Signos de ¿paz?
El olvido de la guerra en Ucrania y el desconcierto internacional ante los ataques incesantes del Estado judío contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza desde el 7 octubre han incentivado la fragmentación social a escala global. Ahora el mundo es más convulso y se divide entre pro-israelí o pro-palestina, donde los extremos a favor de uno de ellos nos aleja del principio básico de la cordialidad para reencauzar las negociaciones en favor de la paz. Las condenas vacías y poco enérgicas de la comunidad internacional hacen que el opresor sea un verdadero sanguinario por “recuperar lo que es suyo,” vulnerando todo principio del derecho internacional y dando pie a crímenes de lesa humanidad.
Los actos cometidos por los agresores en las guerras en curso, como la Federación Rusa e Israel, respectivamente, abrieron la caja de Pandora para que otros países se vean motivados a imitar su actuar. El caso más reciente es el referéndum no vinculante realizado el pasado 3 de diciembre de 2023 por el presidente de la República Bolivariana