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Diseño, implementación y evaluación de proyectos en Desarrollo Humano
Diseño, implementación y evaluación de proyectos en Desarrollo Humano
Diseño, implementación y evaluación de proyectos en Desarrollo Humano
Libro electrónico664 páginas5 horas

Diseño, implementación y evaluación de proyectos en Desarrollo Humano

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Información de este libro electrónico

Es un excelente recurso para estudiantes y profesionales que buscan
evaluar el cambio en las intervenciones que realizan a nivel microsocial, en el
campo del Desarrollo Humano, utilizando métodos mixtos.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento4 sept 2023
ISBN9786074177794
Diseño, implementación y evaluación de proyectos en Desarrollo Humano
Autor

Silvia Araceli Sánchez Ochoa

Silvia Sánchez Ochoa es psicoterapeuta humanista con más de 35 años de experiencia en el área del desarrollo humano y como académica universitaria. Licenciada en Psicología por la Ibero, Maestra y Doctora en Orientación y Desarrollo Humano por la Ibero y diplomada en Terapias Narrativas por el ILEF. Facilitadora de grupos y formadora de facilitadores tanto a nivel individual como grupal. Especialista en el tema de desarrollo del talento y de las potencialidades humanas. Especialista en temas relacionados al manejo de las emociones, comunicación interpersonal y psicología y espiritualidad. Compiladora del libro “Desarrollo Humano Contemporáneo” y autora del libro “La historia de vida como herramienta de autoconocimiento y desarrollo personal: Guía para facilitadores” (en prensa).

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    Vista previa del libro

    Diseño, implementación y evaluación de proyectos en Desarrollo Humano - Silvia Araceli Sánchez Ochoa

    Imagen de portada

    Diseño, implementación y evaluación de proyectos en Desarrollo Humano

    Diseño, implementación y evaluación de proyectos en Desarrollo Humano

    Silvia A. Sánchez Ochoa

    UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA CIUDAD DE MÉXICO.

    BIBLIOTECA FRANCISCO XAVIER CLAVIGERO

    D.R. © Universidad Iberoamericana, A.C.

    Prol. Paseo de la Reforma 880

    Col. Lomas de Santa Fe

    Ciudad de México

    01219

    publica@ibero.mx

    Versión electrónica: abril 2021

    ISBN: 978-607-417-779-4

    Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin la autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales.

    Hecho en México.

    Digitalización: Proyecto451

    Índice de contenido

    Portadilla

    Legales

    Índice de tablas

    Índice de figuras

    Presentación

    Cómo usar este libro

    Primera Parte. Los fundamentos teóricos de los proyectos en desarrollo humano a pequeña escala

    I. El Desarrollo Humano y sus ámbitos de intervención

    1. Concepción de Desarrollo Humano

    2. El promotor de Desarrollo Humano

    3. El papel del promotor como agente de cambio

    4. Ámbitos de aplicación de los proyectos en Desarrollo Humano

    5. Estado actual de los proyectos de intervención en Desarrollo Humano

    Preguntas y actividades

    Trabajando en tu proyecto

    II. Los proyectos: características y proceso de planificación

    1. Definición

    2. El ciclo del proyecto

    3. Consideraciones sobre los atributos de los proyectos

    4. Los proyectos y el cambio

    5. Los proyectos de acuerdo con el nivel de intervención

    Preguntas y actividades

    Trabajando en tu proyecto

    III. La importancia de la evaluación

    1. ¿Qué es evaluar?

    2. Tipos de evaluación

    3. Criterios en la evaluación

    4. La evaluación de proyectos a pequeña escala

    5. Las implicaciones sociopolíticas de la evaluación

    Preguntas y actividades

    Trabajando en tu proyecto

    IV. Metodología

    1. Los abordajes metodológicos

    2. Métodos mixtos en evaluación

    3. El rigor metodológico

    3.1 Criterios de rigor en la investigación cuantitativa

    3.2. Criterios de rigor en la investigación cualitativa

    4. Diseños de evaluación

    4.1 Diseños de evaluación cuantitativos

    4.2 Diseños de evaluación cualitativos/naturalistas

    4.3. Diseños de evaluación mixtos

    5. Estadios en el proceso de investigación

    6. Estrategias prácticas para el diseño de métodos mixtos

    Preguntas y actividades

    Trabajando en tu proyecto

    V. Técnicas e instrumentos de recolección de información

    1. Identificación de las fuentes de información

    2. Técnicas de recolección de información

    2.1. La información documental

    2.2. La observación

    2.3. La entrevista

    2.4. El grupo focal

    2.5. Otras técnicas grupales

    2.6. El cuestionario

    2.7. Otras técnicas de autoinformación

    3. Consideraciones acerca de los instrumentos

    4. Enfoques y métodos de evaluación rápida

    Preguntas y actividades

    Trabajando en tu proyecto

    VI. Los modelos de evaluación

    1. Un poco de historia

    2. ¿Qué es un modelo de evaluación?

    3. Modelos de evaluación de proyectos

    3.1. El modelo CIPP

    3.2. El modelo lógico

    Preguntas y actividades

    Trabajando en tu proyecto

    Segunda parte. El ciclo del proyecto: desde su concepción hasta su evaluación

    VII. Primera etapa: identificación de la situación o el problema

    1. ¿Cómo elegir un tema para elaborar un proyecto?

    2. ¿Qué es un problema?

    2.1. El planteamiento del problema

    3. Técnicas en el análisis de problemas

    3.1. Técnica del pero, ¿por qué?

    3.2. Análisis del campo de fuerzas FODA

    3.3. El árbol de problemas

    Preguntas y actividades

    Trabajando en tu proyecto

    VIII. Segunda etapa: la evaluación inicial o diagnóstica

    1. Diferencias entre evaluación inicial y línea base

    2. La concepción de necesidad desde el Desarrollo Humano

    3. El modelo de necesidades de Bradshaw

    4. La población beneficiaria

    5. Pasos para llevar a cabo una evaluación de necesidades

    Preguntas y actividades

    Trabajando en tu proyecto

    IX Tercera etapa: diseño de la intervención

    1. El proceso de intervención social

    2. Elementos de la intervención

    3. El diseño de la intervención

    3.1. El marco teórico o conceptual

    3.2. Los objetivos

    3.3. Las preguntas de evaluación

    3.4. Hipótesis o supuestos

    3.5. Variables, constructos, dimensiones e indicadores

    3.6. La línea base

    3.7. Planteamiento de soluciones

    3.8. Estrategias de intervención

    3.9. Actividades

    3.10. Los recursos o insumos

    3.11. El presupuesto

    3.12. El monitoreo o seguimiento del proyecto

    3.13. Criterios de resultados y productos

    3.14. La evaluación ex post

    3.15. Promoción y comunicación

    3.16. Las cuestiones éticas

    Preguntas y actividades

    Trabajando en tu proyecto

    X. Cuarta etapa: la implementación o ejecución

    1. Factores relacionados con el contexto

    2. Factores relacionados con el proyecto

    3. Factores relacionados con el monitoreo

    4. La sistematización de experiencias

    Preguntas y actividades

    Trabajando en tu proyecto

    XI. Quinta etapa: evaluación de resultados

    1. Componentes de la evaluación

    2. La evaluación de resultados e impactos dentro del proyecto de intervención social

    3. Consideraciones con relación a la evaluación

    4. El análisis de información

    4.1. Análisis de datos cuantitativos

    4.2. Análisis de información cualitativa

    4.3. Análisis de datos que utilizan métodos mixtos

    5. La definición de las rutas de análisis

    6. Aprovechamiento de los hallazgos de la evaluación

    7. La obtención de conclusiones, lecciones, recomendaciones y experiencia vivencial del promotor

    8. La generación de conocimiento

    9. El informe de evaluación

    Preguntas y actividades

    Trabajando en tu proyecto

    XII. Consideraciones éticas

    1. La ética en la gestión de proyectos

    2. Principios éticos de los evaluadores de proyectos

    3. Principios éticos de los facilitadores de proyectos

    4. Los derechos humanos y la evaluación

    5. ¿Qué puedes hacer si te enfrentas a un dilema ético?

    Preguntas y actividades

    Trabajando en tu proyecto

    XIII. Otros aspectos a considerar en la evaluación de proyectos

    1. Características de un buen evaluador

    2. Características de los participantes o usuarios

    3. Consideraciones con relación a los proyectos

    4. La incorporación de los enfoques de igualdad de género y derechos humanos en la evaluación

    Preguntas y actividades

    Trabajando en tu proyecto

    Anexo I. Guía de elaboración de proyectos

    Anexo II. Guía para la elaboración del estudio de caso

    Anexo III. Guía para elaborar un artículo publicable

    Referencias bibliográficas

    A mis hijos Johann y Alina y a mi padre, qepd, por las incontables horas robadas.

    Gracias por acompañarme en este camino.

    Índice de tablas

    Tabla 1.1. Principios de la evaluación cualitativa y humanista

    Tabla 2.1. Preguntas para estructurar un proyecto

    Tabla 4.1. Comparación entre paradigmas, según García Ramos (1996)

    Tabla 4.2. Criterios personales en la elección de paradigmas

    Tabla 4.3. Posturas existentes cuando se utilizan métodos mixtos

    Tabla 4.4. Normas comunes de calidad y criterios de evaluación para estudios cuantitativos y cualitativos

    Tabla 4.5. Modelo de secuencia de las prioridades de Morgan

    Tabla 5.1. Fuentes comunes de datos cualitativos y cuantitativos

    Tabla 5.2. Elección de métodos y técnicas cualitativas en función de las cuestiones que guían la evaluación

    Tabla 6.1. Ejemplo de evaluación con un modelo CIPP

    Tabla 8.1. Diferencias entre evaluación inicial y línea base

    Tabla 8.2. Tipos de estrategias de muestreo en investigación cualitativa

    Tabla 9.1. Listado de posibles agentes interesados (stakeholders)

    Tabla 9.2. Comparación del enfoque participativo con la evaluación cuantitativa y la cualitativa

    Tabla 9.3. Principios educativos asociados con una concepción constructivista del aprendizaje y la enseñanza

    Tabla 9.4. Ejemplo de actividades propuestas para un problema relacionado con la falta de comunicación entre padres e hijos

    Tabla 9.5. Actividades, indicadores y datos

    Tabla 9.6. Ejemplo de presupuesto

    Tabla 9.7. Estrategias, actividades, resultados individuales y del proyecto

    Tabla 10.1. Guía para elaborar una propuesta de sistematización

    Tabla 10.2. Formato de registro de experiencias

    Tabla 10.3. Formato para la reflexión después de la acción

    Tabla 11.1. Ejemplo de tabla de contingencias

    Tabla 11.2. Elementos para un análisis de contenido

    Tabla 11.3. Pasos principales para integrar en el análisis de datos, diseños de estudios con métodos mixtos

    Tabla A1.1. Objetivos, preguntas de evaluación, indicadores, recolección y análisis de la información

    Tabla A1.2. Formato simple de guía instruccional

    Tabla A1.3. Formato de registro de sistematización de experiencias

    Índice de figuras

    Figura 2.1. Esquema de planificación de un proyecto

    Figura 4.1. Diseños de métodos mixtos y tipos de integración

    Figura 6.1. Desarrollo de un proyecto y su evaluación CIPP

    Figura 6.2. Esquema general de un modelo lógico

    Figura 6.3. Marco de referencia de los modelos lógicos

    Figura 7.1 El árbol de problemas

    Figura 8.1. Esquema de la motivación humana

    Figura 9.1. Preguntas clave de evaluación enmarcadas en el modelo lógico

    Figura 9.2. Tipos de tendencias en las líneas base

    Figura 9.3. Cronograma de actividades simple. Diagrama de Gantt

    Figura 9.4. Cronograma de actividades y porcentaje de avance

    Figura 9.5. Cronograma de tareas

    Figura A1.1. Diferentes formas de trabajar el modelo lógico

    Figura A1.2. Plantilla de trabajo de un modelo lógico

    Por favor, ¿me puede decir qué camino debo seguir desde aquí?,

    preguntó Alicia.

    En verdad, eso depende mucho de a dónde quiere llegar,

    dijo el Gato.

    Eso no me importa mucho,

    dijo Alicia.

    Entonces, no tiene la menor importancia por dónde vaya,

    dijo el Gato.

    LEWIS CARROLL, Alicia en el país de las maravillas

    Presentación

    En los últimos años el tema de la evaluación ha tenido un gran auge. Los organismos nacionales e internacionales evalúan de manera constante y permanente los planes y programas, los proyectos y las prácticas en diversos contextos, en especial aquellos relacionados con situaciones de vulnerabilidad provocadas por condiciones referidas a la pobreza, marginalidad, falta de equidad social, discriminación y exclusión que integran las políticas públicas en sus diversos ámbitos, con el objeto de que se dé una adecuada distribución de recursos hacia los que hayan mostrado ser capaces de mejorar las condiciones de vida de la población, buscando con sus resultados obtener elementos que permitan rediseñarlos para que sean cada vez más eficientes.

    Los esfuerzos, tanto en los gobiernos federales como en la iniciativa privada, están encaminados a formar recursos humanos desde diversos campos profesionales como la sociología, antropología, economía, educación, psicología, salud y otros que confluyan en el espacio de la evaluación. Ésta constituye una práctica de aprendizaje sobre la realidad en un medio social, educativo u organizacional determinado. Para fundamentarla es necesario recurrir a criterios y marcos de referencia que permitan contrastar, comparar e interpretar los resultados obtenidos a fin de reconocer los programas y las prácticas exitosas y poder transferir esos conocimientos para que otras personas, grupos u organizaciones con necesidades similares puedan llevar a cabo experiencias parecidas y apropiarse del conocimiento adquirido. No se trata de replicar en forma mecánica las intervenciones sino comunicar lo que ha funcionado en una población específica. A la vez que se aprende sobre la problemática y sus desafíos, se avanza acerca de la importancia de la evaluación y los métodos y técnicas para llevarla a cabo.

    Es preciso aprender cómo diseñar y evaluar proyectos y no hay recetas mágicas para hacerlo; tampoco se pueden trasladar directamente los indicadores y las técnicas que se utilizaron en una intervención a otra. Cada una tiene que ser creada, experimentada y evaluada y, por supuesto, construida en función de necesidades específicas. Aprender a evaluar significa adquirir conocimientos, aprender a sistematizar experiencias y comunicarlas.

    La literatura sobre diseño y evaluación de programas y proyectos es vasta. Sin embargo, la mayor parte está escrita para evaluadores profesionales, así como para evaluar programas a gran escala. Existen también muchos manuales accesibles a través de internet que fueron escritos para abordar las necesidades particulares de una organización o comunidad.

    Desde hace más de cuarenta años en el campo del Desarrollo Humano en México los promotores egresados de los programas de posgrado han realizado intervenciones con poblaciones diversas, al moderar y acompañar en talleres y otros eventos a individuos y grupos y centrarse en el desarrollo de sus potencialidades; han facilitado procesos al fomentar la toma de conciencia, la libertad, autonomía, el respeto y compromiso de los grupos y las personas involucradas. La disciplina del Desarrollo Humano se ha construido en la práctica y ha estado en constante evolución para poder dar respuesta a las nuevas problemáticas que van surgiendo día con día. La mayor parte de las intervenciones que se realizan son a nivel microsocial, trabajando con pequeños grupos y fortaleciendo las potencialidades desde un enfoque centrado en las personas. Las potencialidades, por definición, son las características de la persona, del grupo, la organización o comunidad que, en caso de ser fortalecidas, contribuirán a un devenir del sujeto o grupo más provechoso. En esta medida son particulares a cada ser humano o grupo.

    Sin embargo, al igual que en muchos otros sectores en nuestro país, la evaluación de estas intervenciones ha sido muy escasa, no necesariamente por ausencia de evaluadores ni por falta de capacitación en la materia, sino porque todavía prevalecen, aunque en menor medida, las problemáticas planteadas desde hace casi dos décadas por Mayers y Martinic (1997), entre las que destacan:

    Una existencia organizacional de supervivencia que hace difícil reflexionar, ver hacia el futuro y planear; una utopía en que la igualdad, la democracia y la horizontalidad hacen difícil contemplar los juicios de valor que, normalmente, implican un grado de juicio donde la evaluación se percibe como autoridad impuesta; el rechazo a los valores asociados con la medición entre los trabajadores sociales por su tendencia a deshumanizar y descontextualizar; el miedo, basado en la experiencia real, de que los resultados pueden ser utilizados en contra y no a favor, como una manera de valorar y no de reconocer el trabajo realizado y, finalmente, la experiencia negativa y de rechazo a las evaluaciones impuestas por las instituciones financieras (pp. 11-12).

    La necesidad de evaluar las intervenciones a nivel microsocial, que por su naturaleza son llamadas a pequeña escala, la mayoría locales, que involucran a un solo evaluador, se llevan a cabo en un periodo de tiempo breve (entre uno y seis meses), cuentan con recursos limitados y se ubican en un único espacio físico o geográfico (Robson, 2000), dieron lugar a este libro de texto que busca cubrir las necesidades de formación de los estudiantes de la Maestría en Desarrollo Humano de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México y otros profesionales e involucrarlos en un proceso permanente de aprendizaje e intercambio de saberes.

    El libro está planteado para servir como apoyo a los estudiantes a lo largo del proceso de pensar, diseñar, implementar y evaluar un proyecto de intervención, una actividad, práctica o un servicio a pequeña escala en cualquier campo de acción humana: social, educativa, laboral, comunitaria, organizacional, etc. Comprende el trabajo a realizar en las materias secuenciales del eje de Aplicaciones en Desarrollo Humano y Opción Terminal, que se cursan a lo largo de cuatro semestres académicos que equivalen a dos años de estudios. Es importante señalar que la mayoría de los estudiantes que ingresan a la maestría no adquirieron conocimientos básicos sobre metodología en la licenciatura y algunos desconocen las técnicas, los requerimientos y las características de los distintos métodos de investigación necesarios para comenzar y evaluar un proyecto, lo cual les ha generado problemas y en muchos casos la imposibilidad de llevar a buen término su propio proyecto.

    Ante esta situación, este libro de texto busca ser una guía práctica ya que está orientado a transmitir conocimientos fundamentales y desarrollar capacidades y competencias básicas que les permitan aplicar sus conocimientos en realidades concretas, elaborando proyectos de Desarrollo Humano plausibles y evaluables, así como superar los obstáculos a los que se enfrentan a lo largo del proceso.

    Al mismo tiempo, ofrece un panorama más amplio en el campo de la evaluación de los proyectos a pequeña escala, por lo que será también de utilidad para cualquier persona que requiera llevar a cabo una evaluación, tenga o no experiencia en el campo. Las lecciones transmitidas a través de este trabajo pueden aplicarse a una amplia variedad de proyectos y contextos.

    El libro recupera gran parte de lo que está escrito sobre diseño y evaluación en diferentes textos y espacios de reflexión y diálogo. Su aporte principal es integrar en la propuesta lo concerniente a la promoción del Desarrollo Humano y transitar desde una evaluación centrada en resultados e impactos hacia una evaluación de los procesos individuales y la observación del cambio; es decir, evaluar lo que se ha modificado en las personas y los grupos a partir de la intervención realizada.

    Asimismo, pretende ser un material de apoyo que presenta un análisis ordenado de las diferentes situaciones que enfrentará el promotor y le ayudarán a tomar mejores decisiones. Está escrito para que los estudiantes evalúen su propia práctica, no a través de un método estandarizado y cerrado como si fuera una receta, sino como una propuesta personal, creativa e innovadora que pueda ser reformulada y adaptada de acuerdo con la realidad que se evaluará. Siempre resulta más útil enseñar a pensar metodológicamente que transferir una metodología.

    El libro de texto presenta una propuesta ecléctica y pragmática basada en la evaluación por medio de métodos cuantitativos, cualitativos y mixtos. Recoge herramientas teóricas y metodológicas de distintas fuentes, siempre y cuando se consideren útiles y sirvan de apoyo al promotor en Desarrollo Humano para que responda a las exigencias del mundo contemporáneo en el tema de la evaluación sin olvidar el marco desde el cual está trabajando. Aunque en esta disciplina consideramos que la metodología cualitativa es la vía más adecuada para la comprensión holística de la existencia humana y respaldamos su importancia, en esta obra no se abordarán estos enfoques como los únicos métodos de conocimiento de la realidad, ya que caeríamos en la incongruencia de hacer a un lado otros esfuerzos que han mostrado ser eficaces para evaluar diversos problemas. Por otra parte, en el momento actual se ha consolidado un desarrollo multidisciplinario en el estudio de diversos problemas humanos a través de reflexiones más integradoras que se fortalecen por medio de estrategias de combinación de métodos (Ulin, Robinson y Tolley, 2006).

    Serán la experiencia y agudeza del promotor las que le ayudarán a reconocer entre los métodos propuestos, aquellos más apropiados para evaluar la realidad con la que se enfrenta.

    El libro está organizado en trece capítulos. Los primeros seis conforman la primera parte, teórica, que comprende conceptos básicos sobre Desarrollo Humano, proyectos, metodología y evaluación, entre otros temas. En la segunda parte, más práctica, se desarrollan las cinco fases que componen un proyecto desde su concepción hasta su evaluación. La secuencia de los temas responde a los contenidos de las tres primeras materias del eje de Aplicaciones, mientras que los anexos 2 y 3 sirven de guía para convertir el proyecto evaluado en una opción de titulación.

    Si bien gran parte de la bibliografía sobre el tema tiene que ver con proyectos sociales, la mayoría de los contenidos pueden ser aplicados a intervenciones que se realicen en otros ámbitos. Los ejemplos que se presentan para ilustrar los contenidos están relacionados con temas de nuestra disciplina como la autoestima, comunicación asertiva, educación emocional, etcétera.

    En el primer capítulo se revisan los supuestos teóricos y metodológicos del Desarrollo Humano; se profundiza en las características del promotor como agente de cambio y se presenta el estado actual de los proyectos y sus campos de acción.

    El segundo capítulo expone algunos conceptos sobre los proyectos, su estructura y las fases del ciclo de un proyecto en Desarrollo Humano: la identificación, el diagnóstico, diseño, la implementación o ejecución y evaluación.

    El tercer capítulo está dedicado a la importancia de la evaluación y se muestran los distintos tipos y momentos de ésta a lo largo del ciclo de un proyecto; también se abordan sus implicaciones sociopolíticas.

    El capítulo cuatro introduce los abordajes metodológicos y profundiza en los enfoques cuantitativos, cualitativos y mixtos, sus ventajas y limitaciones, y se presentan los fundamentos y procedimientos de los distintos tipos de diseños. Asimismo, se exponen las ventajas de utilizar métodos combinados en la evaluación de proyectos.

    En el capítulo cinco se presenta un amplio abanico de herramientas de uso recurrente en experiencias de evaluación en Desarrollo Humano como es la observación, la entrevista, el trabajo con grupos focales, los cuestionarios y otros.

    Después de hacer una breve revisión histórica de la investigación evaluativa, el capítulo seis presenta la ventaja de utilizar un modelo de evaluación, como el modelo lógico o el cipp, que ayudan a orientar paso a paso la planificación del proyecto. Los modelos contribuyen no sólo a clarificar las actividades y los recursos sino a reflexionar en los supuestos en que están basados y facilitar y ampliar el proceso de evaluación.

    El capítulo siete comienza con la primera etapa del ciclo del proyecto, la identificación de la situación problemática, y presenta algunas técnicas útiles para definir el problema con claridad.

    En el capítulo ocho se profundiza sobre cómo se conciben las necesidades desde dos planteamientos, el de Max Neef y Lafarga, y se establece la manera de llevar a cabo un diagnóstico de necesidades en una población específica.

    El capítulo nueve presenta lo relativo al diseño del proyecto y su evaluación y se describen los procesos que hay que afrontar para lograr el cambio deseado, desde la definición del marco teórico o conceptual y los objetivos hasta la definición de indicadores, actividades, estrategias de intervención, presupuesto, etcétera.

    En el capítulo diez se aborda la cuarta etapa del ciclo del proyecto, la implementación o ejecución, y se describen los factores que facilitan y obstaculizan el proceso de implantación, el monitoreo de las actividades, la utilización del tiempo y los recursos, y se finaliza con la descripción del proceso de sistematización. El capítulo once estudia lo relacionado con la evaluación de resultados, es decir, cómo analizar la información cuantitativa y cualitativa hasta definir la manera de aprovechar los hallazgos de la evaluación.

    En el capítulo doce se resumen los principios éticos generales que regulan la actuación de los administradores, facilitadores y evaluadores.

    En el último capítulo se establecen aspectos generales relacionados con los evaluadores, los participantes y con el proyecto como tal, así como algunas ideas sobre cómo incorporar la perspectiva de género y derechos humanos a un proyecto de intervención.

    Al final del libro se presentan tres anexos. El primero constituye la guía de elaboración de proyectos, que ofrece una orientación general de las fases principales inherentes a una propuesta de proyecto de intervención que fueron abordadas en el texto. Esta guía está pensada para los estudiantes que por diversas razones no pudieron llevar a cabo la intervención que se propusieron y tienen que volver a comenzar; les ayudará a pensar en un nuevo tema, identificar el problema, realizar el diagnóstico y diseño de su proyecto y evaluación de forma autosuficiente.

    El segundo anexo es una guía para reportar los hallazgos de la intervención a través de un documento conocido como el Estudio de caso. La elaboración de éste permitirá a aquellos alumnos que así lo decidan obtener el grado que los acredita como maestros en Desarrollo Humano.

    Finalmente, el tercer anexo presenta los elementos principales para escribir un artículo científico que informe acerca de los resultados y el proceso del proyecto de intervención como una alternativa de titulación. Tanto el estudio de caso como el artículo publicado en una revista especializada ofrecen además la posibilidad de acercar los resultados de las evaluaciones a congresos y seminarios para cumplir con el objetivo de transmitir los conocimientos adquiridos en beneficio de otras poblaciones similares y, en un momento dado, poder llegar a influir en ámbitos de decisión política.

    Al término de cada capítulo presento algunas sugerencias de recursos relacionados con el tema como libros o páginas de internet para poder profundizar. Posterior a las sugerencias aparece una sección de preguntas y actividades que tiene el propósito de apoyar al estudiante tanto en la comprensión como reflexión del tema tratado. Por último, incluyo una sección llamada Trabajando en tu proyecto, la cual incorpora un acercamiento práctico a los temas revisados durante el capítulo.

    A lo largo del texto hay palabras resaltadas en negritas, las cuales se usan para enfatizar o señalar ciertos conceptos de tal manera que faciliten la búsqueda de dichos términos.

    Como se habrá observado, Desarrollo Humano está escrito con mayúsculas, esto para diferenciar la concepción de la Universidad Iberoamericana de otras acepciones del término. Se respetará esta forma a lo largo del libro.

    No vamos a propiciar ningún cambio sustancial si no establecemos una cultura de la evaluación y desarrollamos capacidades en este sentido. Necesitamos producir evidencias sólidas y construir conocimiento válido y oportuno a fin de que los cambios que se generan a través de las intervenciones puedan ser efectivos y aseguren un proceso continuo y acumulativo de transformaciones; es decir, que puedan ser replicados en otros contextos e incluso fundamentar campañas en la estructuración de políticas públicas favorables al desarrollo local. La práctica del Desarrollo Humano sólo se podrá validar sobre la base de la experiencia profesional, sistematizada y reflexiva que refiera los aciertos y errores adquiridos en trabajos con personas y grupos concretos.

    Prevalece la intención de mejorar las condiciones de vida de las personas que sean más favorables para la expresión de la diversidad cultural, que contribuyan a la disminución de la violencia y discriminación y fomenten una cultura de paz. Las intervenciones en Desarrollo Humano tienen como propósito desde sensibilizar y desarrollar la autoconciencia hasta modificar el comportamiento individual mediante la educación y la autonomía y, en forma más ambiciosa, centrarse en la equidad y la justicia social.

    Cómo usar este libro

    El libro puede utilizarse de muy diversas maneras. Mi recomendación es leer todos los capítulos en el orden en que aparecen, como se pide a los estudiantes de nuevo ingreso a la maestría.

    El capítulo 12 sobre consideraciones éticas es una lectura obligada para todos, ya que es necesario cuestionar las implicaciones de un proyecto desde su concepción hasta su conclusión. Las sugerencias sobre métodos y técnicas de recolección de información, que pueden ser útiles tanto para el diagnóstico de necesidades como para la conformación de la línea base y las evaluaciones de proceso, resultados e impacto, se encuentran en los capítulos 4 y 5.

    A los alumnos de segundo semestre les convendría hacer una lectura rápida de los primeros capítulos del libro y después ir directamente al capítulo 9, el cual contiene una descripción más amplia de los 16 elementos necesarios en el diseño de un proyecto de intervención en Desarrollo Humano. Algunos de éstos, como el marco teórico, la definición y el análisis de los objetivos, el planteamiento de hipótesis, la definición de variables e indicadores y la reflexión sobre cuestiones éticas que son pertinentes en la etapa de diagnóstico de necesidades, podrán consultarse directamente en este capítulo; no los presenté en el correspondiente al diagnóstico para no interferir con la secuencia a seguir en el diseño de la intervención.

    Para los que inician el tercer semestre, los capítulos 10 y 11 serán los más relevantes, y podrán regresar a los capítulos previos si lo consideran necesario.

    Quienes tengan experiencia en evaluación y aquellos que ya trabajan en proyectos pueden centrarse en los capítulos de la segunda parte del texto que consideren les serán de utilidad para complementar sus prácticas.

    A los estudiantes que tuvieron que abandonar su proyecto inicial y están comenzando de nuevo, les recomiendo ir directamente al anexo 1, que es la Guía de elaboración de proyectos, la cual les permitirá recordar lo que tienen que hacer en cada etapa y al mismo tiempo servirá como lista de cotejo para verificar lo importante a realizar.

    Para los estudiantes de último semestre están los anexos 2 y 3 que les auxiliarán como guía si deciden titularse por Estudio de caso o a través de un artículo publicado.

    Primera Parte

    Los fundamentos teóricos de los proyectos en Desarrollo Humano a pequeña escala

    I. EL DESARROLLO HUMANO Y SUS ÁMBITOS DE INTERVENCIÓN

    II. LOS PROYECTOS: CARACTERÍSTICAS Y PROCESO DE PLANIFICACIÓN

    III. LA IMPORTANCIA DE LA EVALUACIÓN

    IV. METODOLOGÍA

    V. TÉCNICAS E INSTRUMENTOS DE RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN

    VI. LOS MODELOS DE EVALUACIÓN

    I

    El Desarrollo Humano y sus ámbitos de intervención

    Este proceso de construir el ser personal en nosotros mismos y en la sociedad

    es una tarea que dura toda la vida, es una búsqueda que no termina.

    Si no empieza por mí como persona, nada de lo que yo pueda hacer tiene repercusión.

    Es también una tarea de los grupos y de la sociedad.

    Trabajar en la construcción del ser personal de todos es la asignatura pendiente

    de nuestro mundo, especialmente en estos momentos cruciales de la historia.

    JUAN LAFARGA

    1. CONCEPCIÓN DE DESARROLLO HUMANO

    Desarrollo Humano es uno de los conceptos más versátiles del mundo contemporáneo. Puede entenderse desde perspectivas antropológicas individuales y sociales y abordarse como objeto de estudio de la psicología y la educación; considerarse un periodo avanzado en la evolución de los seres vivos o una cadena de eventos identificables en las vidas de todos los hombres; o verse como el conjunto de los valores que promueven la psicología humanista o la meta de todos los procesos educativos. Desde una perspectiva filosófica, lo que favorezca el desarrollo personal integrado de los individuos, los grupos y la sociedad, puede ser el criterio de la ética (Lafarga, 2013).

    Desde la administración de los recursos humanos, Desarrollo Humano se refiere a la capacitación del personal, los valores humanistas que la empresa favorece en el funcionamiento de la institución, la superación del personal y la productividad de los empleados como una característica del crecimiento personal.

    Además de las concepciones ya mencionadas resalta la formulada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que en los años noventa del siglo XX estableció que el desarrollo es un desarrollo humano en tanto tenga a las personas como sujetos. Desde esta perspectiva, los seres humanos nacen con cierta capacidad en potencia, y el propósito del desarrollo consiste en crear una atmósfera en que todos puedan aumentar su capacidad y las oportunidades puedan ampliarse para las generaciones presentes y futuras. (PNUD, 1994, p. 16). Más adelante, en 1996, amplió la concepción del Desarrollo Humano como:

    ....un proceso encaminado a aumentar las opciones de la gente, que mide el desarrollo según una amplia gama de capacidades, desde la libertad política, económica y social hasta la posibilidad de que cada quien pueda llegar a ser una persona sana, educada, productiva y creativa, y ver respetados tanto su dignidad personal como sus derechos humanos (Pérez de Cuéllar, 1996, p. 12).

    En este libro consideraremos la concepción del Desarrollo Humano centrado en las personas, que se ha ido construyendo a través de cuarenta años de trabajo de profesionales y académicos y que se concibe como:

    ….el esfuerzo transdisciplinar de estudio y acción cuyo objetivo es la comprensión integral de las potencialidades, organización, procesos y relaciones de los grupos y las personas, para poder promover el desarrollo autónomo de los mismos como sujetos y actores de su propio destino (Segrera, 2014, p. 8).

    Para Lafarga (2013), el Desarrollo Humano se entiende como:

    ....una filosofía del hombre, de la sociedad y de las relaciones interpersonales, que pone énfasis en la autodeterminación, así como una disciplina académica enraizada en la experiencia y en la búsqueda. Implica también una praxis profesional orientada a la facilitación y avance del crecimiento humano, individual y colectivo que considera a la persona en todas sus dimensiones; un estilo de vida caracterizado por la empatía y la honradez en las relaciones interpersonales, la apertura al aprendizaje, el interés por la vida y la ecología en todas sus formas y la apertura a la trascendencia. Finalmente, como el horizonte ético de todas las disciplinas (p. 40).

    El Desarrollo Humano se apoya en la diversidad de enfoques de la psicología humanista, en especial en aquel que está centrado en la persona, que es un marco de comprensión de la realidad sólido, abierto, flexible y en desarrollo (Segrera, 2014). En los proyectos, los promotores integran y desarrollan elementos de arte, cuento, música y movimiento, entre otros, y establecen puentes con la filosofía, la logoterapia, la Gestalt, el psicodrama, el existencialismo, el constructivismo, la tanatología y los enfoques psicocorporales, principalmente. Esto con la finalidad de diseñar intervenciones a la medida, adaptadas a las circunstancias personales de cada persona o grupo.

    Lafarga (2013) señala que Desarrollo Humano no es sinónimo de enfoque centrado en la persona. Mientras que ese enfoque es la concreción de las propuestas de Carl Rogers sobre el crecimiento personal (p. 111), Desarrollo Humano es un concepto más amplio que abarca todos las teorías y sistemas prácticos que promueven el crecimiento personal a nivel individual, de pareja, familiar, grupal y social desde cualquier perspectiva o sustrato ideológico, pero privilegiando el enfoque centrado en la persona.

    2. EL PROMOTOR DE DESARROLLO HUMANO

    La labor de los promotores en Desarrollo Humano consiste en fortalecer las potencialidades (capacidades internas) de individuos, grupos, organizaciones y comunidades, trabajando desde la persona o el grupo y así promover el desarrollo de la sociedad. Las potencialidades, por definición, son las características de la persona, el grupo, la organización o la comunidad que en caso de ser fortalecidas contribuirán a un devenir del sujeto o el grupo más provechoso. En esa medida son particulares a cada ser humano o grupo. Los factores que afectan el desarrollo de las potencialidades pueden ser: personales, interpersonales, ambientales o circunstanciales.

    El promotor en Desarrollo Humano tiene una visión interdisciplinaria del desarrollo de las personas y los grupos y puede aportar elementos filosóficos, psicológicos, antropológicos, educativos, sociológicos, teológicos o económicos para lograr la autodeterminación y el desarrollo óptimo de individuos y comunidades; está interesado por la teoría y la praxis política y social y maneja en forma adecuada los conflictos interpersonales y sociales; posee conocimientos amplios sobre temas muy diversos y manifiesta aprecio por la riqueza de la diversidad cultural en valores y costumbres.

    El trabajo que realiza el Desarrollo Humano es a nivel microsocial, ya que lo hace con pequeños grupos a través de intervenciones directas a nivel primario (las que evitan el surgimiento de un riesgo o disminuyen su incidencia con base en evitar su probabilidad de aparición) y secundario (las que evitan la evolución o consolidación de un riesgo o mejoran su pronóstico una vez iniciado el proceso) en diversos escenarios. El Desarrollo Humano busca generar cambios en los niveles cognitivo (ideas, percepciones y formas de entender la realidad), emocional o afectivo (sentimientos, sensaciones, frustraciones, temores, etc., que limitan el desarrollo psicológico de la persona), conductual (comportamientos que afectan el desarrollo de la persona o de su entorno) o social (redes de apoyo y comunidad en general) que propicien condiciones más favorables para la expresión de la diversidad cultural, contribuyan a la disminución de la violencia y discriminación y fomenten una cultura de paz que permita formular e impulsar políticas y programas de desarrollo humano individual y social en los ámbitos regional y nacional; confía en que si se dan las condiciones ambientales y los recursos adecuados, las personas y los grupos serán capaces por sí mismos de una realización personal y social (Sánchez, 2013).

    El promotor en Desarrollo Humano está comprometido con un proceso permanente de autoconocimiento; es consciente de su funcionamiento intrapersonal y sus relaciones interpersonales, lo que resulta en una presencia caracterizada por congruencia, aceptación y empatía hacia sí mismo, los otros y el mundo externo.

    La anterior característica marca la diferencia con otros expertos que llevan a cabo intervenciones a nivel psicosocial. El promotor en Desarrollo Humano emplea, como medio privilegiado, su propia persona, su presencia y sus comunicaciones, y las pone al servicio de las personas y los grupos con los que trabaja. Es un agente de cambio que se compromete en su trabajo a partir de sus valores y se involucra participando como actor en el proceso; se construye como promotor en la acción.

    En sus intervenciones ofrece un modelaje, es decir, permite que los participantes observen en él o ella los aspectos que procura desarrollar en ellos o ellas. Se comunica con congruencia, aceptación y empatía para promover un ambiente en el que es posible la autoexploración, la libertad y el compromiso de las personas y los grupos, y no impone objetivos ni preconcepciones de lo que constituiría una manera adecuada de hacer y expresar ni tampoco sugiere soluciones (Segrera, 2014).

    Como promotores en Desarrollo Humano, compartimos los siguientes supuestos (Tageson, 1982):

    • Lo fenomenológico: los seres humanos se conducen a través de sus propias percepciones subjetivas y en esencia, responden no a un ambiente objetivo sino al ambiente tal y como ellos lo perciben y comprenden. Por tanto, abordamos a las personas a partir de sus experiencias concretas, buscando entender su dimensión humana, irrepetible y única y la forma en la que interactúan en su mundo.

    • La tendencia actualizante: es aquella innata, la fuerza de todo organismo que lo lleva a su propia conservación y al desarrollo de sus potencialidades, siempre y cuando las condiciones externas sean favorables. Es concebida como el impulso al desarrollo presente en todos los seres vivos, incluyendo los organismos sociales, hacia una mayor complejidad y organización armónica. A pesar de experimentar condiciones no tan favorables de vida, les conduce incansablemente a autodeterminarse, autorrealizarse y trascender.

    • La autodeterminación: las personas y

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