El torcido de bala

Por Rotimi Ogunjobi

Upton Park, este de Londres. Alguien ha robado el amuleto de la suerte de Raj Desai. Su hija también ha desaparecido. Al rescate llega Frank Wire, detective privado de día y disc-jockey de noche.

Tras la pista de una organización omnipresente y sin rostro, Frank también debe escapar de una banda de matones, asesinos misteriosos y un molesto amante abandonado de un pasado lejano. Su búsqueda frenética por las calles de Londres lo pone en contacto con sus muchos secretos inimaginables y sucios. Cuando su prometido también es secuestrado nuevamente, Frank Wire sabe que debe desentrañar el misterio de The Crooked Bullet.

• Idioma: Español
• Editorial: BadPress
• Fecha de lanzamiento: 29 ago 2021
• ISBN: 9781667412023

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EL TORCIDO De BALA

Una novela de misterio de Frank Wire

Por

ROTIMI OGUNJOBI

Traducido por Cristina J Lopez

© 2021 Rotimi Ogunjobi

Reservados todos los derechos. Ninguna parte de este libro puede ser utilizada o reproducida de ninguna manera sin permiso por escrito, excepto en el caso de breves citas incorporadas en artículos críticos o reseñas.

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Tabla de Contenido

CAPÍTULO 1

CAPITULO 2

CAPITULO 3

CAPITULO 4

CAPITULO 5

CAPITULO 6

CAPÍTULO 7

CAPÍTULO 8

CAPITULO 9

CAPITULO 10

CAPITULO 11

CAPITULO 12

CAPITULO 13

CAPITULO 14

CAPITULO 15

CAPITULO 16

CAPITULO 17

CAPÍTULO 18

CAPÍTULO 19

CAPITULO 20

CAPÍTULO 21

CAPÍTULO 22

CAPÍTULO 23

CAPÍTULO 24

CAPÍTULO 25

CAPÍTULO 26

CAPÍTULO 27

EPÍLOGO

CAPÍTULO 1

Parque Upton, Londres.  

Raj Desai estaba sentado solo en la trastienda de su joyería. Era sábado por la noche y el personal y la seguridad se habían ido; pero como todas las otras noches, Raj encerrado solo, era un hombre muy cuidadoso. 

Abrió la puerta de entrada para mirar a ambos lados de la calle, La Joyería Bhatti´s estaba en Calle Verde ya unos cien metros de la estación de metro. Por todas partes, la calle esta noche estaba llena de inmigrantes africanos y asiáticos, muchos de los cuales parecían perpetuamente derrotados.

No muy diferente del aspecto que debían haber tenido él y su esposa cuando llegaron a vivir aquí hace más de dos décadas, lo sabía. El único tráfico comercial apreciable en este momento era el del supermercado Tesco. No era un día de fútbol, ​​de lo contrario los pubs de los alrededores habrían estado llenos de juerguistas borrachos del estadio en el que Westham FC jugaba sus partidos en casa. Aquí, en estas calles, manchadas de flema y con olor perpetuo a desinfectante, él y su difunta esposa habían encontrado buena fortuna.

Raj cerró la puerta y giró la llave. Sin embargo, no pudo ver a Kalyan Shetty, su futuro yerno, corriendo desde la estación de tren. Kalyan llamó con entusiasmo a la puerta justo cuando Raj se daba la vuelta. Está vestido con un traje oscuro; obviamente viniendo del trabajo. Raj volvió a abrir la puerta para dejarlo entrar y luego bajó la rejilla de seguridad de la ventana delantera de accionamiento eléctrico.

Buenas noches papá. ¿Cómo se encuentra hoy? Preguntó Kalyan.

"Muy bien gracias, hijo mío. ¿Vienes del trabajo? Raj Desai respondió. Ambos hablaron en hindi,

Sí, papá. Rupinder dice que la veamos en casa, pero es demasiado temprano ya que no llega del trabajo al hospital hasta dentro de dos horas. Así que pensé en venir a charlar contigo y luego ir a casa contigo , dijo Kalyan.

Eso está bien. A veces trabaja muchas horas en el hospital. Demasiado tiempo para una mujer, incluso si es un médico . Raj se arrepintió. 

Ambos entraron en la oficina de Raj en la parte trasera del taller. En una pared de la oficina abarrotada, llamaban la atención tres retratos. Uno era de su difunta esposa Sangita, su ceño todavía intimidante incluso en la imagen. El segundo era de su única hija Rupinder con su atuendo de graduación de la escuela de medicina. El tercer retrato era de Raj, Sangita y Rupinder, tomado veintidós años atrás en Mumbai, y cuando Rupinder tenía unos tres años.

Raj miró hacia arriba y señaló la foto de Rupinder.

Ella se parece a su madre. Desafortunadamente, Sangita murió cuando Rupinder aún era un niño y nos dejó solos . parecía disculparse.

Siempre lamento oír eso, papá. Sin embargo, lo has hecho bastante bien . Kalyan le dijo.

Oh no, lo ha hecho bastante bien. Todo lo que ves aquí en esta tienda no significa nada para mí. Esta tienda, Joyería Bhatti, pertenecía a Sangita, y ella la convirtió en un éxito gracias a su arduo trabajo. Solo ella me enseñó lo suficiente para poder hacerlo prosperar todavía. Esta tienda se la compramos a su tío Shami Bhatti" Bhatnagar. Quedó viudo, bastante harto de su mala artritis y regresó a su casa en Nueva Delhi. Vinimos aquí pobres, ella decidió hacernos ricos, y nos hicimos ricos. Bhatti's pertenece a Sangita, mi hijo, Rupinder es mi único éxito. Cuidarás de Rupinder por mí cuando finalmente te cases, ¿verdad? Raj preguntó

Te lo prometo papá; Lo Prometo. Kalyan le dio unas palmaditas en la mano.

Raj abrió un casillero de madera maciza y sacó una caja negra, costosamente decorada con terciopelo negro y adornos dorados y del tamaño de una caja de pizza de tamaño mediano. En el interior, la caja estaba forrada de satén violeta. Contenía un colgante de oro unido a una cadena de oro. El colgante tiene forma de bala doblada. 

Mira este; ¿Qué opinas? Raj preguntó con entusiasmo.

Es hermoso papá, y parece muy valioso, confesó Kalyan.

Sí, es valioso. Es la bala torcida. Se supone que traerá paz al matrimonio. Por tradición familiar, debe pasarse al primer hijo que se casa en la familia, ya que se había transmitido durante cinco generaciones. Pero como no tengo un hijo, te lo daré.

Gracias, papá. Lo cuidaré y lo apreciaré, Kalyan se alegró de saber.

Sin embargo, el colgante no debe perderse, de lo contrario, el resultado será una vida plagada de grandes dificultades durante las siguientes generaciones. Raj Desai advirtió.

—No se perderá, papá. Prometo conservarlo y también dárselo a tu nieto cuando llegue el momento ". Kalyan prometió

Raj cerró la caja, la guardó con mucho cariño de nuevo en el casillero y giró la llave. Luego abrió una gran puerta de acero para guardar la llave. La caja fuerte contenía una gran cantidad de dinero que había sido arrojado descuidadamente. Cambió de opinión; Abrió el casillero una vez más, sacó la caja y la puso en la caja fuerte, asintiendo con la cabeza en la satisfacción de que esto tuviera más sentido. 

Tienes demasiado dinero en esa caja fuerte, papá; deberías llevarlo al banco al final de cada día ". Kalyan se preocupó.

Sí, lo sé. Debe haber más de cien mil libras adentro, que son las ventas en efectivo de todo el día. Demasiados clientes prefieren pagar en efectivo por las joyas que conoce. Sangita habría insistido en que el dinero en efectivo debería llevarse al depósito nocturno en el banco de la calle, pero no importa, lo haré por la mañana. Nadie viene a robar una caja fuerte, hijo mío, esto es Londres . Raj razonó. En la pared, la imagen ceñuda de Sangita pareció acusarlo aún más y ponerlo momentáneamente nervioso.

Después de que usted y Rupinder se casen, creo que venderé la tienda y, como el viejo Shami Bhatti Bhatnagar, regresaré a casa en Mumbai. Él declaró

Ambos salen de la oficina, apagando las luces detrás de ellos. Raj activó el sistema de seguridad de la tienda, después de lo cual ambos salieron de la tienda por una puerta lateral, que Raj también cerró. El coche de Raj, un Mercedes, estaba aparcado a unos metros de distancia y ambos caminaron lentamente hacia él.

Todavía había un poco de frío afuera; aún faltaban varias semanas para el verano. Raj se apretó la gorra de lana en la cabeza y se envolvió con el abrigo. Había estado pensando en qué hacer a continuación. Cuando tenías casi sesenta, la vida parecía volverse tan rutinaria y las opciones disponibles para casi todo se volvieron muy pocas. Antes de que llegara Kalyan, había estado tratando de elegir entre cenar en el restaurante Hyderabad Darbar al final de la calle o ir más cerca de casa en Romford a Aroma en Calle Alta. Y tal vez después de eso ir al pub El amargo final a tomar una pinta o dos y charlar con los habitantes. Ahora ya no estaba muy seguro de qué hacer consigo mismo, su codiciada compañía con la soledad se rompió de repente. 

Dame la llave, papá, te llevaré a casa, sugirió Kalyan. Ambos entraron en el coche y se adentraron en la oscuridad.

Más tarde esa noche, tuvo lugar una sombría conferencia en un lujoso spa conocido como Woodstock. El lugar, ubicado cerca de Chigwell, había sido anteriormente una granja. Ahora era un escondite de celebridades, donde se rumoreaba que la membresía anual costaba casi tanto como un Rolls Royce nuevo. Las reglas dentro de Woodstock eran para aquellos para quienes el dinero significaba muy poco; la principal de esas reglas era que no se permitía usar zapatos dentro de los terrenos de la propiedad. 

La oficina en la que tuvo lugar la conferencia nocturna parecía bastante deformada en el tiempo desde los años sesenta. Moses Samuel o el Rabbi Zulu, como se llamaba más cariñosamente al propietario de Woodstock, estaba teniendo una discusión con cuatro hombres de Europa del Este. También en su oficina había otras tres personas, una de ellas su ayudante más cercana Sasha Cohen, una dama algo regordeta que habitualmente usaba anteojos oscuros John Lennon. 

La enorme sala estaba completamente decorada con muebles y accesorios de época; incluyendo un gran reloj de pie de los Beatles y un radiograma RCA. En una de las paredes había dos carteles enormes, cada uno de ellos de unos dos metros y medio de alto. Uno era el cantante Isaac Hayes tocando en el Sahara Tahoe en los años 70, con lentes oscuros de aviador, una cadena pesada alrededor de su cuello, desnudo hasta la cintura y luciendo tan sudoroso y sexy. Era una imagen que Moisés Samuel siempre trató fielmente de imitar hasta el límite que le permitía su propia piel blanca. El otro cartel era de un guerrero masai descalzo en un salto de batalla completo. Ésta era aquella en torno a la cual había construido las nuevas filosofías detrás de su vida y su negocio.

Solo uno de los cuatro hombres que asistieron hablaba inglés, pero todos entendieron las instrucciones que se les estaban transmitiendo.

"El banco está en Hackney. Fue allí donde una persona que conocí, un hombre trabajador, perdió su casa y se suicidó como consecuencia, ¿entiendes? Los hombres asintieron.   

¡Yah! Yah!; ellos entendieron. También comprendían todavía las iniquidades intolerables de la economía capitalista descontrolada.

Moses Samuel señaló una cámara de televisión en la mesa frente a ellos. 

¿Ves esta cosa? Cosas de tecnología real. Lo hice especialmente para mí en China. No es solo una cámara; también codificará todas las señales de CCTV y desactivará todos los demás equipos de seguridad, por lo que nadie podrá entender lo que sucedió. Después del trabajo, se dirigirá a Dover desde donde cruzará el canal y luego tomará un avión a Brasil. Para cuando regrese a casa en un par de meses, no tendrá preocupaciones. Además, serás rico .

Sasha le dio al líder de los hombres un gran sobre que contenía boletos de avión, algunos documentos de viaje falsos. Asintieron en silencio y se fueron con la cámara de televisión. 

Moses Samuel encendió el enorme y reluciente radiograma RCA de imitación de época que se encontraba en un rincón de la habitación y giró ansiosamente el dial de sintonización hasta que encontró el canal que estaba buscando. Era un canal de radio deshonesto. Un remix de hip-hop de una balada de Tierra, Viento y Fuego se filtró por los grandes parlantes del centro de música retro-moderno.

Encontraras tranquilidad

Si miras hacia abajo en tu corazón y alma

No lo dudes porque el mundo parece frío

Mantente joven de corazón porque nunca (nunca, nunca ...) eres viejo de corazón

Es bueno, ¿no? Moses Samuel asintió con la cabeza y al mismo tiempo buscó la aprobación de las damas.

Sí, es genial, dijo Sasha. La otra chica de la habitación no se mostró tan comprometida; tampoco lo era el jovencito de anteojos que parecía un periodista. No entendían este tipo de música.

Seguramente disfrutaría trabajando con este tipo. Tenemos mucho en común, dijo Moses Samuel.

La mitad de Londres se muere por saber quién es. Se mantiene extremadamente modesto para un músico, creo. Lo admiro, dijo Sasha.

Ex-hombre, dijo Moisés Samuel. Ex-hombre; el músico más misterioso y quizás el más talentoso de Inglaterra. Amo el nombre - Superhéroe; superestrella.

Tengo que irme a la cama ahora, Rabino, dijo Sasha con una reverencia. Moses Samuel se despidió amablemente de ambas damas.

Este trabajo que les pediste a esos hombres en el banco, ¿crees que tiene esperanzas de éxito? preguntó el joven.

¿Por qué no? Moisés Samuel pareció sorprendido de que alguien pudiera pensar de esta manera.

Oh bien; robando un banco con una cámara. Parece una noción tan ridícula como yo la veo, opinó con sinceridad el hombre.

Exactamente, coincidió Moisés Samuel con él. Y es porque se ve tan ridículo por eso tendrá éxito. Difícil robar un banco con una ametralladora; cien veces más fácil robar un banco con una cámara.

Juntos se rieron mucho de su ridículo plan. El joven cerró su computadora portátil y la arrastró fuera de la habitación, con una reverente reverencia en la puerta. 

Solo en la oficina, por fin, Moses Samuel se sentó detrás de su enorme escritorio de roble adornado asintiendo y tarareando al ritmo de la música. La transmisión semanal de una hora de Ex-Man se había convertido en un fenómeno, lo que regularmente hacía que el índice de aburrimiento en Londres cayera cada domingo por la noche. La radio pirata se encendió alrededor de las once hasta la medianoche y luego desapareció por completo del aire hasta la semana siguiente. En poco tiempo, se había convertido en una hora que los londinenses perspicaces llegaban a esperar. 

Gran parte de la música de Ex-Hombre no era nueva. Gran parte de ella era realmente una mezcla de viejas melodías, pero hecha de formas que nadie había creído posible. Ahora, pensó Moses Samuel, aquí había un músico en el que valía la pena invertir dinero para ir a lugares. El primer sencillo de Ex-Hombre, " Dinomita ", apareció hace apenas un mes, llegó a las listas y rápidamente subió tan rápido como un mono con la cola en llamas. Pero,aun así, nadie sabía quién era Ex- Hombre y tan deliciosamente, tampoco iba a anunciar su identidad. 

Dinomita había sido lanzado silenciosamente por Def Adam, una marca privada nueva y desconocida, sin fiestas, sin prensa. Def Adam, como se enteró, era propiedad de una compañía de la Isla de Man con el mismo nombre, pero con directores nominados, y la distribución de los cuatro discos del sello hasta el momento estaba a cargo de Michael Jah, un agente jamaicano de una tienda cercada, entre dos tiendas de verduras dentro de Mercado Brixton. 

Allí el rastro se había muerto.   

Solo vendo discos, no vendo cómics. Sí, hombre, había razonado con él el corredor de registros aparentemente perplejo.

Posteriormente, Moisés Samuel se sintió aún más intrigado y lleno de respeto por este artista desconocido. Ciertamente, no como cualquiera de los aspirantes sin talento que se exhiben como músicos con la fuerza de poder ingerir una gran cantidad de químicos alucinantes y, como consecuencia, gritar a todo pulmón; los papeles siempre estaban cubiertos de rostros estúpidos.

¿Quién era Ex-hombre? Irónicamente, ese misterio realmente había contribuido de manera importante al éxito del nuevo