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Cosmofeminismovital
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Libro electrónico331 páginas3 horas

Cosmofeminismovital

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Información de este libro electrónico

Vivir de otro modo es posible, necesario y urgente.

Cosmofeminismovital es el aullido del alma que nos invita a cuidar la vida que somos, construyéndonos desde el femenino universal. Descubriremos, escuchando la canción que cada noche canta la luna, que somos, con la Tierra, viajeros del universo.

IdiomaEspañol
EditorialCaligrama
Fecha de lanzamiento18 nov 2020
ISBN9788418369353
Cosmofeminismovital
Autor

Isabel María Aguilera Aragón

Isabel María Aguilera Aragón es psicóloga licenciada en la Universidad de Murcia (1998). Formada como psicoterapeuta en la Escuela Madrileña de Terapia Gestalt (1996). Estudia Axiología Formal y es entrenada en la práctica grupal con Alfonso Castro (2000). Profundiza en las Esencias Florales con los Dres. Ricardo Orozco y Luis Solana, y en el método de Unidad Esencial con Carmen Romanelli. Trabaja en clínica. Tras percatarse de la necesidad de transitar hacia otros modelos de vida, relación y convivencia con el medio natural, crea Tierra Virgen, un espacio abierto a la exploración del ser. «Soy, como todos, una persona en evolución, buscando y atreviéndome al cambio que cada trance me inspira. Y, más allá de sentirme ajena a cuanto me rodea, me manifiesto afectada por todo cuanto descubro.»

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    Cosmofeminismovital - Isabel María Aguilera Aragón

    Cosmofeminismovital

    Isabel María Aguilera Aragón

    Cosmofeminismovital

    Primera edición: 2020

    ISBN: 9788418435706

    ISBN eBook: 9788418369353

    © del texto:

    Isabel María Aguilera Aragón

    © del diseño de esta edición:

    Penguin Random House Grupo Editorial

    (Caligrama, 2020

    www.caligramaeditorial.com

    info@caligramaeditorial.com)

    Impreso en España – Printed in Spain

    Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos en la ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, ya sea electrónico o mecánico, el tratamiento informático, el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. Diríjase a info@caligramaeditorial.com si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.

    A los padres que me engendraron una noche de tormenta en las montañas de la España salvaje.

    A los abuelos que con dulzura me enseñaron el corazón y la bondad.

    A las hermanas con las que compartí aventuras secretas.

    A las hijas que me hicieron mujer.

    Al hombre con el que aprendo.

    A los maestros que me iluminaron en el camino.

    A todas las mujeres que parieron, paren y parirán la vida.

    Índice

    Introducción 13

    Parte I

    Pilares para un nuevo mundo

    Capítulo 1. Ser mujer 19

    1. Esencia femenina 20

    2. Descubrir a la hembra 23

    3. Sexo, energía y creatividad 26

    4. El misterio de la vida 29

    5. El útero sagrado 32

    6. Los cuidados del alma femenina 34

    7. Las necesidades básicas de las mujeres 37

    8. Construir una nueva sociedad 40

    9. Mujer universo 46

    10. La llamada maternal 46

    Capítulo 2. Maternidad 51

    1. Concepción 52

    2. Embarazo 57

    3. Nacimiento: Fin del primer viaje 78

    4. Recuperación 84

    Capítulo 3. Educación para una nueva era 95

    1. Los primeros años de vida 96

    2. La familia 103

    3. Los años escolares 105

    4. Profesores y compañeros 115

    5. El barrio y la comunidad 117

    6. Qué supone educar 119

    7. Transmisión de la cultura 122

    8. Un trabajo común 124

    9. Sabiduría intrínseca 125

    10. Aprender a vivir 127

    Parte II

    Hogar, salud y espiritualidad

    Capítulo 4. Construir el templo. Velar el hogar 133

    1. Hogar 134

    2. Economía 138

    3. Consumo consciente 140

    4. Decoración 142

    5. Higiene 143

    6. Cocina y alimentación 145

    7. Familia 149

    8. Oficios 150

    9. Arquitectura 151

    10. Ociosidad 153

    Capítulo 5. Salud, coherencia e integridad 157

    1. La cultura de la ansiedad 158

    2. Cambio en el estilo de vida y en los valores que este sustenta 159

    3. Familia humana 161

    4. Relaciones cara a cara 162

    5. Diversidad humana 163

    6. Coherencia 165

    7. Restaurar el punto de equilibrio 166

    8. Vida de malabarismo 167

    9. Factores vitales 169

    10. Conocimiento y consciencia 175

    Capítulo 6. Espiritualidad 179

    1. Recuperar, despertar y descubrir a dios 180

    2. Dios habita en la Tierra 183

    3. Evolución constante y continua 185

    4. Somos espíritu, somos energía 186

    5. Todos nacemos santos y puros, hasta que nos pervertimos 188

    6. Sexualidad sagrada 189

    7. Religión y espiritualidad 191

    8. Integrar espíritu y materia 193

    9. Espiritualidad, consciencia de ser y búsqueda de sentido 194

    10. Los niños y la espiritualidad 197

    Parte III

    Vías para una salud armónica

    Capítulo 7. Juego 203

    1. Sabiduría y placer de jugar 204

    2. Seres gozosos 206

    4. El juego más sencillo: caricias, cosquillas y besos 208

    5. Compañeros en el juego 208

    6. Cantar y bailar 210

    7. Contar historias 212

    8. Jugar 213

    9. El juego en el trabajo 214

    10. La vida es juego 215

    Capítulo 8. Creatividad 219

    1. La actividad de crear 220

    2. Energía y creatividad 221

    3. La creatividad en todo 222

    4. Descubrir la virtud personal 224

    5. Pequeños dioses 225

    6. La belleza de las manos creadoras 226

    7. Mente, corazón e instinto 227

    8. Un rincón y un tiempo para crear 228

    9. La locura del artista 229

    10. Artista-artesano 230

    Capítulo 9. Naturaleza 233

    1. Sagrada naturaleza humana 234

    2. Contacto con el mundo natural 235

    3. Energía 237

    4. Lo invisible 239

    5. Sentidos y percepción 240

    6. Señales de desgaste 241

    7. Buscar los lugares sagrados 244

    8. El vínculo con los elementos naturales 246

    9. Necesidad de espacio 248

    10. Aire y agua: elementos esenciales para la vida 249

    11. Silencio 250

    12. Los otros seres vivos 252

    13. Descanso y distensión 255

    14. Actividades al aire libre 256

    Parte IV

    Nacer y vivir

    Capítulo 10. Arquitectura personal para construir un nuevo mundo 261

    1. Planeta Tierra del Sistema Solar de la Vía Láctea 262

    2. Humanizar la vida en la tierra es naturalizar la vida humana 266

    3. El arte de edificarse 267

    Bibliografía interesante 273

    Introducción

    Ni quiero, ni puedo ser como los demás, vivir como los demás. Simplemente me parece una locura la vida moderna.

    Desde que nacemos hasta que morimos todo está preparado para que seamos sujetos pasivos e hiperadaptados a un sistema que nos invita a tener placeres infinitos en la medida en que formemos parte de su engranaje. No somos libres, pues no elegimos con libertad. No vivimos en función de lo que necesitamos. ¿Se puede llamar una sociedad sana a una sociedad que no decide libremente sobre sus necesidades? ¿Cómo se nos plantea el vivir? ¿Es fácil o doloroso? Para mí es algo complicado vivir al ritmo que me imponen. Podría, pero no quiero. En la medida en que me hago consciente puedo elegir. Yo no puedo ir a ese ritmo porque no es mi ritmo. Nadie nos dice que necesitamos descansar, ir más despacio, percibir con claridad nuestra situación personal para actuar con juicio. Existe una pérdida de criterio sobre lo que nos sirve y lo que nos daña. Es importante poseer un juicio claro sobre el valor de las cosas y las situaciones, pues a menudo rebasamos los límites, desgastándonos al no valorar las cosas en su justa medida. ¿Quién nos anima a descansar y a reflexionar antes de actuar?

    Los datos nos cuentan cómo cada vez es más habitual que la población consuma ansiolíticos o antidepresivos antes que bajarse de este circo excitante. ¡Esto es atroz! ¿Por qué tomamos como normal que cada vez más adolescentes sufran de depresión y se suiciden? ¡La promiscuidad está en todas partes! Es más fácil para los gobiernos, las instituciones o el sistema sanitario tener a la gente medicada que educar en la consciencia y en la salud.

    En este momento, ¿cuánta gente hay en crisis?, ¿cuánta preocupada por la deriva de las cosas en el mundo, en la política, la economía, la educación…? ¿Cuánta gente mal en cada casa guardando silencio?, ¿cuánta gente exhausta por vivir al ritmo que no puede, gente que navega en la pura inercia? ¿Cuánta gente joven sin esperanza, sin fe en el futuro venidero? ¿Cuánta gente desencantada? Pero también hay mucha gente rebelde en movimiento haciendo grandes pequeñas cosas.

    ¿Cuánto somos capaces de aguantar, de tolerar el malestar? Nos conformamos pensando que sentirnos mal es algo normal, cuando no lo es. No hemos venido a este mundo a sentirnos desgraciados, estamos aquí para contemplar, vivir y disfrutar este hermoso lugar.

    Hemos de cuidar a los hijos, educarlos, trabajar en las relaciones, manifestarnos mujeres desde nuestra esencia femenina, ya que como sociedad estamos hambrientos de afecto, desatendidos en nuestro cuerpo.

    Es necesario que cambiemos el cómo se nos presenta lo que hemos de vivir. Vivir de otro modo no es esperar a que los gobiernos cambien, a que la situación económica mejore, el cambio climático se revierta o podamos llegar a comprar la casa de nuestros sueños. Los sueños a menudo no son reales, quizá estén edulcorados, puede que carezcan de sentido, incluso que no sean nuestros, sino de otros. Revisemos nuestros sueños porque de ahí parte todo. Deseamos un tipo de vida y la perseguimos, sin darnos cuenta de cómo la vamos dejando pasar en cada acto.

    Vivamos siendo conscientes y guiados por la vida misma, sabiendo lo importante y bueno que es compartirla. Es necesario buscar otro ritmo, el ritmo de la naturaleza. Vivir bajo otra mirada, la mirada del ser profundo que nos habita y que anhela poder desplegarse y abrazar esa naturaleza a la que pertenece. Lo veríamos más claro si todos vistiésemos una camisa de fuerza que nos hiciera vivir estrechos, comprimidos, sin poder movernos o expresarnos, acumularíamos una rabia explosiva. Es así cuando no eres ni te conduces libre. Mucha gente de mundo que ha vivido y ha viajado, y que ocupa cargos de responsabilidad, desconoce los secretos profundos de la vida. Es así porque solemos vivir en la superficie. Por ello, necesitamos la contención, la valoración y el juicio. Viviendo vidas asociales, antinaturales, nos desconectamos, creyendo que somos algo aparte. Pero no podemos vivir contra la naturaleza que somos. Ese es el error.

    Las hembras, que hemos parido la vida desde antaño, necesitamos conocer ese valor, el de la vida. Y juntas, entre cantos y bailes, alzar la voz y unir la fuerza que frene la violencia a la que en tantas partes del planeta somos sometidas. La única salvación es comprender esto. Es simple. No es cuestión de lo que le quede de vida o de vivo al planeta. Es cuestión de en dónde y de qué manera nos situemos. Necesitamos cambiar por necesidad de la propia vida. Es la invitación.

    La inteligencia natural no es un invento actual, pero sí la preocupación. Muchos hemos sido sensibles desde siempre. Y ahora los jóvenes que han nacido y crecido en crisis social y natural es normal que quieran salir a la calle. Necesitan saber que habrá cambios, muchos y grandes. Pero eso no significa que la vida no pueda continuar. La vida cambia, se transforma. Nosotros hemos de observar y adaptarnos entorpeciendo lo menos posible. La vida podría ser vida sin nosotros, no al revés. Nosotros no podemos vivir sin vida, sin agua, sin bosques. El cambio es en cada acción diaria y no solo en lo que hacemos, sino en lo que dejamos de hacer.

    En principio, mi motivación fue escribir sobre la importancia de tener vivencias sanas en embarazos y partos, como un buen comienzo de la vida y educación de nuestros hijos. Fue escribiendo cuando comprendí que el nacimiento de mis hijas me había conducido a un renacimiento de mi visión de las cosas y de mi sentido del vivir. Mi necesidad se expandió entonces hacia contar la necesidad del vivir consciente, en una sociedad que necesita atravesar cambios dinámicos y estructurales importantes.

    Cosmofeminismovital es un aullido que incita a la búsqueda de la belleza y el orden en la complejidad de nuestro mundo. Una invitación a poner en práctica el amor por la vida.

    Parte I

    Pilares para un nuevo mundo

    Capítulo 1

    Ser mujer

    Corté una rosa de mi jardín

    por querer respirar su fragancia.

    ¡Qué triste me sentí,

    cuando la flor,

    marchita y muda,

    apagó su perfume sutil!

    1. Esencia femenina

    Esencialmente somos seres sutiles, vibrantes, seres de luz que manifestamos las diferentes cualidades de la energía con mayor o menor intensidad. Nadie ni nada es masculino o femenino. Solo son aspectos que nos definen, diferentes manifestaciones de la energía que todos podemos experimentar dependiendo de la situación, siendo la cualidad femenina una energía circular y curva, aquella que nos hace cálidos, que habla del abrazo, de la ternura, de la contención, del ritmo lento y suave…, en compensación a la energía directa, clara, definida y confortativa, de conquista y reto, que supone la manifestación masculina.

    Como sociedad necesitamos encontrar los puntos de apoyo de la energía femenina que nos ayuden a reparar el estrés dominante y el habitual desgaste al que nos vemos sometidos por mantener un estilo masculino generador de mucha tensión.

    La energía femenina no es mejor que la masculina, ambas son necesarias para la vida. Cada una de ellas aporta elementos que nos ayudan a ser y existir. Es el exceso lo que nos destruye. Busquemos en cada uno de nosotros ese sonido sutil, ese encuentro con el alma femenina, esa luz que nos ama y nos ayuda a comprender, a saber de manera instintiva, a ver más allá de nuestros ojos, a valorar con otra medida, las del agua tranquila y en calma, las de la brisa que acuna y conmueve, las del llanto que alivia, las de la mano que acaricia y cura, las del corazón que da la respuesta. Necesitamos encontrar la esencia femenina que nos constituye y define como seres vivos.

    El mundo femenino es complejo, difícil de determinar desde una perspectiva racional. Los valores de una sociedad masculina violentan continuamente el universo femenino hasta su más severa expresión. Así que la mujer sacrifica constantemente su ser, separándose del verdadero sentido de su vida, mientras la energía masculina crece bajo las creencias de cierto tipo de progreso. El alma femenina necesita un hueco en el espacio violento de guerra y conflicto.

    Para que realmente se desarrolle el mundo de lo femenino es necesario transmutar las condiciones de vida, las ideas y valores. La mujer no necesita luchar ni hacer ninguna guerra, más allá que la de su propia expresión y satisfacción personal, poder desplegar las alas de la emoción, viviendo lo que le corresponde por naturaleza. Mujeres y hombres necesitamos desarrollar nuestra esencia femenina si deseamos encontrar nuestra felicidad. Escuchar el eco de nuestras emociones interiores, mirarlas sin miedo y expresarlas sin más.

    Liberar las alas de la emoción

    Rescatar la naturaleza femenina del universo en un mundo estructurado por la mente masculina no es tarea fácil. Restablecer el equilibrio entre las diferentes energías es el trabajo que nos queda por delante. Vivimos en un mundo en donde las estructuras se tambalean a la vez que se vuelven más rígidas y poderosas, aferrándose con tal de mantenerse fijas. Nos hemos de plantear si la sociedad en la que participamos favorece la construcción de la vida o, por el contrario, la dificulta.

    En la actualidad la fuerza de lo femenino se manifiesta de diferentes formas, se expande como una onda contagiando todo de un nuevo perfume, las mujeres y los hombres se unen. Y el aspecto compasivo y empático de la humanidad genera nuevos proyectos de colaboración y de intercomunicación.

    Volemos desplegando las alas de nuestro universo emocional, reconociendo nuestras posibilidades y nuestra valía, ya que son nuestras emociones las que dan cuenta de la autenticidad o no de nuestros actos. Y así, aumentaremos nuestra capacidad de comprender el mundo y las relaciones que en él se dan.

    La dama herida,

    esa mujer que perdió su deidad

    víctima de una rival deslumbrada por la estela potente y sólida de lo viril,

    habita escondida en lo más profundo y hondo del corazón de cada mujer.

    Algunas veces se deja ver.

    Melancólica y aturdida pasea su rostro a la luz del día

    añorando su reino perdido.

    Un día,

    fue invitada a una original fiesta

    en donde muchas mujeres bailaron en una hermosa y elegante sala llena de espejos.

    Y allí fue en donde, por primera vez,

    con pasos suaves y sutiles, danzó hasta el anochecer

    despojándose de su viejo traje,

    aleteando los brazos hasta conseguir convertirse

    en un precioso cisne blanco.

    La inmensa mayoría de mujeres están resentidas, puesto que han tenido que esconder sus más profundos sentimientos para sobrevivir. Atreverse a ser mujer desde lo femenino y reconocer la herida sin engancharse en el rencor es comprender que la historia de la humanidad ha sido difícil. Y que nada va a variar si las mujeres no empujamos para que se produzca una auténtica aceptación de lo femenino.

    ¡Un mundo diferente es un mundo en donde la voz de la vida tenga su sede!

    La mujer libre es la mujer que puede ser mujer, que puede ser y manifestarse genuinamente como lo que es, garantizando así sus necesidades de hembra. Muchas mujeres se liberaron como personas, pero no como mujeres, en cuanto que lo hicieron en un mundo hecho y gobernado por varones. Así que sus almas femeninas continuaron ensombrecidas mientras competían haciendo esfuerzos titánicos por tener su lugar en el mundo.

    2. Descubrir a la hembra

    De la mujer escindida a la mujer completa

    «Se la escucha al atardecer, cuando la tierra se cubre de ocres, rojizos y dorados, sus hermosos pies, agarrados al polvo del suelo, sostienen la curvatura de sus nalgas, su ritmo danzante y sosegado, su voz profunda inunda el valle y todo su cuerpo cubierto con tintura ensangrentada contiene el aliento al ritmo del tambor y de las palmas. Siente la hembra una corriente de fuego que emana en potente resplandor conducido desde el oscuro vientre y empujado por su sexo vaginal hasta el exterior de su piel en palpitaciones danzadas».

    Una mujer íntegra es aquella que se siente mujer por dentro y por fuera, no solo en su imagen y comportamiento, sino también en su esencia. De qué nos sirve trabajar una identidad como mujeres si luego no tenemos claro lo que nuestros cuerpos necesitan. Son muchas las hembras que desoyen y desatienden sus necesidades más íntimas. ¿Conocemos realmente cómo es y cómo funciona nuestro cuerpo de hembra y qué necesita para desarrollarse y mantener la salud?

    Antaño las mujeres usaban corsés para moldear sus cuerpos. Hoy mantenemos esos corsés en algunas de las ideas, supersticiones o tics que deforman nuestras verdaderas necesidades corporales. La evolución hacia la libertad femenina conlleva muchos duelos.

    Nos sentimos fracasadas cuando no conseguimos tener familia, pareja o hijos. Recordemos que toda una generación hemos sido educadas para trabajar y estar a la misma altura que el hombre y así poder competir con él. Para ello hemos tenido que hacer un gran esfuerzo en el que el mundo femenino se ha visto muy dañado.

    ¿Quién nos enseña a las chicas cómo hemos de relacionarnos, cómo hemos de amar o cómo nos hemos de cuidar? ¿Quién nos enseña a ser mujeres, a conocer nuestros ciclos, nuestra sexualidad, el proceso de cambio durante la maternidad y el de nuestros cuerpos a lo largo de toda nuestra vida? ¿Existen los espacios donde se abra y se facilite este conocimiento? ¿Cómo nos podemos defender como mujeres si desconocemos cuáles son nuestras necesidades como hembras?

    Las hembras somos fuertes, inteligentes, capaces, flexibles, buenas escuchando y atendiendo. Cuando habitamos nuestros cuerpos, cuando estamos sobre la

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