El estudiante de Salamanca
()
Información de este libro electrónico
Su argumento es sencillo e incluye el mito de Don Juan Tenorio, la locura de la protagonista, la impresionante ronda espectral, la visión del propio entierro y la mujer transformada en esqueleto, es decir, motivos ya recogidos por otros escritores, y muchas ocasiones adaptados de la tradición popular. El autor introduce varias novedades como son el uso arriesgado de los versos, la mezcla de géneros y un protagonista cínico y rebelde. En su momento el poema trasgredió los cánones estéticos y fue de vanguardia.
Lee más de José De Espronceda
50 Clásicos que debes leer antes de morir Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones50 Clásicos que Debes Leer Antes de Morir: Un viaje literario por los tesoros de la literatura universal Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPoesías Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones50 Clásicos que Debes Leer Antes de Morir: Tu Pasaporte a los Tesoros de la Literatura Universal Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesJosé de Espronceda : Poesía, Romances y Sonetos ( Clásicos de la literatura ) ( A to Z classics) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPáginas olvidadas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl diablo mundo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl estudiante de Salamanca Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNi el tío ni el sobrino Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesBlanca de Borbón Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl estudiante de Salamanca Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSancho Saldaña Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Relacionado con El estudiante de Salamanca
Libros electrónicos relacionados
El estudiante de Salamanca Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesObras - Colección José de José de Espronceda: Biblioteca de Grandes Escritores Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesVersos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa siesta del fauno, otros poemas y sonetos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los crepúsculos del jardín Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Las flores del mal Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Lira póstuma Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPerlas Negras Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPáginas olvidadas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLuces y sombras Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl infierno del amor: leyenda fantastica Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa pipa de Kif Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesRimas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTardes de estío Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPoesía (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas horas doradas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPaseos y latidos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos despojos (Spanish Edition) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos Despojos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUn trece de abril Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas flores del mal: Clásicos de la literatura Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Rosario de sonetos líricos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPoemas Calificación: 1 de 5 estrellas1/5Poemas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Las flores del mal: Biblioteca de Grandes Escritores Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El infierno del amor (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesA la luna. Antología poética. Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSus mejores poemas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPoemas sueltos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPalabras de vuelta: Selección de poemas, 1978-2020 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Clásicos para usted
Los 120 días de Sodoma Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Odisea Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Obras Completas Lovecraft Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Meditaciones Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Principito: Traducción original (ilustrado) Edición completa Calificación: 5 de 5 estrellas5/5EL PARAÍSO PERDIDO - Ilustrado Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Arte de la Guerra - Ilustrado Calificación: 4 de 5 estrellas4/550 Poemas De Amor Clásicos Que Debes Leer (Golden Deer Classics) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Arte de la Guerra Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El lobo estepario Calificación: 4 de 5 estrellas4/5To Kill a Mockingbird \ Matar a un ruiseñor (Spanish edition) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cuentos completos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Crítica de la razón pura Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Poemas de amor Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Ilíada Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Divina Comedia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El libro de los espiritus Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Yo y el Ello Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Crimen y castigo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El leon, la bruja y el ropero: The Lion, the Witch and the Wardrobe (Spanish edition) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Libro del desasosiego Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Las 95 tesis Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La interpretación de los sueños Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Política Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Don Quijote de la Mancha Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El amor, las mujeres y la muerte Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La casa encantada y otros cuentos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El sobrino del mago: The Magician's Nephew (Spanish edition) Calificación: 4 de 5 estrellas4/51000 Poemas Clásicos Que Debes Leer: Vol.1 (Golden Deer Classics) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Categorías relacionadas
Comentarios para El estudiante de Salamanca
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
El estudiante de Salamanca - José de Espronceda
CUARTA
PARTE PRIMERA
Sus fueros, sus bríos; sus premáticas, su voluntad.
—Quijote
, Parte Primera
Era más de media noche, Antiguas historias cuentan, Cuando, en sueño y en silencio Lóbrego envuelta la tierra,
Los vivos muertos parecen, Los muertos la tumba dejan.
Era la hora en que acaso Temerosas voces suenan Informes, en que se escuchan Tácitas pisadas huecas,
Y pavorosas fantasmas Entre las densas tinieblas Vagan, y aúllan los perros Amedrentados al verlas; En que tal vez la campana De alguna arruinada iglesia Da misteriosos sonidos
De maldición y anatema,
Que los sábados convoca A las brujas a su fiesta. El cielo estaba sombrío,
No vislumbraba una estrella, Silbaba lúgubre el viento,
Y allá en el aire, cual negras Fantasmas, se dibujaban
Las torres de las iglesias, Y del gótico castillo Las altísimas almenas,
Donde canta o reza acaso Temeroso el centinela Todo en fin a media noche Reposaba, y tumba era
De sus dormidos vivientes La antigua ciudad que riega El Tormes, fecundo río, Nombrado de los poetas, La famosa Salamanca, Insigne en armas y letras, Patria de ilustres varones,
Noble archivo de las ciencias.
Súbito rumor de espadas Cruje, y un «¡ay!» se escuchó; Un «¡ay!» moribundo, un «¡ay!»
Que penetra el corazón, Que hasta los tuétanos hiela Y da al que lo oyó temblor;
Un «¡ay!» de alguno que al mundo Pronuncia el último adiós.
El ruido Cesó,
Un hombre Pasó Embozado,
Y el sombrero Recatado
A los ojos Se caló. Se desliza
Y atraviesa Junto al muro De una iglesia, Y en la sombra Se perdió.
Una calle estrecha y alta, La calle del Ataúd,
Cual si de negro crespón Lóbrego eterno capuz
La vistiera, siempre oscura Y de noche sin más luz
Que la lámpara que alumbra Una imagen de Jesús, Atraviesa el embozado,
La espada en la mano aún, Que lanzó vivo reflejo Al pasar frente a la cruz.
Cual suele la luna tras lóbrega nube Con franjas de plata bordarla en redor, Y luego si el viento la agita, la sube Disuelta a los aires en blanco vapor, Así vaga sombra de luz y de nieblas, Mística y aérea dudosa visión,
Ya brilla, o la esconden las densas tinieblas, Cual dulce esperanza, cual vana ilusión.
La calle sombría, la noche ya entrada, La lámpara triste ya pronta a espirar,
Que a veces alumbra la imagen sagrada, Y a veces se esconde la sombra a aumentar,
El vago fantasma que acaso aparece, Y acaso se acerca con rápido pie,
Y acaso en las sombras tal vez desparece, Cual ánima en pena del hombre que fue, Al más temerario corazón de acero Recelo inspirara, pusiera pavor;
Al más maldiciente feroz bandolero El rezo a los labios trajera el temor.
Mas no al embozado, que aun sangre su espada Destila, el fantasma terror infundió,
Y el arma en la mano con fuerza empuñada, Osado a su encuentro despacio avanzó.
Segundo Don