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El Maravilloso Mundo de la fe
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El Maravilloso Mundo de la fe
Libro electrónico114 páginas1 hora

El Maravilloso Mundo de la fe

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El Maravilloso Mundo de la fe, es una herramienta básica para comprender que es y cómo funciona la fe; usted aprenderá como despertar ese poder interno y esa riqueza que está en su interior.

IdiomaEspañol
EditorialMoris Miranda
Fecha de lanzamiento16 ago 2020
ISBN9781005664473
El Maravilloso Mundo de la fe
Autor

Moris Miranda

Moris nació en la ciudad de San José Verapaz , san Vicente el Salvador en donde residió hasta los 21 años, posteriormente migró a la capital en donde reside en la actualidad, con su esposa y dos hijos.Apasionado por la lectura motivacional, en el 2006 se convierte al Evangelio, despertando el deseo por aprender y lograr una madurez espiritual. Siendo así que en el 2012 nace el deseo de escribir artículos que motiven a buscar una identidad espiritual, despertar el anhelo por desarrollar una comunión espiritual para con Dios por medio de la oración y lectura bíblica.A finales del 2012 empiezan sus primeros aportes como: , “Cuando los hijos se van de casa” “Como vivir el duelo”, “Como superar el bullyng”, y “El poder de las dos mente”Actualmente continua entregando contenido de valor, desempeñándose como Coach de vida e Hipnoterapia & Trance. convencido que nada es imposible para el que cree.Email: elevate.otronivel@gmail.com

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    El Maravilloso Mundo de la fe - Moris Miranda

    Porque lo que es cierto de Dios, también lo es de usted.

    El Maravilloso Mundo de la fe

    Es una enseñanza descriptiva y muy motivadora con la cual aprenderás a enfrentar los grandes desafíos de la vida cotidiana.

    Edición 2020

    Lo que aprenderemos

    Capítulo I

    Introducción

    ¿Por qué mi fe no da frutos?

    Las riquezas de la fe

    Los enemigos de la fe

    El miedo la barrera de la fe

    Capítulo II

    Introducción

    La virtud de diezmar

    Ley de siembra y cosecha

    ¿Cómo Dios burla lo imposible?

    ¿Quién soy y que me pertenece?

    Tu prueba es tu ascenso

    Capítulo III

    Introducción

    El mayor asalto a la fe cristiana

    Los frutos de una oración constante

    Los alcances y beneficios del justo

    La importancia de agradar a Dios

    Dios te va a devolver lo que es tuyo

    Aléjate de la orilla y empieza a crecer

    Introducción.

    El ser humano fue creado para que Dios se pudiera manifestar en él, es por ello que usted tiene la capacidad de desarrollar un potencial que sea agradable y manifieste bienestar para su vida.

    El Maravilloso Mundo de la fe, es una herramienta básica para comprender que es y cómo funciona la fe; usted aprenderá como despertar ese poder interno y esa riqueza que está en su interior.

    También aprenderá a conectarse de una forma divina con nuestro creador, por medio de la oración, meditación de la palabra de Dios comprendiendo que la verdadera riqueza está en Cristo, aprenderá a preparar el campo espiritual para que la cosecha sea productiva. Esta primera parte comprende 4 temas muy importes que estoy seguro impactaran su vida.

    ¿Por qué mi fe no da frutos?

    Las riquezas de la fe.

    Los enemigos de la fe.

    El miedo, la barrera de la fe.

    1- ¿Por qué mi fe no da frutos?

    Hebreo 11:1 Es pues la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

    Hoy quiero hablarles de la fe, como ese bastón que nos sostiene, como ese empujón que necesitamos para que la vida tenga sentido; siempre que creamos en algo y nos mantengamos firmes creyendo que algo viene, siempre habrá la probabilidad que gran parte de lo que anhelamos llegue de un momento a otro.

    Pero, ¿Por qué?, en estos tiempo nos pasamos la vida esperando cosas, esperando ser sanados de alguna enfermedad, esperando que algún hijo rebelde cambie, soñamos con una casa, anhelamos ese matrimonio saludable, un trabajo digno, finalizar esa carrera y si hacemos un análisis de nuestra vida nos damos cuenta que no hemos logrado tantas cosas de las que anhelamos y quizá más de alguna vez se haya cuestionado que por qué su fe no funciona, o es que lo que yo anhelo no es lo que Dios quiere para mí, será que para mí no hay milagros, será que Dios no me escucha, será que Dios está molesto conmigo…

    Ni lo uno ni lo otro… cuando la misma biblia nos relata que Dios es el mismo de ayer, eso me dice que sigue haciendo maravillas, también dice que para Dios no hay NADA imposible y entonces por qué es que no estamos logrando nuestros objetivos.

    El problema es que tenemos un mal concepto de lo que es la fe y vemos este concepto como algo fácil, como algo al que tengo derecho a que de la nada sucedan cosas buenas o se manifieste lo que anhelo o como la magia de Dios, lo asociamos con que Dios tiene que actuar solo porque yo digo y usted dice que tiene fe.

    Muchos abrazamos la fe y nos sentamos a esperar que algo llegue o que algo va a llegar y ese es el gran error que como humanos estamos cometiendo, al creer que Dios es mago y que al decir que tengo fe activamos su poder, otros creen que la palabra fe tiene magia y por ello es que la canasta donde llega todo producto de la fe siempre la mantenemos vacía y quizá no hayamos logrado nada aun, se nos va la vida, morimos y por fe no logramos ni pagar los recibos de los servicios básicos.

    La fe no es de afuera para adentro, la fe es de adentro para afuera, es un sentimiento genuino, muy propio en donde todo nuestro cuerpo tiene que pensar igual, sentir igual y mantener viva esa pasión por lo que queremos sin bajar la guardia hasta obtener lo que por fe estoy anhelando, tiene que ser una seguridad que salga de nuestro interior pero que tenga fundamentos; me refiero a que antes de anhelar algo primero hago un análisis si lo que estoy pidiendo en verdad lo necesito, como me va a beneficiar, a quienes va a beneficiar, como lo voy a mantener cuando lo logre, es posible lo que anhelo, si puedes contestar todas las preguntas positivamente tenlo por seguro que puedes activar tu fe y con seguridad lo vas a lograr.

    Suena idílico verdad… pero nos faltan varios detalles, hace un par de semanas estuve conversando con un amigo y me decía sentirse feliz porque está a dos años de culminar su carrera y al preguntarle cuáles eran sus anhelos me dijo lo siguiente: ya voy a poder aspirar a un mejor trabajo me impactó… ¡es broma! Deseaba que no me dijera eso; continué… porque dices eso y me dice porque eso dicen las revistas y porque tengo fe, y para vos que es fe y muy seguro me dice: la fe es creer y yo creo y sé que lo voy a lograr.

    Sabe, muchos eso creemos y como eso creemos eso es lo que aplicamos y como eso aplicamos caemos en la frustración cuando pasan los años creyendo lo mismo y no se cumplen nuestros anhelos. Lo cierto es que como lo mencioné antes la fe viene de adentro, es un sentir de lo que quiero y que me va hacer sentir bien, es por ello que nuestro sistema de creencia de la fe está compuesto de energías subjetivas como el deseo, creer en algo y luego las expectativas.

    Esto me dice que primero tiene que haber un fuerte deseo de lo que quiero, una fuerza motivadora que me permita crear una película mental de lo que quiero lograr y segundo creer que es posible, es como una declaración de sí mismo tales como:

    Tengo derecho a creer lo que busco

    Creo que es posible

    Creo que tiene el potencial de lograr que suceda.

    Creo que es digno.

    Creo que todo lo que se puede concebir, creer y desear lo puedes alcanzar.

    Y por último la expectativa que es lo que lo compromete con el resultado que busca obtener, es ese sentimiento mayor que la esperanza, esa ilusión, es ese motivo que lo impulsa a creer y que mantiene viva esa fe; por ello es que sin expectativa la fe no funciona, sin deseo la fe no funciona, sin creencia la fe no funciona y por último si uno de estos os falta le tengo malas noticias su fe no es fe.

    Ahora entiende porque su fe no le da frutos, pero no le culpo porque aprendimos mal el concepto de lo que es fe y por eso es que en el ámbito religioso como secular hay tanta frustración porque perdemos el tiempo esperando algo que nunca llegó.

    Estoy seguro que si pone en práctica lo aprendido en esta enseñanza verá mejores frutos que pensar que la fe es creer y como yo creo Dios tiene que dármelo, Dios no bendice por creer, quiere obtener algo entonces búsquelo, trabájelo, si vemos a un agricultor primero prepara la tierra y luego siembra y después viene el fruto de lo que preparó y de lo que sembró, porque el agricultor tiene un fuerte deseo de obtener una buena cosecha, cree que es posible y tiene expectativas de beneficiarse y poder beneficiar a otros con los frutos de su cosecha, ah pero el agricultor podría decir que tiene fe y prepara la tierra y se sienta a esperar que un milagro suceda, moriría esperando y eso es lo que está pasando en estos tiempos que creemos pero no actuamos y al final venimos a echarle la culpa a Dios porque no nos responde, nada llegó cuando yo le clamé y le clamé, ¡sí! pero no hizo nada para lograrlo.

    Es como aquellos estudiantes que siempre se sientan en las ultimas sillas de atrás para que el orador nunca les pregunte nada y son los que más distraídos están y al final se quejan porque sus calificaciones son las más bajas, o como aquel empleado que anhela un ascenso de puesto o aumento de sueldo y nunca puede o tiene tiempo de quedarse unos minutos después o llagar media hora antes y si lo hace pero hace notar a su jefe que no está de acuerdo, o como aquel que está enfermo

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