Rosario Mohedano (43) mantiene una vida tranquila a pesar del tsunami que azota a su familia. Las revelaciones de su prima Rocío Carrasco sobre su madre, Rosa Benito, su padre, Amador Mohedano, e incluso sobre ella misma han desatado un fuerte temporal que no está siendo fácil capear y que, además, duele. Sin embargo, ella dice que “ha hecho callo”. Durante más de una década ha convivido con ataques de todo tipo y donde al principio hubo rabia e impotencia, ahora hay resignación y esperanza. “Hay que tener paciencia”, se repite como un mantra.
Justo el día en que su prima Rocío asegura que ha puesto en manos de sus abogados la opción de denunciar por lo penal a su madre, Rosa Benito, Rosario se sincera con SEMANA sobre cómo está viviendo estos momentos tan convulsos. Lo hace en una noche terrorífica, la que ha preparado el Parque de