¿Qué hacer con Chapultepec?
Es evidente que varios›funcionarios actuales, tanto federales como de la Ciudad de México, comparten la extendida creencia de que los arquitectos somos unos artículos de lujo al servicio de los ricos, unos elitistas pedantes, costosos y prescindibles. Muy tristemente, esa visión no es del todo falsa: abundan›mis colegas que cumplen cabalmente con el estereotipo; el maestro Ignacio Díaz Morales los llamaba “petimetres petulantes”, y eso suelen ser.›
Pero ni lo son todos el día de hoy ni fue siempre›el caso en el pasado reciente, sino al contrario: precisamente, una de las glorias de nuestra arquitectura del último siglo han sido las grandes causas sociales que encabezó,›para dotar a este país de una infraestructura al servicio de todos, hasta en los rincones más apartados: la infraestructura de salud, la escolar, las de comunicaciones y vivienda popular, entre otras varias.
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