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Criar y Adiestrar
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Libro electrónico173 páginas15 horas

Criar y Adiestrar

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Aquel día en que decides traer un perro a tu casa, es el momento en que tu vida cambia para siempre. Se habrá instalado un integrante más en la familia, que necesitará de tu atención, enseñanzas, alimentación y cuidados de salud; y a cambio… AMOR INFINITO.

No será fácil, la crianza de los hijos tampoco lo es; y si eres principiante, como sucede con los padres primerizos; surgen más dudas que respuestas, mas temores que certezas; por lo que esta guía te brindará una amplia información y tranquilidad a la hora de adoptar una nueva mascota.

Encontrarás en este libro explicaciones detalladas del cómo seleccionar tu cachorro, cómo acondicionar tu casa, qué alimentos darle, como entrenarlo para que te obedezca y trucos que serán un deleite entre tus amigos.

Conocerás las principales enfermedades que afectan a los canes y sus tratamientos. Todo sobre alimentación, cómo seleccionarla y las diferentes dietas para distintas razas o edades. También aprenderás sobre razas de perros y sus usos, la psicología canina, y cientos de consejos más.

Un capítulo especial está dedicado a las personas que sufren de alergias y necesitan de un perro que no se las provoque. Bienvenido al mundo del mejor y más fiel amigo del humano.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento31 mar 2023
ISBN9798215477069
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    Criar y Adiestrar - Eric Sambrano

    Mi perro y yo

    ––––––––

    Qué siente un perro

    ¿Qué es un perro? ¿Un simple animal, una mascota, un integrante de la familia, un amigo, el ser de mayor confianza? Las respuestas son tan variadas como dueños de canes hay en el planeta.

    Un perro te recibe entre saltos, ladridos y movimiento de cola... y cuando no estás, se encuentra pendiente de tu regreso. Se recuesta junto a ti para descansar, camina a tu lado, te obedece y te llena de lamidos la cara. ¿Pero lo hace porque te ama? ¿Es capaz de expresar tan compleja emoción social?

    Antes que nada, hay que entender que el perro tiene las mismas estructuras cerebrales y cambios químicos que están detrás de las emociones en el humano.

    Por ejemplo, ambos producen oxitocina, hormona involucrada en generar el sentimiento de apego y de confianza. Varios estudios han demostrado que cuando este animal escucha la voz del dueño o percibe su olor, empieza a liberar dicha hormona.

    Los perros tienen una mente equivalente a un niño de dos años; por lo tanto, pueden expresar emociones básicas, como el miedo, la ira, alegría y la sorpresa. No obstante, no poseen la capacidad de comprender emociones complejas, como la vergüenza, la culpa o el orgullo, que se desarrollan en el humano a los 5 años. Respecto a determinar si sienten amor o no es complicado decirlo, pues no existe un sólo tipo de amor.

    El amor que uno siente por la patria es completamente distinto al que se siente por la madre o por un amigo, es por eso que en psicología se habla de afecto y no de amor como tal.

    Las conductas afectivas en estos animales no se pueden negar. Por ejemplo, si un perro crece con otro can y ese muere, el animal pasa a través de un proceso de pérdida comparado al perder a un amigo o un padre. Los perros desarrollan un fuerte lazo.

    El amor puede dividirse en dos aspectos: la experiencia y el pensamiento.

    En los perros, la parte de la experiencia ciertamente está allí, ya que muestran comportamientos que evidencian afecto, o lo que nosotros podríamos considerar como amor.

    No obstante, la parte del pensamiento es diferente, ya que ellos no tienen el lenguaje que las personas emplean para darle sentido o pensar sobre el amor. Todavía no es posible saber si lo que sienten estos animales es igual a lo que nosotros sentimos.

    ––––––––

    Cómo se expresan

    La dificultad de comparar sus conductas con la de los humanos, es que son poco compatibles. Tal es el caso del lamido, que muchos suelen considerar como un beso.

    Cuando el perro lame la cara de alguien es que quiere algo, puede ser comida o cariño; pero también suele ser un acto de sumisión.

    No se puede dar por sentado que el perro entenderá todo lo que se le dice. Sin embargo, al tener una mente similar a la de un niño pequeño, pueden comprender los tonos y sonidos que uno hace para tratar de comunicarse con los menores.

    ––––––––

    La relación del humano con ellos

    Cuando se tiene un can, se desarrolla un vínculo tan fuerte y especial al que podemos llamar amor. Sufres cuando no estás a su lado, te preguntas si estará bien cuando lo dejas solo en casa, eres feliz cuando sales a pasear o te acomodas en el sofá con él. Es así, no hay duda, es amor lo que muchos sentimos por estos seres de cuatro patas. Pero, ¿es normal quererles más a ellos que a las personas? Puede ocurrir, pero no siempre es saludable.

    Una de las razones por las que experimentamos este inmenso amor es la búsqueda del amor incondicional. Este sentimiento que nos une a nuestras mascotas responde a esa necesidad incansable del amor puro, ilimitado con el cual soñamos. Y es que los animales de compañía nos quieren en cualquier momento y situación, tanto si estamos tristes, enfadados, si hemos triunfado o fracasado, si somos sociales o solitarios. Y, por supuesto, independientemente de nuestro físico.

    Una de las formas más fuertes de apoyo social es el que aparece cuando un individuo tiene una relación íntima y confiable. En este punto es donde entra el perro. Los canes pueden aportar este tipo de vínculo a su tutor, ya que ofrecen afecto y compañía sin prejuicios, amor incondicional, afecto, seguridad, protección y autoestima.

    Los animales, asimismo, son percibidos como seres inocentes que necesitan nuestra protección y cuidado.

    Nuestros perros nos dan mucho y a cambio no piden demasiado. Sólo necesitan nuestra compañía, necesitan estar con la gente.

    ––––––––

    El apego patológico

    Ahora bien, ¿es normal querer más a nuestro perro que a las personas? Depende de lo que consideremos normal. Las personas somos muy diversas y desarrollamos nuestros afectos de maneras muy distintas. Las hay, por tanto, que desarrollan una relación muy especial con sus mascotas y estas satisfacen unas necesidades psicológicas que otras personas no pueden.

    El amor hacia los animales es algo muy saludable y los humanos debemos relacionarnos con ellos de forma correcta y positiva. Sin embargo, si el amor hacia los animales se vuelve patológico no estamos hablando de 'amor', sino de otra cosa como, por ejemplo, de obsesión. Si una persona prefiere antes la compañía de su mascota que a las personas y no puede interactuar con otros seres humanos, sería interesante indagar el por qué, ya que estamos diseñados para relacionarnos con seres de la misma especie.

    Aunque la relación con los animales es muy buena y necesaria, debemos tener las suficientes herramientas para poder disfrutar en compañía de otras personas, independientemente de que seamos más solitarios. Si no es así, podemos ocultar un trastorno, especialmente, si nos aislamos de los demás y no somos capaces de establecer relaciones de calidad con otras personas, ni realizar, sin dificultad, los intercambios sociales de la vida diaria.

    ––––––––

    Quererlos de la manera correcta

    Aunque los perros tienen una predisposición innata al afecto, se requiere que la crianza se haga de la manera correcta, por eso, muchos especialistas recomiendan rechazar los métodos de entrenamiento brutales y ligados al dolor, como collares de estrangulamiento basados en dominancia. Todo lo que tu perro quiere es que les muestres el camino, a través del liderazgo compasivo y el refuerzo positivo. También significa dedicar tiempo a satisfacer sus necesidades sociales en lugar de dejarlos aislados durante la mayor parte del día.

    ––––––––

    Seleccionar al mejor amigo

    Antes de seleccionar su nueva mascota, haga su tarea. Familiarícese con las razas de perros y los rasgos de personalidad, y compárelos con sus razones personales para tener uno. ¿Quieres un amigo lindo y tierno para que lo acompañe en el hogar? ¿Quieres un campeón en competiciones de agilidad canina o un perro de exhibición? ¿Quiere un amigo de juego para sus hijos? ¿O quiere un guardaespaldas y un protector del hogar? ¿Necesita apoyo para afrontar una discapacidad?

    Cada raza tiene características que indican cómo será su vida con su nuevo amigo. Si usted no es paciente o no le gusta mucho el ruido, probablemente no debería adoptar un perro pequeño y enérgico con muchas demandas de atención. Si desea un compañero leal afectuoso, es posible que desee considerar un Golden o Labrador Retriever o un Collie. Si desea proteger su propiedad, puede echar un vistazo a un Pastor alemán, un Rottweiler o un Dóberman.

    Si su hogar incluye niños pequeños, su elección debe ser cuidadosa. Su nuevo perro tendrá que ser paciente y tolerar con amabilidad que le tiren de la cola, que le salten y que juegue durante horas y horas. Perros Esquimales americanos, Beagles, Labrador, Setters, perros Pastor y muchos Terriers se encuentran entre las muchas razas buenas con los niños.

    Debe tener extrema precaución en cuanto a que, si su hijo es muy pequeño, y su mascota todavía está en la etapa de cachorro, pueden pasar dos cosas. Primero, que el animal en situación de juego muerda o lastime con sus filosas uñas o dientes a su hijo que tiene una piel todavía frágil, y le deje alguna marca de por vida. Por lo que es recomendable que el niño tenga por lo menos cinco años para comenzar a sociabilizar con un cachorro. Lo segundo es que a los niños sólo les interesa jugar, por lo que seguro se desentenderán del cuidado de la mascota. Para adquirir responsabilidades, es mejor comprarle un pez al niño, enseñarle a darle alimento todos los días, para que después de adquirido el hábito, regalarle un cachorro.

    ¿Quieres un perro al que pueda disfrazar y poner ropa bonita? Busque un perro que tenga mucho pelo (para esos peinados elegantes) y que sea lo suficientemente pequeño como para llevarlo. Los perros de diseño como Poodles, Yorkies y Westies, Bichon Frises, Pomeranians y el más exótico Shih Tzu son excelentes candidatos para esto.

    Si está buscando protección, asegúrese de buscar razas que no sean demasiado amigables con los extraños. Los grandes daneses son enormes e intimidantes, ¡pero es probable que se enamoren del primer ladrón que conozcan! Los bulldogs son otra raza que se ve feroz, pero suele ser muy amigables con los extraños. Los Pastores alemanes son probablemente los perros guardianes más familiares y entrenables. Otras razas también protegen su hogar y su familia: Los Rottweilers, Boxers, Doberman Pinchers y Giant Schnauzers se encuentran entre ellos.

    Hay algunas razas que fueron creadas por su ferocidad. Los Rottweilers y Pitbull terriers son conocidos por sus ataques feroces. Entonces, si está considerando estas razas, debe tener muy claro qué esperar y ser muy cuidadoso al entrenar a estos guardianes para que se porten bien.

    Cesar Milan, el Susurrador de Perros, dice: No hay perros malos. Solo dueños de perros malos. No importa qué raza traiga a su hogar, al final, usted es el responsable del comportamiento del can. Aprenda todo lo que pueda sobre el perro que espera tener y aprenda todo lo que pueda sobre usted mismo como líder de la manada. Incluso el temido Pit Bull es un perro dulce y cariñoso en las manos adecuadas.

    Independientemente de la raza que crea que desea, debe conocer la ascendencia, la historia personal y el temperamento específico del perro antes de comprometerse a ser su cuidador y amigo de por vida.

    Capítulo 2

    Un cachorro en casa

    ––––––––

    Conseguir un nuevo cachorro es un momento divertido e interesante. Probablemente fue a un criador o una tienda de mascotas, o tal vez simplemente vio un anuncio para cachorros en Internet o en el periódico, y decidió simplemente echarle un vistazo. Antes de que se diera cuenta, esos ojos pequeños y el pelo de cachorro esponjoso hicieron que su corazón se derritiera y se dirigiera a casa con él o ella en sus brazos.

    Si usted es como la mayoría de los nuevos dueños de mascotas, tuvo visiones de jugar con su perro, de verlo retozar en el parque y de abrazarlo en las noches frías. Sin embargo, probablemente, no se dio cuenta de que los comportamientos con los que sueña un perro no son los mismos. De hecho, los comportamientos más naturales para la mayoría de los cachorros incluyen pequeñas cosas encantadoras como masticar sus zapatos favoritos, ladrar cada segundo del día y orinar donde sea que estén cuando les apetezca. Estos comportamientos pueden parecer lindos al principio, o incluso manejables, pero si no se controlan, pueden conducir a un perro adulto muy malo.

    El problema con los cachorros que no están entrenados es que se convierten en perros desentrenados. Un perro no adiestrado puede ser una molestia. Todos esos lindos y pequeños aullidos pueden convertirse rápidamente en ladridos fuertes que los mantendrán despierto a usted y a sus vecinos por las noches. Las pequeñas marcas de dientes en sus zapatos pueden convertirse en muebles destruidos y una casa arrasada antes de que se dé cuenta. Del mismo modo, esas lindas eses de cachorro no son tan lindas cuando el perro pesa 20 kg y tiene los excrementos para igualar.

    Los perros no entrenados también pueden ser muy peligrosos. Todos los perros pueden morder. Está en su naturaleza defender con todo lo que tienen, incluidos los dientes. Deberá enseñarles a no usar los dientes para que nadie termine lastimado, al menos no cuando

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