta de la habitación del joven que dice:

¡Jhodan, amor! ¿Estás ahí?

Pasa una de las sirvientas y le dice:

Su novio, el guerrero Jhodan, está en la terraza del castillo.

Valeria sube corriendo a la terraza, pero cuando lo ve, se va volando hacia la casa del general Armando.

Valeria entra enojada al castillo y encuentra a su padre hablando con el general Spide de Rózafi, diciéndole:

Gracias, rey Damesiano, Rusel Vidales Cuarto, por enviarnos a esos dos chicos para ayudarnos a deshacernos de Los Morta.

Le da su mano y luego regresa a Rózafi. Rusel ve a su hija enojada y le pregunta:

¿Qué es lo que tienes, hija?

Valeria responde:

¿No entiendo por qué Jhodan me esquiva cada vez que trato de demostrarle mi amor? ¿Qué estoy haciendo mal?

Rusel responde:

Recuerda que ese chico es un guerrero dragón, tal vez sea natural de él que no te preste tanta atención, tú no tienes la culpa.

Valeria le dice:

Padre, después de que conseguimos El Libro de La Verdad, se enamoró de mí, pero luego se fue alejando poco a poco de mí y ya muy poco me habla.

El rey le dice:

Deberías de hablar con él, quizá su trabajo trata de distraerlo de su amor. Yo a veces me pongo a discutir con Aloe por cosas sin sentido, pero como somos una sola carne, llegamos al punto de ponernos de acuerdo.

Valeria dice:

¿Y mi nueva mamá cómo está?

Rusel responde:

Después del desmayo que tuvo ayer y de recibir la noticia de Sandro de que vamos a tener un hijo, quedó en cama después del desmayo, se golpeó muy duro en la cabeza.

Valeria va hacia la habitación del rey y la reina y encuentra a su nueva madre cosiendo una camisa para el futuro nacimiento de su hijo, se acerca Valeria y le dice Aloe:

Hola Valeria, ¿cómo has estado?

Valeria responde:

No tan bien, madre.

La reina le pregunta:

¿Qué te sucede Valeria?

La princesa responde:

Jhodan ya no es la misma persona que conocí, pareciera que se estuviera apartando poco a poco de mí.

La reina Aloe le dice:

Deberías de hablar con él, de pronto le aburre algo de su relación.

El rey Rusel le dice:

Eso mismo te dije.

Aloe sigue:

Sabes que deberías hacer, invitarlo a comer al restaurante de don Fortunio, y allá dialogar serenamente.

Valeria toma un papel, escribe un mensaje para Jhodan y lo manda a enviar a la casa del general Armando.

El joven está comiéndose unas naranjas en un árbol al lado de la casa del general Armando. Llega el general a su casa y le dice Jhodan:

Hola, gordo ¿Ya terminaste de organizar las tropas?

Armando responde:

No me llames gordo, solo estoy lleno ¿Y qué haces encaramado en ese árbol?

Jhodan le lanza una cáscara en la cara y le dice:

Eso es lo que estoy haciendo.

El general le devuelve el cascarazo, pero lo falla. Luego, le dice al joven:

Más bien baja de ahí y tráeme una naranja.

Jhodan baja, pero llega un soldado y le dice:

Honorable guerrero Jhodan, la princesa Valeria Vidales le envía esta epístola.

El joven da las gracias al soldado y lee la carta junto con el general Armando:

Mi querido Jhodan, con la presente carta te invito a cenar al restaurante de don Fortunio esta noche a las ocho, tenemos que hablar de lo nuestro, llevamos tiempo sin tener una hermosa conversación, quiero sentir tu voz. Atentamente, tu novia Valeria Vidales.

El general Armando le pregunta:

¿Vas a ir, amigo?

Jhodan responde:

No sé. Valeria se ha vuelto muy intensa y no me deja descansar cada vez que llego de una dura misión.

Armando le dice:

Vamos, chico, como me gustaría tener una novia así. Ya tengo una y es más intensa que la tuya. Ella te quiere mucho y por eso se preocupa por verte bien y con complacerte. De eso se trata una relación, hay que aprender a superar nuestros defectos y tratar de armar un bello amor.

Jhodan suspira:

Si hubiera comprendido lo que implica tener una pareja, habría pensado dos veces antes de unirme a la princesa. Pensé que su única preocupación era por mi bienestar, nada más. Pero soportar sus celos, lloriqueos por cualquier cosa, y tener que invitarla a salir, eso no va conmigo.

El general Armando le pregunta:

¿No planeas dejarla plantada en el restaurante?

Jhodan responde:

Claro que no iré. Se aburrirá de molestarme y solo me hablará cuando solo sea algo realmente importante.

Armando le dice:

Eres un novio bastante malo.

Jhodan se defiende:

Solo quiero que me deje respirar cuando estoy cansado. Sus emociones me tienen frustrado. ¿Por qué no nos dedicamos esta noche a cazar salmones y hacer una fogata?

Armando le pregunta:

¿De verdad piensas dejar plantada a tu novia que tanto te quiere? Eres un egoísta.

Jhodan ignora sus palabras y se va a buscar unos anzuelos dentro de la casa de su amigo. El general Armando reflexiona:

Este chico ha cambiado demasiado desde que lo conocí. No era así antes.

Valeria espera a Jhodan en el restaurante de don Fortunio, pero él nunca llega. Fortel y Lovely se acercan y le ofrecen su compañía. Lovely comenta:

¡Qué pena! ¿No vino el guerrero dragón? ¡Qué novio tan desconsiderado! No te lo mereces.

Valeria le dice:

Nuestra relación está pasando por un momento difícil, y por eso organicé esta cita.

Fortel le dice:

Jhodan es diferente a nosotros. Quizá solo le gustan las batallas y eliminar dragones, por eso le da poca importancia a tu relación.

Valeria se lamenta y dice:

Pero tampoco es justo que me deje plantada en esta cita. No entiendo por qué Jhodan me hace esto. Estoy completamente sola.

Lovely le sugiere:

Si quieres, te acompañamos para que no te sientas sola. Venimos a menudo a este lugar.

Valeria acepta la oferta, y durante la noche, comparten historias de amor y experiencias. Mientras tanto, Jhodan cena con su amigo en el patio de su casa.

Al día siguiente, Rusel observa el amanecer desde el balcón del castillo. Aloe lo llama con hambre, y desde el balcón, ve a Valeria y Rosa conversando. Se pregunta qué estarán tramando.

Rosa le pregunta a Valeria sobre la cita, y ella responde que Jhodan la dejó plantada. Rosa le dice:

Deberías terminar con él. Quizá no te corresponda.

Valeria dice:

Ya sé, iré al Campo de Flores, donde nos conocimos con Jhodan, y tú me ayudarás.

Rosa incrédula pregunta:

¿Yo? ¿Qué tengo que hacer yo?

Valeria le dice:

Le dirás a Jhodan que fui de voluntaria a enfrentarme contra dragones y que corro peligro. Él vendrá supuestamente a rescatarme, y podremos hablar cara a cara sobre nuestra relación.

Rosa le responde:

Estás loca, hermana. ¿Por qué no hablas con él directamente?

Valeria responde:

No me escucha. Hazme ese favor y ve a buscarlo. Yo conseguiré un caballo para viajar al Campo de Flores.

Rosa se queda perpleja mientras Valeria corre al castillo en busca de un caballo.

Jhodan está ayudando a Fortel en la herrería a trasladar unos cascos al carruaje para transportarlos. Fortel, curioso, le pregunta al guerrero:

Dime, chico, ¿Cómo va tu relación con la princesa Valeria?

Jhodan responde:

No lo sé. Ella siempre quiere ahogarme con sus emociones, siempre quiere ser el centro de atención y nunca me entiende. ¿Por qué lo preguntas?

Fortel le dice:

La encontramos junto con Lovely sola, sentada en el restaurante de don Fortunio y triste cuando teníamos nuestra cita.

Jhodan le dice:

Yo quisiera que ella al menos me escuchara, pero la princesa siempre cree que lo que ella piensa es lo mejor para mí.

El herrero insiste:

¿Dónde está el ánimo que tenías cuando fuiste a recuperar El Libro? ¿Acaso lo has perdido?

En ese momento, Rosa llega corriendo con urgencia y le dice al joven:

Jhodan, Valeria está en peligro. Tienes que ir a rescatarla. Está en el Campo de Flores.

Jhodan, sorprendido, pregunta:

¿Cómo fue a dar allá? ¿Quién la mandó a ir hasta allá?

La princesa Rosa responde:

Eso no importa, ve rápido, no hay tiempo que perder.

Jhodan vuela al campo, mientras Rosa va al castillo en busca de un caballo.

Valeria llega al Campo de Flores y se prepara para su encuentro planificado. Mientras espera, reflexiona:

Aquí lo esperaré. Jhodan creerá que estoy luchando contra unas bestias y nos veremos para hablar de lo nuestro.

De repente, unos gritos le advierten de la llegada de tres dragones. Asustada, grita:

¡Dragones!

Y corre a esconderse en una choza. Los dragones, furiosos, queman todo a su paso. Descubierta, Valeria sale corriendo mientras los dragones la persiguen.

Rosa, en el castillo, toma un caballo cuando el general Armando la ve y le dice:

¡Amor! ¿Hacia dónde vas?

Rosa, urgente, le responde:

Es urgente. Valeria va a hablar con Jhodan.

Armando le dice:

No metas tus narices en lo que no te interesa. Deja que ellos dos resuelvan sus diferencias.

Rosa insiste:

Están en el Campo de Flores, y mi hermana se encuentra en peligro.

Derek, el coronel, interrumpe:

Mi general, me informan que unos dragones se dirigen al Campo de Flores, quizá a La Azuleja.

Armando lo decide y dice:

Vamos, tenemos que ir a rescatarlos.

Se dirigen urgentemente hacia el campo.

Valeria es atacada, y Jhodan, al verlo, lucha contra los dragones. Los tres dragones lo persiguen fuera del Campo de Flores, pero Jhodan, valiente, los elimina uno por uno.

Furioso, se encuentra con Valeria y le dice:

¿Acaso eres una tonta? Por poco y te matan esos dragones. Si no hubiera estado, hubieras muerto. Tampoco traes armas ¿Cómo pretendes enfrentarte a esas bestias sin tu arco? Piensa por un momento qué hubiera pasado si yo no existiera.

Valeria baja la cabeza de tristeza y comienza a llorar:

Jhodan, tú ya no eres el mismo. Te has vuelto un egoísta como lo eras antes. ¿Recuerdas este lugar? ¿Recuerdas cuando quisiste matarme? Yo quise que tú cambiaras y lo único que hice fue que te sintieras aburrido.

Jhodan, más calmado, dice:

Princesa, te has preocupado demasiado por mí. Te excedes. Ya no puedo descansar porque tú siempre estás ahí evitándolo.

Valeria, aún entre lágrimas, le dice:

Cuando La Vida te eligió para restaurar todos los reinos de este continente y tú tenías un gran entusiasmo, ¿Dónde quedó ese brillo que había en tus ojos? ¿Dónde quedó ese compromiso de ayudarnos mutuamente pase lo que pase?

Jhodan, revelando sus preocupaciones, le dice:

Mi vida ahora se ha vuelto repetitiva. Todos los días tengo que enfrentarme a los dragones y a Los Morta. Todavía me falta saber más acerca de mi origen y no he logrado conseguir la información que quiero. No sé dónde está mi madre y aún no puedo dejar de pensar que mis hermanos planeen atacar alguno de los cuatro reinos en cualquier momento. No eres tú el problema, solo quiero que me dejes respirar cada vez que vengo cansado y no te preocupes demasiado por mí.

Valeria, apenada pero amorosa, dice:

Yo te amo, Jhodan. Solo quiero tu bienestar. Con solo ver a mi hermana y al general ayudándose cada vez que los dos están en problemas y dificultades, siempre pienso ¿Por qué no lo puedo hacer contigo? Te amo, pero si lo mejor para ti es que terminemos, respeto tu decisión.

Jhodan, suavizando su tono, toma la mejilla de la princesa y le dice:

Está bien, Valeria, te quiero. Dejaré que te preocupes por mí, pero trata de darme descanso.

Valeria lo abraza con gratitud y le dice:

Realmente tú eres el hombre que ha enviado La Vida. Te quiero.

El general Armando y Rosa llegan justo a tiempo para presenciar el abrazo. Rosa, emocionada, comenta:

¿No es lindo, amor?

Armando, sonriendo, asiente:

Realmente.

Y ambos contemplan ese emotivo abrazo como algo maravilloso.

Capítulo 2 (42): La Maquinación.

Fortel, exhausto tras una dura jornada, duerme en la herrería. De repente, sueña con los tiempos en que intentó arrebatarle el reino al rey Rusel. Se ve a sí mismo fabricando una poderosa ballesta y una bomba.