Melanie "Los Ojos del Amor": MELANIE, #1

Por Wilian Arias

Melanie: Los ojos del amor.
Durante muchos años, la princesa Anahí ha vivido en armonía en el palacio, junto a sus padres, en un reinado de prosperidad y felicidad. Pero la curiosidad en el alma de la joven princesa Anahí del Ceibo la llevará a descubrir la puerta oculta del ático y adentrarse sin permiso en los profundos secretos que sus padres han escondido allí por años. Al hacerlo, la joven y bella princesa se encontrará de frente con un inframundo de vanidades y de atrocidades, donde la apariencia física supera en importancia a la belleza del alma. En este tétrico lugar, la heredera del trono se relacionará con criaturas y seres extraordinarios que buscarán no solamente ayudarla a escapar de allí, sino que también a redimirse a sí mismos y a restaurar el orden y armonía que se ha perdido en su mundo gobernado por la vanidad.
En esta travesía, la joven princesa también se reencontrará con el amor que alguna vez declaró, con quien compartió hermosos momentos de su niñez y de su juventud y quien; gracias al poder conferido por el sentimiento más puro y primordial, recorrerá oscuros pasajes, recónditos océanos y grandes calamidades para socorrerla.
La maldad y la vanidad se encontrarán de golpe, opondrán sus fuerzas, se enfrentarán en una batalla dura y grande y darán lugar a una épica lucha, antigua como el tiempo, y en que el amor jugará un papel importante para desequilibrar la balanza.
Acompaña a la princesa Anahí en su travesía épica, sé testigo de su cambio y de su capacidad de enfrentarse al mayor desafío que jamás pensó enfrentar en su vida..., ¡hasta ahora!

• Idioma: Español
• Editorial: Wilian Arias
• Fecha de lanzamiento: 15 dic 2022
• ISBN: 9798215554111

Wilian Arias

Wilian Antonio Arias nació en el municipio de El Sauce, en el salvadoreño departamento de La Unión, en 1987. Aunque en un principio se estableció en Washington, D.C., y Virginia, actualmente radica en el Estado de Los Ángeles, California. No hay duda que Arias añora el lugar donde tiene sus raíces: San Juan Galares; ya que todas sus novelas y cuentos giran alrededor de hechos —algunos reales y otros producto de la imaginación— que suceden en los sitios que fueron parte de su vida: ríos, haciendas, caballos, vacas y todo tipo de animales domésticos que son parte del quehacer diario en los hogares campesinos de los países latinoamericanos, en especial en el oriente su país. Arias solo logró finalizar sus estudios de secundaria (bachillerato) para emprender junto a su madre el viaje con rumbo Norte. Su travesía por Guatemala y México hasta llegar a Estados Unidos estuvo llena de todo tipo de obstáculos, como sucede con la mayoría de inmigrantes. Pero también ha sido un obstáculo su adaptación a una cultura diferente. Sin embargo, a pesar de la dureza de los cambios, Arias encontró el ambiente perfecto para desarrollar sus dotes de escritor autodidacta, que lo practica desde que era un niño. Hasta la fecha el joven autor ha escrito seis libros que han sido publicados por la editorial Palibrio, SHARED PEN Edition y FT Editores § Sherezade Martinez.

Vista previa del libro

Entendiendo a Melanie

La obra que te dispones a leer, narrada por el escritor salvadoreño Wilian Arias, nos presenta una historia que contiene arquetipos que nos hablan acerca del comportamiento humano, y que pretende entregar un mensaje y enseñanza universal acerca de nosotros mismos, con elementos narrativos fluidos y con una historia entrañable que nos sumergirá en un mundo de fantasía; con notas de realismo y algunos aspectos de la mitología local del autor, retratando sus personajes de manera sencilla, pero elegante.

Los personajes de la presente obra se complementan bien y, con sus acciones y reacciones, le otorgan fluidez al texto, que te llevará por una travesía entre dos mundos mágicos, pero que tienen componentes que los hacen humanos y verdaderos, con características de su personalidad y con aspectos que los aterrizan a una realidad mágica que se vivirá entre dos mundos.

La presente obra pertenece a una saga de cuatro libros, de los cuales éste es el primero, y en los volúmenes sucesivos el autor Wilian A. Arias nos entrega elementos que cierran círculos y que completan el viaje personal de cada uno de los personajes aquí presentados, y que, por lo tanto, dan una continuidad a la obra Melanie, los ojos del amor.

El entendimiento de las circunstancias que provocan las acciones de los personajes es crucial para comprenderlos, pero por sobre todo el actuar de Melanie Malvista, y su entorno completo es una alegoría nuestro propio comportamiento, tan humano, que muchas veces nos rodeamos de lo que queremos, pero no de lo que necesitamos.

§

Érase una vez

El show de Estrella

E

n un rincón de las tierras centroamericanas, existió un lugar conocido como el Reino Flor del Ceibo. Ahí había un bosque mágico, oculto entre las montañas, rodeado de cascadas fluviales, ríos majestuosos, apacibles lagos, soberbios volcanes, mares pacíficos y cielos de púrpura y oro, donde los animales y los seres humanos vivían en gran armonía.

En el bosque, vivían una zarzal llamada Estrella, quien siempre había soñado ser una presentadora de shows de televisión, y una paloma muy encantadora, llamada Miel, cuyo talento para contar historias nunca había sido descubierto, hasta que un día, por seguirle sus juegos a la zarzal, decidió contar su primera historia, la que la convirtió en un ícono famoso de las montañas centroamericanas. El club de fans de Estrella y Miel estaba formado por tres insectos: un gusano, una esperancita y un grillo, que eran habladores y preguntones. Los intrépidos animalitos se reunieron en un árbol de las montañas del Ceibo para hacer de las suyas con sus juegos.

Estrella estaba preparada, como toda una presentadora de shows de televisión en medio de su presentación más importante.

—¡Hola, hola! Soy una zarzal, una espectacular y brillante ave. Mi nombre es Estrella..., que en inglés se dice star... ¡Ay, bueno! Como en toda historia, hay alguien como yo: Única, divina y especial. Los ojos son el reflejo del alma, así que vean los míos y aprécienlos, ahora que pueden hacerlo gratis, porque cuando sea famosa, pagarán solo por mirarlos —canturreó, con delirios de famosa.

Mientras tanto, la paloma que se acercaba en veloz vuelo, se posó sobre la misma rama, agitando sus alas.

—¡Ay no, qué pereza con usted! ¿Otra vez jugando a la súper estrella? Usted es una estrella sin brillo. Una estrella bien estrellada.

—Pronto seré una estrella con luz propia. Brillaré en las alturas y no te daré la hora. ¿Me oíste, miel amarga? —respondió Estrella a los dimes y diretes de Miel.

La paloma Miel disimuló las ganas de burlarse, sin mucho resultado.

—Sí, claro..., tú serás luz, pero en las tinieblas del más allá y eso será algún día, pues muchos esperan que ese momento llegue.

—¡Cállate, Mile de Abeja!

—Mi nombre no es Mile..., es Miel. Soy la dulce Miel de abeja —replicó molesta.

—¡Ya lo sé! —contestó Estrella, ignorando su molestia—. Pero..., ¿qué tal si jugamos a que yo soy una presentadora de televisión y que tú eres una famosa escritora centroamericana? Te entrevistaré y nos contarás un bello cuento que deleite a mi gran público, ¿te parece? —agregó Estrella, abriendo una de sus alas y apuntando a los insectos que las veían con atención.

A Miel, esta proposición le pareció divertida y, la verdad, un poco ridícula.

—¡Ay ya, por favor! ¿Quién querría escuchar tu horrible voz? Nadie desea oír tus espantosos cánticos... ¡Pareces Búa Bubu en América!

—¡Por favor! Anda, di que sí. Te prometo que de aquí irás directo al estrellato —suplicó Estrella.

Miel imaginó, durante un corto sueño, su llegada al bosque por una alfombra roja, donde las aves comunicativas acaparaban su atención entre entrevistas y fotos, y se enrojeció. Al cabo de unos segundos agitó su cabeza y volvió a la realidad.

—Está bien..., todo sea por la fama. Ojalá llegue a ser estrella y no estrellada..., como tú, querida.

La zarzal voló de arriba abajo sobre la rama, muy feliz de tener una invitada a su primer show.

—Mi lema será «sueña sin fin», porque un sueño debe morir cuando se hace realidad —cantó estrella.

—No me haré de rogar, eso porque me agarraste de buenas. Pero aprovéchame ahora que ando fácil. Te ayudaré, pero también tengo mi lema... «La pluma habla por mí».

—Lo sabía, eres brillante y como brillas, asimismo tu estrella brillará en la inmensidad de este bosque —animó Estrella, buscando entusiasmarla aún más.

—¡Ay, sí!... ¡Cómo no! ¿Qué fue lo que dijiste? ¿Miel nació ayer, y ahora le meto las plumas a la boca? Como si fuera un mueble viejo que limpias con tu horrendo plumero. No, niña. Mira, te seguiré el juego porque soy buena y tengo un corazón melosito —refutó Miel, con mirada seria.

—Y también porque eres tierna y solidaria —aduló Estrella.

—Así es.

—Además, eres cariñosa y respetuosa.

—También por eso —respondió Miel, abriendo sus enormes y preciosas alas, mientras se pavoneaba felizmente.

La zarzal quería seguir llenando de adulaciones a su amiga, pero Miel reaccionó enfadada de seguirle la corriente a su amiga.

—Ya no más mentiras. Si dices una cosa más, me dará una jaqueca terrible.

Estrella se detuvo a pensar, no dejó que Miel se marchara y comenzó a gritar, pidiendo una y otra cosa para iniciar con su ambicionado proyecto.

—Bueno, preparen el maquillaje, el vestuario, los camarógrafos. Pero, no tengo nada, ¿verdad? Ahora haremos el programa al aire libre —canturreó Estrella, nerviosa, para luego comenzar a dar un comunicado hacia la comunidad animal del bosque—. ¡Atención!... ¡Atención!... Animales de todas las clases existentes en estas montañas, espectaculares y divinos, únanse a nosotros. En un momento vamos a transmitir en exclusiva la entrevista de una estrella que alza vuelo en el mundo de la fama, su nombre es Dulce Miel de Abeja, la paloma más dulce del Reino Flor del Ceibo y de todas estas montañas, la diva de las letras.

«¿Será que vendrán?», se preguntó la paloma, nerviosa. «Mejor rezo: Santa María madre de Dios, que tenga éxito hoy... ¡Oh!, San Gabriel del riel, que mi nombre siempre sea Miel... ¡Oh!, San Ignacio, haz que pierda peso sin ir al gimnasio».

Al llamado se hicieron presentes solo tres pequeños insectos. Ante la concurrencia, Estrella estaba muy emocionada, sin embargo, la paloma estaba muy apenada.

—¡Por favor! Que alguien me dé una pluma con filo, necesito poner fin a mi vida, por la vergüenza de ver este público de tres cosas horripilantes.

Estrella no hizo caso alguno a las quejas de su amiga, y mientras continuaba vitoreando por su show.

—¡Público, mi fiel público! ¿Son un público? Pues sí, son tres insectos.

—Mira, chula, ya quisieras ser Búa Bubu en América. No eres la más popular presentadora de shows —dijo el grillo Rio burlándose de Estrella.

—Ni siquiera superas a la cobra Cristiani Sarabia, con su show «Chismosas de Hoy» —renegó Esplendita, una esperancita.

—Mucho menos llegas a