Estado de México: Fuerte y firme

Por Enrique García Guasco

Sobre el Estado de México se pueden decir muchas cosas; la primera, que es la entidad más poblada del país; esta característica se ha dado gracias a una serie de fenómenos migratorios altamente complejos, principalmente, porque se generaron por condiciones externas a nuestra propia entidad entre la década de 1940 y 1990 causando con esto que la densidad de algunas de las ciudades de nuestra entidad sean tan elevadas como las de las ciudades en Asia, conglomerando las identidades ideológicas de las más diversas latitudes de nuestro país en escenarios delimitados y con territorios específicos en los que confluyen un universo de ideas, actitudes y perfiles psicosociales en un espacio geográfico y en un mismo tiempo histórico, con lo cual, la tarea del gobierno que es mantener la paz, elevar las condiciones de vida, procurar un desarrollo simétrico en lo que toca a una economía sostenible, educación, salud pública, movilidad y abasto de servicios públicos de calidad, se convierte en una tarea que requiere, además de voluntad, un gobierno dinámico, estructurado y una agenda política qué permita la flexibilidad, elasticidad y estabilidad, evitando ante todo que estos universos tan distintos entre sí choquen, generen desorden que desencadene en conflictos, caos que se vuelva una tensión insoportable para el sistema y entropía que potencialmente destruya los ciclos y cadenas productivas, lo anterior, ha constituido un reto dentro de la gobernabilidad y las políticas públicas que el Gobierno del Estado de México ha afrontado con responsabilidad, madurez, entereza y capacidad, lo que lo ha convertido en una de las instituciones más sólidas, especializadas y diversificadas del país y ha permitido un crecimiento constante en nuestra entidad.

 

Las acciones del Gobierno del Estado de México encaminadas al desarrollo simétrico de las comunidades en general, se han venido aplicando desde hace varias décadas atrás con transparencia y eficiencia, al mismo tiempo, los liderazgos comunitarios que identifican escenarios de tensión y conflicto sociales que se desarrollan cotidianamente en cada una de las comunidades de los ciento veinticinco municipios constituyen un enorme aparato de gestión qué coadyuban a que el desafío que representa administrar un universo ideológico tan diverso y complejo sea viable, esto mantiene en equilibrio el funcionamiento del sistema productivo y de la superestructura social, lo que a su vez, requiere de parte de la industria privada estatal respuestas a corto plazo para la generación de empleos de calidad, con ellos, se pretende mejorar la calidad de vida de los mexiquenses, incorporarlos a la economía formal, permitirles su desarrollo personal, a través, de los derechos que han ganado y que se encuentran salvaguardados por el marco jurídico vigente; al mismo tiempo, los ciudadanos, incluidos entre ellos los empresarios e inversionistas que configuran el corazón de la iniciativa privada, esperan de las entidades municipales y de la estatal claridad, eficiencia e inteligencia en la inversión en infraestructura y servicios que ofrezcan soluciones a la medida de cada una de las problemáticas que existen en nuestra entidad.

• Idioma: Español
• Editorial: Fondo Editorial Xólotl
• Fecha de lanzamiento: 13 may 2021
• ISBN: 9798201375911

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Una dedicatoria.

No hay más grande orgullo que haber nacido en el Estado de México, la decisión no fue mia; pero poco puedo decir al respecto; la elección, ha configurado mis oportunidades y me ha hecho la persona que soy; no hubo más grande acierto... por ello mismo se lo dedico a todas y todos los mexiquenses, como un recordatorio continuo de la grandeza de nuestra entidad y de las fortalezas que tenemos como la gran familia que somos.

Para Arturo Ugalde Meneses, paradigma del hombre culto tlalnepantlense, por las tardes de conversaciones inconclusas...

Introducción general

Sobre el Estado de México se pueden decir muchas cosas; la primera, que es la entidad más poblada del país; esta característica se ha dado gracias a una serie de fenómenos migratorios altamente complejos, principalmente, porque se generaron por condiciones externas a nuestra propia entidad entre la década de 1940 y 1990 causando con esto que la densidad de algunas de las ciudades de nuestra entidad sean tan elevadas como las de las ciudades en Asia, conglomerando las identidades ideológicas de las más diversas latitudes de nuestro país en escenarios delimitados y con territorios específicos en los que confluyen un universo de ideas, actitudes y perfiles psicosociales en un espacio geográfico y en un mismo tiempo histórico, con lo cual, la tarea del gobierno que es mantener la paz, elevar las condiciones de vida, procurar un desarrollo simétrico en lo que toca a una economía sostenible, educación, salud pública, movilidad y abasto de servicios públicos de calidad, se convierte en una tarea que requiere, además de voluntad, un gobierno dinámico, estructurado y una agenda política qué permita la flexibilidad, elasticidad y estabilidad, evitando ante todo que estos universos tan distintos entre sí choquen, generen desorden que desencadene en conflictos, caos que se vuelva una tensión insoportable para el sistema y entropía que potencialmente destruya los ciclos y cadenas productivas, lo anterior, ha constituido un reto dentro de la gobernabilidad y las políticas públicas que el Gobierno del Estado de México ha afrontado con responsabilidad, madurez, entereza y capacidad, lo que lo ha convertido en una de las instituciones más sólidas, especializadas y diversificadas del país y ha permitido un crecimiento constante en nuestra entidad.

Las acciones del Gobierno del Estado de México encaminadas al desarrollo simétrico de las comunidades en general, se han venido aplicando desde hace varias décadas atrás con transparencia y eficiencia, al  mismo tiempo, los liderazgos comunitarios  que identifican escenarios  de tensión y conflicto sociales que se desarrollan cotidianamente en cada una de las comunidades de los ciento veinticinco municipios constituyen un enorme aparato de gestión qué coadyuban a que el desafío que representa administrar un universo ideológico tan diverso y complejo sea viable, esto mantiene en equilibrio el funcionamiento del sistema productivo y de la superestructura social, lo que a su vez, requiere de parte de la industria privada estatal respuestas a corto plazo para la generación de empleos de calidad, con ellos, se pretende mejorar la calidad de vida de los mexiquenses, incorporarlos a la economía formal, permitirles su desarrollo personal, a través, de los derechos que han ganado y que se encuentran salvaguardados por el marco jurídico vigente; al mismo tiempo, los ciudadanos, incluidos entre ellos los empresarios e inversionistas que configuran el corazón de la iniciativa privada, esperan de las entidades municipales y de la estatal claridad, eficiencia e inteligencia en la inversión en infraestructura y servicios que ofrezcan soluciones a la medida de cada una de las problemáticas que existen en nuestra entidad.

En su conjunto, los elementos móviles y dinámicos de la superestructura social, que configuran cada una de las fuerzas tangenciales que le dan forma a las comunidades y con ello a la población en general, han demostrado que tienen la capacidad de comportarse y responder a la medida de las necesidades de la comunidad que compone la población de nuestra entidad, sin embargo, y aun con el enorme esfuerzo que ha hecho el gobierno estatal para demostrar, constantemente, su eficiencia, la claridad de sus objetivos estipulados sobre una agenda política común qué, claramente, está centrada en el desarrollo de las personas, la enorme necesidad de adaptarse y acelerar los trabajos en pro de las personas y su integridad en el sentido más amplio de la palabra, han convertido a esta administración en una pionera en la búsqueda de soluciones congruentes, funcionales y definitivas para dignificar, en todos los rincones, la calidad de vida de sus ciudadanos y con ello traer prosperidad, bienestar, desarrollo y progreso a la vida de cada uno de los mexiquenses.

Los resultados, han quedado demostrados y con ello la gran capacidad del liderazgo de personalidades como la del Licenciado Alfredo del Mazo, nuestro gobernador constitucional, especialmente, porque ante toda necesidad que le es expresada por las personas, ante toda demanda de atención suya y de la institución estatal que encabeza, nuestro gobernador atiende con celeridad, congruencia, ética y prontitud, especialmente, ante las preocupaciones de la comunidad en materias como seguridad, salud pública, empleo, y educación, nuestro gobernador, ha respondido a la brevedad los deseos de los mexiquenses de contar con las condiciones que les permitan movilidad social y acceso a una educación de calidad, ha escuchado a los miembros de todas las extracciones políticas, étnicas, religiosas y ha resuelto los escenarios de conflicto disminuyendo la tensión social, a través, del ejercicio de un gobierno humano, eficiente, firme y que atiende las necesidades de los mexiquenses, bajo la premisa de qué innovar y adaptarse a los escenarios sociales con respuestas oportunas, rápidas, eficaces y mensurables, es la clave de un gobierno a la medida de las personas.

Las y los mexiquenses, podemos tener la plena seguridad; lo digo con plena confianza en los hechos, de que las políticas públicas, las obras sociales, la inversión estatal y, en general, las acciones del gobierno de nuestra entidad, están desarrolladas con el objetivo de reducir las brechas sociales entre los sectores que componen la sociedad mexiquense, al reducir los factores de tensión de los escenarios sociales, la comunidad, en general avanzan en un mismo sentido, es decir, hacía el camino de la prosperidad y la productividad sostenible, así lo demuestra la actitud conciliadora y la voluntad para que la inversión privada crezca en un estado que requiere, hoy más que nunca, de la generación de empleos de calidad y la incorporación de grandes capas de la sociedad en el mercado laboral, sin que el subempleo o la economía lateral sean buenas opciones para cubrir las necesidades de ingresos en los mexiquenses.

Se puede ver con claridad, a través, de la diversidad de programas sociales que buscan reducir congruentemente la desigualdad económica, educativa, cultural, alimenticia y que elevan en su conjunto la dignidad de las personas. Este conjunto de acciones sociales impulsa un fin común, precisamente, en el que está basado el actuar del gobierno mexiquense que se centra en el desarrollo integral de los individuos, procurando en ellos, una nutrición balanceada; una educación accesible, de calidad y acorde con las oportunidades de inserción al empleo; un desarrollo cultural enfocado a la creación de una identidad común para con los de su comunidad y el acceso a una economía sustentable que le provea de una vida digna, con la mera finalidad de que cumpla sus anhelos más legítimos y goce de plenitud que lo lleve a una interacción sana y funcional con su comunidad.

Porque cuando una persona es mejor y tiene acceso a una vida plena, tiende a influir en el grupo social en el que coexiste de forma positiva y cuando una comunidad se reconoce como un conjunto de individuos sin distingos que no vayan más allá del honor social, éstas se vuelven sitios más seguros, limpios, la prosperidad que genera la interacción está representada por la interacción política, la paz, el progreso y la productividad. Aún queda un largo camino por recorrer para lograr la integración de comunidades que funcionen, sí bien no de forma ideal, sí en paz, orden y con ello la justicia social se pueda desarrollar en un ambiente de equidad y progreso, en una aproximación que represente una estructura sólidamente comunitaria, es necesaria la interacción de las esferas del gobierno en todos sus niveles, de empresarios de las ramas industriales más diversas y de las comunidades, todo lo anterior con la finalidad de usar este trabajo comunitario como palanca del desarrollo.

Resulta destacable la inversión en desarrollo social a nivel comunitario que la administración del gobernador Alfredo del Mazo ha llevado a cabo, centralmente, los programas que buscan proteger a las mujeres de quedar en una situación de vulnerabilidad tanto física, como psicológica y económica,

salvaguardándolas del maltrato físico que tiene lugar en escenarios de violencia intrafamiliar; el trabajo desarrollado no solo se ha venido haciendo a nivel jurídico, fortaleciendo los marcos jurídicos de acción y los mecanismos sociales de publicidad de estas leyes, también, en lo que se refiere a la economía de impacto directo pues la entidad mexiquense es una de las que más mujeres incorpora anualmente al trabajo formal, en los más diversos universos laborales, ya sea desde la industria de la transformación hasta los más altos puestos directivos en la estructura del gobierno estatal, municipal, en el Congreso del Estado de México, en los organismos públicos autónomos, en el sector salud y educativo y, también, en la iniciativa privada, todo esto convierte al Estado de México, en una de las entidades que más y mejor han  invertido esfuerzo en el desarrollo de equidad de género de su población.

Sin embargo, temas como la movilidad y sustentabilidad ecológica aún tienen objetivos pendientes por cumplir, resulta necesario qué, amplios sectores de la sociedad engarcen en conjunto con el gobierno y los inversionistas una gran agenda común para cumplir estos objetivos qué, sin duda, traerán más certeza, desarrollo y progreso a las comunidades, extendiendo con ello una mejor calidad de vida para las mayorías, así mismo, es importante reconocer qué, en lo que a generación de energía toca, nuestra entidad ha sido una de las más dinámicas en inversión para la explotación de energías alternativas que son menos costosas y cero contaminantes lo que garantiza que, eventualmente, ésta sea de menor costo y al hacerla asequible para la mayoría de los sectores industriales, estos, pueden aumentar la inversión en el desarrollo de nuevas fuentes de trabajo de calidad, lo que aumenta la generación de riqueza y su reparto, disminuye las brechas sociales entre sectores y permite que la sociedad en su conjunto tenga acceso al cumplimiento de los anhelos que manifiesta legítimamente, todo esto mejora la distribución de los ingresos y reduce los escenarios de violencia, crimen y conflictos sociales, al mismo tiempo, destierra la economía marginal o lateralizada que condena a quienes tienen la necesidad de obtener un ingreso, a través, de ésta, a no contar con los beneficios que la ley le provee al integrarse a una economía formal que es la fortaleza de los ingresos fiscales.

Cuando un mayor número de ciudadanos se emplea en la economía formal, el crecimiento social es integrador, garantiza que factores como las pensiones, los servicios de salud y su universalización lleguen a todos los sectores, sin distinciones, ése es el funcionamiento de interacción de las grandes economías desarrolladas a nivel global, con esto, prestaciones en materia de seguridad social en el gran universo que esto comprende, vivienda y otras que eventualmente se irán generando y ganando como derechos sociales alcancen a un mayor número de mexiquenses, con el único objetivo real de reducir la pobreza de las personas que viven en el Estado de México y todo este trabajo se debe hacer con la construcción de la agenda política que es un instrumento del bien común.

El Estado de México, es una entidad mixta, tanto rural como industrial, sin embargo, esto no siempre ha sido así y por eso merece la pena qué hagamos un análisis inicial que más adelante profundizaremos para lograr una comprensión integral de los factores que han integrado los escenarios de cambio en la configuración del empleo, su calidad, su especialización y el crecimiento económico asimétrico de diferentes regiones de la entidad mexiquense; con el paso de las décadas del siglo XX, nuestro estado, se ha convertido de una economía mayormente rural que fungía como la gran productora de alimentos para la capital del país, como lo fue desde la época de la conquista española, a una urbana con muy diferentes niveles de desarrollo y especialización técnico; los grados de especialización han generado espacios en los que cada día la división del trabajo se vuelve más compleja, esto beneficia a los más jóvenes para poderse insertar a un mercado de trabajo que se expande, sin embargo, no lo hace a la velocidad que la sociedad lo requiere, por ello, las personas que tienen menos oportunidades de acceso a una educación de calidad, han quedado marginados y vulnerados en sus derechos más elementales.

Por otro lado, la división del trabajo, entre más compleja sea, permite una diversificación económica que fortalece la dinámica de crecimiento y reduce su vulnerabilidad ante eventualidades como la pandemia por COVID-19 que actualmente vivimos, el emprendedurismo es, en buena medida, uno de los factores de aceleración de esta diversificación, puesto que su capacidad de crear nuevos bienes y servicios, especialmente, vinculados con el desarrollo de ecosistemas digitales en los que se intercambia información, se provee de servicios que van desde la transportación hasta la compra y venta de los más diversos productos, genera un desarrollo constante y sus actividades se ven menos afectadas que las tradicionales, sin embargo, el emprendedurismo, digital o no, está condicionado por una serie de elementos que tienen que ver, en primera, por la visión de inversión y la cultura laboral de quienes trabajan en ese tipo de sectores, en segundo lugar, por una educación que esté vinculada a la tendencia más actual de los mercados económico-laborales y, por último, pero no menos importante, está el factor de integración de las tecnologías de la información y su accesibilidad para los sectores que requieren de ellas para trabajar y consumir productos, bienes y servicios a través de ellas.

No es un secreto que el desarrollo de la entidad mexiquense sea asimétrico y, con esto quiero decir, que los marcadores de desarrollo educativo, económico, laboral y de calidad de vida en cada una de sus regiones son dispares, tienen que ver con la productividad misma per cápita, así como con la evolución de la industrialización del trabajo como tal, mientras en algunos sectores esta evolución sistemática tiene alrededor de ochenta años, en otras, aún no ha comenzado y, lo anterior, sumado con una pluralidad de cosmovisiones que se integran de una forma singular en diferentes nodos que se identifican desde con naciones mesoamericanas incompatibles con las de otros sectores, así como con la migración interior que ha tenido lugar desde hace poco más de cincuenta años en rumbo a asentamientos en los que los nuevos habitantes han intentado conseguir mejores condiciones de vida y, por sí lo anterior fuera poco, con migraciones provenientes del exterior qué, por un lado, han dinamizado con fuerza la economía regional del Estado de México, pero qué, por otro, han sido víctimas de la xenofobia de sectores relativamente pequeños de las comunidades en las que se integran y crean nuevas dinámicas de trabajo día a día.

Todo este conjunto ideológico-población representa un gran desafío para las comunidades y la garantía de su evolución dentro de una economía que responde de forma sensible a múltiples factores en la que la colaboración e integración a macro mercados es un elemento sine qua non para la generación de confianza y para la estructuración de agendas de atracción de inversiones; las sociedades más avanzadas han logrado incorporar al sistema general de administración de justicia a todos los sectores ideológico-poblacionales de sus sociedades, fortaleciendo una heteronomía en el comportamiento de carácter nacional, promoviendo el respeto a las mismas leyes, en las mismas condiciones y obteniendo los mismos resultados, ése es un trabajo de unidad nacional y respeto-obediencia a las leyes más valioso que un sistema de Estado puede emprender, de lograrlo, le da como resultado una evolución lineal hacia un objetivo común, en las naciones que logran estos preceptos, es visible un cambio radical en la calidad de vida de sus habitantes, puesto que, es una garantía de inversión debido al nivel de orden social que han alcanzado. Para los inversionistas; industriales y corporativos es de interés que los escenarios en los que colocan su capital se encuentren en paz, que exista un orden social bien definido y que el aprovechamiento del territorio sea, lo más cercano posible, al nivel óptimo.

El Gobierno del Estado de México, ha venido trabajando con gran esfuerzo, eficiencia y constancia, en el fortalecimiento de los marcos legales para la sanción de leyes que sean cercanas a las personas y que tengan una función objetiva para la construcción de una paz social estable, el desarrollo de los individuos, que impacten en la calidad educativa y que reduzcan los efectos medioambientales adversos a los que nos enfrentamos a diario, al mismo tiempo, la entidad mexiquense elabora mecanismos de acción para la reducción de los puntos violentos, instaura programas para la mejora de las condiciones

de las familias, especialmente, en las que son vulnerables económicamente, ya que, al mismo tiempo, su condición de ingresos limitados los hace propensos a ser absorbidos por el crimen organizado e impulsa la generación de nuevas fuentes de trabajo, a través, de estrategias de emprendedurismo, inversión por sectores y la promoción de acciones que alienten la inversión ya consolidada y que permitan la incorporación a más personas al mercado laboral.

La configuración regional de nuestra entidad que confluye con ciertos parámetros históricos, su dinámica poblacional; tanto de crecimiento, como de densidades poblacional, junto con otros factores que son referente para poder determinar una agenda de política y pública que favorezca integralmente a cada uno de los sectores están bien ligadas a una serie de vínculos ideológicos, económicos, culturales, de identidad e identificación a nivel psicosociológico y de infraestructura; en un futuro posible, seguramente uno a no muy largo plazo, nuestra entidad migrará a una economía basada en el conocimiento lo que la hará transformarse en una de sectores terciarios y cuaternarios; de hecho, el proceso ya ha comenzado, ha sido sutil, pero constante, sin embargo, no será simultaneo en todos los rincones de su extensión lo que puede resultar en un desequilibrio social y, evidentemente, la solución no es evitar que este proceso tenga lugar, sino mitigar y reducir las brechas sociales que la transformación económica de un sector tenga sobre otros.

Esto, lejos de ser un potencial desastre económico y social, como podría interpretarse, puede ser aprovechado como una gran oportunidad para revitalizar una industrialización por sector que tenga un rostro humano, una función clara y que cumpla con los más altos parámetros de bienestar para las comunidades que se integren a esta nueva etapa de la producción industrial mexiquense, esto es posible sí se estructura un proyecto integral que asuma la globalidad de coordinar eficientemente la actividad industrial con el máximo impacto en la generación de empleos, generación de riqueza, distribución de ingresos per cápita y, por otro lado, asume la necesidad de emitir al mínimo, emisiones contaminantes, se compromete con el tratamiento del agua y garantiza procesos de mínimo impacto para el aire, así mismo, se responsabiliza con temas como el de impacto acústico y se trabaja para lograr los objetivos de la reducción de la huella de carbono, a través, de la construcción de una economía circular. Tener una economía multifactorial, dividida en matrices que permitan desde la economía primaria, gestionando con efectividad, programas de apoyo, incentivos y un esquema productivo mejor planeado y cuya intensidad aumente, así mismo, fortalecemos y  relanzamos nuestra economía secundaria, repercutirá de forma positiva a lo que corresponde a la economía terciaria y cuaternaria que crecerán y permitirán también la creación de nuevos productos, bienes y servicios de intercambio masivo, dado que existen condiciones para que el Estado de México tenga un crecimiento exponencial en la próxima década y con ello podamos garantizar que más personas tengan una vida digna y llena de oportunidades.

En no más de dos décadas, el Estado de México, completará una transformación evolutiva, en ciertos sectores, que ha venido teniendo desde mediados de la década de 1990, ésta, culminará cuando se alcance el nivel de la mentefactura y el desarrollo altamente tecnológico de empresas que estarán vinculadas con los servicios digitales, la creación de ecosistemas de simulación avanzada, inteligencia artificial, mecanismos de comercio, negociación e intercambio a nivel digital y complete los esquemas de automatización para la integración de productos, especialmente en el