Guía de estudio: Eclesiastés: Estudio versículo por versículo del libro bíblico de Eclesiastés capítulos 1 al 12

Por Andrew J. Lamont-Turner

Explorar los versículos de Eclesiastés lo lleva a un viaje profundo a uno de los libros de la Biblia que más invita a la reflexión. Escrito en forma de verso, este libro profundiza en las enseñanzas del autor, un observador sabio y perspicaz de la vida humana, reflexionando sobre el significado y el propósito de la existencia. Desde la naturaleza efímera de la riqueza y el poder hasta las injusticias de la vida y la inevitabilidad de la muerte, este libro le presentará las profundas ideas y la sabiduría del autor.

Únase a nosotros en un viaje de autodescubrimiento mientras descubrimos verdades eternas escondidas en las páginas de Eclesiastés. Esta obra maestra literaria es una lectura convincente para quienes buscan una comprensión más profunda de la condición humana y el papel de Dios en nuestras vidas.

Eclesiastés 3:1: "Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su momento".

Abrace la sabiduría eterna contenida en estos versículos, mientras navegamos a través de las capas de reflexiones existenciales que ofrece el autor de Eclesiastés.

• Idioma: Español
• Editorial: Andrew J. Lamont-Turner
• Fecha de lanzamiento: 30 ene 2024
• ISBN: 9791223003367

Vista previa del libro

Prefacio

El Libro de Eclesiastés es uno de los libros más profundos y estimulantes de la Biblia. Es un libro que habla de la condición humana y es un libro que tiene algo importante que decir a cada generación. Es un libro que nos desafía a pensar profundamente sobre el significado de la vida, y es un libro que nos recuerda la importancia de la humildad y la sabiduría en nuestro crecimiento y desarrollo personal.

Este Eclesiastés: Estudio versículo por versículo del Libro de Eclesiastés es una exploración en profundidad de este libro poderoso y significativo. Está escrito en formato verso por verso y profundiza en las enseñanzas del autor, un observador sabio y perspicaz de la vida humana. Es un estudio en profundidad del libro que permite al lector comprender la sabiduría y las ideas del autor.

Recomiendo encarecidamente este libro a cualquiera que busque una comprensión más profunda de la condición humana y el papel de Dios en nuestras vidas. Es un libro que lo desafiará a pensar profundamente sobre el significado de la vida y es un libro que le recordará la importancia de la humildad y la sabiduría en nuestro crecimiento y desarrollo personal. Si usted es un erudito, un estudiante o simplemente alguien interesado en la Biblia, este libro es una lectura obligada. Es un libro que cambiará tu vida.

Andrés

Titulo del libro

El título de este profundo texto en escritura hebrea abarca la totalidad del versículo 1. En el siglo III a. C., la Septuaginta, una notable traducción griega, le otorgó la denominación Ekklesiastes, de la cual se deriva el título en inglés mediante transliteración. Este término griego está estrechamente vinculado a asamblea, con su raíz ligada a ekklesia. Ekklesiastes sirve como la interpretación helenística del término hebreo qohelet, un término que varias traducciones al inglés han traducido como Predicador. Alternativamente, algunas traducciones optan por Maestro, mientras que la Nueva Biblia en Inglés (NEB) opta por Hablante. El término hebreo qohelet denota un líder que se dirige a una asamblea de personas, presentando esta obra como un sermón en esencia. Para ofrecer una traducción más literal, surge Recolector, que significa aquel que reúne a las personas en una asamblea o el recolector de pensamientos y observaciones. Estos matices enriquecen nuestra comprensión de la naturaleza multifacética de este antiguo discurso.

Ubicación

Eclesiastés se encuentra en el Antiguo Testamento entre los Libros de Proverbios y el Cantar de los Cantares. Forma parte de los Libros de la Sabiduría.

escritor _

Los comentaristas a menudo luchan con el término hebreo qohelet (1:1-2, 12; 7:27; 12:8-10), y algunos lo tratan como un nombre propio. Sin embargo, la presencia del artículo en 12:8 y posiblemente en 7:27 sugiere que qohelet funciona más como un título que como un nombre personal.

Las referencias internas dentro del texto apuntan hacia Salomón como el presunto predicador (cf. 1:1, 12—2:26; 2:4-9; 12:9). Parece que Salomón adoptó Qohelet como seudónimo, una práctica reconocida por intérpretes judíos y cristianos hasta el siglo XVI. Martín Lutero fue uno de los primeros eruditos en desafiar la creencia tradicional en la autoría salomónica. El rechazo ganó fuerza con el advenimiento de la crítica bíblica literaria e histórica.

A pesar de los argumentos lingüísticos contra la autoría salomónica basados en el vocabulario y la sintaxis, los eruditos conservadores han cuestionado estas afirmaciones, manteniendo el papel potencial de Salomón como escritor. El rechazo de la autoría salomónica se basa principalmente en factores lingüísticos. Aún así, no hay evidencia bíblica explícita que excluya a Salomón como autor.

El debate sobre la autoría se extiende al momento de la composición de Eclesiastés. Si se considera a Salomón el escritor, es plausible que haya escrito Cantares de Salomón en su juventud, Proverbios en su mediana edad y Eclesiastés en su vejez, alineándose con las pistas encontradas en estos libros inspirados sobre la edad de su escritor.

Un punto de vista alternativo sugiere que Eclesiastés comprende los escritos de dos individuos distintos: un narrador y Qohelet, quien, contrariamente a la tradición, puede no ser Salomón sino alguien que adopta la personalidad de Salomón. En este análisis, el libro toma la forma de una autobiografía enmarcada, similar a la estructura de Job. El monólogo de Qohelet sobre el significado de la vida es introducido por un maestro de sabiduría desconocido, y el narrador escribe la conclusión, instando a una relación adecuada con Dios. Este enfoque literario plantea Eclesiastés como un diálogo entre dos figuras sabias. Las observaciones de Qohelet sirven de complemento a la guía del narrador para evitar el escepticismo y la duda.

Fecha de escritura

Si Salomón compuso el libro en su totalidad, tuvo que hacerlo durante su vida y muy probablemente durante su reinado (971-931 a. C.). Algunos eruditos judíos y cristianos creen que escribió Cantares de Salomón en su juventud, Proverbios en su mediana edad y Eclesiastés en su vejez (cf. 2:1-11; 11:9; 12:1). 2 Esta idea se basa en el contenido de los tres libros bíblicos inspirados que él claramente escribió, y en estas obras se insinúa notablemente la edad del autor.

Eclesiastés ocupa una posición ideal después de su apostasía, cuando tanto su lucha reciente como su arrepentimiento aún están frescos en su conciencia, según Kaiser (1979:31).

El escritor oculta el nombre, Salomón, pacífico, ya que su maldad había traído confusión sobre él y su reino, había destrozado su paz con Dios y, por lo tanto, ya no merecía ese nombre (Henry 1961:791).

Una interpretación alternativa de autoría es que el libro fue escrito por dos personas: un narrador y Qohelet (que no era Salomón pero pretendía serlo) (Longman y Dillard 2006:279-88; Bartholomew 2009:83; Leupold 1966:14). . Según esta interpretación, el discurso de Qohelet sobre el propósito de la existencia (1:12—12:8) fue presentado por un instructor de sabiduría anónimo (1:1-11). Luego escribió una conclusión rápida, animando a su hijo a buscar una conexión genuina con Dios (12:8-14). En la introducción y la conclusión, las referencias a Qohelet se hacen en tercera persona. Como resultado, el libro se enmarca como autobiográfico. Si esta interpretación literaria es correcta, Job y Eclesiastés tienen marcos similares. El discurso de Qohelet, como el de Job y sus compañeros, no siempre comunica lo que es coherente con el resto del Antiguo Testamento. Sirve como contraste para el narrador. Este segundo sabio utiliza las ideas de Qohelet para advertir a su hijo sobre los peligros del escepticismo y la duda.

Propósito de la escritura

Este profundo libro sirve como guía, ayudando al lector a cultivar una cosmovisión centrada en Dios y al mismo tiempo destaca los peligros de una perspectiva egocéntrica. En particular, se abstiene de detallar los detalles de una vida de fe o de enumerar las responsabilidades ligadas a la fe en Dios. En cambio, establece límites a la filosofía humana, enfatizando la responsabilidad ante Dios y desalentando la autocomplacencia, que a menudo resulta en explotar a otros para beneficio personal.

Eclesiastés, también conocido como Koheleth, imparte un mensaje especial en un mundo marcado por el caos y la percepción de falta de sentido. Está dedicado a enseñar a las personas a amar la vida, reconocer sus limitaciones y encontrar alegría en sus bendiciones. El libro no aboga por un enfoque imparcial de la santidad, sino que más bien fomenta la transformación de lo natural en una expresión de lo espiritual. Esto se alinea con el mandamiento bíblico de no amar al mundo, afirmando que la vida adquiere significado sólo cuando uno recuerda a su Creador.

Eclesiastés no pretende predicar el Evangelio; más bien, dirige a los lectores hacia una cosmovisión centrada en Dios, ayudándolos a superar frustraciones y preguntas sin respuesta. Si bien reconoce la inmensidad de la revelación del Nuevo Testamento, el libro establece paralelos y enfatiza que los creyentes, como los de la época de Salomón, experimentan cambios y oportunidades inesperados, confiando en que Dios obra en cada vicisitud de la vida. El objetivo principal del escritor parece ser evaluar todo para determinar su valor.

Varios eruditos sugieren que Eclesiastés tiene múltiples propósitos. Proporciona orientación para afrontar problemas difíciles, aboga por el desapego de las preocupaciones mundanas (desilusión) y emite advertencias contra caer en los pecados de esta época. El libro es visto como un medio para lograr una profunda desilusión, divorciando a los individuos del encanto de los asuntos mundanos.

Algunos han contrastado Eclesiastés con la revelación del Nuevo Testamento, enfatizando su descripción de la vida bajo el sol como oscura y deprimente. Se considera que la inclusión de este libro en el volumen inspirado cumple el propósito de exaltar lo nuevo contrastándolo con lo antiguo, ofreciendo una perspectiva profunda sobre el poder transformador de la revelación divina.

Género _

Esta es una colección de poesía hebrea, especialmente literatura sapiencial, destinada a instruir al lector. También es autobiográfico y detalla las propias experiencias del escritor. Como resultado, es un híbrido de poesía y prosa. Eclesiastés también contiene varios proverbios escritos por el autor. Sin embargo, se parece más a Job y Cantares de Salomón que a Salmos, Proverbios y Lamentaciones. En el antiguo Cercano Oriente, había dos formas de literatura sapiencial: la sabiduría proverbial y la sabiduría teórica. Eclesiastés ejemplifica la sabiduría especulativa. Los diálogos (como en Job) y los monólogos (como en Eclesiastés) revelan conocimiento a los lectores en sabiduría especulativa.

Hokmah [sabiduría] es una actitud realista ante los desafíos de la vida que incluye los talentos prácticos y las artes técnicas de la civilización (Gordis 1968:16-17).

Mientras que Job fue un valiente retador del hombre y de Dios, Cohélet (el orador de Eclesiastés) compartía el espíritu audaz de Job. Aún así, su búsqueda era de placer y calidad duradera más que de reivindicación personal. No desafiaba ni despreciaba a Dios ni al hombre. Él, como Job, era un hombre rico, pero no había perdido nada sustancial. No obstante, vio que había mucho que ganar. La riqueza no podía consolar a un corazón roto por la fugacidad de la existencia humana, particularmente cuando tantas cosas en el mundo sobrevivieron más que el hombre. La injusticia del mundo le causaba tristeza, pero no buscó una explicación de Dios, como lo había hecho su hermano espiritual Job. Aceptó la verdad mientras animaba a sus alumnos ricos a vivir una vida caritativa y esperaba el día del juicio. Para compensar la fugacidad de la existencia humana, animó a disfrutar el momento presente como un regalo de Dios.

Eclesiastés ofrece un contrapunto adecuado a la sabiduría práctica de Proverbios. Aunque Qohélet había encontrado útil el conocimiento práctico, había llegado a él mediante un proceso reflexivo. Los aforismos de sabiduría no eran piedras adquiridas en el camino de Qohélet sino diamantes excavados en la tierra. Su larga y dolorosa búsqueda de placer y significado dio como resultado el calibre de sus proverbios. Aunque lo más probable es que escribiera después de Job y Proverbios, filosófica y espiritualmente se encontraba en algún punto intermedio. En cierto modo, representó el mediador entre el conocimiento contemplativo y el práctico (Bullock 1979:189-190).

Describir

I. Introducción (1:1)

A. Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén

II. Tema de la vanidad y la naturaleza transitoria de las actividades terrenales (1:2–2:26)

A. La vanidad de los esfuerzos humanos (1:2–11)

B. Los experimentos y observaciones del predicador (1:12–2:26)

1. Descubrimientos científicos y filosofía (1:12–18)

2. Búsqueda del placer y la alegría (2:1)

3. Experimentación con el vino (2:3)

4. Participación en la arquitectura y los bienes raíces (2:4–8)

5. Vida lujosa y materialismo (2:7–11)

6. Reflexiones sobre la inutilidad del trabajo (2:17-23)

7. El papel de Dios en el trabajo humano (2:24–26)

III. La búsqueda de significado y propósito (3:1–6:12)

A. Los tiempos señalados en la vida (3:1–15)

B. La incomprensibilidad de la obra de Dios (3:16–22)

C. La inutilidad del trabajo humano (4:1–16)

D. Observaciones sobre la opresión y la avaricia (5:1–6)

E. La vanidad de las riquezas (5:7–20)

F. El misterio de los caminos de Dios (6:1–12)

IV. Reflexiones sobre la vida bajo el sol (7:1–12:14)

A. Sabiduría y Justicia (7:1–14)

B. Los límites de la sabiduría humana (7:15–29)

C. Observaciones sobre la opresión (8:1–17)

D. La incertidumbre de la vida humana (9:1–12)

E. El consejo del predicador sobre la sabiduría y la locura (9:13–18)

F. Reflexiones sobre la autoridad y la obediencia (10:1–20)

G. Pensamientos sobre la diligencia y el azar (11:1–6)

H. Abrazar a la juventud y recordar a Dios (11:7–12:7)

I. La conclusión del asunto (12:8–14)

Eclesiastés aplicado en la práctica

A pesar de explorar la naturaleza temporal de los esfuerzos humanos, el mensaje central de Eclesiastés tiene un tono fundamentalmente positivo. Si bien puede parecer que el libro expresa sentimientos pesimistas durante sus procesos argumentativos, la conclusión general presentada por Solomon es positiva.

Las discusiones académicas sobre la naturaleza de Eclesiastés a menudo conducen a debates sobre si es fundamentalmente positivo, si afirma la alegría o si es esencialmente pesimista. Muchos se inclinan por esta última