Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

La omnipresencia de la corrupción. Concilium 358 (2014): Concilium 358/ Artículo 2 EPUB
La omnipresencia de la corrupción. Concilium 358 (2014): Concilium 358/ Artículo 2 EPUB
La omnipresencia de la corrupción. Concilium 358 (2014): Concilium 358/ Artículo 2 EPUB
Libro electrónico65 páginas48 minutos

La omnipresencia de la corrupción. Concilium 358 (2014): Concilium 358/ Artículo 2 EPUB

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Se examina brevemente el carácter moral de la corrupción, distinguiendo el soborno de los regalos moralmente aceptables como expresión de reciprocidad, e identificando la necesidad de que los agentes económicos asuman la responsabilidad moral de organizaciones a las que no pertenecen. Han hecho sus progresos las medidas de los gobiernos para reducir la corrupción, como, por ejemplo, el tratado de Naciones Unidas y las leyes nacionales que declaran ilegal el soborno de un Gobierno extranjero. Los recientes esfuerzos realizados por la Iglesia católica también son esperanzadores. No obstante, la lacra de la corrupción sigue presente en todas las naciones del mundo.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento10 oct 2014
ISBN9788490730805
La omnipresencia de la corrupción. Concilium 358 (2014): Concilium 358/ Artículo 2 EPUB

Relacionado con La omnipresencia de la corrupción. Concilium 358 (2014)

Títulos en esta serie (88)

Ver más

Libros electrónicos relacionados

Cristianismo para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para La omnipresencia de la corrupción. Concilium 358 (2014)

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    La omnipresencia de la corrupción. Concilium 358 (2014) - Daniel K. Finn

    cubierta.jpeg

    Finn, Daniel K.,

    «La omnipresencia de la corrupción»,

    Concilium, noviembre 2014, nº 358, pp. 21-33.

    Trad. del inglés: José Pérez Escobar

    Este artículo forma parte del nº 358 de la revista Concilium

    358

    UBICUIDAD DE LA CORRUPCIÓN

    Regina Ammicht Quinn, Luiz Carlos Susin y Lisa Sowle Cahill (eds.)

    Concilium se publica en coproducción por los siguientes editores:

    SCM-CANTERBURY PRESS/Londres-Inglaterra

    MATTHIAS-GRÜNEWALD-VERLAG/DER SCHWABENVERLAG/Ostfildern-Alemania

    EDITRICE QUERINIANA/Brescia-Italia

    EDITORA VOZES/Petrópolis-Brasil

    EX LIBRIS AND SYNOPSIS/Rijeka-Croacia

    © INTERNATIONAL ASSOCIATION OF CONCILIAR THEOLOGY Y EDITORIAL VERBO DIVINO, 2008

    ISBN (DE ESTE ARTÍCULO DIGITAL): 978-84-9073-080-5

    Reservados todos los derechos. Nada de lo contenido en la presente publicación podrá ser difundido, reproducido y/o publicado mediante impresión, copia fotográfica o digital, microfilme, o en cualquier otra forma, sin el previo consentimiento por escrito de la International Association of Conciliar Theology, Madras (India) y de Editorial Verbo Divino.

    ÍNDICE

    Créditos

    Daniel K. Finn: La omnipresencia de la corrupción

    Anexos

    Contenido de Concilium 358

    Regina Ammicht Quinn, Luiz Carlos Susin y Lisa Sowle Cahill: Editorial

    Foro teológico

    Anthony Egan: ¿Qué habría faltado en mi vida y mi obra sin Mandela?

    Sarojini Nadar: Intersección de libertades: reflexiones sobre el legado de Mandela

    Maria Clara Bingemer: João Batista Libânio, S.J. (19/2/1932 – 30/1/2014)

    Susan A. Ross: David Noel Power, O.M.I. (14/12/1932 – 19/06/2014)

    Suscripción

    Daniel K. Finn *

    LA OMNIPRESENCIA DE LA CORRUPCIÓN

    Se examina brevemente el carácter moral de la corrupción, distinguiendo el soborno de los regalos moralmente aceptables como expresión de reciprocidad, e identificando la necesidad de que los agentes económicos asuman la responsabilidad moral de organizaciones a las que no pertenecen. Han hecho sus progresos las medidas de los gobiernos para reducir la corrupción, como, por ejemplo, el tratado de Naciones Unidas y las leyes nacionales que declaran ilegal el soborno de un Gobierno extranjero. Los recientes esfuerzos realizados por la Iglesia católica también son esperanzadores. No obstante, la lacra de la corrupción sigue presente en todas las naciones del mundo.

    Hace ya varios años, partía de Guatemala un viernes por la mañana cuando los periódicos contaban a toda página la historia de un rico terrateniente que había sido secuestrado unos días antes. Estos secuestros para pedir un rescate ocurren allí tan a menudo que nadie se sorprendió de la noticia, pero en esta ocasión las cosas eran diferentes. La víctima tenía 41 años y, de algún modo, logró escapar de sus secuestradores unas pocas horas después. Regresó a su casa e informó del delito a la policía, que mandó a investigar el incidente a los mismos tres hombres que le habían secuestrado esa mañana, solo que entonces vestían de uniforme.

    Este hombre tenía conexiones, conocía al presidente del Tribunal Supremo, y su historia salió publicada en primera página. Pregunté a varias personas qué pensaban de estos sucesos y la respuesta común fue encogerse de hombros. Todos sabían que no se realizaría un juicio, sino que se impondría la impunidad.

    En su estudio monumental Bribes, The Intellectual History of a Moral Idea [Los sobornos. La historia intelectual de una idea moral], John T. Noonan afirma claramente que el problema de la corrupción de los cargos públicos tiene una gran antigüedad; aparece documentado en tablas de piedra encontradas en Egipto y en el Próximo Oriente de hace cuatro milenios¹. Y actualmente no hay nación que esté libre de este azote. Los presidentes de las naciones usan el dinero público para construir casas privadas y compran terrenos en los que curiosamente un año después el Gobierno nacional aprueba la construcción de una autopista². Las mujeres del área de maternidad tienen que pagar el salario de una semana a enfermeros y doctores para ver a sus recién nacidos³. La policía para a los taxistas, que se ven obligados a pagarles un pequeño soborno o a aguantar dos horas de interrogatorio. Los legisladores dan carta blanca y privilegios a los ricos que les proporcionan grandes donaciones para sus campañas políticas.

    En nuestro artículo estudiaremos las formas y el carácter moral de la corrupción generalizada, ofreceremos otro punto de vista sobre los

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1