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Novia de rancho: Antología de monólogos
Novia de rancho: Antología de monólogos
Novia de rancho: Antología de monólogos
Libro electrónico203 páginas2 horas

Novia de rancho: Antología de monólogos

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“Novia de rancho. Antología de
monólogos”, de Cutberto López, contiene 16 monólogos de diferente género y
duración. Con su estilo particular el dramaturgo mexicano nos sumerge en un
mundo de personajes complejos que reflejan características esenciales del ser
humano contemporáneo. En su presentación, Carlos Iván Córdova expresa que, ya
se
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento19 nov 2021
ISBN9786075184432
Novia de rancho: Antología de monólogos
Autor

Cutberto López

Originario de Benjamín Hill, Sonora, México (20 de marzo de 1964). Ha escrito más de 100 obras de teatro en diversos formatos (una parte importante de teatro breve): 58 publicadas, 57 estrenadas, 4 traducidas y 35 inéditas. Algunas de sus obras se han estrenado en Ciudad de México, Hermosillo, Mexicali, Durango, Chihuahua, Jalapa, Veracruz, León, San Luis Potosí, Culiacán, Monterrey, Tampico, León, Aguascalientes, Oaxaca, Cuernavaca, Pachuca, Zacatecas, Guadalajara, Ciudad Victoria, Toluca y Morelia. También en las ciudades de Caen y París, Francia; y en Cali, Colombia. Sus obras han sido dirigidas, entre otros, por: Rodolfo Arriaga, Claudia Ríos, Jorge Velarde, Angélica Rogel, Juan Carrillo, Antonio Castro, Ángel Norzagaray, Miguel Ángel Arbayo, Arturo Velázquez, Paco Beverido, Luis Miguel Aguilar, Enrique Mijares, Cut López Torres, Patricia Meraz, Miguel Alonso Gutiérrez, Xicoténcatl Gutierrez, Óscar Fernández, Adria Peña, Grecia Cuadras, Teresa Díaz del Guante, Saúl Melendrez, Aida Andrade, Manuel Ulloa, Aarón Hernández, Arturo Islas, Ángel Trujillo, Manuel Cruz, Elsa Marina Prieto, Manuel Vivas, Elizabeth Lomelí, Antonio Rohman, Alejandra Serrano Bello, Eunice Flor de Mezcal, Debbie Saivetz, Alejandra Maldonado, José Luis Zamora, Linderman Herrera, Jesús Manuel Martinez, Luis Fernando López, Gerardo Valdez y Pedro Lemús. Ha sido becario del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes del estado de Sonora y fue becario del FONCA del programa Jóvenes Creadores y miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte del 2001 al 2007; del 2009 al 2016 y del 2018 al 2020.

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    Novia de rancho - Cutberto López

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    Novia de rancho

    Antología de monólogos

    Cutberto López Reyes

    Para realizar una lectura pública, puesta en escena o cualquier otra expresión pública de las obras aquí reunidas, debe contarse con la autorización por escrito del autor.

    Novia de rancho. Antología de monólogos

    D.R. © 2021, Cutberto López Reyes

    D.R. © 2021, Universidad de Sonora

    Blvd. Luis Encinas y av. Rosales s/n

    Col. Centro, C.P. 83000

    Hermosillo, Sonora, México

    http://libros.unison.mx

    Primera edición en formato digital: octubre de 2021

    ISBN: 978-607-518-443-2

    DOI: https://doi.org/10.47807/UNISON.113

    Maritza López, editora

    Diseño de portada e interiores: Fabiola Vázquez

    Compuedición: Mario Roberto García Torres

    Corrección de galeras: Dulce María Córdova Cortez

    Foto de portada: Marisol Sánchez Valderrama, Novia de rancho, foto de Jorge Vargas, Secretaría de Cultura, 2018.

    Esta edición y sus características son propiedad de la Universidad de Sonora.

    Prohibida su reproducción total o parcial por cualquier medio sin autorización escrita de su legítimo titular de derechos.

    DIRECTORIO

    Universidad de Sonora

    Dra. María Rita Plancarte Martínez

    Rectora

    Dr. Ramón Enrique Robles Zepeda

    Secretario General Académico

    Dr. Luis Enrique Riojas Duarte

    Secretario General Administrativo

    Dra. Luz María Durán Moreno

    Vicerrectora de la Unidad Regional Centro

    M. I. Leticia León Godínez

    Vicerrectora de la Unidad Regional Norte

    Dr. Jesús Alfredo Rosas Rodríguez

    Vicerrector de la Unidad Regional Sur

    Dra. Diana María Meza Figueroa

    Directora de Apoyo a la Vinculación y Difusión

    Dra. Aracely Angulo Molina

    Subdirectora de Vinculación y Difusión

    M. C. Marianna Lyubarets

    Jefa de Producción y Desarrollo Editorial

    Dedicado a:

    Anny Torres, Cut López Torres

    y Édgar Alejandro López Torres,

    mi amada familia.

    Marisol Sánchez Valderrama,

    gran actriz y entrañable amiga.

    Índice

    La poética del hombre caído en la dramaturgia de Cutberto López

    Novia de rancho

    El náufrago del cielo

    Secundariana

    Oración a la Guadalupana

    La encarnadora

    La rata

    Suéltame la cadena

    Antártida

    Tendencia mundial

    Alerta Amber

    Rota

    El hombre bala

    Platos rotos

    Horrografía

    Abro y cierro los ojos

    La Lúser

    Semblanza del autor

    La poética del hombre caído en la dramaturgia de Cutberto López

    Cutberto López Reyes, más que otros autores de su generación, se ha distinguido por el ingenio con el que ha dotado a sus creaciones de dos marcas autorales distintivas: la exuberante plasticidad del espacio escénico y —otra característica que lo ha posicionado como uno de los dramaturgos contempo­ráneos favoritos del noroeste mexicano—, la contundencia dialógica de un habla condimentada, bien medida, ríspida y de un mundano humor negro, donde no hay lugar para la autocompasión o el ingenuo optimismo. Y para muestra irrefutable, este libro.

    En la trayectoria literaria del autor, ha destacado una voluntad de estilo encauzada a sondear, sin reticencias ni censura, en los instintos de los desventajados. Para los personajes del dramaturgo, todo deseo —por más ele­mental que aparente ser— es más urgente porque la existencia misma no ha sido para ellos otra cosa que la restricción domesticada.

    No es conveniente creernos de mayor tamaño que nuestros instintos, nos insinúan las voces aquí impresas, con un áspero hiperrealismo lingüístico que es capaz de poseer un hálito poético cuando la progresión dramática lo requiere. Lo que pasa por la mente de sus seres se vierte sin filtro y es representado ante nuestros ojos en sucesiones de imágenes escénicas e imágenes metafóricas del discurso que se superponen alternadamente en una correspondencia de sentido que no siempre es lineal.

    Por toda la producción del autor sonorense ronda una atmósfera de intimidad onírica a partir de la articulación de un capital simbólico que sabe sacar provecho al recurso del contraste de absolutos. Las fuerzas irruptoras de la carne, sensualidad y agresión se confabulan para oponerse a las consignas espirituales, o bien, para desmantelar la supuesta sencillez del razonamiento del hombre pedestre. Ya sea en cuestiones de tema o estructura formal, los dieciséis monólogos aquí congregados reúnen esta capacidad y ponen sobre relieve una poética dramatúrgica de innegable originalidad y madurez.

    Otra ventaja efectiva de estos monólogos en específico, más allá de la conveniencia obvia del minimalismo actoral, radica en el manejo, perfectamente calibrado, del deseo impedido. Los núcleos del conflicto en cada pieza se vierten en una variedad de situaciones de lo más excéntricas —incluso surrealistas— sin diluir por un segundo la crudeza de la perspectiva con la que el autor angula las batallas interiores.

    Por citar algunos ejemplos entre los contrincantes que se debaten contra sí mismos, destaca una cantante imitadora que encarna literalmente a quien imita, que puede encarnar a Jenny Rivera, aunque esté muerta. También asistimos al último acto circense de un Hombre Bala que comparte los secretos mórbidos de su artificio entre notas autobiográficas y, en una pieza anterior, presenciamos la determinación de una estudiante de secundaria al torear bestias motrices de cuatro llantas con el capote de sus labios rojos.

    La originalidad de este desfile no se remite a lo humano, hay dos animales en esta nómina sui géneris: un perro de pelea nos habla de su dueño, y también una rata que ofrece una conferencia para compartir su solemne postura respecto a lo que es común entre su especie y la nuestra.

    El conflicto, en los personajes del dramaturgo norteño, es potenciado por la franqueza de las voces que comparten la conciencia de su condición caída, una condición incompleta, una condición derribada desde un ideal al que es imposible subir y del que solo podemos tener referencia por la distancia que recorrimos al caer, tal como lo sustenta una mujer en sus reuniones de alcohólicos anónimos donde prefiere renunciar a su nombre de pila y llamarse a sí misma «Lúser». 

    Esta poética de la condición descendente poco tiene que ver con el sexo. Para Cutberto López, el sexo no es, como afirman los católicos, el pecado original; porque el sexo existía anterior a la condición caída. No se trata del placer del cuerpo, sino de nuestra proclividad a erotizar el rechazo, de nuestra resistencia a desocupar nuestros pensamientos de la imposición del parentesco, o cuando heredamos a una hija el sino ineludible de un dolor inexpresable.

    ¿Dónde se origina la conciencia de la condición caída en el ser humano según la obra total del autor sonorense? En el malestar de la insatisfacción irresoluble y en la irrelevancia del objeto deseado una vez que es obtenido, tal como lo recrea el solipsismo de un empleado del registro civil en el trayecto de una jornada de trabajo; tal como lo representa una novia que ha tomado por rehenes a los asistentes de su boda, hasta que el novio se apersone ante el altar.

    Si algo sabe hacer la incisiva pluma de López Reyes es insinuar lo que hasta no hace mucho corroboraron los neurólogos en sus investigaciones: La prioridad de la consciencia no es dotarnos de identidad, tampoco es ser herramienta de juicio, la consciencia humana tiene como su mayor prioridad imaginar lo que desea: fantasear. Es por ello que el cerebro humano no hace distinción entre lo que recuerda de su pasado y lo que imagina del futuro.

    En el universo dramatúrgico de Cutberto López, el acierto está en saber ilustrar esta verdad psicológica universal no tanto en la historia, como en el carácter. El espectador de su trabajo se espejeará en un estado de alma limítrofe de voces marginadas pero lúcidas, por la honestidad aparentemente fría con la que confiesan el desencanto. Si la consciencia prioriza más el deseo que la identificación del individuo, entonces, nuestra identidad real es espejismo de lo que no tenemos, identidad es vacío, imposibilidad de comunicación, e incompletud.

    Carlos Iván Córdova

    Lingüista y dramaturgo sonorense

    Novia de rancho

    Personajes:

    Novia de rancho

    Voces del exterior grabadas

    Tres personajes «invitados»

    Todos los diálogos corresponden a la Novia, se indica cuando corresponden a voces del exterior o grabaciones. Las frases en cursivas significan que el personaje está usando un megáfono, aunque bien puede no usarlo, son para señalar que habla con personajes que están en el exterior de la iglesia, que es donde sucede la acción.

    ¡Tienen una hora! ¡Una miserable hora! Si no lo traen a que cumpla, va a correr la sangre. ¡Una hora! Ni más ni menos. ¡Una hora!

    Voz de policía

    : No negociamos con terroristas.

    ¡No, no, no me salgan con esas mamadas! Ya vi suficientes películas de acción como para caer en sus trucos. Si no me lo traen en una hora, se les va a acabar el corrido a los rehenes. No, no se me asusten. Cómo creen que les voy a hacer daño. Pero tengo que meterles miedo para que hagan caso. Para que no quieran pasarse de vivos, miren, miren, lo que voy a hacer.

    Tú, tú, sí tú, no te hagas a la que la virgen le habla (se dirige a una espectadora). Tú, la de la combinación sé­pala... Sí, sepa la chingada cuál color combina con cuál. Ven para acá. Méngashe con shu méngashe. ¡Que vengas con una jodida! No te asustes, no te va a pasar nada. Grita. Que grites. Como loca, grita como loca.

    ¿Oyen? Es una rehén. Y es una rehén importante. Es... es la hija del capo del cártel de Michoacán, digo, de las Michoacanas. Del dueño de todas las Michoacanas del país. ¡Grita! ¿Oyen? La estoy torturando, le estoy quitando sin anestesia los implantes de silicón. La voy a matar si no me traen a ese desgraciado. Tienen una hora. Es mi última palabra. Si no lo traen, me voy a carraquear a todos estos feligreses. Y tú, ya vete a sentar antes de que me den más ganas de matarte de verdad.

    No tengan miedo. No les va a pasar nada. No soy mala. Para nada. Ni estoy loca. Para nada. Solo quiero... solo quiero que ese animal venga y dé la cara. Quiero que me lo diga de frente, aquí delante de todos ustedes, aquí, en este lugar sagrado. ¡Que tenga los güevos...!

    Truenos, relámpagos, campanadas o lo que parezca un mensaje de Dios.

    ¡Ay, mamacita santa! ¡Perdón, Señor! Perdón por usar este lenguaje tan rupestre en esta tu casa. Pero es que son chingaderas. Eso no se hace, eso no se le hace ni a la más perra de las perras chichonas.

    A ver tú, sí tú, tú. Ah, ¿te molesta que te tutee? A ver, a usted, su majestad, ¿no le parece que son fregaderas? ¿Sí o no? ¿Por qué me responde si no sabe de qué estoy hablando? ¿Para quedar bien?

    Por eso este mundo está como está. Porque ya no existe la verdadera amistad, porque siempre queremos quedar bien y nunca les decimos a nuestras amigas lo que realmente pensamos. Nos preguntan: ¿Cómo se me ve esta blusa? Y muy hipócritas respondemos: ¡Ayyy di-vi-naaaaaa! ¡Sensacional! ¡Única! Aunque en verdad con esa blusa parecen teiboleras del Calígulas Men. Perdón, pero juro por mi sacrosanta madre, que siento que me está mirando con esa mirada de, ay hija te vas a ir al infierno, lo juro, que yo no sé cómo se visten las teiboleras del Calígulas. Ni del Exótica Mens Club, ni del Nachas y Tetas. ¡Qué asco! ¡Ya me viera yo en uno de esos lugares!

    Entonces, usted, si no sabe de qué estoy hablando, ¿por qué me responde?

    Oiga, ¿y no quiere saber? ¿Quieren saber por qué estoy aquí? ¿Quieren saber por qué he perdido la cordura? ¿Quieren saber por qué los voy a matar a todos y cada uno de ustedes? ¿Quieren saber por qué mi nombre le va a dar la vuelta al mundo? ¿Por qué en millones de páginas de Internet se va a publicar mi historia? ¿Quieren saber por qué la Señorita Laura va a hacer tres especiales sobre mi caso? «Christian, ¡que pase la infeliz! ¡La asesina! ¡La maldita! ¡La perra! Que pase la desgraciada que mató a una bola de inocentes feligreses que se encontraban pidiendo perdón por sus pecados en la iglesia. ¡Que pase la desgraciada!».

    Entonces, ¿quieren saber por qué estoy aquí?

    Pues cómo son de mitoteros y chismosos. Hay cosas que las mujeres debemos de guardar por dignidad. Hay historias que debemos de esconder en nuestra intimidad. Hay dolores profundos que una debe callarse.

    ¡Robertooooooooooooo! ¿Por qué me dejaste plan­­tada en el altar? ¿Por qué yo? ¿Por qué a mí? ¿Por qué yo, novia de rancho? ¿Por qué?

    Tú, tú que tienes cara de macho perdona vidas dime por qué o te carraqueo y acabo con tu escasa virilidad. ¡Dime! ¡Dime! ¡Ayyy!

    Se supone que ayer sería el día más feliz de mi vida. Ayer, aquí, en este lugar, estaba plena de ilusión. Mi maquillaje y peinado eran insuperables. Mi vestido de la Quinta Avenida estaba flamante. Bueno, sí, lo compré en una segunda, pero estaba sensacional. Estaba plena, radiante, con un olor a flores sobre mí, después del Baño de Novia en un spa.

    Estaba arrobada, obnubilada, ida, extasiada, trastornada, maravillada, embebecida. ¿Y quién no? ¿Díganme quién no va a estar en un estado efervescente cuando lo que tanto anhelas, cuando tu sueño máximo, cuando tu ilusión más ilusionada está por cumplirse? ¿Quién no va a desfallecer entre suspiro y suspiro cuando lo que veías casi imposible está por realizarse? ¿Quién no va a tener la piel de gallina clueca cuando ves que alcanzas el último tren? ¿Quién chingados no va a estar a punto de llorar cuando vas a dejar de engrosar las filas del ejército de las quedadas, para llegar al altar con el hombre de tus sueños? Cuando vas a llegar pura, casta, virgen, inmaculada, limpia, inexplorada, impenetrada... ¡Impapanicoloada! ¡Nada de nada!

    Y ahí estás, estás... estás y... él... él... ¡no llega! Le marcas al celular y te responde la contestadora.

    Mensaje del infeliz

    : Este es el celular de Roberto. Deja tu mensaje después del tono.

    Vuelves a marcar y te responde la contestadora con una voz más siniestra.

    Mensaje del infeliz con una voz aún más siniestra

    : Ya

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