Iliria, Tempestades y William

Por Carlos Espejo

En Londres todo quedó en calma. En Iliria llega la tempestad.

William y Julieta llegan para celebrar su luna de miel a la suite principal del Hotel Lear en la isla de Iliria. Han llegado en la época de tempestades, un tiempo que es mágico para los habitantes de la isla.

Las historias de que Iliria tiene un poder misterioso e inspirador convencen a nuestro héroe para seguir los planes que Edmund tiene para él en la isla. Esta vez algunos de los personajes de El rey Lear, La tempestad y Noche de Reyes, además de nuestras queridas musas y el genial duende Puck, irán apareciendo para hacerle al joven dramaturgo inglés su estancia mucho más... entretenida.

• Idioma: Español
• Editorial: Caligrama
• Fecha de lanzamiento: 15 may 2019
• ISBN: 9788417717957

Carlos Espejo

Carlos Espejo es un actor y director de teatro nacido el 31 de agosto de 1991 en la ciudad altoaragonesa de Monzón. A los ocho años comienza la extraescolar de teatro en el colegio Santa Ana. Más tarde, y tras pasar por las manos de Josan, Nines (Teatro Rebulizio Salesianos, Monzón) Marian y Raquel (Teatro Che y Moche, Zaragoza) descubre su verdadera vocación. El teatro empieza a convertirse en su vida y combina sus estudios de magisterio con su trabajo dentro de la compañía Rebulizio Teatro Salesinos de Monzón. Queriendo dar una visión más pedagógica a su grupo se le ocurre escribir Mi nombre es William, para que sus jóvenes actores descubran la obra de Shakespeare. Actualmente, continúa formándose en sus estudios de teatro y artes escénicas.

Vista previa del libro

Iliria, Tempestades y William

Primera edición: 2019

ISBN: 9788417669324

ISBN eBook: 9788417717957

© del texto:

Carlos Espejo

© de esta edición:

CALIGRAMA, 2019

www.caligramaeditorial.com

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Impreso en España – Printed in Spain

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Levar el ancla;

que el mar me lleve con él.

(Verbo - El invierno del cosmos)

Agradecimientos

Me gustaría agradecer esta obra a todas las personas que han tenido algo que ver en el proceso de creación. Han sido unos meses duros, de muchas horas enfrente del ordenador para poder continuar con este proyecto. Gracias a todos aquellos que habéis creído que el universo de William tenía que continuar, a todos los que consumís teatro y hacéis que este arte siga siendo lo que es.

Gracias a mi musa, que apoya mis proyectos y me ayuda a que esta aventura continúe. Gracias a todos los que habéis llevado por primera vez a escena Mi Nombre es William: Sergio, Claudia, Teresa, Eddy, Bibi, Ramón, Lucía N., José Luis, Lucía O., André, Andrés y María. La obra es tanto mía como vuestra.

Añado en los agradecimientos a Marta, que ha cogido con mucha ilusión y responsabilidad el relevo de Julieta en el primer reparto que lleva a escena esta nueva obra.

Gracias a Adrián por coger las riendas de este nuevo proyecto. Mil gracias a Rubén por su paciencia conmigo cada vez que me muestra sus dibujos; gracias, amigo, por las portadas. Gracias a Pablo por estar siempre a la sombra regalándonos su luz y sonido, a Raúl por estar y creer en el primer proyecto y a toda la familia salesiana de Rebulizio por enseñarme el maravilloso mundo del teatro.

Gracias a mis padres y a toda mi familia por aguantar esos días viviendo conmigo y casi sin verme mientras yo vivía en la habitación creando a William.

Gracias, siempre, a Nines, Josan y al resto de los mentores teatrales que nunca han cesado en su intento conmigo, a mis profesores de la Universidad de Zaragoza y Universidad Complutense de Madrid por darme las herramientas necesarias para poder construir esta obra.

Gracias a todos los mecenas que habéis querido aportar vuestro granito de arena a este texto; sin vosotros, no sería posible.

En definitiva, gracias a todas las personas que habéis apoyado este y otros proyectos en los que estoy inmerso. Por vuestro compromiso y fe en el arte.

Prólogo

Asi empezo todo

Primero fui su directora de teatro, más tarde su profesora de filosofía, ahora somos compañeros y amigos de farándula y bambalinas, de ilusiones que van más allá de una simple puesta en escena.

Empezó con 13 años siendo un ciego tunante en «La Enciclopedia universal Ilustrada», y desde entonces el escritor y polifacético actor, se ha transformado por exigencias del guion, en los personajes más peculiares y dispares, de las 20 obras estrenadas, en los 12 años de existencia del grupo de teatro amateur «Rebulizio» Salesianos de Monzón.

Es por eso que sus vivencias, experiencia, y trabajo, afloran en cada letra de las páginas de sus libros. Carlos Espejo escribe desde el sentimiento y con sentimiento y escribe para que todos esos cientos de jóvenes que pasan por «Rebulizio» se contagien de la magia del teatro y de su admiración por William Shakespeare.

Los más críticos pueden sentenciar que nadie que escriba sobre Shakespeare puede asumir la insensata pretensión de ser original. Pero nada pueden criticar del que tras una ardua investigación y una gran creatividad hace que las creaciones de William vuelvan a cobrar realidad en «mi nombre es William», y ahora en « Iliria Tempestades y William.

Juega con el tiempo y los usos, sin que los personajes pierdan ni una pizca de su lozanía. Desde una óptica intimista y una perspectiva personal es capaz de captar la propia psicología del autor, sin dejar de hacer justicia, y respetando al que fue el fenómeno teatral en todas sus dimensiones hace 400 años.

Confieso que de forma breve padecí el Síndrome del nido vacío cuando emprendió nuevos proyectos lejos de nosotros, del grupo, de Monzón, pero quedó superado cuando sentí como mis sueños se convertían en una prolongación de los suyos, de sus metas y sus logros.

Desde estas líneas quiero expresar mi convencimiento de que las musas le acompañaran siempre en el que deseo sea un largo recorrido para nuestro joven escritor y actor.

Nines Alegre Loperena (Codirectora de

«Rebulizio» y Profesora de Salesianos Monzón)

Esto del teatro

Esto del teatro tiene un no sé qué de adictivo que, una vez experimentado, te atrae con fuerza y te exprime haciendo que aflore lo más hermoso de lo que llevas dentro.

Tal vez por eso el teatro es un instrumento pedagógico de primera línea. Por encima de leyes educativas, que van y vienen como santo y seña –con frecuencia, vacío- de la identidad propia del partido en el poder, por encima de todos esos vaivenes, el Teatro siempre está ahí, provocando, despertando la creatividad de jóvenes deseoso de hacer algo nuevo.

Cada texto, cada montaje, cada espectáculo es una aventura apasionante, un viaje al interior de uno mismo para crear algo nuevo que ayude a que el público sueñe, se conmueva y haga suyo el sentimiento del artista.

Abrir los textos, leerlos despacio, primero personalmente y luego en grupo…desmenuzarlos, imaginar colectivamente cómo llevarlos a las tablas para que ganen toda su fuerza…Como si de un rito religioso se tratara, las letras impresas y muertas del texto, resucitan y vuelven a la vida cuando el artista las convierte en una actuación.

Cuántas veces hemos hecho esto con mi amigo Carlos Espejo. Desde hace años la maquinaria del teatro en un marco educativo se ha hecho realidad… leer los textos… repartir papeles… modificar… ensayar una y otra vez… discutir… enfadarse… abrazarse… emocionarse… correr sofocados días antes del estreno… cargar… montar el escenario… abrir el telón… desmontar… cenar… volver a cargar… regresar.

Y la vida y la cordialidad, con todo este trasiego, se estrechaban mucho más que antes. Y el teatro conseguía el entretenimiento gozoso de muchas personas y la maduración en la amistad, el esfuerzo y la vida de todos los que estaban detrás del telón.

Hace tiempo, lo confieso, dejé de creer en las reformas educativas; creo, eso sí, en la educación y, por tanto, creo en el teatro como una experiencia total.

Cuánto han crecido los chavales de nuestro grupo de Teatro Rebulizio, cuánto hemos crecido los educadores que en su día apostamos por ellos…cuánto bien se ha hecho a tanta gente…

Gracias Carlos por esta «Iliria Tempestades…», gracias por tu amor al Teatro, a la educación y a la vida. Gracias por todo lo que hemos aprendido juntos delante y detrás del telón. Gracias por tu amistad.

Así que «Mucha mierda» en todo…en el Teatro, en la educación, en la vida…y en la amistad.

Josan Montull

Personajes por orden de aparición

Orsino: Es el botones del hotel Lear de Iliria. Le gusta su trabajo y siempre lo vive con mucho entusiasmo. Es muy eficaz y rápido cuando uno de los inquilinos necesita de sus servicios. Suele hablar haciendo pareados. Va vestido con un traje rojo de botones del hotel, pantalón negro y un sobrero circular. Como cualquier persona trabajadora del hotel, lleva una chapa identificativa con su nombre.

William: Un escritor sencillo pero famoso. Ama el teatro por encima de cualquier otra cosa. De mediana estatura, tirando a bajo. Es nervioso y enamoradizo; le encanta soñar con grandes ideas y ponerse objetivos muy altos. Suele moverse por sus sentimientos y por el amor que siente por Julieta. Lleva un pequeño aro en la oreja derecha.

Julieta: Esposa de William. Es muy guapa y dulce. Siente devoción por su marido y por su trabajo, pero muchas veces le gustaría ser mucho más anónima. Suele ir vestida como una chica de clase media-alta de la época en la que se narra la historia.

Cornualles: Anciano y un poco demente, inquilino del hotel Lear. Es inglés y le entusiasma siempre que alguien de su país llegue al hotel. Disfruta contando batallitas e historias de su vida y de su familia. Lleva quince años viviendo en el hotel, desde que llevó ahí las cenizas de su mujer,