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La terapéutica del lenguaje infantil: Una mirada clínica
La terapéutica del lenguaje infantil: Una mirada clínica
La terapéutica del lenguaje infantil: Una mirada clínica
Libro electrónico179 páginas2 horas

La terapéutica del lenguaje infantil: Una mirada clínica

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El recorrido que nuestra práctica clínica fue teniendo en estos últimos años fue el producto de cuestionamientos que la misma clínica nos arrojaba. El poder escucharlos e intentar abrir las preguntas sobre aquello que no cerraba con una lineal explicación de alguno de sus aspectos, hizo posible esta construcción.
Así, la clínica de los problemas en el lenguaje empezó a arrojar preguntas: ¿Por qué muchos niños con problemas en el lenguaje no pueden jugar? ¿Por qué algunos sonidos de la lengua no ingresan en el sistema que ya posee el niño? ¿Por qué en algunos niños el lenguaje los roza, pero no los toma?
Las preguntas fueron muchas, pero una aparece en el centro de la escena, permitiéndonos una conceptualización más abarcativa: ¿qué es el lenguaje? ¿Qué le pasa a un niño cuando no puede adquirir el lenguaje, quién es ese niño, qué concepción de niño poseemos para pensarlo en esta apropiación?
La complejidad de la apropiación del lenguaje, nos coloca en todo momento en un doble anclaje: el lugar subjetivado desde donde se posibilitará un hablante, y las articulaciones de los subsistemas que coexisten en la lengua, de los que cada niño debe apropiarse.
Tomar esta posición teórica nos lleva a intentar delinear en el marco de la interdisciplina, los bordes de la terapéutica del lenguaje, introduciéndonos en el difícil campo de la subjetividad y con él, en el de la enunciación, soportando el saber que en cada pieza lingüística que conocemos como implante de lo enunciativo, se juega lo lingüístico y lo subjetivo en forma absolutamente imbrincada.
Los síntomas tienen, con esta mirada, una significación que hace hiancia, que no se cierra, que se arma en ese momento, desterrando el sentido directo, la significancia cerrada. Eso que se produce tiene soporte en su existencia.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento19 ago 2022
ISBN9789874832740
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    La terapéutica del lenguaje infantil - Noemi Giuliani

    Imagen de portada

    La Terapéutica del lenguaje infantil: una mirada clínica

    La Terapéutica del lenguaje infantil:

    una mirada clínica

    Lic. Noemí Giuliani

    Table of Contents

    Portadilla

    Legales

    Capítulo 1: La terapéutica del lenguaje: una posición en su clínica

    Capítulo 2: El lenguaje desde un punto de vista estructuralista

    Capítulo 3: Subjetividad en el lenguaje

    Capítulo 4: Funciones del lenguaje- condiciones de implantación- apropiación de subsistemas

    Capítulo 5: Sistema semántico: construyendo un sentido

    Capítulo 6: Figuras retóricas: su uso en la terapéutica del lenguaje

    Capítulo 7: Síntomas lingüísticos: su inclusión en esta mirada clínica

    La clínica del lenguaje

    Capítulo 8: Luciana: cuerpo y lenguaje

    Capítulo 9: Lucía: qué dice tu silencio?

    Capítulo 10: Quesibañi: un neologismo?

    Capítulo 11: Haciendo espacio en el decir de un niño autista

    Ampliando Horizontes

    Capítulo 12: Comunicación aumentativa- alternativa

    Capítulo 13: Haciendo interdisciplina

    A modo de cierre

    Bibliografía

    La terapéutica del lenguaje infantil: una mirada clínica Noemí Giuliani

    Dirección editorial: Marcela Pereira

    Diseño de tapa: Adriana Llano

    © Editorial Entreideas

    www.editorialentreideas.com.ar

    info@editorialentreideas.com.ar

    Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, en castellano o en cualquier otro idioma.

    Digitalización: Proyecto451

    La autora

    Noemí Giuliani

    Es Fonoaudióloga de la Universidad de Buenos Aires. Licenciada en Fonoaudiología en la Universidad del Museo Social Argentino. Realizó estudios de Lingüística y Psicoanálisis.

    Ex coordinadora del equipo de lenguaje de Fepi (Fundación para el Estudio de los Problemas de la Infancia). Pertenece, en la actualidad, al equipo de lenguaje y al equipo docente de esa institución. Supervisora de equipos de fonoaudiología de diversos hospitales de la Ciudad de Buenos Aires. Dicta cursos sobre problemas en la adquisición del lenguaje en ámbitos de educación y salud. Coordinadora de grupos de estudio sobre terapéutica del lenguaje.

    Autora de artículos publicados en revistas especializadas.

    Dedicada a la atención de niños con problemas en la adquisición del lenguaje.

    Contacto: giulianins@yahoo.com.ar

    A mis sobrinos, lugares de sentido.

    Y a Matías con quien, además, compartí la pasión por el lenguaje.

    Agradeciendo

    Cuando comencé a escribir este libro mucho pensé en para quién lo estaba haciendo, y apareció la imagen de mis discípulas que durante muchos años, compartieron, preguntaron y preguntan sobre esta forma de entender el lenguaje, y como consecuencia, su terapéutica. A ellas mi primer agradecimiento.

    Así que como primer sentido de esta escritura están ellas y ellos (aunque son menos) para estos primeros otros, quienes me acompañaron en esta construcción, la enriquecieron, la cuestionaron, la interpelaron.

    A quienes leyeron mis producciones y pudieron acompañar su escritura: Elsa Coriat, Catalina Massara, Alejandrina Greco, María de los Ángeles Suarez, Norma Filidoro, Claudia Sykuler.

    También para aquellos otros profesionales, que en el armado del riquísimo campo de la interdisciplina, me permiten el intercambio: psicopedagogos, psicomotricistas, psicoanalistas.

    Como mi segunda casa es FEPI (Fundación para el Estudio de los Problemas de la Infancia) tengo puestas ahí muchas horas, ideas, discusiones, intercambios, aprendizajes: por eso a todos mis compañeros también les dedico este libro, a los que hoy están y también a aquellos que no están en ella, porque buscaron otros lugares para seguir pensando. Mi especial mención a Fernando Baralo, por los años compartidos, por lo mucho que pensamos juntos.

    Mi especial agradecimiento al Equipo de lenguaje de Fepi, cuna de muchas conceptualizaciones, clínica amasada en el fragor de lo cotidiano. Especial mención a Celina Brinkworth, hoy coordinadora del equipo.

    A los que no están porque partieron pero están vivos en lo que dejaron: a mi querido Jorge Garbarz, Kinesiólogo-Psicomotricista, y a mi querido Dr.Owen Foster, Neuropediatra, que me permitió, con su simpleza, pensar cuestiones muy complejas.

    A quienes me siguen enseñando: a Alfredo Jerusalinsky, especialmente, con quien aprendí mucho, permitiéndome en una interpelación de saberes armar algo nuevo. Mucho sigo aprendiendo de él, de su volver a cuestionar lo ya determinado.

    A Elsa Coriat, de quien sigo aprendiendo, porque en su decir introduce los conceptos más profundos. Mi agradecimiento además por haberme acompañado en temas de la escritura.

    A Claudia Sykuler, psicomotricista, con quien aprendí a entender un poco más que lenguaje y cuerpo están absolutamente implicados uno en el otro. Agradezco su profundo respeto por nuestro trabajo interdisciplinario.

    A Norma Filidoro, psicopedagoga, con quien aprendo a leer otros textos, a entender la integración escolar de muchas maneras, metiéndonos en cada obstáculo con la pasión que nos caracteriza.

    A Patricia Enright con la que aprendo sobre los niños pequeños, por su pasión, por su mirada profunda.

    A Haydee Coriat, de quien aprendí que una buena clínica lleva tiempo, escucha, y entramado.

    A Stella Caniza de Páez, porque aprendí de ella que el tesón, la perseverancia, la resistencia, sirven.

    Por fuera de Fepi: a mi primer gran Maestra, Fonoaudióloga Juana Levín, quien me mostró un camino nuevo, mi profundo agradecimiento a ella. Está en muchos lugarcitos de lo pensado en estos años.

    A Liliana Cazenave, donde aprendí no sólo de la lectura sino de su generosidad y cuidado, en una mirada interdisciplianria que interroga.

    A los docentes, a los equipos de integración.

    A los servicios hospitalarios, que al permitirme supervisar sus materiales clínicos, le dieron a mi decir una escucha con sentido.

    Aunque no los nombre porque están en todo lo dicho, a los niños que me permitieron pensar algo de lo que les pasaba y les pasa, movida por el gran deseo de entender su lenguaje, su juego, sus producciones gráficas.

    A todos los niños que juegan, ríen, rompen, arman, hablan, gritan, miran en silencio, piden…y a los que nada de esto pueden hacer, para todos ellos, lo pensado.

    Prólogo

    La terapéutica del lenguaje infantil: una mirada clínica

    Este libro hacía falta.

    Le era necesario al universo interdisciplinario de los profesionales que trabajan en los problemas del desarrollo infantil, es decir, le era y le es necesario no sólo a los fonoaudiólogos y/o terapeutas del lenguaje, sino también a los psicoanalistas, psicopedagogos, psicomotricistas, psicólogos, musicoterapeutas, terapistas ocupacionales, pediatras…, en fin, todos aquellos que, de una manera u otra, trabajen en la clínica de niños – incluyendo aquí tanto a los bebés como a los niños pequeños.

    El hombre es un ser de lenguaje. Quiero decir con esto que las palabras son mucho más que el instrumento a través del cual, mal que bien, nos comunicamos; las palabras nos otorgan la existencia, nuestra existencia en tanto sujetos singulares, cada uno con su propio deseo.

    El lenguaje es atributo y condición de lo humano.

    El cachorrito humano, ese cuerpito vivo que sale a la luz viniendo desde las tibias tinieblas del vientre de su madre, deberá ser marcado primero por lo simbólico, por el significante, para poder después apropiarse de la lengua e ir armando su propio decir – …si todo va bien, claro.

    Dejándome deslizar por las ideas para ubicar qué quería transmitir en este prólogo, recordé inesperadamente una hermosa y divertida poesía española del siglo XVIII (1) que, cuando yo era niña, me recitaba mi mamá. Dice así:

    Admiróse un portugués

    de ver que en su tierna infancia

    todos los niños en Francia

    supiesen hablar francés.

    «Arte diabólica es»,

    dijo, torciendo el mostacho,

    «que para hablar en gabacho

    un fidalgo en Portugal

    llega a viejo y lo habla mal;

    y aquí lo parla un muchacho».

    Aunque le reconozcamos a estos versos una alta dosis de verdad, quienes trabajamos en clínica de niños bien sabemos que, en Francia, no todos los niños pueden hablar francés con la misma fluidez, y que pasa lo mismo en nuestro país con el español y en todos los países del mundo con sus respectivas lenguas. Porque no siempre todo va bien: hay niños que tienen dificultades para expresarse, otros que tienen dificultades incluso desde la elemental comprensión de lo que escuchan y hay algunos que, como se dice, ni siquiera están en la lengua.

    El oficio de terapeuta del lenguaje es imprescindible allí donde la cosa no anda; sin embargo, tal vez por su extrema complejidad, es una disciplina que ha tardado en alcanzar su madurez. Este libro le otorga su carta de ciudadanía. No es que nunca se haya escrito nada sobre el tema, al contrario, se ha escrito muchísimo, pero el trabajo de cada autor, en el mejor de los casos, tocaba un aspecto del problema.

    Es vasta la bibliografía a la que recurre Noemí Giuliani – Saussure, Jakobson, Benveniste, Foster, Ducrot, Kerbrat-Orechione, Jerusalinsky, Halliday, Caron, Oleron, K. Nelson, Agamben, Ducrot, Todorov, Ansermet, Aguado, Rapin, Narbona… y no he agotado la lista – pero lo más original es su articulación en una posición clínica que tanto respeta la lengua y sus leyes, como la subjetividad y el mínimo decir – hasta con un gesto o un único fonema – del niño en sus inicios.

    Tanto el nombre de todos estos autores como los títulos de los primeros siete capítulos nos remiten a la diversidad de puntos de vista que se articulan y aúnan en esta construcción teórico-clínica, que comenzó a gestarse a partir de una pregunta entre otras: ¿Por qué muchos niños con problemas en el lenguaje no pueden jugar?

    A continuación, los siguientes cuatro capítulos dedicados a casos y situaciones clínicas, que nos muestran la eficacia de esta operatoria en acción, que dejan claro la manera desde dónde y cómo proceder y por qué es necesario recurrir a tantas fuentes.

    Casi al final, un tema de nuestros días: la comunicación alternativa, su potencialidad en algunos casos específicos, pero también los graves riesgos de su uso indiscriminado. Y para concluir, un último capítulo sobre interdisciplina, que fue el punto del que partimos y que atraviesa todo lo que aquí se construye.

    Nuestra realidad cotidiana se despliega en un tiempo en el que nos encontramos con una insólita cantidad de niños pequeños con grandes problemas en su armado subjetivo. Como no podía ser de otra manera, todos ellos presentan un lenguaje extremadamente pobre y/o problemático, o directamente su ausencia. Casi automáticamente es habitual que se los derive a tratamiento en fonoaudiología. Bienvenida sea esa derivación siempre y cuando el (o la) fonoaudiólogo/a sepa que no es suficiente el saber de la fonoaudiología para trabajar con un niño pequeño o con cierto tipo de problemas de lenguaje incluso con un niño ya más grande.

    Recordaría aquí una hermosa y antigua expresión de la lengua: no se trata de soplar y hacer botellas.

    Y claro, mucho menos se trata de soplar y hacer palabra: la hipotonía en la motricidad de la musculatura oral, por ejemplo, jamás ha sido la causa de que un niño no se apropie del lenguaje. Por supuesto que la propia fonoaudiología no se limita a esto, pero a través de los relatos de colegas y de lo que nos cuentan los padres de nuestros pacientes, sabemos que perduran y están en boga sistemas de enseñar a hablar que casi garantizan que el pequeño no pueda llegar a tener una palabra propia. Que el niño utilice la palabra para decir lo suyo y no para repetir

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