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¿Y AHORA QUÉ HACEMOS?: 1 Enigma y 4 errores venezolanos
¿Y AHORA QUÉ HACEMOS?: 1 Enigma y 4 errores venezolanos
¿Y AHORA QUÉ HACEMOS?: 1 Enigma y 4 errores venezolanos
Libro electrónico417 páginas5 horas

¿Y AHORA QUÉ HACEMOS?: 1 Enigma y 4 errores venezolanos

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Este libro expresa la esperanza de una nación que cayó en un abismo, pero que, arrepentida, desea saber en qué se equivocó, para así rectificar y recuperar su libertad. Los venezolanos desean de todo corazón dejar de andar como despojos humanos pidiendo asilo en países donde no los quieren porque estorban. Quieren volver a su país, a lo suyo, a su tierra amada, y abrazar nuevamente a sus seres queridos.

Sin embargo, pareciera que nada cambiará si primero no se suman los militares, pero también es cierto que no existen fuerzas armadas sin sus ciudadanos, porque el pueblo uniformado, vive y palpita con su gente hermosa.

En libertad, las madres callan cuando el clarín de la patria llama, pero en dictadura, sus corazones presienten que, llegado el momento de la verdad, el general les abandonará a su hijo soldado, y correrá a esconderse en algún museo militar, porque por dinero a ese rango llegó.

¡El Chavismo se derrumba! y la gente cambió en su psicología. Ya no les temen a los chavistas. El autor propone en este libro ideas y soluciones para reconceptualizar a Venezuela.

IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento19 nov 2023
ISBN9781506551760
¿Y AHORA QUÉ HACEMOS?: 1 Enigma y 4 errores venezolanos

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    ¿Y AHORA QUÉ HACEMOS? - Virgilio Reyes Pineda

    Copyright © 2023 por Virgilio Reyes Pineda.

    Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:3921980

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Las opiniones expresadas en este trabajo son exclusivas del autor y no reflejan necesariamente las opiniones del editor. La editorial se exime de cualquier responsabilidad derivada de las mismas.

    Fecha de revisión: 17/11/2023

    Palibrio

    1663 Liberty Drive

    Suite 200

    Bloomington, IN 47403

    855408

    ÍNDICE

    Dedicatoria

    Prólogo

    Prefacio

    Introducción

    Parte I. ¿Dónde nos equivocamos?

    Cap. 1 El enigma venezolano

    Cap. 2 Los 4 errores y los modelos funcionales

    Parte II. ¿Y ahora qué hacemos?

    Cap. 3 El punto de inflexión y caída del régimen

    Cap. 4 Conceptualización Estratégica de Venezuela

    Cap. 5 Objetivos estratégicos

    Cap. 6 Estrategias

    Epílogo

    Bibliografía

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    Virgilio Reyes Pineda es un autor venezolano, nacido en Caracas.

    Es licenciado en Ciencias Navales, egresado de la Escuela Naval de Venezuela en 1973. Culminó una exitosa carrera profesional de 30 años de servicio en la Armada de Venezuela con el grado de Capitán de Navío luego de comandar dos unidades de superficie de la Escuadra Naval.

    Es oficial de Comando y Estado Mayor Naval egresado con calificación excelente de la Escuela Superior de Guerra Naval de la Armada de Venezuela, graduado con distinción en Comando Naval Superior en el Naval War College, Newport, RI, USA.

    Es especialista en Gerencia de Recursos Humanos de la Universidad de Carabobo y participó en el Programa Avanzado de Gerencia PAG XII, del Instituto de Estudios Superiores de Administración IESA. Es también internacionalista egresado de la School of International Service, American University, Washington DC.

    Luego de 50 años de servicio público, culminó su desempeño profesional al frente de la Registraduría y Admisiones del Inter-American Defense College, en Fort McNair, Washington DC.

    DEDICATORIA

    A mi querida esposa, Dr. María de los Ángeles Solano Ph. D.,

    por su apoyo y entusiasmo, además de ser ella misma mi

    inspiración para luchar por Venezuela y por nuestra familia.

    A mis queridos hijos, Ximenita, Rafael, Romina y

    Valeria por su decisión de echar buenas raíces en

    América, sin olvidar el suelo donde nacieron.

    A mi numerosa familia, por estar sobreviviendo

    juntos en esta experiencia que nos ha tocado vivir

    desde distancias más allá del horizonte.

    PRÓLOGO

    ¿Q UÉ HACEMOS AHORA? es un notable análisis de la historia política de un país excepcional: Venezuela.

    Durante las luchas sudamericanas por la independencia de España, Venezuela fue realmente excepcional. Fue el hogar de Simón Bolívar, el líder militar y político que condujo a la independencia a los actuales países Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela. Al igual que otras naciones latinoamericanas, durante el siglo XIX y principios del siglo XX, Venezuela sufrió agitación política y autocracia, y estuvo dominada por caudillos regionales y militares.

    A mediados del siglo XX Venezuela pareció volver a ser excepcional. En 1920 se descubrió que Venezuela tenía enormes reservas probadas de petróleo. En 1945, tras décadas de gobiernos militares, el partido Acción Democrática, dirigido por civiles, obtuvo el poder con el apoyo del 80% de la población venezolana. Este experimento democrático terminó en 1948 con un gobierno militar que gobernó autocráticamente hasta 1958. En 1958 se restableció la democracia con la elección del líder de Acción Democrática, Rómulo Betancourt, como Presidente. Esto marcó el comienzo de un período democrático verdaderamente excepcional de 40 años, iniciado con el Pacto de Punto Fijo, que creó estabilidad política y cooperación entre los dos principales partidos políticos del país - Acción Democrática y COPEI - en una época en la que la mayoría de los demás países latinoamericanos tenían gobiernos militares de facto. La confianza popular en esta estabilidad bipartidista se vio socavada por las crisis económicas de la década de 1980, que desembocaron en varias crisis políticas, como los disturbios del Caracazo de 1989, dos golpes de Estado fallidos en 1992 y la destitución del presidente Carlos Andrés Pérez en 1993. El resultado fue el fin de la confianza en el gobierno bipartidista y la elección en 1998 como presidente del golpista y ex militar de carrera Hugo Chávez.

    Desde 1999, bajo la dirección de Chávez y su sucesor Nicolás Maduro, el país inició otro período excepcional, que no ha tenido resultados positivos. Venezuela pasó a llamarse República Bolivariana de Venezuela con una nueva constitución que pretendía crear nuevas relaciones entre las clases sociales del país. El resultado ha sido una grave agitación política, inestabilidad socioeconómica y una crisis humanitaria. La Revolución Bolivariana de Venezuela ha provocado un colapso económico con una reducción de la producción de petróleo de tres cuartas partes, una hiperinflación galopante con escasez de productos básicos, una represión de la oposición política patrocinada por el Estado y más de 6 millones de venezolanos que abandonan el país como refugiados. Todo ello en un país que, en 1999, tenía uno de los niveles de renta per cápita más altos de América Latina, así como las reservas de petróleo más extensas del mundo.

    Venezuela es, por tanto, excepcional. Ha producido el líder revolucionario anticolonial más aclamado de América Latina; tiene más reservas probadas de petróleo que cualquier otro país del mundo; ha experimentado un período de política democrática ininterrumpida cuando la mayoría de los demás países latinoamericanos estaban gobernados por regímenes militares autocráticos; ha adoptado una constitución que pretende crear una base para la justicia social nacional; su economía se ha hundido con descensos récord del producto nacional, una hiperinflación sin precedentes y un descenso récord de la población debido a la emigración.

    Ante esta historia excepcional, ¿Qué hacer ahora? es la pregunta que plantea Virgilio Reyes Pineda. Reyes Pineda se hace esta pregunta desde la posición única de un Capitán de Navío de la Armada venezolana, en retiro, con 30 años de servicio militar y 20 años viviendo en Estados Unidos como el miembro más antiguo del personal superior de la escuela de estudios de postgrado sobre seguridad, creada por mandato de la Organización de Estados Americanos, el Colegio Interamericano de Defensa.

    Reyes Pineda ve la excepcional promesa y el notable colapso de Venezuela como un rompecabezas basado en 4 graves errores. Estos son:

    • Gobernanza aislada y excesivamente centralizada por parte de los líderes políticos de Venezuela.

    • El sistema político venezolano carece de un auténtico debate político debido a la escasez de diversidad ideológica.

    • Gestión incompetente de la economía venezolana y de los enormes ingresos del petróleo, y

    • El Estado venezolano separándose de los intereses de la masa de sus ciudadanos.

    Reyes Pineda ve el camino de Venezuela hacia un futuro positivo basado no en los errores cometidos hasta la fecha, sino en la promesa excepcional que Venezuela ha abandonado. (p216). Señalando el camino hacia ese futuro establece 5 objetivos nacionales:

    1. Lograr la estabilidad política desactivando los factores desencadenantes de las crisis políticas nacionales.

    2. Eliminar los mecanismos patrocinados por el Estado que permiten la persecución política y la corrupción e instaurar un sistema judicial que pueda establecer el Estado de derecho, la seguridad personal, el respeto a la propiedad privada y la rendición de cuentas entre el Estado y los ciudadanos, incluido un sistema electoral libre y justo.

    3. Reducir el Estado y su control sobre los derechos del subsuelo para hacer posible una economía liberal con apoyo estatal a los bienes públicos básicos.

    4. Privatizar el sector petrolero controlado por el Estado más sus industrias y servicios conexos, y reformar adecuadamente la legislación fiscal nacional.

    5. Diversificar la economía nacional para disminuir la dependencia de la industria petrolera y hacer que otros sectores sean competitivos a escala mundial.

    Se trata de objetivos extremadamente complejos y ambiciosos. Muchos de sus detalles y las estrategias propuestas por Reyes Pineda para alcanzarlos son extremadamente controvertidos y, si se tomaran en serio, darían lugar a un intenso debate nacional. Reyes Pineda reconoce que ninguno de estos objetivos puede alcanzarse inmediatamente, y propone plazos de entre 5 y 15 años para lograr cada uno de ellos. Dicho esto, ese debate sobre cuestiones importantes es precisamente lo que necesitan todos los países que intentan proporcionar paz y prosperidad a sus ciudadanos en nuestro mundo cada vez más complejo. Esto es tanto más necesario para lograr la Venezuela rejuvenecida con las excepcionales cualidades positivas que Reyes Pineda ve que ha abandonado a lo largo de su historia.

    Louis W. Goodman

    Escuela de Servicio Internacional

    Universidad Americana

    Octubre de 2023

    PREFACIO

    E L PROPÓSITO DE este libro es exponer la enigmática situación en la que se encuentra Venezuela, por haber cometido 4 errores fundamentales que causaron una hecatombe política, económica, social, y militar, en tan solo 6 décadas, y que se reconoce como uno de los eventos políticos más desastrosos en la historia latinoamericana.

    Está orientado a hacer pensar tanto a militares como a civiles sobre los orígenes de la crisis, y de anticipar la difícil tarea de la reconstrucción; no obstante, se espera en particular que la audiencia militar encuentre aquí argumentos interesantes de la economía política y de la historia, que estimulan el pensamiento crítico.

    Descubriremos porqué somos así, y cómo dejar de serlo, para evolucionar y ser civiles y militares a la medida del gran compromiso de liderar un país con el ejemplo.

    La situación enigmática tiene a los militares como su centro de gravedad, y es el punto de partida del análisis, pues señala esa interrogante existencial que desconcierta la mente de todos aquéllos que vuelven su mirada hacia Venezuela y no saben encontrar respuestas, ni cómo ayudar.

    El primer error tiene 3 partes, que son, el débil liderazgo civil sobre lo militar; el cesarismo democrático como la poderosa y abusiva regla de mando y control de los presidentes; y el dogma del Estado dueño absoluto del subsuelo.

    El segundo error, consiste en la hegemonía ideológica de izquierda, sin alternativas, instalada en la mente de los líderes políticos civiles desde 1945, que anuló la posibilidad de contar con una genuina oposición democrática.

    El tercer error, es una consecuencia de los dos primeros, al permitirse la impetuosa siembra del petróleo bajo la premisa de que el recurso no renovable se agotaría pronto, y al hacerlo sin oposición y sin los debidos controles fiscales, se produjo un descalabro financiero que acabó con la infraestructura, la confianza, y las inversiones.

    Por último, el cuarto error, le denominamos el Estado adúltero, para llamar la atención a la situación engorrosa del Estado venezolano, que, al sentirse rico por la abundancia petrolera, abandonó a la sociedad civil y su vínculo natural en la forma de tributación fiscal, para emprender una relación engañosa con un grupo selecto de comerciantes y contratistas, la boli-burguesía.¹ El Estado, además le dio la espalda a la verdadera empresa privada al apropiarse de las mejores oportunidades de negocios, dando paso a la impunidad, al fraude electoral sistemático y al Estado criminal.

    Las implicaciones de estos 4 hallazgos son sustantivas, y poder reconocerlas como errores que pueden ser corregidos, es quizás una de las enseñanzas que los venezolanos pueden aprender de esta crisis, y que les abrirá el camino para superar los problemas, aunque esos problemas tengan siglos de duración, pues no hay inconveniente que no pueda resolverse con la voluntad política.

    El punto central del libro es que, habiendo Venezuela heredado del fragor de las batallas, sus instituciones, su carácter y su identidad nacional, y no por razón de la ley, pues es una coincidencia que el meollo y raíz de los problemas irresolutos que han conducido a la crisis actual tengan su centro de gravedad en el inescrupuloso liderazgo de los políticos civiles sobre los militares, pero también en la insolvencia de los últimos en señalar el mal ejemplo a los primeros —con sus excepciones, por su puesto—. Ambos grupos, civiles y militares de muy alto nivel jerárquico, con las debidas excepciones, se unieron —muy penosamente— para demostrar que no era necesario el apego a la ley para lograr el desarrollo económico. Fue allí donde perdimos la oportunidad de garantizar que todos fueran tratados por igual ante la ley, independientemente de su riqueza, estatus social o conexiones políticas; sino que se convirtieron tanto los civiles en la administración pública, como los militares en el ejercicio de la defensa y seguridad, en la personificación del antivalor criollo de sentirse más listos que los demás, y de aprovechar la abundancia mientras ésta existiera.

    Bajo esta lamentable premisa, este libro expone una visión comparada de la relación civil-militar venezolana con la de otros países, con la intención de que tanto el lector militar, como el civil, puedan ubicarse dentro de la institución militar y desde allí, desde esa plataforma, observar cómo fue que se perdieron los valores y principios institucionales, y cómo se cometieron los 4 errores políticos y económicos.

    Realizamos una investigación documental sobre textos de valor de manera de sustentar con diversas fuentes el origen histórico de los problemas que se han acumulado por generaciones a pesar de los grandes logros como Estado-nación. En cuanto al análisis comparado de la relación civil-militar, valoramos la oportunidad de trabajar por más de dos décadas en una institución académica internacional en el ámbito de la seguridad y defensa.

    Se exponen las razones por las cuales hay un vacío en el ideario nacional² que impide encontrar un camino cierto. Esto, a pesar de que hemos logrado lo que algunos pueblos aún no han alcanzado, que es sentirnos iguales entre nosotros.

    Finalmente, ¿De qué nos sirve saber dónde fue que nos equivocamos si no nos preparamos para corregir? Pues en lo que pudiera ser un aspecto novedoso, si se quiere, sigue en la segunda parte de este libro, la discusión de las implicaciones de los hallazgos y la exposición para juicio del lector, de un minucioso análisis estratégico y geopolítico que examina lo profundo de la identidad nacional, sus flaquezas y fortalezas, para contrastarlas con las amenazas y oportunidades del entorno. De ese cruce de voluntades se extrajo la sustancia que esperamos contribuya a darle vida a las estrategias para alcanzar los objetivos de restauración nacional.

    Fundamentamos el análisis en algunos hechos históricos concurrentes con las raíces del problema, que alcanzan el horizonte político de la guerra Civil de Independencia, la Segunda Guerra Mundial, hasta el primer cuarto del siglo XXI.

    Muy valiosas fuentes fueron consultadas, sin embargo, la solidez de los argumentos específicos de la Venezuela que se sujetó de la renta petrolera para desarrollarse, pero que fracasó, se le deben a los economistas Dr. Asdrúbal Baptista, Ph. D., y Ricardo Hausmann, Ph. D., al politólogo Dr. Aníbal Romero, Ph. D., al jurista constitucionalista Dr. Alan Brewer Carías, Ph. D., y finalmente, al profesor de ciencias políticas y estudios ibéricos y latinoamericanos, Dr. Howard J. Wiarda, Ph. D.

    Esperamos que este libro sea un recurso valioso para que el lector intente aplicar su razonamiento crítico para comprender el origen de la crisis y aprender de los errores del pasado.

    A quienes tuvieron el privilegio de vivir la maravillosa experiencia del Colegio Interamericano de Defensa en Washington, DC, en su asociación académica con la American University (AU), la Universidad del Salvador (USAL), Argentina, la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos (ANEPE), Chile, y el Centro Perry de la National Defense University (NDU), vaya dedicada esta investigación en respuesta a su reiterado interés en comprender los orígenes de la crisis venezolana por las implicaciones para sus países.

    Valga además nuestra gratitud infinita a tantas personas que influyeron y apoyaron la consecución de esta obra, muy especialmente al vicealmirante Antonio Pérez Criollo, quien formuló la pregunta original hace varios años, que me inspiró a cubrir este ángulo de la crisis venezolana, cuando expresó: ¿Dónde fue que nos equivocamos?, y más importante aún, por ser él un gran ejemplo de vida para los oficiales navales venezolanos.

    A la Dra. Mirlis Reyes Salarichs, Ph. D., profesor titular de la cátedra de Política Económica del Colegio Interamericano de Defensa, por orientar los análisis de la economía, en particular del intrincado submundo de la economía ilícita.

    Al Dr. Louis Goodman, Ph. D., Decano Emérito de la Escuela de Servicio Internacional de la American University, Washington DC, quién además de prologar el libro, proporcionó interesantes realimentaciones y recomendaciones que ayudaron a definir mejor el propósito académico y la audiencia del libro.

    Al Ministro Consejero José Salvador Briceño Pantín, auténtico diplomático de carrera, quien me indicó mejores perspectivas de análisis del comportamiento intrínseco del Estado, y me entusiasmó a considerar otras perspectivas sobre las raíces políticas de la crisis.

    Agradezco también al Dr. Wilfredo Lanza Ph. D., y a mis colegas civiles y militares de la Universidad de Carabobo, por los dos años que juntos pasamos aprendiendo sobre el manejo de recursos humanos, liderazgo y organización empresarial, pues al final de todo el camino que recorremos en nuestras profesiones, es el buen manejo del capital humano de un país, lo que permite que funcionen las políticas públicas y que realmente progresemos. Han transcurrido varias décadas desde que, en el discurso de cierre de nuestra graduación en 1994, hice referencia a la tormenta económica que se avecinaba sobre nosotros, gracias a la oportunidad de participar en paralelo en el Programa Avanzado de Gerencia PAG XII, del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), y no pudimos hacer nada, lamentablemente, para evitarla, por más que lo intentamos.

    Comencemos pues, la ardua tarea de pensar críticamente para conceptualizar, contrastar y visibilizar los factores y errores que nos llevaron a esta penosa crisis política y económica, y tratemos de que nuestros hallazgos sean entendibles a las nuevas generaciones de militares y civiles venezolanos para que ellos críen a sus nietos y bisnietos en el suelo patrio, como cuando en 1810 decidimos no ser más súbditos de un rey, sino ciudadanos libres.

    INTRODUCCIÓN

    C UANDO UNO ENTRA en razón y se identifica con el país donde nació, es cuando comienza a imaginar las luchas y la incertidumbre por la que nuestros ancestros pasaron. Antes de que acontezca ese momento de madurez, uno da por hecho logros sociales y económicos que reflejan la historia patria enseñada por maestros y profesores.

    Nuestros antepasados, a un alto costo en vidas, y vínculos familiares dolorosamente desechos, derribaron muros que parecían insalvables para que pudiéramos transitar libremente por nuestras vidas. Abatieron la economía imperial monárquica, las humillantes castas sociales coloniales, el sistema de encomiendas que diezmó a la población indígena, y el lucrativo negocio de la economía esclavista.

    El paso del tiempo curó las heridas de la guerra Civil de Independencia³, y con el igualitarismo que resultó de las cenizas de poblaciones enteras caídas por la espada y las lanzas blandidas por otros venezolanos de origen español, todos hermanos de sangre, se calmaron los gemidos de los vencidos cuando la mayoría de ellos zarpó hacia el norte de Puerto Rico y Cuba, aunque muchos decidieron quedarse y adaptarse a la nueva realidad del fin de la sumisión a un monarca español. No obstante, es menester tener presente que nuestro proceso emancipador trajo consigo una deuda financiera que se posó sobre los hombros de los nuevos hombres libres. La deuda de financiamiento de armas, pertrechos y soldados es parte del involucramiento en una guerra entre Imperios. La guerra entre británicos, franceses, y españoles.

    Ganamos nuestra independencia militarmente. Obtuvimos la victoria por la gloria de las batallas. Éstas, las batallas, fueron el crisol en donde se forjó la nación venezolana. Pero fallamos en encontrar el crisol en donde forjar la democracia, y por ello es que estamos en esta crisis.

    Los vencedores progresaron, y los nuevos venezolanos, ya libres de los títulos nobiliarios y del encasillamiento moral de las castas sociales, comenzaron a sentirse iguales entre ellos, y a resolver los problemas que se derivan de ser libres, pero sin la experiencia de cómo refundar un país acostumbrado a obedecer a un monarca. No pudieron hacerlo todo, porque es una lucha generacional en medio del dolor de la ruptura social, financiera, nobiliaria, y familiar, y en medio de ese terrible torbellino, cometieron errores propios del contexto de esa lucha, algunos de enorme relevancia, capaces de trascender hasta nuestras generaciones para que los resolvamos.

    Eso constituye parte del enigma que intentamos descifrar. ¿Por qué somos así? tanto como para que hayamos perdido la oportunidad de ser un país desarrollado a pesar de contar con una inmensidad de recursos y de haber liderado, a un elevado costo en vidas, la independencia, no sólo de Venezuela, sino de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia.

    Ya en el siglo XXI, y en nuestro tardío despertar en medio de esta crisis por el pobre conocimiento de los hechos más trascendentales de nuestra historia, nos hemos topado con un gran vacío en el ideario nacional. Es un hallazgo de esta investigación que intenta descifrar el enigma del porqué somos así. El enigma no está lleno, es un vacío, que lo sentimos en nuestros momentos de incertidumbre quienes ya tenemos el privilegio de haber madurado, pero no nos atrevemos a enfrentarlo colectivamente por el hecho de que no todos lo sienten, lo que se presenta como algo difícil de desafiar, a la par del dilema de que siempre existirán nuevas generaciones que por naturaleza no sienten lo mismo. Ese vacío nos acompaña a todas partes porque es muy íntimo y tan esencial, que impide que alcancemos la Modernidad política, aunque creíamos que la habíamos alcanzado; pero fue sólo una ilusión que la abundancia produjo.

    Veamos pues cómo cada vez que identificamos un error en nuestra conducta como nación, ese error es precedido por una carencia, o un vacío irresoluto. Los vacíos en asuntos sociales al no ser colmados por la correcta sustancia que se produce en medio de la convulsión de los hechos trascendentales son en cambio, atiborrados por una materia indeseable que contamina todo lo bueno hecho por la buena voluntad.

    Iniciemos pues nuestro recorrido por algunas páginas tergiversadas de nuestra historia y descubramos juntos la calidad de la fibra humana de nuestros líderes, para ver si así podemos entendernos a nosotros mismos, y así poder discriminar entre la indeseable materia que llenó el vacío, y la deseable sustancia que debería haberlo ocupado, pero que no lo hizo.

    En la historia, todos los pueblos arrasados por sus diferencias de pensamiento han tenido la oportunidad de reinventarse, tolerarse, y de comenzar de nuevo. Esa tarea requiere enmendar las equivocaciones, y para ello hay que comprender las razones por las cuales las políticas públicas venezolanas más emblemáticas fueron erróneas, que es el objetivo del siguiente análisis.

    PARTE I

    ¿Dónde nos equivocamos?

    Enunciaremos el enigma venezolano, más los 4 errores que, como sociedad, permitimos que cometieran el Estado y sus instituciones.

    Veremos cuándo comenzamos el camino equivocado, y por qué razón nuestros propios militares apuntan sus armas en contra de una sociedad indefensa.

    CAP. 1

    El enigma venezolano

    ¿Cómo es posible que un país tan rico y con una buena tradición democrática pueda haber llegado a una crisis tan penosa? ¿Cómo explicar que las Fuerzas Armadas hayan abdicado de su rol de garantes de la defensa y seguridad, para ceder ante la geopolítica de un país extranjero, y que hayan abandonado la institucionalidad para plegarse a consignas partidistas?

    E S COMPLICADO Y da vergüenza narrarlo, pero a la vez, es simple.

    El enigma es no saber explicar las razones por las cuales los militares herederos de El Libertador Simón Bolívar se hayan subordinado a la Cuba castrista y ahora sean el apoyo vital de un régimen dictatorial que comete continuos fraudes electorales para mantenerse en el poder.

    La misteriosa condición mediante la cual el mundo nos ve con perplejidad y no puede ayudarnos porque intuye que el problema es doméstico, es parte de nuestro enigma.

    Es tratar sin éxito de dar respuesta a las incomprensibles interrogantes de ¿Por qué permitimos que una pequeña e isleña nación extranjera redefiniera nuestra más íntima identidad nacional, y que, para colmos, nos colonizara en pleno siglo XXI?

    ¿Qué podemos hacer para que los militares, dejen a un lado la parcialización política, resuman la institucionalidad y se sumen a la recuperación del país?

    Ese, es el desconcertante enigma venezolano que nos define ante el resto del mundo y nos avergüenza.

    CAP. 2

    Los 4 errores y los

    modelos funcionales

    L OS 4 ERRORES son autóctonos, orgánicos, y voluntarios, los cometimos nosotros mismos como sociedad, junto a los políticos que elegimos, y son el resultado de decisiones políticas y económicas tomadas en plena libertad y soberanía por adultos mayores de edad, y, si alguna influencia extranjera estuvo presente en esas decisiones —Cuba, por ejemplo—, ha sido para empeorar la situación de origen.

    Pero no se puede decir que algún país o potencia extranjera obligó a los venezolanos a fracasar política y económicamente a pesar de tener las mejores oportunidades para ser un gran país respetuoso de sus propias leyes y capaz de generar prosperidad.

    Nuestros errores abrieron el camino para la injerencia y posterior colonización cubana.

    Sucintamente se exponen a continuación los 4 errores, que más adelante serán analizados y sustentados, pero que es necesario presentarlos de una vez, al inicio del libro para facilitar la comprensión del tema.

    Además, se exponen 5 modelos descriptivos por los cuales se ha regido en el pasado, y en la actualidad, la funcionalidad política administrativa del Estado venezolano.

    1er. Error: El inescrupuloso liderazgo civil sobre lo militar, el dogma del subsuelo, y el cesarismo democrático.

    Los venezolanos permitimos que fueran las batallas militares y no la ley la que forjara a la nación, lo que impidió limitar el poder mediante pesos y contrapesos de control. Esto desnaturalizó el liderazgo civil sobre los militares y creó césares democráticos, que siendo dueños absolutos del subsuelo hicieron predominar al Poder Ejecutivo sobre el Legislativo y el Judicial. Todo junto, le abrió el camino a la impunidad.

    Al cometer este error, se impide la separación de poderes, se imposibilita el Estado de derecho, se margina a la empresa privada, se hace al Estado dueño de todo, y se fomentan los golpes de Estado.

    2do. Error: La hegemonía ideológica de izquierda

    Los venezolanos permitimos acaparar todo el pensamiento político en una sola dirección, hacia el socialismo exclusivamente, sin alternativas, y, en consecuencia, anulamos la posibilidad de tener una genuina oposición democrática.

    Mediante este error, se anula la posibilidad de auto corregir al sistema político con cambios sistemáticos y rutinarios, en cambio, se espera por el estallido de una crisis, o de un golpe de Estado, para comenzar otra vez desde cero.

    3er. Error: La impulsiva siembra del petróleo

    Los venezolanos, al no contar con una genuina oposición democrática, desestimamos el impacto de la «enfermedad holandesa», al intentar impetuosamente «sembrar el petróleo», ya que éste siendo un recurso no renovable, se acabaría a finales del siglo XX. No hubo tal siembra, no se agotó el petróleo, y ocurrió un descalabro financiero.

    Con este error, y si no se toman las previsiones del caso, los gobernantes se ilusionan con la abundancia, la economía crece ficticiamente, pero luego de una década, se desploma y con ella, la infraestructura, la confianza, y las inversiones.

    4to. Error. El Estado adúltero

    Permitimos que el Estado, al sentirse rico por la abundancia petrolera, degradara el vínculo natural que le une a la sociedad a través de los tributos fiscales, y que, en cambio, emprendiera una relación engañosa con un grupo selecto de contratistas, y empresas tecnológicas que manipulan las elecciones.

    Este error conduce al fraude electoral sistemático, el enriquecimiento ilícito, la impunidad, la corrupción generalizada, el crecimiento desmesurado del Estado, el Estado criminal, el Estado policial, y desalienta el desarrollo entusiasta e independiente del sector privado.

    Modelos de funcionalidad del Estado

    Modelo de ilusión de democracia AD-COPEI

    Es vivir en un pacto de gobernabilidad con alternabilidad en el poder cada 5 años entre dos partidos políticos con una misma ideología, y confundirlo con vivir en democracia representativa, e ilusionarse, los gobernantes con la abundancia petrolera, y la sociedad con el populismo.

    Con este modelo político la representación política de la sociedad es una farsa, pues el poder decisorio y representativo está arbitrariamente centrado en los denominados «cogollos»⁴ de los partidos, dando así paso a la partidocracia unilateral. Los cogollos de los partidos nombran en forma arbitraria a magistrados, jueces, gobernadores,

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