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El arte de curar en Cartagena de Indias siglo XVII: Diego López y Paula de Eguiluz, sanadores de castas
El arte de curar en Cartagena de Indias siglo XVII: Diego López y Paula de Eguiluz, sanadores de castas
El arte de curar en Cartagena de Indias siglo XVII: Diego López y Paula de Eguiluz, sanadores de castas
Libro electrónico149 páginas1 hora

El arte de curar en Cartagena de Indias siglo XVII: Diego López y Paula de Eguiluz, sanadores de castas

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El presente libro propone destacar dos personajes que ejercieron las artes médicas en Cartagena de Indias en la primera mitad del siglo XVII: Diego López, un mulato cirujano nacido en Cartagena y Paula de Eguiluz, una curandera de ancestro afro. A pesar de su calidad subalterna fueron reconocidos como sanadores expertos en la sociedad de su tiempo.
Es preciso resaltar que el oficio de médicos, cirujanos, boticarios, barberos y curanderas era considerado arte manual y artesanal. Los médicos tenían mayor reconocimiento porque habían adquirido su saber en universidades españolas o
europeas.
Cartagena en el siglo XVII era el puerto de mayor importancia en el continente suramericano. Allí llegaban los galeones de la armada española y era el único puerto autorizado para el desembarque de esclavizados procedentes del continente negro. Era entonces una ciudad que requería servicios médicos. Al llegar y asentarse gente de diversos lugares conformó, junto con naturales de la región y de África una ciudad de castas que aprovechó las oportunidades que ofrecían los oficios artesanales para mejorar sus condiciones de vida. Se entrenaban como zapateros, sastres, modistas, carpinteros, constructores de casas y navíos, calafateadores y otros más.
En ella se instaló el tribunal de la Inquisición para velar por la pureza de la fe católica, sus desviaciones y a raíz de la cantidad de extranjeros que allí se asentaron.
Los documentos utilizados para la escritura del texto proceden del Archivo Histórico Nacional de Madrid, el Archivo General de la Nación de Bogotá y el Archivum Romanum Sociedatis Iesú (ARSI) de Roma.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento22 oct 2021
ISBN9786287500808
El arte de curar en Cartagena de Indias siglo XVII: Diego López y Paula de Eguiluz, sanadores de castas

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    El arte de curar en Cartagena de Indias siglo XVII - María Cristina Navarrete

    Navarrete, María Cristina

    El arte de curar en Cartagena de Indias siglo XVII: Diego López y Paula de Eguiluz, Sanadores de casta / María Cristina Navarrete

    Cali : Programa Editorial Universidad del Valle, 2021.

    134 páginas ; 24 cm-- (Colección: Artes y Humanidades)

    1. Curanderos - 2.- Medicina tradicional - 3. Hechicería - 4. Inquisición - 5. Cartagena (Colombia) - 6. Historia - 7. Siglo XVII

    986.114 cd 22 ed.

    N321

    Universidad del Valle - Biblioteca Mario Carvajal

    Universidad del Valle

    Programa Editorial

    Título:El arte de curar en Cartagena de Indias siglo XVII. Diego López y Paula de Eguiluz, sanadores de castas

    Autora: María Cristina Navarrete

    ISBN: 978-628-7500-78-5

    ISBN-PDF: 978-628-7500-79-2

    ISBN-EPUB: 978-628-7500-80-8

    DOI: 10.25100/PEU.7500785

    Colección: Artes y Humanidades-Historia

    Primera edición

    Rector de la Universidad del Valle: Édgar Varela Barrios

    Vicerrector de Investigaciones: Héctor Cadavid Ramírez

    Director del Programa Editorial: Francisco Ramírez Potes

    © Universidad del Valle

    © María Cristina Navarrete

    Diseño de carátula: Ingrid Vanessa Donneys Embus

    Diagramación: Alaidy Salguero Sabogal

    Corrección de estilo: Luz Stella Grisales Herrera

    _______

    Este libro, o parte de él, no puede ser reproducido por ningún medio sin autorización escrita de la Universidad del Valle.

    El contenido de esta obra corresponde al derecho de expresión del autor y no compromete el pensamiento institucional de la Universidad del Valle, ni genera responsabilidad frente a terceros. El autor es el responsable del respeto a los derechos de autor y del material contenido en la publicación, razón por la cual la Universidad no puede asumir ninguna responsabilidad en caso de omisiones o errores.

    Cali, Colombia, octubre de 2021

    Diseño epub:

    Hipertexto – Netizen Digital Solutions

    CONTENIDO

    VINDICACIÓN DE UNA DEDICATORIA

    DIEGO LÓPEZ Y PAULA DE EGUILUZ, SANADORES DE CASTAS

    CARTAGENA: UNA CIUDAD MERCANTIL

    CARTAGENA: UNA CIUDAD DE CASTAS

    LA CIRUGÍA COMO ARTE MANUAL

    LA INQUISICIÓN, LAS ARTES MÁGICAS Y LAS CASTAS

    PAULA DE EGUILUZ, CURANDERA DE CASTAS DE ANCESTRO AFRO

    CONCLUSIONES

    REFERENCIAS

    NOTAS AL PIE

    Dedico este libro a la memoria del profesor

    Augusto Díaz Saldaña (q.e.p.d).

    Aprendí de él enseñanzas sobre la africanidad, acrecentó en mí el interés por lo afro en tiempos coloniales y tuvo la paciencia de leer una de mis primeras investigaciones. Lo recuerdo con gratitud.

    VINDICACIÓN DE UNA DEDICATORIA

    El último libro de la profesora María Cristina Navarrete Peláez, titulado El arte de curar en Cartagena de Indias siglo XVII: Diego López y Paula de Eguiluz, sanadores de castas, lleva una dedicatoria, muy expresiva, en la que podemos leer: Dedico este libro a la memoria del profesor Augusto Diaz Saldaña, aprendí de él las enseñanzas sobre la africanidad, acrecentó en mí el interés por lo afro en tiempos coloniales y tuvo la paciencia de leer una de mis primeras investigaciones. Lo recuerdo con gratitud. Cuando la profesora María Cristina me llamó y me dijo que el libro estaba dedicado a mi hermano y me solicitó que escribiera la presentación del libro, le manifesté que mis intereses académicos no estaban orientados hacia la historia social y cultural de la América colonial, pero que sí podría escribir unas pocas líneas de agradecimiento por la dedicatoria, anotando, quizás al margen de las páginas, algunas preocupaciones que Augusto manifestó a lo largo de su vida existencial y académica, y que están íntimamente relacionadas con los planteamientos y argumentos que se construyen en el texto; le dije que se trataba, entonces, de vindicar su dedicatoria, de traer al presente a través de la letra, de la escritura, la memoria, pues en el devenir del tiempo llega el olvido.

    Uno de los aspectos importantes que se desprende de nuestra historia es el entendimiento del lugar que juega lo afro en lo que somos como nación; las enseñanzas sobre la africanidad son determinantes al momento de abordar los estudios histórico-culturales, no solamente en el presente sino también del pasado. Ese foco de atención ha orientado desde hace varias décadas el trabajo de investigación de la profesora María Cristina Navarrete, baste citar su obra Prácticas religiosas de los negros en la Colonia: Cartagena siglo XVII, publicada en 1995. Lo hispano, lo afro y lo indígena se afirman y se configuran como elementos importantes para entender el problema de la identidad nacional pero al mismo tiempo son parte del tejido, de la urdimbre del sincretismo cultural. Gracias al profesor Augusto quien me orientó al estudio de la obra de Fernando Ortiz, al conocimiento del sincretismo de la religiones afro cubanas. De igual manera, en esas conversaciones con Augusto, pues hacían gala del arte de conversar como una de las actividades más fructíferas del espíritu, afirmaban el significado de los aportes de Leopoldo Senghor contra la colonización de África y la necesidad de mirar la tradición identitaria de los negros africanos enajenada por los colonizadores.

    En esos diálogos también relucía el examen sobre el canon, el contexto de su definición, el marco conceptual de aquellos patrones de pensamiento y acción que determinan la validez y el sentido del quehacer humano; se afirmaban en los límites de la reconstrucciones históricas, de la crítica la universalidad de un logos, de una razón trascendental ahistórica; por el contrario, consideraban la existencia de distintas racionalidades que, de una u otra manera, se anclan en el pasado de las colectividades, en sus hábitos, costumbres y hacen parte de sus cosmovisiones. En esa línea de reflexión filosófica relievaban la importancia de las narraciones alejadas del etnocentrismo, y de la necesidad de la polifonía, escuchar las voces de distintos grupos, especialmente subalternos, no anclados en el poder de la institucionalidad oficial. Este método, este camino, tiene mayor importancia cuando se trata de investigar históricamente las condiciones de existencia de poblaciones excluidas y particularmente de la africanidad. Charlábamos con el maestro Augusto —nos dice la profesora María Cristina Navarrete— de cómo el etnocentrismo es excluyente y no permite una reconstrucción compleja de la historia. Se hace manifiesta, también, en la última obra de la profesora, esa manera de concebir el trabajo del historiador o la historiadora, orientado a una crítica al reduccionismo, pues este guía la reconstrucción histórica; a la tarea de escavar en unos testimonios, en unos archivos o documentos, dándole la palabra, en la narración, a unas voces, excluyendo a otras, invisibilizando, entonces, intencional o ideológicamente el pensar y sentir del otro.

    En su investigación sobre El arte de sanar en Cartagena de Indias siglo XVII, la profesora María Cristina Navarrete examina las condiciones materiales, económicas y sociales, mostrando el lugar que jugaba esta ciudad mercantil tanto para el comercio de artículos como de esclavizados, inscribiéndose, sin duda, en la historia de la Nueva Granada y de nuestra nación. Estos aspectos, refiere la autora, fueron tema de diálogo continuo, pero también se insistió en la importancia de la investigación de la superestructura, para utilizar un término que con frecuencia clarificaba Augusto, conocedor del aporte de Karl Marx al estudio de la historia, orientado a desentrañar la lógica de las prácticas culturales. En esa línea de girar hacia la investigación histórica de la cultura, de las creencias, de las costumbres, el libro aborda el arte de curar, cuyo estudio está tejido por las tres culturas que se manifiestan en el Nuevo Reino, las cuales aportaron sus cosmovisiones diferenciadas. Dice la autora: Los nativos y africanos aportaron su cultura mágica chamánica, simbólica y ritual; los españoles proporcionaron sus principios de superstición, brujería y adivinación, y elementos mágicos-médicos. La exégesis diabólica de la brujería es cristiana. El aspecto satánico es europeo y apareció en la Edad Media. En ese marco de preocupaciones intelectuales, Augusto señalaba, en el diálogo, la importancia de estudiar Lo sagrado y lo profano de Mircea Eliade, igualmente el texto clásico Historia del satanismo y la brujería de Jules Michelet, orientación que la profesora María Cristina Navarrete agradecería con mucha gratitud, pues mostraba una ruta de argumentación en el estudio del arte de sanar en la Cartagena de Indias en el siglo XVII.

    La narración del Arte de curar tiene como objetivo el desempeño, en las artes médicas, de Diego López, mulato cirujano, y Paula de Eguiluz, curandera de ancestros afros. En el relato vivimos una serie de momentos que expresan la complejidad de esas prácticas en la Cartagena del siglo XVII, la importancia del pensamiento mágico, el poder de la Inquisición como control religioso, social y político que persigue y sanciona todo pensamiento o práctica como herejía, dictado desde su canon. En esas condiciones las actividades de López y de Eguiluz fueron negadas, sancionadas y perseguidas desde una concepción hegemónica del poder y del saber, consideradas como brujería, género de herejía. Baste señalar una coincidencia histórica, pues en el año 1633 fueron condenados

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