El triunfo de gobiernos de izquierda democrática en América Latina en los últimos años despertó expectativas sobre la posibilidad de reconstruir mecanismos de concertación que permitieran elevar el peso de la región en asuntos internacionales.
Tales esperanzas cobraron mayor fuerza cuando triunfó Luiz Inacio Lula da Silva en las elecciones presidenciales de Brasil. El gusto del antiguo dirigente sindical por la política internacional es conocido, su empeño en promover la acción conjunta de países del sur, así como su gran interés en conquistar para Brasil un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, han sido notas sobresalientes de su