La guía del futbolista

Por Dr. Paulo Morocho

Bienvenido al apasionante mundo del fútbol, donde el talento se mezcla con la pasión y el trabajo duro se convierte en gloria en el campo de juego. En esta Guía del Futbolista, te sumergirás en un viaje emocionante hacia el corazón mismo de este deporte universal. Desde los fundamentos básicos hasta los secretos de los profesionales, esta guía está diseñada para acompañarte en cada paso de tu desarrollo como jugador de fútbol.

 

Imagina por un momento la emoción de correr por el césped verde, el sonido de la multitud animándote y la sensación de marcar un gol decisivo para tu equipo. Esa es solo una pequeña muestra de lo que el fútbol puede ofrecerte. A través de la práctica constante, la dedicación y el compromiso, puedes convertirte en el jugador que siempre has soñado ser.

 

Ya sea que estés dando tus primeros pasos en el mundo del fútbol o que ya tengas experiencia en el campo, esta guía te brindará las herramientas y los conocimientos necesarios para mejorar tu juego y alcanzar tus metas futbolísticas. Desde técnicas de entrenamiento hasta tácticas de juego, desde consejos de nutrición hasta estrategias mentales, aquí encontrarás todo lo que necesitas para elevar tu rendimiento al siguiente nivel.

 

Así que prepárate para sumergirte en el emocionante mundo del fútbol y descubrir todo lo que este deporte tiene para ofrecerte. La Guía del Futbolista te ayudará a alcanzar tus objetivos y a convertirte en el jugador que siempre has querido ser. ¡Atrévete a soñar en grande y a dar lo mejor de ti en cada partido!

• Idioma: Español
• Editorial: Dr. Paulo Morocho
• Fecha de lanzamiento: 14 feb 2024
• ISBN: 9798224161171

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El mundo del fútbol

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1. Elección de ser futbolista profesional y sus inicios.

Max luego de terminar un juego de fútbol, a su corta edad es reconocido por los miembros del propio equipo y del contrario como muy bueno en el manejo del balón, un similar recibimiento recibe por parte de familiares y espectadores que ven en él a una estrella del fútbol.

Al llegar a la casa conversa con sus padres sobre el partido y les plantea que quiere dedicarse a esto por el resto de su vida, menciona que ama jugar fútbol y con la habilidad que tiene será reconocido rápidamente como un futbolista y con el dinero que ganan estos deportistas aseguraría no sólo su futuro sino el de la familia.

A pesar que los familiares miran en él un buen futbolista, ellos prefieren que siga una carrera universitaria, a lo que él insistentemente responde cada vez que se toca el tema, que al momento no tiene nada definido que pudiera seguir en la línea de estudios pero lo que sí sabe es que le gusta el fútbol y que todo el mundo dice que es bueno jugando y que podría ser un gran futbolista.

Al pasar el tiempo, luego de hacer pruebas en múltiples equipos de fútbol profesional uno de ellos demuestra interés en su juego. Inicia en la categoría más baja en donde se le explica que según vaya mostrando sus habilidades subirá hasta jugar en el primer equipo titular.

En este punto conoce a dos compañeros de equipo que son lo que le hacen conocer las instalaciones del campo deportivo, además de cómo está organizado el equipo de fútbol, quienes son los capitanes y demás datos del equipo profesional.

El más risueño de los amigos se llama Roberto es muy ágil con el balón y se sabe todas las rutinas de fútbol, tiene una buena técnica ya que el inicio desde niño en las divisiones menores del club. Tiene gran confianza en su juego y es muy comunicativo en los partidos por lo que el técnico recientemente lo nombro capitán y por este hecho él ya ha jugado en más de una ocasión con el equipo profesional y estima que muy pronto le ascenderán de categoría.

El amigo inseparable de Roberto es Julián un futbolista promedio pero muy bien relacionado ya que su padre es una leyenda del fútbol, tiene muchas conexiones en casi todos los equipos debido a que su nombre y apellido son los mismos de su padre y eso siempre llama la atención, sobre él pesa una gran responsabilidad quizás por eso se le ve constantemente preocupado por el desempeño de su juego.

Son estos dos amigos que le dan la bienvenida al club y que en ese momento sin imaginarlo será el inicio de una amistad que trascenderá con los años y que a lo largo del tiempo, ese preciso instante se recordará por la cara de Max que denotaba un profundo espanto, palidez y un silencio permanente según versiones de sus amigos.

2. Integración en el equipo

Luego de empezar una relación de amistad con los dos futbolistas, nota con sorpresa que no todos en el equipo son como sus nuevos amigos, algunos le son indiferentes y otros le saludan amablemente pero con la impresión de que es más por política que por la alegría de verle ahí.

Al técnico ya le conocía porque estuvo presente en las pruebas de valoración incluidos algunos miembros del cuerpo técnico. Su presentación fue tan ligera que muchos no escucharon al momento de la introducción de Max al equipo, pero el lejos de molestarse sintió que sería parte de un grupo en donde formaría grandes amigos por el cariño al fútbol.

Su sorpresa fue grande debido a la cantidad de rutinas que practicaban todos los días, muchas de ellas de gran complejidad, memorización de movimientos, nombres y acciones que realizar que generaron en él desconcentración y bajo rendimiento.

Con el pasar de los días, a pesar de que recibe ayuda de Roberto que con su carácter motivador le anima a practicar; mientras que los otros compañeros le llaman Perinola (que es el nombre de un juego en donde se caen fichas y con un bote se recogen, pero las mismas están complejamente ubicadas lo que hace más difícil ganar) porque no encuentra el ritmo de juego y siempre hace las cosas desde otra ubicación.

Aunque este comportamiento al inicio es esporádico luego el mismo se tornaría  común y en los momentos de prácticas algunos jugadores para quitarle el balón o hacer que falle en sus lanzamientos le gritaban perinola. Su forma de hacerlo de manera despectiva estaba adquiriendo más resonancia en su labor que un día, inclusive, fallo un penal cuando él practicaba mucho este tipo de tiros al arco.

Todos notaron que estaban haciéndole daño a Max y poco a poco dejaron de llamarlo por ese singular apelativo, para lo que al final de la temporada ya nadie del equipo utilizaba ese término, pero al parecer el único que no pudo dejarlo escapar fue Max que siempre tenía en su mente ese apodo a pesar de que ya nadie lo mencionaba.

Con el pasar de los meses aprendió las rutinas de entrenamiento y su permanencia en el equipo era indispensable en cada partido oficial, muy pronto el cuerpo técnico observó su dedicación y entrega por lo que fue recomendado como candidato para formar parte del equipo titular. Para ese entonces su amigo Roberto con el que había compartido muchos meses de alegrías dentro y fuera del campo de juego, recibió una oferta para un equipo internacional que según sus palabras no pudo rechazar, por otro lado, su amigo Julián estaba por cambiarse de equipo ya que el otro club le ofrecía la titularidad y un trato profesional.

Es así que un día domingo luego de terminar lo que sería para ellos el último partido que jugarían juntos decidieron salir para hacer un pacto de amigos. Este pacto reunió a los tres futbolistas en una especie de ceremonia en donde acordaban que pase lo que pase nunca dejarían de ser amigos y que la amistad superaría siempre al dinero y a la condición social. Acabando de mencionar estas palabras, Julián que era el más frío de los tres dejó caer las lágrimas reconociendo que estos últimos meses para él fueron muy felices, sintiendo por primera vez que tenía una familia. Al ver esto Roberto y Max no pudieron dejar de pensar en la soledad y abrazaron a Julián que entre lágrimas se prometieron amistad por siempre.

Al final de la primera semana ya sin sus dos amigos llegó un nuevo grupo de futbolistas y entre ellos uno que parecía ser profesional debido a que se conducía como tal, se comportaba de manera diferente, su vocabulario era mucho más refinado, su manera de vestir y hasta su actitud sorprendió a muchos dentro y fuera del campo de juego. Se le veía todo el tiempo concentrado, no era muy amigable pero si era muy disciplinado.

Una ocasión mientras Max salía dejando unas vendas rotas en utilería vio que este futbolista seguía practicando tiros libres y para no desconcentrarle se retiró sin decir nada. Una mañana notó que antes de que lleguen el resto de futbolistas él ya se encontraba cambiado y estirando sus músculos para la jornada, siempre con bajo perfil y solo parecía que Max era el único que lo veía, esto por muchos días.

Un día, mientras se seleccionaba a los futbolistas para que jueguen en el primer equipo, el técnico puso el nombre de Max junto al nombre de este nuevo jugador ya que al parecer jugaban en puestos similares. Ambos fueron convocados a entrenar con el primer equipo. La disciplina y actitud del nuevo jugador inmediatamente llamó la atención