Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Mi... Perro
Mi... Perro
Mi... Perro
Libro electrónico88 páginas27 minutos

Mi... Perro

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

¿Te gustan los animales? ¿Te gustaría tener un perro para que sea tu mejor amigo? Entonces lee con atención este libro. Aprenderás a: Conocer las diferentes razas de perros para saber cuál prefieres. Escogerlo en el momento de comprarlo. Recibirlo adecuadamente en casa. Prepararle las comidas más adecuadas. Conocer sus costumbres y cuidarlo cuando está enfermo. Entender su lenguaje y poder comunicarte con él... Siguiendo todos los consejos de este libro lograrás que tu perro sea un amigo afectuoso.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento22 oct 2018
ISBN9781644615942
Mi... Perro

Lee más de Bruno Tenerezza

Relacionado con Mi... Perro

Libros electrónicos relacionados

Perros para usted

Ver más

Artículos relacionados

Categorías relacionadas

Comentarios para Mi... Perro

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Mi... Perro - Bruno Tenerezza

    razas

    Doce mil años en compañía del hombre

    Es cierto que la existencia del perro puede parecer muy reciente si se compara con la del tiranosaurio, que vivió en la tierra hace 65 millones de años. Pero doce mil años en compañía del hombre representan, no obstante, una parte importante de la historia de ambos.

    Los primeros descubrimientos

    Las primeras osamentas de animales parecidas a la del perro, tal como lo conocemos hoy en día, se encontraron en Irak hace aproximadamente doce mil años. Se creía que unas razas caninas descendían del lobo y otras del chacal. Actualmente se puede confirmar que el lobo es el único antepasado del perro doméstico.

    © A. Marengoni

    El antepasado

    Actualmente, el lobo y el perro tienen una imagen muy distinta: el lobo es «malo», el perro es bueno. El lobo devora las ovejas, mientras que el perro las defiende. Además, y aunque el pastor alemán todavía recuerde vagamente a su lejano antepasado, ¿qué parecido se puede encontrar entre un setter, un danés, un cócker y un lobo? Aunque a simple vista digamos que en «nada», la verdad es que se parecen en «casi todo». Porque, independientemente de la raza, el perro y el lobo tienen el mismo instinto por la manada, mueven la cola igual y aúllan y gimen de forma similar cuando están heridos. Y cuando consideran que «están en su casa», marcan su territorio levantando la pata para orinar. Pero entonces, ¿qué pasó hace doce mil años?

    © Visintini

    Cuando empezó todo...

    Probablemente todo empezó cuando el hombre primitivo encontró un cachorro en alguno de sus desplazamientos para cazar. Sólo podía tratarse de un cachorro, ya que la idea de llevarse a un gran lobo a casa parece descabellada.

    El perro ha heredado el comportamiento y el gusto instintivo por la manada de su antepasado el lobo. © Fioravanzi

    También puede ser que el lobato fuera huérfano, puesto que ninguna loba hubiera permitido que alguien se llevara a su pequeño; o que en un día en que el hombre no hubiera capturado ninguna presa, creyera que ese cachorro podría servirle de comida. Está claro que el cachorro creció, pero en lugar de comida, el hombre encontró a un fiel amigo.

    Salvado por amor

    La única explicación posible es que un miembro de la familia se opusiera a la muerte del cachorro. Cuesta imaginar al padre, a la vez esposo y cazador, en este papel (se ausentaba de casa frecuentemente y no tenía tiempo para tomarle afecto a un cachorro), en cambio, es más probable que fuera la mujer quien se dejara convencer por sus hijos, incapaces de pensar en comerse a su mejor amigo. Así pues, salvado por amor, el primer perro domesticado creció y se volvió útil, acompañando a su dueño de caza o defendiendo a sus amos enseñándole los dientes a los extraños. Así es como comenzó la historia de una amistad ahora indisoluble, que se inició en Asia, África y Europa meridional al mismo tiempo.

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1