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La ciudad de los escritores: La ciudad y las palabras
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Libro electrónico253 páginas3 horas

La ciudad de los escritores: La ciudad y las palabras

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Información de este libro electrónico

«La ciudad ha sido desde siempre un disparador activo de la imaginación artística. Desde el Sur, este extraordinario ciclo de conferencias ha conseguido reunir un coro variadísimo de interpretes de todas partes, que recomponen y facetan el paisaje de las ciudades con afinadas posturas de palabras». Graciela Speranza en 2002, recibe la beca Guggenheim ⁄ Finalista del Premio Anagrama de Ensayo.
IdiomaEspañol
EditorialEdiciones UC
Fecha de lanzamiento1 abr 2024
ISBN9789561432260
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    Vista previa del libro

    La ciudad de los escritores - Loreto Villarroel

    EDICIONES UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE

    Vicerrectoría de Comunicaciones

    y Extensión Cultural

    Av. Libertador Bernardo O’Higgins 390,

    Santiago, Chile

    editorialedicionesuc@uc.cl

    www.ediciones.uc.cl

    La Ciudad de los Escritores

    LA CIUDAD Y LAS PALABRAS

    © Inscripción Nº 2023-A-12313

    Derechos reservados

    Diciembre 2023

    ISBN N° 978-956-14-3225-3

    ISBN digital N° 978-956-14-3226-0

    Diseño y dirección: M. Ximena Ulibarri L.

    Ayudante: Rosa M. Espinoza O.

    CIP-Pontificia Universidad Católica de Chile

    La Ciudad de los Escritores: La Ciudad y las Palabras

    1. Arquitectura y literatura

    2. Arquitectura en literatura

    3. Espacio (Arquitectura) en literatura

    I. Villarroel, Loreto, producción editorial.

    II. Pontificia Universidad Católica de Chile.

    Programa la Ciudad y las Palabras.

    2023 720.1 + DDC23 RD

    L

    A REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL DE ESTA OBRA ESTÁ PROHIBIDA POR LEY. GRACIAS POR COMPRAR UNA EDICIÓN AUTORIZADA DE ESTE LIBRO Y RESPETAR EL DERECHO DE AUTOR.

    Diagramación digital: ebooks Patagonia

    www.ebookspatagonia.com

    info@ebookspatagonia.com

    La Ciudad de los Escritores surgió como un ciclo dentro del programa La Ciudad y las Palabras que cuenta con más de 15 años de trayectoria. A este programa se han referido diversos y prestigiosos escritores y cineastas:

    Julian Barnes ⁄ Philippe Claudel ⁄ Jonathan Franzen

    Hernán Díaz ⁄ Arnaud Desplechin ⁄ Graciela Speranza

    «An admirable programme which I am proud of having taken part in».

    Julian Barnes ⁄ Miembro de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias ⁄ Premio Booker 2011 ⁄ Premio Jerusalén 2021, entre otros.

    «La Ciudad y las Palabras porte merveilleusement son nom puisqu’elle est l’occasion de mêler les voix, de brasser les idées et les mots afin que se construise la communauté universelle des femmes et des hommes».

    Philippe Claudel ha obtenido premios en el cine y en la literatura ⁄ Premio Goncourt des Lycéens, 2007 ⁄ Premio Cesar

    a la mejor Opera Prima, 2009 II y a longtemps que je t’aime.

    «For many years, La Ciudad y las Palabras has been a bright and steady beacon of literature in South America».

    Jonathan Franzen ⁄ con la novela Las correcciones, ganadora del National Book Award 2001.

    «¿Cómo leer una ciudad? ¿Cómo deambular por un texto? En La Ciudad y las Palabras, estas dos preguntas se confunden de un modo feliz, productivo y crítico.

    No existe ningún otro lugar en el mundo que se parezca a este maravilloso espacio literario».

    Hernán Díaz ⁄ Premio Pulitzer, 2023.

    «Parce que les films appartiennent aux enfants et à ceux qui ne savant pas lire… Parce que, des films, nous ne cessons de discuter… Je suis venu au Chili pour bâtir ensemble cette cité de mots, et le souvenir de Santiago ne m’a plus quitté depuis…».

    Arnaud Desplechin ⁄ Director de cine francés ⁄ Oficial de la Orden de las Artes y las Letras, 2014 ⁄ César al mejor director, 2016 ⁄ Caballero de la Legión de Honor, 2017.

    «La ciudad ha sido desde siempre un disparador activo de la imaginación artística. Desde el Sur, este extraordinario ciclo de conferencias ha conseguido reunir un coro variadísimo de interpretes de todas partes, que recomponen y facetan el paisaje de las ciudades con afinadas posturas de palabras».

    Graciela Speranza en 2002, recibe la beca Guggenheim ⁄ Finalista del Premio Anagrama de Ensayo.

    Índice

    Prefacio

    PEDRO IGNACIO ALONSO

    Prólogo: Ciudad y palabras

    ALEJANDRO ARAVENA

    Conferencias

    La ciudad de Borges, Cortázar y Cabrera Infante

    FERNANDO IWASAKI

    La ciudad de Bolaño

    EDMUNDO PAZ SOLDÁN

    La ciudad de Perec

    PAUL VIRILIO EN CONVERSACIÓN CON ENRIQUE WALKER

    La ciudad de Piglia

    ALAN PAULS

    La ciudad de Alejo Carpentier, Novás Calvo y Padura

    LEONARDO PADURA

    Conversación sobre Lorca, su poesía y la ciudad de Granada

    ANDRÉS NEUMAN

    Rodrigo García habla de sus ciudades y las de su padre, Gabriel García Márquez

    RODRIGO GARCÍA EN CONVERSACIÓN CON HÉCTOR SOTO

    Herralde - Calasso. Barcelona - Milán

    A JORGE HERRALDE LO ACOMPAÑA SILVIA SESÉ

    The city of London writers

    IAIN SINCLAIR

    La ciudad de los escritores de Londres

    IAIN SINCLAIR

    Traducción del inglés de Paulo Andreas Lorca

    Prefacio

    PEDRO IGNACIO ALONSO

    El bienestar de un país y de sus habitantes, sabemos, corresponde en gran medida a su estabilidad política y económica, con sus cifras de productividad, a las que llamamos crecimiento. Esto es así, pero no exclusivamente. Después de un par de años complejos y turbulentos, de estallidos sociales, y pandemias, se hace evidente que el bienestar de una nación también depende del acceso de sus habitantes a la cultura, si acaso en su raíz etimológica más simple, en tanto cultivo o cuidado. El cuidar de nosotros mismos para poder cuidar del otro, y cultivar nuestro espacio en común. Se trata también de crecer, pero no solo en un sentido productivo. También hay crecimiento en el aprendizaje, en el conocimiento, en la lectura, y en el desarrollo espiritual. En nuestras disciplinas proyectuales, que incluyen el arte, la arquitectura, el diseño, la planificación urbana –y me atrevo a incluir a la literatura y al cine– esto significa reflexionar sobre nuestras viviendas, nuestras ciudades, el espacio construido donde se desenvuelven las vidas de las personas y, hoy más que nunca, su relación con los ecosistemas en escala local y planetaria. De todas estas cosas trata el bienestar de un país y de sus habitantes.

    Al alero del Programa de Doctorado en Arquitectura y Estudios Urbanos de la Pontificia Universidad Católica de Chile, este es el tipo de cultura que nos regala «La Ciudad y las Palabras», promoviendo el intercambio entre saberes y experiencias, y explorando el cruce de fronteras disciplinares cuya independencia es solo aparente, para cultivar el diálogo entre la literatura, el cine, la ciudad y la arquitectura. Nuestra Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos ha sido fundamental en apoyar un programa que ya cumple dieciséis años de existencia, enfatizando el rol público de nuestra Universidad, como catalizador, como agente que conecta cosas que a veces, tensionadas por dinámicas del mundo contemporáneo, parecen fragmentarse y diluirse en ámbitos falsamente independientes. Por este motivo, quisiera agradecer a todos y todas quienes han hecho posible esta importante iniciativa, al rector Ignacio Sánchez Díaz, a la directora de Ediciones UC, María Angélica Zegers, y a su gestora, Loreto Villarroel. A Fernando Pérez, Premio Nacional de Arquitectura 2022, siempre presente en «La Ciudad y las Palabras».

    Y agradecer a José Rosas Vera, quien ejerciera como Jefe del Programa de Doctorado durante la realización de varias de estas conferencias. Asimismo, a nombre de nuestro Programa de Doctorado, quisiera agradecer a los escritores que forman parte de este libro, Fernando Iwasaki, Edmundo Paz Soldán, Alan Pauls, Leonardo Padura, Andrés Neuman e Iain Sinclair, al editor, escritor, fundador y director de la editorial Anagrama Jorge Herralde en esta oportunidad acompañado por Silvia Sesé, directora editorial de Anagrama. Al cineasta y escritor Rodrigo García, que fue entrevistado por el periodista Héctor Soto, al arquitecto Enrique Walker, y al Premio Pritzker Alejandro Aravena por el prólogo de este libro.

    En el marco de «La Ciudad y las Palabras», el ciclo La Ciudad de los Escritores se propuso presentar la mirada que un conjunto de autores tenía en relación a diversas urbes, ya fuese en su experiencia personal o a través de la de otros escritores. Las conferencias o entrevistas que este libro reúne se realizaron durante los años 2020 y 2021.

    AGRADECIMIENTOS

    El Programa de Doctorado en Arquitectura y Estudios Urbanos de la Pontificia Universidad Católica de Chile agradece a nuestro socio La Tercera (Culto) y a las empresas que apoyan y sostienen la realización de «La Ciudad y las Palabras»: Copec, Grupo Security, Minera Anglo American, Tironi y Asociados, Gymsa, Electroproductos, Imel Aceros, 3DK Consulting, Librerías UC y Hotel Sheraton. Agradece también a Daniela Aliaga Albornoz y Anais Isamar Valenzuela Jara, quienes han colaborado en la transcripción de las conferencias. A Paulo Andreas Lorca por la traducción del inglés de la conferencia del escritor Iain Sinclair. A Lucía Galaretto por la traducción del inglés de la entrevista del arquitecto Enrique Walker, y a Gonzalo Fuentes, quien ha diseñado toda la gráfica del programa «La Ciudad y las Palabras» por más de 15 años.

    A Ximena Ulibarri, diseñadora de este libro, por su dedicación y profesionalismo.

    Prólogo: Ciudad y palabras

    ALEJANDRO ARAVENA

    ¿Por qué un ciclo de escritores, de literatura, está radicado en la Escuela de Arquitectura? O, dicho de otra forma, ¿por qué a los arquitectos tendría que importarnos lo que dicen los escritores?

    Una posible respuesta es que la naturaleza de lo que un arquitecto tiene que hacer, requiere de una disciplina, de un arte, como la literatura, que permita identificar primero y entender luego, las fuerzas en juego en el entorno construido.

    Si aceptamos que la arquitectura consiste en dar forma a los lugares donde la gente vive, esa «forma» es informada por fuerzas de muy distinta naturaleza. Algunas son muy concretas y tangibles, como la fuerza de gravedad o los sismos, las normativas vigentes, los costos, los plazos o los usos. Todas ellas son condición necesaria, pero insuficiente. Para que un lugar funcione y tenga sentido debe hacerse cargo también, como dice Fernando Pérez, de las dimensiones más intangibles y misteriosas de la condición humana. Los deseos, los temores, las expectativas también forman parte de la ecuación que se debe resolver, pero su propia condición las hace difícil de asir.

    Son, a la vez, las fuerzas más potentes con las que se debe trabajar, pero su tratamiento debe ser delicado. Cualquier simplificación transformaría a la arquitectura que dice recogerlas en un cliché o una caricatura. El poder de la literatura radica en hacernos presente, lo que en última instancia constituye el tejido más profundo de lo que tenemos que construir.

    Parecido, pero no exactamente igual: cuando nos pidieron curar la Bienal de Venecia, lo primero que nos dijo el presidente de la Bienal, Paolo Baratta, fue: hay muchas formas de adquirir conocimiento, pero lo que más profundamente se fija y la que más establece un vínculo colectivo es cuando esa transferencia ocurre por medio de la emoción. Una Bienal es exitosa cuando logra comunicar no tanto un contenido sino una experiencia. La literatura nos debiera importar a los arquitectos por su capacidad de captar esa dimensión que en la ciudad y en los lugares en general es el verdadero motor de nuestras acciones: las emociones. El análisis racional registra una longitud de onda necesaria, pero insuficiente. Para quienes tenemos el problema del papel en blanco, la dificultad radica muchas veces en que hay que proyectar y proponer con información incompleta; la literatura tiene la capacidad de captar lo incierto, lo parcial, lo que está apenas en formación o que se oculta en lo normal y por lo mismo informar y orientar el salto al vacío que todo proyecto implica.

    Finalmente, está la capacidad de hacer sentido. La pregunta que en última instancia un arquitecto tiene que contestar frente a ese papel en blanco es cómo vamos a vivir juntos, cómo viven juntos una familia en una casa, un grupo de familias en un edificio, en un pasaje, en un barrio, en una ciudad, en un país o en un territorio. En la medida que la realidad se transforma en relato, en narrativa, mayor chance hay de que haga sentido colectivo. En los tiempos que vivimos, los arquitectos no podemos darnos el lujo de que esos lugares a los que les damos forma no contribuyan al sentido común, entendiendo común como lo cotidiano y lo compartido.

    Por eso, este ciclo de «La Ciudad y las Palabras» es, probablemente, de las cosas que más han contribuido en el último tiempo al bien común.

    Conferencias

    Fernando Iwasaki

    Edmundo Paz Soldán

    Enrique Walker

    Alan Pauls

    Leonardo Padura

    Andrés Neuman

    Rodrigo García

    Herralde - Calasso

    Iain Sinclair

    La ciudad de Borges, Cortázar y Cabrera Infante

    FERNANDO IWASAKI

    Quisiera comenzar agradeciendo a «La Ciudad y las Palabras», a la Facultad de Arquitectura y a su programa de doctorado, porque desde hace muchos años organizan de forma impecable, maravillosa, creativa y original estas convocatorias. Y la verdad es que me siento muy honrado de ser quien inicie el nuevo curso en este año tan complicado. Creo que para cualquier escritor de habla hispana y, por supuesto, de otras lenguas, «La Ciudad y las Palabras» es una referencia extraordinaria. Y somos muchos los que nos congratulamos de haber podido participar en sus programas. Eso sí, debo reconocer que me muero de ganas de estar con ustedes en Santiago y que me da una pena enorme no poder abolir la distancia física que nos separa. Por supuesto, hay que cuidarse; pero he disfrutado tanto en cada una de las ocasiones que he visitado Santiago, de la hospitalidad de todos ustedes, que estoy seguro de que luego habríamos salido a conversar y caminar por Lastarria para tomar un vino memorable. Así que conservo la ilusión de poder revivir, un encuentro como este, allá en Santiago, en compañía de todos ustedes. 

    He elegido como tema para conversar en esta sesión: «La ciudad de Borges, Cortázar y Cabrera Infante», pero me gustaría decirles que no voy a hablar de las ciudades como viajero, sino que voy a hablar de las ciudades como lector. Y, sobre todo, como lector de los tres autores que he elegido, pues son autores que adoro, autores que me fascinan y autores que me hacen disfrutar. No que me «han hecho» disfrutar, sino que me siguen hechizando con sus propuestas y sus obras. Por eso pensé que sería fantástico encontrar algo que uniera las ciudades de estos escritores en un ciclo como «La Ciudad y las Palabras». No se me olvida que Cortázar y Cabrera Infante fueron muy amigos y que por razones extraliterarias se distanciaron, aunque ambos admiraron incondicionalmente a Borges, y al menos Borges ya sería un punto de unión entre ellos. Pero la verdad es que la ciudad o las ciudades, también podrían postularse como un nexo entre estos autores. Por lo tanto, voy a tratar de hablar de la ciudad como una red capaz de unir a los tres, a través de sus respectivas experiencias en las ciudades. Y para ello voy a basarme en mis lecturas de Walter Benjamin.

    Por casualidad, mientras probábamos las condiciones técnicas de esta conversación digital, estuvimos hablando sobre Walter Benjamin. Hablábamos de la tumba de Benjamin, que muchas personas visitan en Gerona para depositar una ofrenda, porque Benjamin continúa vivo en sus libros y en la memoria. Entonces, me alegro de poder mencionar un libro extraordinario, que Benjamin dejó inconcluso y cuya primera edición en alemán data de 1982. Un ensayo de más de mil páginas y que se titula Libro de los pasajes. Una obra donde Benjamin trató de reflexionar sobre la ciudad y acerca de algo que podríamos llamar la «condición urbana». No la condición humana, sino la condición urbana –como el gran poemario de Karmelo Iribarren– porque la ciudad es un espacio que ha sido transformado y que al mismo tiempo es transformador. La ciudad es un espacio que ha sido construido y que al mismo tiempo está siendo destruido. La ciudad se renueva siempre de forma constante y Benjamin trató de explicar aquel fenómeno, preguntándose, primero –un poco perplejo– por qué, si la filosofía nació en las ciudades –pensemos en Atenas, pensemos en las ciudades medievales, pensemos en las metrópolis europeas donde existieron escuelas de pensamiento–; por qué la reflexión filosófica acerca de las ciudades ha sido tan escasa. La ciudad merecería que alguien hubiera escrito sobre ella, pero, en cualquier caso, la ciudad como espacio no ha gozado de la reflexión filosófica. Es como si hubiera existido un desplazamiento de la importancia del espacio hacia el tiempo, porque el tiempo sí ha merecido muchísima reflexión filosófica. Hay extraordinarios tratados filosóficos acerca del tiempo, pero muy poco acerca del espacio. Y de los espacios urbanos, ni se diga.

    Sin embargo, cuando Benjamin escribió aquellas reflexiones que nunca llegó a ver publicadas, ya tenía la certeza de que la ciudad era un territorio en constante transformación. Benjamin vislumbró lo que hoy ha conseguido la narrativa transmedia. Por ejemplo, ¿quién no sabe que la mayor parte de las localizaciones emblemáticas de muchas películas han conseguido que la imagen de algunas ciudades del mundo quede divorciada de su propia naturaleza? Voy a poner un ejemplo sevillano, pues vivo en Sevilla desde hace más de treinta años. Sevilla es una ciudad que por sí sola tiene muchos elementos que deberían caracterizarla y darle personalidad, aunque nunca me había ocurrido que se me acercara un grupo de turistas en el Parque de María Luisa para preguntarme si la plaza del planeta Naboo estaba cerca. ¿El planeta Naboo? Dentro de la saga de Star Wars el planeta Naboo aparece en La guerra de los clones, pero su localización real es la Plaza de España, que está en el

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