Operaciones básicas en viveros y centros de jardinería. AGAO0108

Por José Luis Oblaré Torres

Libro especializado que se ajusta al desarrollo de la cualificación profesional y adquisición del certificado de profesionalidad "AGAO0108 - ACTIVIDADES AUXILIARES EN VIVEROS, JRDINES Y CENTROS DE JARDINERÍA". Manual imprescindible para la formación y la capacitación, que se basa en los principios de la cualificación y dinamización del conocimiento, como premisas para la mejora de la empleabilidad y eficacia para el desempeño del trabajo.

• Idioma: Español
• Editorial: IC Editorial
• Fecha de lanzamiento: 21 ago 2023
• ISBN: 9788411037983

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Capítulo 1

Infraestructuras de los viveros y centros de jardinería

Contenido

1. Introducción

2. Factores básicos a tener en cuenta para la instalación de un vivero o centro de jardinería

3. Instalaciones básicas que componen un vivero o centro de jardinería

4. Distribución del espacio

5. Técnicas de control ambiental

6. Resumen

1. Introducción

La producción en viveros y centros de jardinería está destinada a plantas ornamentales y de flor cortada y se engloba dentro de la disciplina de la floricultura u ornamentación, que es la parte de la agricultura orientada a los cultivos de este tipo de plantas y semillas en sistema intensivo para ser aprovechadas directamente por el ser humano.

Para hablar de ornamentación como sistema de producción hay que retroceder hasta el siglo VII a. C., cuando los mesopotámicos y babilonios construyeron los jardines colgantes de Babilonia sobre terrazas en las que, junto a las hortalizas, cultivaban árboles frutales y exóticos y plantas aromáticas y ornamentales utilizando complejos mecanismos de riego mediante poleas.

Sin embargo, no fue hasta el Imperio Romano cuando se produjo la expansión de la producción ornamental como práctica habitual. Los romanos fueron innovadores en técnicas como los injertos, las podas, fertilización y técnicas de conservación. También fueron grandes ingenieros hidráulicos y construyeron norias, canales y acueductos.

Con la llegada de los musulmanes a la península ibérica se reactivó la producción ornamental, aportando nuevas técnicas de riego e hidráulicas, principalmente en transporte y almacenamiento.

En el Renacimiento se potenció la producción ornamental y artística con la creación de importantes jardines reales y botánicos.

Desde el siglo XIX hasta hoy, se ha dado una serie de hechos y avances que han favorecido la importancia que actualmente tiene la ornamentación, como la aplicación de la mejora genética con el objetivo de obtener nuevas variedades y mejorar las existentes. Ha aparecido una de las técnicas más importante, la aplicación de los plásticos como sistema de protección en invernaderos, túneles, etc., además de desarrollarse sistemas de riego como la aspersión y el goteo.

Gracias a todos estos descubrimientos se desarrollaron completamente las infraestructuras de los viveros y centros de jardinería.

2. Factores básicos a tener en cuenta para la instalación de un vivero o centro de jardinería

Los sistemas de producción en viveros y centros de jardinería exigen una gran inversión, pues para llevar a cabo el desarrollo de los productos se requiere de una adecuada preparación del terreno, instalaciones, fertilización, fitosanitarios, etc., una elevada y especializada mano de obra, la utilización de numerosas técnicas de cultivo. Además, los productos de naturaleza perecedera necesitan medidas de conservación adecuadas y un buen tratamiento para su comercialización.

Para poder desarrollar la actividad de la mejor forma posible, habrá que tener en cuenta una serie de factores básicos a la hora de instalar un vivero o centro de jardinería, como son el clima, la distribución del espacio, las instalaciones necesarias que lo componen, las técnicas de control ambiental, etc.

2.1 Clima (temperatura, humedad, iluminación, viento, etc.)

En viveros y centros de jardinería, como en otras actividades relacionadas con el sector agrario, los componentes climáticos son variables. Estos son muy importantes y se debe tener en cuenta para la instalación, producción y calidad de los productos que se van a obtener.

Por ello es necesario, antes de su instalación, comprobar en el lugar específico si el componente climático limitará lo que se desea producir (plantas ornamentales, árboles, semillas, etc.) o se puede llevar a cabo en condiciones óptimas.

El balance de radiación

La iluminación es una energía procedente del sol. Para conocer cómo afecta esta energía a las plantas o semillas que se van a producir es necesario conocer el concepto de balance de radiación.

Definición

Balance de radiación

Puede entenderse como toda la energía que llega desde el sol hasta la tierra. Se contabiliza a nivel terrestre, es decir, es el resultado de las entradas y salidas de energía que entran o salen desde la tierra.

La primera energía que llega a la tierra con la dirección de los rayos solares es llamada radiación solar o de onda corta, formada por:

Rayos x, gamma, beta: no influyen en las plantas.

Ultravioleta (UV): influyen en procesos de mutación celular y germinación de semillas. Degradan los materiales de cobertura.

Radiación visible o iluminación: influye en los procesos fisiológicos de las plantas (fotosíntesis, producción de clorofila, floración, etc.).

Radiación infrarrojo: es una energía que calienta los elementos que se encuentra en la superficie de la tierra.

Una vez que esta radiación alcanza la superficie, parte de esta es reflejada. La cantidad reflejada dependerá del tipo de superficie a la que llega. Así, será mayor en superficies claras, como la nieve o tierras secas, y será menor en superficies oscuras, como suelos húmedos o ricos en materia orgánica. A esta cantidad de radiación solar reflejada que depende del tipo de superficie se le conoce como albedo.

Sabía que…

Las gafas de sol que se utilizan para la playa, la nieve, etc., contienen filtros especiales que protegen los ojos de los distintos tipos de radiación, entre ellos el albedo.

La cantidad de radiación no reflejada se introduce en la tierra y permanece en ella. Los elementos de esta radiación absorbida se convierten en emisores de otra energía, la radiación terrestre o de onda larga.

Sabía que…

La radiación terrestre o de onda larga es una radiación térmica y es la responsable del aporte de calor a las plantas.

La radiación terrestre o de onda larga es la responsable del calor existente en la superficie de la tierra. Una parte es absorbida por algunos elementos que componen la atmósfera, como el vapor de agua y las concentraciones de otros gases, principalmente el dióxido de carbono CO2, y otra parte se pierde hacia el espacio exterior.

La que es absorbida por la atmósfera y remitida hacia la tierra en forma de calor es la causante del efecto invernadero, fenómeno fundamental para entender algunas técnicas de modificación del clima en cultivos bajo plástico.

Actividades

1. El efecto invernadero es el principal causante del incremento de la temperatura en la tierra. ¿Sabría explicar por qué sucede y qué se puede hacer para reducirlo? Describa algunos ejemplos.

El balance de radiación puede resumirse mediante la siguiente expresión y el siguiente gráfico:

R = Rs - Ra – Rte + Rtre

Donde:

Rs es la radiación solar o de onda corta.

Ra es la radiación reflejada en la superficie o albedo.

Rte es la radiación terrestre emitida hacia el espacio.

Rtre es la radiación terrestre remitida hacia la superficie procedente de la atmósfera.

Esta entrada y salida de energía puede ser modificada a nivel de la planta mediante la aplicación de plásticos como coberturas de protección frente a bajas temperaturas, ya que estos materiales se comportan de igual manera que los componentes de la atmósfera que provoca el efecto invernadero.

Iluminación

Puede decirse que la iluminación es una energía que afecta indirectamente al balance de radiación y directamente a procesos fisiológicos de las plantas: fotosíntesis, producción de clorofila, floración, etc., siendo el proceso de la floración fundamental en viveros y centros de jardinería.

Flor

La floración de las plantas se produce como respuesta a la duración y la alternancia de los periodos de iluminación, lo que se llama fotoperiodo.

Sabía que…

El fotoperiodo es la respuesta de las plantas a la duración y alternancia de los períodos de iluminación y afecta a diferentes funciones biológicas (crecimiento, desarrollo, etc.).

Según el fotoperiodo las plantas se clasifican en tres grandes grupos:

Plantas de día largo: requieren un periodo iluminado superior a 12 horas, como por ejemplo begonia, gypsophilla y fuchsia.

Plantas de día corto: son aquellas que requieren un periodo de iluminación inferior al periodo oscuro, es decir, más horas de oscuridad que de iluminación, como por ejemplo crisantemo y flor de pascua.

Plantas indiferentes: son aquellas en las cuales la duración del fotoperiodo no influye a la floración, como por ejemplo el clavel y la petunia.

En viveros y centros de jardinería se puede modificar la duración del día y de la noche en ornamentales mediante técnicas para obtener producciones en determinadas épocas del año.

La temperatura

La temperatura es un componente climático muy destacado en el crecimiento y desarrollo de las plantas, afectando a fenómenos importantes como la fotosíntesis, la respiración y la transpiración.

El desarrollo de la mayoría de las plantas tiene unos límites térmicos variables, dependiendo de la especie y el lugar donde se encuentren.

Algunos conceptos generales acerca de la influencia de la temperatura en las plantas son:

Cero de vegetación: es la temperatura por debajo de la cual la planta deja crecer y desarrollarse.

Temperaturas críticas: son aquellas máximas o mínimas por encima o por debajo de las cuales se producen daños en los cultivos.

Temperaturas óptimas: hacen que el desarrollo de las plantas se realice de forma ventajosa.

Termoperiodicidad: es la exigencia de las plantas a desarrollarse a determinadas temperaturas, ya sean poco exigentes, exigentes o muy exigentes. En el cultivo de plantas bajo abrigo es muy interesante controlar los intervalos de temperatura para conseguir buenas producciones.

Vernalización: consiste en la floración de las plantas como consecuencia de la incidencia de bajas temperaturas. En viveros y centros de jardinería de zonas templadas es importante tenerla en cuenta ya que si se cultivan determinadas plantas susceptibles a la vernalización y se producen bajas temperaturas durante el invierno, es posible que se produzca una floración prematura, lo que provocaría una depreciación comercial del producto hortícola. Para contrarrestar este fenómeno se utilizan distintas técnicas, como los invernaderos con calefacción o túneles-invernaderos.

El viento

El viento en viveros y centros de jardinería puede tener efectos positivos como la ventilación dentro de las instalaciones para reducir la humedad, el control de enfermedades fúngicas o el control de plagas. Sin embargo, también puede tener efectos negativos, como destrozos en instalaciones, problemas de polinización y propagación de plagas y malas hierbas.

La medida más importante para evitar los efectos negativos del viento es la utilización de cortavientos, ya sean naturales o artificiales.

Definición

Cortavientos

Barreras físicas permeables que se ponen ante las plantas que se desea proteger.

Algunos ejemplos de cortavientos naturales son los setos de árboles de gran altura como los cipreses o eucaliptos u otros de menor altura como las cañas o adelfas. Cortavientos artificiales pueden ser las mallas plásticas fijadas con tutores. Cualquiera que sea el cortaviento, se recomienda que sea permeable para evitar turbulencias en la zona protegida.

Actividades

2. En una explotación agraria, los cortavientos, además de proteger de la acción de los vientos, pueden cumplir otras funciones. ¿Sabría decir cuáles?

Humedad

La humedad es otro factor a tener en cuenta a la hora de instalar un vivero o centro de jardinería, sobre todo cuando se utilizan instalaciones como invernaderos, túneles o acolchados, ya que, conforme penetra la radiación solar dentro de estas instalaciones, la temperatura aumenta, el aire del interior se calienta y al calentarse tienen más capacidad de retener la humedad del ambiente. Este aspecto puede ser positivo, ya que al incrementar la humedad del ambiente la planta retiene más agua y transpira más, con lo cual será capaz de crecer más y formar más materia seca. Sin embargo hay que tener cuidado con este incremento de humedad en el ambiente de las instalaciones ya que aumenta la probabilidad de que se propaguen enfermedades además de que se produzca la condensación del aire en las paredes de las instalaciones, produciendo gotitas de agua que al caer dañan el cultivo y propagan enfermedades.

Para regular estas condiciones de alta temperatura y humedad, es necesario ventilar las instalaciones para que el ambiente húmedo y cálido se renueve y, en el caso de la condensación, también es interesante utilizar materiales antigoteo.

Invernadero con ventilación cenital

Lluvia

La lluvia es el principal aporte hídrico en este tipo de instalaciones. Tanto cuando cae directamente en las plantas como cuando es recogida, almacenada y distribuida.

El aporte hídrico en España es muy variable tanto en cantidad como en intensidad, ya que existen zonas como el Cantábrico en el que las precipitaciones anuales superan los 900 mm y otras como el sudeste español que no alcanzan los 300 mm.

Con respecto a la intensidad (mm/h), las lluvias se clasifican en:

1-4 mm/h: moderadas.

4-15 mm/h: fuertes.

15-45 mm/h: violentas.

45-100 mm/h: muy violentas.

En la zona mediterránea española se producen en primavera y otoño precipitaciones de mucha intensidad, lo que conlleva grandes escorrentías, pérdida de suelo, daños materiales, etc.

2.2 Características del terreno

Conocer el terreno donde se va a instalar un vivero o centro de jardinería es muy importante, ya que permitirá ahorrar costes posteriores en caso de modificación.

Importante

El acondicionamiento del terreno es una inversión muy importante y ha de realizarse antes de la instalación del vivero o centro de jardinería, ya que si se hace posteriormente los costes aumentarán considerablemente.

Las características más importantes a tener en cuenta son la topografía, la fertilidad, la textura, la estructura y el drenaje.

Con respecto a la topografía, es preferible que la parcela sea lo más llana posible, es decir, con poca pendiente. En el caso de disponer de una parcela con pendiente, lo ideal sería acondicionarla en la media de lo posible, por ejemplo mediante la construcción de bancales. Sea cual sea la topografía de la parcela, siempre habrá que realizar tareas de acondicionamiento del terreno.

En el caso de tener pendiente o mucha pendiente, se crearán en la superficie del suelo unas huellas creadas por la escorrentía, con la consiguiente pérdida del suelo bueno (con nutrientes) y dejando el suelo pobre y cada vez más erosionado, creando un problema para las plantas existentes o que se planten en la pendiente, ya que con la escorrentía no disponen de agua fácilmente ni de nutrientes. Todo lo contrario les pasa a las plantas situadas al fondo de la pendiente, donde se acumula todo el agua de escorrentía (pudiendo anegar el terreno) y acumulando todos los nutrientes de la pendiente, lo cual puede ser contraproducente para la planta ya que puede tener un crecimiento anómalo, por ejemplo, si la planta dispone de mucho potasio (K) podrá crecer mucho más y demandar más nutrientes que, al estar en menos cantidad, puede crear ciertas enfermedades en la planta.

Así pues, antes de crear el vivero o centro de jardinería, se debe alisar el terreno lo más posible evitando charcos que puedan crear hongos o enfermedades a las plantas.

La fertilidad es otra característica muy importante, sobre todo si se utiliza el suelo directamente para la producción de las plantas, porque aportará los nutrientes para el crecimiento y desarrollo de las mismas. Aunque es una característica que se puede corregir mediante la utilización de enmiendas, lo ideal es partir de un suelo rico en materia orgánica. Si no se pudiera partir de un suelo rico en materia orgánica, lo mejor es realizar un análisis del suelo donde se especifica el tipo de suelo, los nutrientes, la estructura, textura, capacidad de drenaje, porosidad e intercambio catiónico.

Después de este análisis, se pueden añadir los nutrientes que falten o que haya menos cantidad de la deseada, para así tener un suelo fértil que tenga una buena consistencia para fijar las raíces, que pueda absorber y retener agua sin encharcarse y pueda aportar los nutrientes necesarios a la planta.

La textura y la estructura son características físicas de los suelos que están directamente relacionados con la capacidad de retención de agua del suelo y el drenaje. Suelos que