Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

El perro del águila
El perro del águila
El perro del águila
Libro electrónico47 páginas16 minutos

El perro del águila

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

¿Será posible
no perderse
en este abismo de montañas sin contornos,
de cielos cuyos tejados son más cielos?

El aullido del perro despertó al águila,
la hizo descender.
Ella se sirvió de su olfato,
humo de su aullido,
e hizo de él
su lazarillo.

Susana Maestre Botero nació en Pereira, Colombia, el 26 de abril de 1993. Es psicóloga de la Universidad de Manizales y magíster en Historia de Mundo de la Universidad Pompeu Fabra. Ejerce como psicoterapeuta y consultora de desarrollo humano. Actualmente reside en España.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento23 jul 2023
ISBN9791220144049
El perro del águila

Relacionado con El perro del águila

Libros electrónicos relacionados

Poesía para usted

Ver más

Artículos relacionados

Categorías relacionadas

Comentarios para El perro del águila

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    El perro del águila - Susana Maestre Botero

    ORIGEN 

    Este no sé qué que es un hallarse,  este vaivén que es un despliegue, esta letanía que es un sudario, este calvario que es un aliento.

    Y oscila la vida como un péndulo,  para atrás y adelante,

    tirando hacia atrás con gravedad inversa, luego la profusión del disparo hacia adelante.

    Se siente como el regreso al inicio del comienzo.

    MURIENDO EL ATARDECER 

    Una estela que gravita en frente, contorneada con destellos de melodías dulces, admira su función de espectador, de cómplice rosada y fosforescente,  de amarillo inclemente.

    Y la ciudad le hace frente, monta guardia con soldados pisando adoquines muertos.  Esterilidad sin nombre, organicidad ornamentada.

    Y, la vida, ¿dónde está?

    Y, lo vivo, ¿es la vida que se ha ido?

    Solo

    el dedo traza en el horizonte verde, el recuerdo de su gravitación.

    Un recuerdo que fue borrado por adoquines muertos de soldados paseando sin pasos.

    Cuánto duele esta sangre de piedra.

    OFRECIMIENTO A ELLA 

    Premios veniales,  añoranzas consumadas, alientos devueltos en agua, rocío brotando de entre las raíces,  aire ventilando poesía, nubes ardiendo amor.

    Y el silencio canta un canto  donde la U y la O se unen  para dar nacimiento a Ella…

    Ella…

    … que comienza por A.

    INSOSPECHADA FELICIDAD

    Y te sabes y te cantas, y te delimitas contra el viento, y lo haces incluso dudando  de

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1