Kristaly

Por Bienvenido Ponce

DIME MAMÁ SOFIA. ¿QUÉ ESCUSA O MOTIVO PUEDE TENER UN PADRE PARA ABANDONAR A SU HIJA SIN DECIRLE LAS RAZONES QUE TUVO PARA HACERLO, O ES QUE MI MAMÁ TAMBIÉN TIENE CULPA DE QUE MI PAPÁ NOS HAYA ABANDONADO?

LE PREGUNTO A LOS ADULTOS Y LO ÚNICO QUE SABEN ES CONTESTARME, ESPERA QUE EL TIEMPO PASE. ¿Y QUÉ TIENE QUE VER EL TIEMPO CON TU PAPÁ? ES

• Idioma: Español
• Editorial: ibukku, LLC
• Fecha de lanzamiento: 30 sept 2020
• ISBN: 9781640865907

Bienvenido Ponce

Bienvenido Ponce nació en la República de Cuba. Sus padres, su hermano y él emigraron a Brooklyn, New York en 1960. Se vio obligado a trabajar para ayudar a su familia. Aunque su educación académica fue muy pobre, su amor por la literatura en general es muy rico en su comprensión, y esto es grabado en su imaginación mientras vive.

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KRISTALY

Bienvenido Ponce

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Publicado por Ibukku

www.ibukku.com

Diseño y maquetación: Índigo Estudio Gráfico

Copyright © 2020 Bienvenido Ponce

ISBN Paperback: 978-1-64086-589-1

ISBN eBook: 978-1-64086-590-7

A mi esposa.

ROCÍO PONCE DOKU

1952--2005

La suave y fría brisa soplaba tranquilamente en aquella mañana en Ríoacha, ciudad de la Guajira Colombiana. Sentado en una silla al lado de una mesa curtida por los años, el joven del Banco Central de la Capital. Jairo Consuegra esperaba con tranquilidad que la cocinera le sirviera el desayuno. >> Apúrate Naomi que hoy tengo que estar temprano en el Banco. La joven indita se apuró en servirle el desayuno compuesto de Pescado frito, Bollo de yuca, Café y jugo de frutas. >> Tenga usted señor Jairo, y que le aproveche. Muchas gracias Naomi. Este desayuno se ve delicioso. Buen día doña Isabel. Buen día tenga usted Naomi. ¿Y ya está el desayuno? Si doña Isabel, ya todo esta hecho. Enseguida le sirvo el suyo. Isabel Ronda de consuegra, nacida en los campos de la Guajira, se sentó suavemente frente a su esposo. >> Aquí tiene usted doña Isabel, aliméntese bien porque usted tiene que comer por dos. ¿Mi Amor, hoy vas a regresar temprano a la casa? No lo sé. Y no me molestes con tus preguntas estúpidas. Ya tú sabes Isabel que hoy es el último día que el Banco va estar abierto, y es natural que los clientes quieren sacar su Plata (dinero) antes que cierren el Banco. ¿Ya empacaste todo? Apenas empiezo, y Jairo quiero que sepas que no tengo ganas de irme de Rioacha. ¡Yo soy de aquí de esta tierra, y me gustaría que mi hijo naciera aquí en la Guajira! Ya me tienes cansado con tus discursos. A mí que me importa donde nazca nuestro hijo. Como si nace en la Selva. Yo tengo que darle las gracias a la compañía del Banco que me consiguiera un trabajo en una sucursal que ellos tienen en Barranquilla. Así que si tú decides quedarte me tienes sin cuidado. Eres cruel conmigo. Si tu no hubieras perdido toda la Plata, ahora pudieras pagar todas las deudas, y así no teníamos que mudarnos para Barranquilla. Mira Isabel, lo hecho a pecho y yo soy así. Me llevo a Naomi conmigo, necesito a alguien a mi lado porque ya entro en los ocho meses. Puedes hacer lo que quieras con esa India, total yo no le pago nada. Así que te puedes conseguir unos parientes de ella para que lleven el equipaje hasta la terminal del Bus. Y ese día te apura porque el Bus sale temprano y a las siete de la mañana tenemos que estar en la terminal, y no estés pendiente del Auto porque hoy tengo que entregarlo. No te preocupes en decírmelo ya lo sabía, porque anoche vino un hombre a buscarlo. Lo que es el juego y las mujeres fáciles te tienen arruinado. Condenada mujer, me conociste así y ahora te quejas de mí. Ya te dije que si no quieres irte para Barranquilla quédate con tus padres que ellos si te ponen a trabajar como una Burra recogiendo leña del monte. Sabes muy bien que no puedo regresar al lado de mis padres. Los deje a ellos para estar contigo, y si estoy aquí es porque te quiero. Si es verdad que me quieres mucho así como tú dices entonces cállate la boca y obedece a tu marido querido. Con un tono de burla en sus palabras el joven gerente del Banco le dio un beso a su esposa, y se despidió para todo el día. Isabel conocía a su esposo, y sabía que él se encontraba muy dolido porque todo lo había perdido en el Juego.

Dando pasos cortos se acercó a la ventana de la cocina y vio como el automóvil de su esposo se perdía en el polvoriento camino. > > Naomi ven aquí. ¿Qué usted desea doña Isabel? Quiero que me ayudes a cerrar las maletas (valijas). Como usted ordene doña Isabel. ¿Es que siempre usted se va de Rioacha? Si Naomi, y tú vienes conmigo. Mañana Sábado le dices a tu familia que vengan a recoger lo que no puedo llevarme, y también le dices a tus primos que el Lunes vengan a las cinco de la mañana para que nos ayuden con el equipaje que yo les voy a pagar. Si doña Isabel como usted diga. El Sol visualmente se encontraba en el medio del cielo, y el calor combinado con la humedad selvática en aumento no dejaba a los empleados del Banco trabajar más rápido. > > Señor ya son las tres de la tarde. ¿Cuándo podemos cerrar la puerta de entrada? Solamente quedan tres clientes en el Banco. Si Carlos, ya cierren todas las puertas y ventanas. Señor Consuegra por favor firme estos documentos, porque más tardar la semana que entra devén estar en la administración de Bogotá. Muchas gracias Segundo ha sido un placer trabajar contigo. Gracias señor, también para mí fue un gran honor en ser su secretario, solamente le pido un favor, cuando usted viva en Barranquilla no se olvide de mí. Fíjese que con el cierre del banco me he quedado sin empleo, y usted sabe que en esta zona no es fácil conseguir trabajo. No se preocupe amigo Segundo, en cuanto sepa de una plaza vacante se lo hago saber de inmediato. Por lo pronto vamos a pagarle a los empleados lo que se les debe y que recojan todos los papeles, y documentos importantes y vamos a salir de esta casa antes que nos caiga arriba. Y no se le olvide que la Caja Fuerte hay que dejarla abierta. El viejo Reloj colgado en la pared anunciaba con su sonido viejo que eran las cinco de la tarde cuando Carlos cerraba la puerta principal de lo que fue el Banco Central de la Capital. Cada empleado tomo su camino después de una prolongada despedida. Jairo se acercó a su Auto y enseguida pudo oír la voz conocida de un hombre joven montado en un Caballo. > > Señor Jairo le manda a decir doña Cefá, que esta noche le lleve su auto. Y que tiene nuevas pelas (muchachas) importadas de…. Ay caramba ya se me olvido. Carmino tú quieres decir de Europa. Si señor Jairo, dé el otro lado del lago grande que tiene agua salada. El joven Jairo entro en su Auto y tomo por un camino selvático dejando a Carmino hablando solo con su Caballo. Mientras que en la casa Isabel, y Naomi descansaban en la sala después de empacar todo lo que pensaban llevar como equipaje. > > Doña Isabel acaba de detenerse un Auto frente a la casa. ¿Te fijaste quién es? Mire usted doña Isabel que es el Turco con sus sicarios. De seguro que viene a cobrarle algo a mi marido. ¡Viejo ladrón! No se le puede pedir prestado porque te cobra el triple. Dos golpes suave en la puerta fue suficiente para aquel hombrecito de mediana estatura, y que todos lo llaman el Turco. Secándose el sudor de la frente con un pañuelo que de Blanco ya no le queda nada. El Turco esperaba impacientemente que le abrieran. > >

¿Que desea su señor? Deseo ver al patrón de la casa. No se va poder, el señor Jairo no está. ¿No le parece al señor Turco un poquito tarde para visitar? Mira India déjame tranquilo que la humedad está muy alta. Ve y busca tu patrona y dile que el Turco está aquí. Espere usted aquí que yo enseguida le aviso. De un fuerte tirón Naomi cerró la puerta, y el Turco se quedó afuera echándose fresco ya que el verano en esta parte del país es muy húmedo y caliente. > > ¿Que hago ahora doña Isabel? Déjalo entrar, no podemos hacer más nada yo lo espero aquí en la sala. Está bien, pero yo me quedo a su lado. Pase usted señor Turco, doña Isabel lo está esperando en la sala. Sin mirar a Naomi, el Turco se quitó el sombrero de ala ancha y entro respirando un poco fuerte. > > ¿Qué le trae por aquí señor Turco, debe ser algo muy importante para que usted venga a mi casa hoy Viernes, y casi de noche? Doña Isabel este Turco la saluda, pero yo he venido hablar con su esposo. Jairo no está aquí, lo que es hoy no ha regresado a la casa. Usted dirá en que puedo ayudarlo. Doña Isabel su esposo me pidió prestado cuatro millones de Pesos, y en garantía me entrego la escritura de esta casa, y me firmo una letra. Ya se cumplió el plazo y su esposo no ha pagado la deuda, tampoco los intereses. Así que usted va a tener que irse de esta propiedad qué ahora es mía. Turco no me puedo ir de aquí hasta el Lunes. ¿Pero de hoy en tres días han subido los intereses y quién me los va a pagar? Ya le dije Turco que hasta el Lunes no me voy de la casa. Pero Doña no me obligue a llamar a mis hombres para que la saquen de la casa. El Turco apunto con dedo hacia su Auto, donde dos hombres esperaban por él. > > Naomi ven aquí a mi lado. El Turco quiere sacarnos a la fuerza ahora de la casa. Si alguno de sus hombres nos toca el cuerpo, yo quiero que se lo hagas saber a tus padres, hermanos y primos si es posible a toda tu tribu. Y les dices todo lo que el Turco nos hizo pasar. ¡Espera un momento India!… Pero doña si no hay necesidad de molestar a estos salvajes… si el Turco puede esperar hasta el Lunes. Sacando otra vez el pañuelo sucio, se secó el sudor de la frente y caminando hacia la puerta se devuelve en forma reverente. > > Doña Isabel, que ALLAH la llene de bendiciones a usted, y a su familia. A pasos rápidos salió de la casa y se metió en su Auto, lo mismo hicieron sus guardas espaldas. > > Naomi yo sé que mañana es día Sábado, pero me parece que mañana tienes que avisarle a tu familia. A estos Turcos no les importa más nada que su Plata. Si doña Isabel. Mañana al salir el Sol los voy a buscar para que nos protejan. El fin de semana paso rápido y la mañana del día Lunes no se hizo esperar, y con todo el equipaje Isabel subió en una carreta alada por un Burrito, y guiada por los primos de Naomi. Saliendo Isabel de la propiedad, y el Turco llegando con sus hombres. El Turco mirando a Isabel sentada en la carreta le dice quitándose el Sombrero en reverencia. > > Doña Isabel, que ALLA le Bendiga esa niña que va a tener, y que el eterno Sol siempre Brille en su camino. Gracias Turco, yo también te deseo que tu vida sea feliz,…..

Larga, y prospera. Sin decir más nada el Turco saco de su Auto una alfombrita, y la tiro al suelo, y se arrodillo sobre la alfombra y poniendo las manos en la tierra y agachando un poco su cuerpo. Le dio gracias ALLAH por su familia, por sus negocios, y por su salud. No había mucha gente en la terminal de Buses ya que era muy temprano. > > ¿Doña Isabel cuando va a llegar el señor Jairo? No lo sé Naomi, solamente sé que tenemos que esperarlo. ¿Y hasta cuando usted piensa seguir viviendo así? Tampoco lo sé, pero todos los días tengo la esperanza de que él cambie su forma de ser, pero nada sucede. A lo mejor después que usted dé a luz el señor Jairo cambia. ¿De verdad doña Isabel, será una hembra como dijo el Turco? No lo sé Naomi, pero el Turco lo dijo con tanta firmeza en su fe que se lo voy a creer que es una Pela (niña). La espera se hacía un poco larga hasta que llego Jairo en un Taxi. > > Pensé por un momento que ya no venias. Suban al Bus, y déjate de estar diciendo cosas bobas. Los tres se acomodaron en el Bus después que Naomi se despidiera de su familia. > > Mira como tienes todo el cuello. ¿Por qué me cuidas tanto? Á de ser porque te quiero mucho. Pues no me quieras en esa forma que me molesta mucho. Tú vas a ver Jairo que un día de estos yo no voy a estar a tu lado entonces vas a llorar por mi ausencia, y ten van hacer falta mis caricias, porque no vas a tener mujer a tu lado. Mira Isabel te pasas la vida amenazándome y sin embargo tú siempre como una Burra terca sigues a mi lado. ¿Es que nunca te lo has preguntado, por qué? Ya te lo dije, estoy a tu lado porque te quiero. Hubo un silencio entre los dos mientras que el Bus dejaba atrás la ciudad de Rioacha, buscando la vía del Mar hacia Barranquilla. > > ¿Jairo ahora en que piensas? Estoy pensando en que forma más estúpida tú y yo nos casamos. Cuando yo estaba solo era feliz nunca me falto nada, desde que tu familia me obligo a casarme contigo mi suerte ha cambiado. ¡Todo me va mal! Jairo si tú nunca me hubieras molestado mis padres no te hubiese obligado a casarte conmigo. Es que tú fuiste la culpable de todo, pero esa noche si no te hubieras desnudado para bañarte en el Río, pero te quitaste toda la ropa solamente para tentarme. ¡Cállate la boca que nos están escuchando! No sé porque protestas tanto, muy bien que te gusto…por qué te quedaste conmigo. ¡Huy quedarme yo contigo! Muy bien sabes que si no me quedo contigo tu papá, y toda tu tribu me hubieran matado como un perro. Pero ya tú vas a ver cuando lleguemos a Barranquilla, allí las cosas van a ser diferentes, te lo juro Isabel que allí todo va a cambiar. Casi todos los pasajeros levantaban la cabeza de vez en cuando para poder mirar como los Consuegras discutían sus diferencias públicamente. > > ¿Y qué tienes pensado hacer conmigo, me vas a dejar abandonada en la ciudad? Jairo aunque te quiero mucho sé que eres capaz de todo, pero un día de estos yo te voy a demostrar que yo no soy tu mala suerte. Y que yo soy todo lo contrario de lo que tú piensas. Si tú me echas a un lado pasara el tiempo y te vas a dar cuenta que botaste