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Piedras Negras: De Mis Recuerdos
Piedras Negras: De Mis Recuerdos
Piedras Negras: De Mis Recuerdos
Libro electrónico136 páginas1 hora

Piedras Negras: De Mis Recuerdos

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Información de este libro electrónico

Este libro es una compilación de recuerdos vividos por el autor en la ciudad en donde vivió por 10 años. Piedras Negras es la ciudad que lo vio crecer y por eso quiso compartir en estas páginas las añoranzas de esos años vividos en esa “Puerta de México”. Esos días llenos de ansiedad y de sueños, las tradiciones, la inocencia perdida, la ilusión de cuando eran felices con cualquier cosa, los juegos a las canicas, al trompo, los encantados. Cuando el autor piensa en su barrio, piensa en cosas, sentimientos, en amigos, en el amor a la familia. Para él, todo eso es una oleada de recuerdos, un cuento de aventuras que viven en su pensamiento, y cuando menos lo espera, esos recuerdos salen de su subconsciente y lo hacen vivir aquellos momentos que son los más gloriosos de su vida, recuerdos de su niñez y juventud.
IdiomaEspañol
EditorialXlibris US
Fecha de lanzamiento21 oct 2020
ISBN9781664138094
Piedras Negras: De Mis Recuerdos

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    Piedras Negras - Francisco Elizalde Castañeda

    Piedras Negras

    De Mis Recuerdos

    Francisco Elizalde Castañeda

    Copyright © 2020 by Francisco Elizalde Castañeda.

    All rights reserved. No part of this book may be reproduced or transmitted in any form or by any means, electronic or mechanical, including photocopying, recording, or by any information storage and retrieval system, without permission in writing from the copyright owner.

    Any people depicted in stock imagery provided by Getty Images are models, and such images are being used for illustrative purposes only.

    Certain stock imagery © Getty Images.

    Rev. date: 10/20/2020

    Xlibris

    844-714-8691

    www.Xlibris.com

    818807

    CONTENTS

    Prologo

    El Principio

    El Mercado Zaragoza

    La Calle Zaragoza

    La Calle Allende

    La Colonia Gonzalez

    La Leyenda De La Llorona

    Juegos Infantiles En La Calle

    El Pic Nic

    Historia Musical De Piedras Negras De 1960 Al 2000

    La Plaza Principal

    La Tienda De Don Julio

    Los Que Se Han Ido

    La Colonia Roma

    Las 7 Casas

    Iconos

    Estaciones De Radio

    Caminante No Hay Camino

    Los Amigos Del Barrio

    Otros Barrios

    Los Pregoneros

    La Puerta De Mexico

    Las Colonias

    Escuelas Primarias

    El Transporte Urbano

    Los Lotes Baldios O Los Llanos

    Escuela Secundaria Y Academias Comerciales

    Las Explosiones

    La Harinera

    La Villita

    Los Desfiles

    Mi Academia Y Mi Maestro

    El Reencuentro

    El Nacho

    La Feria

    La Cuesta De Las Gringas

    El Mundo Nuevo

    Las Tiendas De Barrio

    El Seguro Social

    La Inundacion De 1954

    Personajes De Piedras Negras

    El Arroyito

    Los Veranos Candentes

    Mi Familia

    El Progreso

    Piedras Negras De mis recuerdos

    Bibliografía

    PROLOGO

    H oy, veo a mi Piedras Negras con otros ojos, el correr silencioso de los años y el avance de su gente, se llevaron la imagen del barrio en que me crie.

    Añoro aquellos años vividos en la Colonia González, días llenos de ansiedad y de sueños, las tradiciones, la inocencia perdida, la ilusión de cuando éramos felices con cualquier cosa, los juegos a las canicas, al trompo, los encantados, pensar en mi barrio es pensar en cosas, sentimientos, en amigos, en el amor de familia, en fin, es una oleada de recuerdos, un cuento de aventuras que viven en las notas de mi pensamiento, y cuando menos lo espero, vuelven a mi algunos de esos recuerdos que hace tiempo guardo en mi baúl y me hacen vivir aquellos momentos que son los recuerdos de mi niñez y juventud.

    He regresado, y cada vez que lo hago, recorro la ciudad vieja buscando alguna cara conocida, y cuando recorro mi barrio y veo algún joven, me detengo y le pregunto: ¿De qué familia eres?, tratando de encontrar alguna pista que me lleve a alguien conocido. Varios amigos se quedaron en ese barrio, y sinceramente los envidio, pues tuvieron el valor de quedarse y enfrentar la vida tal y como la vida se enfrento a ellos, y lograron vencer adversidades y siguen allí, como guardianes del barrio aquel que nos vio crecer.

    Dedico este libro a ellos, y a todos ustedes, mi único propósito es que sirva para que las nuevas generaciones se enteren de cómo se vivía en esos tiempos en que no teníamos televisión, mucho menos internet ni celulares.

    EL PRINCIPIO

    S egún datos históricos recabados por el profesor Otto Schober, nuestra ciudad en un tiempo fue una Villa, La Villa de Piedras Negras. El 1 de diciembre de 1888, la villa adquiere la categoría de ciudad con el nombre de Ciudad Porfirio Díaz, en honor del presidente de la Republica, General Porfirio Díaz Mori. El 10 de Septiembre de 1890, la población sufre su primer gran inundación, que además afecto seriamente a Villa de Fuente, entonces municipio independiente, creando un caos y destrucción, aunque sin víctimas, pues la gente pudo ponerse a salvo yéndose para la loma. Fue un golpe para Villa de Fuente y no pudo sobreponerse a la catástrofe y perdió el título de municipio 4 años después. El General Díaz visito la ciudad que llevaba su nombre el 2 de febrero de 1902. Visita que contribuyo a la forma de vida de esta ciudad en el ramo ferrocarrilero, telefónico y telegráfico, así como en la agricultura, minería, industria y comercio.

    Con la caída del Porfiriato, el Gobernador del Estado, don Venustiano Carranza, decreto que la ciudad conserve la categoría de ciudad pero con su antiguo nombre de Piedras Negras y así se ha llamado desde el 19 de diciembre de 1911.

    El 2 de septiembre de 1932, la ciudad sufre su segunda gran inundación con grandes pérdidas materiales, al desbordarse el Río Bravo. Evento que se repitió el 28 de junio de 1954, con la más grande inundación que ocasionó graves daños que no pudieron ser cuantificados, que solo reconoció la pérdida de 60 vidas, aunque se manejaron cifras superiores.

    A estas fechas se une el 4 de abril del 2004, en que las aguas del Río Escondido y San Antonio, arrasaron Villa de Fuente y algunas colonias aledañas con los resultados ya conocidos, con la desgracia de perder valiosas vidas.

    Un nuevo evento afectó la ciudad, sobre todo a Villa de Fuente, que una vez más soportó la furia de la naturaleza cuando un tornado acabó con decenas de viviendas en su totalidad, incluyendo a la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, el 24 de abril de 2007, que dejó una gran cantidad de heridos, familias sin vivienda y daños incuantificables.

    A pesar de todos estos acontecimientos Piedras negras ha sabido mantenerse de pie y ha progresado considerablemente gracias a las compañías maquiladoras y a las tiendas de cadena que se han establecido en diferentes sectores de este municipio.

    Piedras Negras es bello, no dude usted, pero cuando era niño, tenía mi Piedras Negras un no sé qué.

    EL MERCADO ZARAGOZA

    E ste libro lo estoy escribiendo en el 2020, (año de la Plan-Demia) y en este año he tenido la oportunidad de ir a Piedras Negras (vivo en Houston, Texas) cada mes por motivos personales. En cada una de mis vueltas, trato de conocer más a esta ciudad en la que crecí y tuve que dejar a la edad de 20 años.

    De 1960 a 1963 trabaje en las oficinas de Autos del Norte, una agencia de autos nuevos y usados que queda justo frente a este mercado por la calle de Hidalgo, para ser exacto en la esquina de Hidalgo y Allende. Menciono esto porque por la ubicación, muchas veces me toco pasar por el pasillo central del Mercado Zaragoza para ir a la oficina de Recaudación de Rentas ubicada en la planta alta del mismo para hacer trámites relacionados con la venta de automóviles, es por eso que en mi mente está la fotografía de cómo era entonces ese mercado. Recuerdo cada uno de los puestos y si cierro los ojos puedo ver las caras de las personas que los atendían. Recuerdo que los puestos estaban separados por secciones, la sección de curiosidades, en donde vendían todo tipo de alfarería de barro y ropa típica.

    En otra sección estaban las joyerías y recientemente que lo visite me dio gusto saber que el restaurante en el que a veces comía todavía está abierto, aunque ahora con diferentes dueños y empleados, me refiero a La Escondida que sigue vendiendo sus famosos lonches y hamburguesas. Lo que me causa nostalgia es ya no ver los puestos de frutas y verduras, ni las carnicerías. En la década de los 60, el mercado todavía tenía alma. Al pasar por esos puestos nunca faltaba la invitación a comprar: Pásele, tenemos la manzana roja y dulce, plátanos, peras, lleve las uvas y los empleados de las carnicerías hacían lo mismo mientras afilaban sus cuchillos con la Chaira". Actualmente el mercado se ve lleno de puestos, adentro y afuera, pero hace falta el ruido de antes, la convivencia con los empleados y sobre todo el olor a las frutas y a los lonches de la Escondida. Tampoco están las vendedoras de tortillas que se sentaban en la puerta que da

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