Educar y fortalecer a los perros miedosos y traumatizados: - Libro de practices de adiestramiento canino - Cómo reconocer el miedo y el estrés en tu perro y tratarlo con sensibilidad

Por Inga Dahlmann

Muchos perros, sobre todo los procedentes de organizaciones protectoras de animales, no han tenido buenas experiencias en su vida anterior y están traumatizados o son miedosos. Esto suele manifestarse en comportamientos distintos en situaciones diferentes. Por ejemplo, un perro expresa su miedo mediante la agresión con la correa si otro perro se acerca demasiado, si se encuentra con ciclistas o corredores o con una persona que quiere acariciar al perro temeroso. Otros perros tienen miedo a las escaleras, a quedarse solos o a los ruidos fuertes. Los perros ansiosos también intentan escapar de las situaciones y muestran su miedo enroscando la cola o echando las orejas hacia atrás. Sin embargo, algunos perros también sufren en silencio porque ya no encuentran otra forma de escapar de su miedo.
¿Tú también tienes un perro que te dificulta la vida cotidiana? ¿Te sientes a menudo frustrado y no sabes cómo apoyar y ayudar a tu perro? ¿Sufres cada vez que tu perro reacciona con ansiedad y te gustaría trabajar activamente para que tú y tu perro tengáis una vida más relajada? Entonces tienes en tus manos un libro que te ayudará a comprender a tu perro, sus miedos y su comportamiento, para encontrar la forma correcta de tratar a tu perro ansioso y que podáis vivir juntos una vida cotidiana más relajada en el futuro.

• Idioma: Español
• Editorial: Inga Dahlmann
• Fecha de lanzamiento: 19 mar 2024
• ISBN: 9798224613830

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Qué puedes esperar de este libro

Muchos perros, sobre todo los procedentes de organizaciones protectoras de animales, no han tenido buenas experiencias en su vida anterior y están traumatizados o son miedosos. Esto suele manifestarse en comportamientos distintos en situaciones diferentes. Por ejemplo, un perro expresa su miedo mediante la agresión con la correa si otro perro se acerca demasiado, si se encuentra con ciclistas o corredores o con una persona que quiere acariciar al perro temeroso. Otros perros tienen miedo a las escaleras, a quedarse solos o a los ruidos fuertes. Los perros ansiosos también intentan escapar de las situaciones y muestran su miedo enroscando la cola o echando las orejas hacia atrás. Sin embargo, algunos perros también sufren en silencio, porque ya no encuentran otra forma de escapar de su miedo.

¿Tú también tienes un perro que te dificulta la vida diaria? ¿Te sientes a menudo frustrado y no sabes cómo apoyar y ayudar a tu perro? ¿Sufres cada vez que tu perro reacciona con ansiedad y te gustaría trabajar activamente para que tú y tu perro tengáis una vida más relajada? Entonces tienes en tus manos un libro que te ayudará a comprender a tu perro, sus miedos y su comportamiento, para encontrar la forma correcta de tratar a tu perro ansioso y que podáis vivir juntos una vida cotidiana más relajada en el futuro.

Reconocerás las causas del miedo, aprenderás a leer el lenguaje corporal de tu perro y serás más consciente de sus necesidades, lo que te facilitará la comunicación con él. Pero, sobre todo, aprenderás qué debes tener en cuenta y qué debes evitar al tratar con tu perro traumatizado, para que puedas devolverle gradualmente el valor y la confianza.

Los perros traumatizados necesitan tiempo -a menudo más del que podemos darles-, pero con mucha paciencia, amor, apoyo y comprensión puedes ofrecer a tu perro una vida lo más libre de miedo posible.

Comprender el miedo

¿Por qué siente miedo tu perro?

Para comprender el miedo de tu perro, veamos primero la función original del miedo como emoción. Los perros, igual que nosotros los humanos, sienten miedo en su vida, lo cual es normal hasta cierto punto. Desde un punto de vista biológico y evolutivo, el miedo es vital para la supervivencia en situaciones peligrosas. Si hay una amenaza de vida o muerte, se activan en el cerebro una serie de emociones que garantizan que el cuerpo esté preparado para cualquier cosa con el fin de sobrevivir. Por ejemplo, el corazón late más deprisa para distribuir más sangre por todo el cuerpo, de modo que los músculos puedan trabajar al máximo rendimiento si tienes que huir de un peligro mortal.

Estos procesos son restos de la evolución: no sólo pueden observarse en los humanos, sino que los perros también han heredado esta lucha por la supervivencia de los lobos. Los que podían huir más rápido sobrevivían, los que se acercaban a situaciones nuevas con miedo y precaución sobrevivían si la situación desconocida resultaba ser peligrosa. ¿Te das cuenta ahora de por qué suena lógico al principio tener miedo a determinadas situaciones en la naturaleza? Si nos fijamos en el comportamiento de los lobos en una situación peligrosa, podemos observar dos estrategias de supervivencia, entre otras: huir y luchar. Esta última suele ser la segunda opción. La huida es la primera solución que se observa con más frecuencia en los lobos. Si el lobo se