Engaños Que Matan

Por Abraham Santiago

Hago esta pequeña reseña para aquellos de ustedes que quizás hayan tenido una experiencia similar a la mía con algún tipo de sueño o alguna idea que puedan considerar que se pueda plasmar en un libro, no se sientan intimidados por ustedes mismos ni por nadie más que quiera limitar la capacidad que puedas tener, quiero que sepas que no tienes que ser escritor profesional, aquí lo que importa, más que nada, es la esencia de la idea, del contenido, de la historia.

Mi historia tiene un final donde se verá que no todo es lo que parece, que no debes basar tu juicio en calumnias o comentarios hasta averiguar, oír y conocer lo más mínimo, hasta rascar lo último del fondo, pues podría ser que al rascar lo último del fondo te encuentres con esa minúscula partícula que arroje la luz necesaria a un evento, conflicto, disputa, riña, discusión, pelea, supuesto maltrato o supuesto crimen que esté en tela de juicio, en todos los casos siempre es el mismo resultado, la verdad libera, más la mentira esclaviza.

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I make this small review for those of you who may have had a similar experience to mine with some kind of dream or an idea that you can consider that can be reflected in a book, do not feel intimidated by yourself or by anyone else you want limit the capacity you may have, I want you to know that you do not have to be a professional writer, here what matters, more than anything, is the essence of the idea, the content, the story.

My story has an ending where it will be seen that not everything is what it seems, that you should not base your judgment on slander or comments until you find out, hear and know the least, until you scratch the bottom of the bottom, because it could be that when you scratch it last in the background you find that tiny particle that sheds the necessary light to an event, conflict, dispute, quarrel, argument, fight, alleged abuse or alleged crime that is in question, in all cases it is always the same result, the truth sets us free, but lies enslave us.

• Idioma: Español
• Editorial: Page Publishing, Inc.
• Fecha de lanzamiento: 9 dic 2020
• ISBN: 9781643347714

Vista previa del libro

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Engaños

que

matan

Abraham Santiago

Derechos de autor © 2020 Abraham Santiago

Todos los derechos reservados

Primera Edición

PAGE PUBLISHING, INC.

Conneaut Lake, PA

Primera publicación original de Page Publishing 2020

ISBN 978-1-64334-769-1 (Versión Impresa)

ISBN 978-1-64334-771-4 (Versión electrónica)

Libro impreso en Los Estados Unidos de América

Esta historia es ficticia, pero refleja una verdad que se repite muy constantemente, que muchas personas que trabajan para mejorar la sociedad, muchas veces se olvidan que la primera familia que deben salvar y cuidar es la de ellos.

¡Que no te pase a ti!

Esta historia está dedicada a todas aquellas personas que, en algún momento de su vida, los han acusado injustamente, a todas las personas que están conscientes que dicen la verdad, pero no lo pueden demostrar, a todos aquellos que han perdido trabajos, amistades y hasta familiares debido a calumnias y comentarios dañinos. A ti que en algún momento te has preguntado si valió la pena mi buen actuar y te preguntas por qué tu vida esta boca abajo, quiero que sepas que cuando la intención en verdad fue de buena fe, fue tratando de hacer lo correcto, sepas que Dios tomará eso en cuenta y nunca te dará la espalda, quiero que sepas que, aunque de manera confusa o ilógica, Dios siempre encontrará la forma de rescatarte y reivindicarte. ¡Créeme! Yo he sido testigo en mí mismo de que Dios siempre cumple sus promesas.

Agradecimientos

Quiero agradecer a Dios antes que a nada o nadie, ya que Él se merece siempre toda la gloria y toda la honra.

Luego a Evelyn Brito quien es una querida amiga, que fue la persona que me motivó a escribir este libro.

A mis hijas que, de una u otra manera, siempre han sido motores inspiradores para tratar de acumular logros en mi vida y ser ejemplo para ellas.

Y también a ti querido lector, que has sido pieza clave de que este sueño se haya hecho realidad, ya que sin ti no tendría sentido escribir ninguna historia en un libro.

Y por último a Page Publishing, que ha sido la plataforma, el vehículo que me permitió y ayudó a mostrar y difundir mi historia.

Introducción

Las cosas no siempre son lo que parecen

¡Engaños que matan!

Esta historia trata sobre un sin número de eventos los cuales desencadenan todo tipo de comentarios afirmaciones de la ley, la comunidad, la religión, la ciencia y la familia.

El personaje principal de esta historia le pertenece a un padre muy cariñoso y amoroso, que hizo algo que él les decía a los demás que era incorrecto, sin embargo, él lo hizo a sabiendas y las consecuencias que este acto provoca que su vida empiece a hundirse y despedazarse, rodeado de un cúmulo de eventos, de incógnitas y preguntas sin respuestas.

Por una parte, está la familia de él, que no entiende ni comprende lo que está pasando, se divide y se vuelve un caos.

Por otra parte, están los vecinos, amigos, conocidos, compañeros de trabajo y demás, que empiezan a dar un sin número de opiniones y deducciones, que abarcan todo tipo de ideas y conclusiones, muchas de estas absurdas.

Es una trama sin precedentes que los mantendrá pegado de principio a fin, en donde se conjugan cosas y casos muy pocos oídos y visto en la historia de la humanidad, el final de esta historia será algo sin precedentes a tus ojos y oídos, al final de leerla dirás en tu mente que verdaderamente el escritor no exageraba al hablar de algo sin precedentes e inédito.

Observación, al principio del segundo capítulo dejaré tres líneas en blanco para que tú le pongas el nombre que quieras según tu imaginación.

He aquí mi historia: Engaños que matan.

1

El personaje misterioso

Un hombre, cuyo nombre es Felipe, cumple una condena de 30 años de cárcel y, luego, la pena de muerte. Tan solo le faltan 5 meses para ser ejecutado en la cámara de gas por haber embarazado a su hija y matado al novio de ella.

Recibe una visita de una persona anónima que se interesa en escuchar la historia de él. Cuando le comunican que tiene visita, él pregunta quién es, el carcelero le responde:

—Su nombre es Alberto, pero es la primera vez que lo veo en todos los años que ya llevas aquí. ¿Deseas ir o le digo que se vaya?

Felipe le pregunta:

—Pero él no te dijo ¿de dónde viene, quién lo envía, si es reportero o de la iglesia? Porque si es reportero o algún escritor por mí le puedes decir ahora mismo que se vaya.

El carcelero le responde y le dice:

—No lo sé, solo sé que su nombre es Alberto y desea hablar contigo.

Felipe hace un gesto como alguien que está indeciso y luego de 10 o 15 segundos dice:

—¡Ok! Déjame ver quién es este personaje misterioso.

Se dirige a la recesión de visitas con la incógnita de saber quién es esa persona, cuando llega que el carcelero le dice: ventana 5, Felipe empieza a caminar y, antes de llegar, clava su mirada en el rostro del visitante con la idea de reconocerlo, pero por más que busca en su mente algún rostro conocido no lo encuentra y, con la seguridad de no saber quién es este personaje, se sienta y, sin quitarle la vista, coge el teléfono que está del lado de los reos y lo primero que pregunta es:

—¿Quién es usted?

Ya que Felipe nunca lo había visto ni nunca había oído hablar de él. El visitante misterioso responde:

—No se preocupe por saber quién soy, soy alguien que desea ayudarlo, alguien que está interesado en escuchar su historia, contada de su propia boca, le he dado seguimiento a su caso hace varios años, y su caso ha captado mi atención, total, ¿qué puede perder con mi visita?—le dice el personaje misterioso de manera muy convincente a Felipe.

Felipe le responde al personaje misterioso que no le interesa ya hablar más sobre su caso, que ya está cansado de tantas preguntas, que ya está cansado de responder y decir lo mismo tantas veces y siempre obtener el mismo resultado: culpable, culpable, culpable, y le reitera con voz de derrota, con voz de resignación:

—Ya lo único que quiero es morir en paz, ya no quiero hablar más sobre mi caso con usted ni con nadie más, así que lo siento por usted, sea quien quiera que sea, así que puede irse por donde vino.

El personaje misterioso le dice al condenado:

—Antes de irme quiero decirle algo sobre usted. Si cuando yo termine de hablar todavía quiere que me vaya, me iré. Le dije que le he dado seguimiento a su caso, pero más que a su caso, le he dado seguimiento a su pasado, a quien fue usted, a lo que usted representaba, he hablado con muchas personas a las cuales usted ayudó, a las cuales usted, con sus palabras y la labor que usted hacía, les cambio sus vidas para mejor. Vine hablar con el hombre que fue y sé que todavía es, aunque usted mismo no lo crea, vine hablar con el hombre que salvó muchas vidas, muchas familias, que rescató a delincuentes de las calles, vine a hablar con el hombre que Dios usó para hacer tantas cosas buenas, vine a hablar con el hombre de fe que fue y sé que todavía es, vine a hablar con el hombre de buen espíritu, no vine a hablar con el hombre preso de paredes y cadenas, yo vine a hablar con el hombre libre del alma, a la cual nunca podrán encerrar o encadenar.

Una vez, ya habiendo terminado el personaje misterioso de hablar, Felipe como que salió de una hipnosis y se sacudió la cabeza, abrió los ojos bien grandes y. luego de un momento de respirar profundo y dejar salir varias lágrimas de sus mejillas, pregunta de nuevo al personaje misterioso:

—¿Quién es usted? ¿Cómo se llama? ¿De dónde viene? ¿Quién lo envió?

El personaje misterioso le responde:

—No se preocupe por eso ahora, en su momento lo sabrá.

—¿Qué lo motiva a usted, que lo impulsa a usted, que lo mueve a usted venir hasta aquí a escuchar mi historia?—pregunta Felipe.

Responde el visitante:

—Soy abogado, he revisado su caso y me he dado cuenta de que ha perdido dos apelaciones a su condena a muerte y en ninguna de ellas usted se declara culpable, sabiendo que si usted se declara culpable habría posibilidades que dejen sin efecto la pena de muerte, esa actitud de su parte me ha llenado de mucha curiosidad y por esa razón estoy aquí. Yo quiero escuchar su historia, porque estoy seguro de que debe de haber algunas preguntas que, quizá, no le hicieron y algunas respuestas que,