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Sanidad para el Alma Herida: Cómo sanar las heridas del corazón y confrontar los traumas para obtener verdadera libertad espiritual
Sanidad para el Alma Herida: Cómo sanar las heridas del corazón y confrontar los traumas para obtener verdadera libertad espiritual
Sanidad para el Alma Herida: Cómo sanar las heridas del corazón y confrontar los traumas para obtener verdadera libertad espiritual
Libro electrónico154 páginas1 hora

Sanidad para el Alma Herida: Cómo sanar las heridas del corazón y confrontar los traumas para obtener verdadera libertad espiritual

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Información de este libro electrónico

çEste es un libro teórico y práctico sobre sanidad interior. Nuestra enseñanza motiva la búsqueda de la sanidad para las mentes y espíritus de las almas sufridas y por qué no, atormentadas. De esto trata la “sanidad interior” o sanidad para el “alma herida”. La intención del autor es llevar libertad a aquellas personas que están oprimidas por las heridas que tienen en su corazón. Te aseguro que no serás el mismo luego de aplicar el conocimiento vertido en este libro. Totalmente basado en la Palabra de Dios. Se tratan temas como: enfermedades del alma y sus causas, abuso y violación, maltrato Infantil, maldiciones, el perdón, la puerta del pecado y más.

Se tratan temas como:
El llamado de Dios
Enfermedades del alma y sus causas
Mecanismos de defensa
Abuso y violación
Maltrato Infantil
Carencias afectivas
Maldiciones
El perdón
La puerta del pecado
El Arrepentimiento
El Espíritu Santo
Y muchos más...
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento14 nov 2022
ISBN9781640811386
Sanidad para el Alma Herida: Cómo sanar las heridas del corazón y confrontar los traumas para obtener verdadera libertad espiritual
Autor

José Reina

José Roberto Reina estudió teología durante 3 años en la Escuela Bíblica Evangélica de Villa María, Provincia de Córdoba, Argentina y es graduado del Colegio Nacional de Montserrat, dependiente de la Universidad de Córdoba. Junto a su esposa, Priscilla, han pastoreado una congregación en esa ciudad por 16 años. Dios los ha bendecido con cuatro hijos. Actualmente pastorean una congregación en Málaga, al sur de España.

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    Sanidad para el Alma Herida - José Reina

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    1

    El llamado de Dios

    Introducción

    Dios tiene un plan para cada una de nuestras vidas, para cada cristiano en particular que ha nacido de nuevo a través de la fe en nuestro Señor Jesucristo. Su llamado no sólo envuelve un propósito maravilloso para nosotros a través de toda la eternidad, sino que también tenemos una expresión de ese llamamiento sobre la tierra al presente.

    San Pablo describe así la maravillosa experiencia personal del llamado: Quien nos salvó y llamó con llamamiento santo…según el propósito suyo y la gracia… (2 Timoteo 1:9).

    Y también nos expresa que Dios nos ha llamado desde antes de la fundación del mundo. Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad. (Efesios 1:4,5).

    Así, cada cristiano recibe un llamado particular. Cada uno de nosotros somos personas valiosas para Dios y desde esa perspectiva Dios tiene un llamado único y especial para nuestra vida. Si queremos conocer verdaderamente nuestro llamado Dios trata con nosotros en todas las áreas necesarias – espíritu, alma y cuerpo. A lo largo de la vida vivimos experiencias que afectan estas tres áreas vitales de nuestra personalidad. Será necesario sanar las heridas emocionales y espirituales (sanidad interior). Otras veces habrá que ser liberados de diferentes opresiones de maldad (sanidad y liberación). Será un proceso. Por eso comenzamos con el llamado de Dios y avanzaremos gradualmente hasta que Cristo sea formado en cada área de tu vida. Recuerda entonces:

    Hay una misión – con un propósito específico – que solamente está diseñada para que tú la hagas. Antes que el planeta tierra existiera Dios ya había diseñado tu personalidad para el cumplimiento de ese propósito (Salmo 138:8). La pregunta es: ¿Estoy dispuesto a que Dios me revele ese gran propósito para mi vida?

    Hay muchos ejemplos de llamados personales en la Biblia pero hoy nos veremos reflejados en el relato bíblico del llamado de Dios a Moisés.

    El llamado de Dios y nuestras excusas

    Lectura bíblica: Éxodo 3:11-13 y 4:1-13.

    Cuando Dios llama, Él viene e irrumpe en nuestras vidas.

    El mandato que el Señor le dio a Moisés no fue una tarea pequeña. Egipto era el imperio dominante en todo aquel territorio. Era una nación pagana, y faraón, su líder satánico, tenía la autoridad catalogada como divina. Cada nación en el mundo conocido entonces vivía atemorizada del faraón, el emperador de Egipto.

    Cuando Dios le dijo a Moisés que descendiera a Egipto y le dijera a faraón que dejara ir a Su pueblo de tres millones de personas que vivían bajo su esclavitud, la respuesta inmediata de Moisés – a causa de su propia humanidad e incapacidad – fue una de muchas excusas. Sin embargo, no deja de ser similar a las diferentes maneras que nosotros mismos le respondemos a Dios cuando Él nos llama.

    ¿Quién soy yo? – 3:11. Él tenía el mismo problema que nosotros tenemos hasta que no nos rendimos a los pies de Jesús. No sabía quién era. Y por lo tanto tenía una falsa autoimagen de si mismo… al diablo le encanta engañarnos hablándonos en nuestra mente cosas falsas, como, por ejemplo: nunca llegarás a nada; eres un inútil, nada te sale bien; no, no, tú no sirves para esto; además ¿quién eres tú? etc.

    Sin embargo, debes saber algo. Si hoy has llegado hasta aquí, es porque la zarza está ardiendo para ti. El fuego del Espíritu Santo te capacitará para asirte al llamado de Dios. Hoy tienes que despojarte de las mentiras que te han hecho sentir fracasado tantos años y empezar a creer y declarar lo que Dios ha hecho en tu vida. ¿Que quién eres?… ¡eres un poderoso hijo de Dios!

    ¿Quién eres Tú? – 3:13. Él quedó tan sacudido por la presencia de Dios, que se olvidó de toda la historia religiosa de su pueblo en la cual su propia madre lo había criado. Cuando el encuentro con Dios es verdadero, ninguna religión te sirve de nada. Allí sale a luz nuestro pecado y la santidad de Dios. Allí reconocemos que no sabemos nada de Dios. Ese día Dios se reveló a Moisés y su vida fue transformada. En minutos él tuvo las dos respuestas que había buscado por ochenta años: quién era él. Y lo más importante: quién es Dios. Si realmente buscas de corazón a Dios, esa será tu experiencia. ¡Serás transformado!

    No soy elocuente – 4:10. Otra de las mentiras que nos hablamos a nosotros mismos. Pero también puede ser la excusa perfecta para evadirnos del llamado de Dios. Señor tú sabes que no tengo estudios que apenas sé leer y escribir… ¡o ni siquiera eso! No, no… me da terror hablar en público… ¡huy! Y la gente me está mirando… Excusas, excusas, y excusas. El profeta Isaías aprendió a confiar en el Dios que amaba y dijo: Porque Jehová el Señor me ayudará, por tanto, no me avergoncé; por eso puse mi rostro como un pedernal, y sé que no seré avergonzado… (Isaías 50:7).

    Ellos no me creerán – 4:11. La incredulidad es como un monstruo que nos aterroriza y nos hace miedosos y faltos de confianza en nosotros mismos. Cuántas veces no hemos hablado a otros de Jesús porque escuchamos esa voz que nos decía: no hables… ¿quién te va a creer? …para qué hacer el ridículo… y así le ponemos excusas a Dios… nunca estamos dispuestos a pagar el precio… por miedo. ¿No te gustaría que eso termine? ¿Renunciarás hoy a ese espíritu de incredulidad y le creerás a Dios? ¡Mira que promesa de Dios para tu vida!: Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio." (2 Timoteo 1:7). ¡Eres más que vencedor en Jesucristo!

    Señor, envía a otro – 4.13. Creo que ésta es la peor excusa de todas. Ojalá que ninguno de nosotros perdamos la oportunidad de decirle al Señor: ¡estoy dispuesto! Lo contrario es como despreciar la obra de Cristo a nuestro favor en la cruz. Él lo dio todo. Tú, ¿estás dispuesto a darle a Él lo mejor de tu vida? Lo cierto es que si tú te niegas Dios conseguirá otra persona, siempre es así. Pero yo no quisiera que eso me suceda a mí. ¿Qué sentido tiene la vida si no hacemos Su voluntad? ¡Yo no quiero que nadie se lleve mi bendición! – lo que Dios preparó desde antes de la fundación del mundo para mí. No pierdas lo que Dios ha preparado para ti desde antes de la fundación del mundo.

    2

    El llamado y la gracia capacitadora

    Tal vez estás sintiendo en tu corazón el llamado de Dios a servirle como nunca antes. Sientes que este día será especial. Pero enseguida, vienen muchos miedos a tu mente como le sucedió a Moisés.

    No hay hombre o mujer en la Biblia y aún en la historia de la iglesia, que Dios haya usado, que no haya experimentado los miedos, dudas y angustias que tu estas sintiendo ahora mismo.

    ¡Pero tengo una buena noticia para ti! La gracia sobrenatural de Dios sigue disponible para tu necesidad. San Pablo sintió lo mismo ante su debilidad humana. Y Dios le dijo: …Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad. (2 Corintios 12:9).

    Muchas veces las circunstancias quieren paralizarnos. ¿Qué dirán mis amigos si me entrego totalmente a Jesucristo? ¿Qué dirá mi familia, mis compañeros de trabajo? Déjame decirte que ese no es tu problema – ni ahora, ni nunca. Tú sólo tienes que entregarle toda tu vida a Él y Él se encargará de esos falsos miedos. Si esperas ser perfecto para servir a Dios ¡nunca harás nada!

    Dios está buscando personas decididas a darlo todo, como Moisés, que en vez de confiar en sí mismo confió en la gracia de Dios.

    Quiero terminar esta parte, dándote el significado de la palabra gracia. La definición más común es el don inmerecido de Dios hacia los hombres. En

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