Ciudadanos del arte: La estética relacional en el arte público de la franja fronteriza Mexicali-Caléxico

Por Marycarmen Arroyo Macías

Este libro analiza el arte público suscitado del año 2000 al 2013 en la garita internacional del Centro de la ciudad de Mexicali, desde la propuesta teórica del francés Nicolas Bourriaud, en la que la estética relacional es la plataforma para comprender las cualidades de estos proyectos.

• Idioma: Español
• Editorial: Editorial UABC
• Fecha de lanzamiento: 20 ene 2022
• ISBN: 9786076076293

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Agradecimientos

Agradezco a la infinita energía, en la que habito y me habita, que me permitió cumplir un sueño más y expandirme dando un poco de lo que soy.

A mi padre Armando y mi madre Cuquita por enseñarme lo que soy y lo que no soy; por sus eternas enseñanzas, más allá del tiempo y el espacio, con amor y entrega.

A mi compañero Ángel, por su amor, apoyo, comprensión y su energía para impulsarme.

A mi hermana Artemisa por su ejemplo, fortaleza, cobijo, ternura y acompañamiento en toda mi vida, incluidos cada viaje, proyecto, exposición y locura.

A mi sobrino Santiago, por sus sonrisas, sensibilidad, sus enseñanzas y su infinita ternura e inocencia, pues me haces recordar a mi niña interior, y me permites jugar como antes, recordándome que cada día es mejor.

A mi tía Mary Macías y mi tío Del Fabbro, porque siempre creyeron en mí, por su empuje, ejemplo y acompañamiento.

Al doctor Antonio Salgado, por su paciencia, disciplina, confianza y apoyo en cada paso de esta investigación.

A todos los artistas que participaron en este proyecto, por su tiempo y fe en las sinergias.

Prólogo

El libro de Marycarmen de Montserrat Arroyo Macías, titulado Ciudadanos del arte: La estética relacional en el arte público de la franja fronteriza de Mexicali- Caléxico, presenta los resultados de una muy interesante investigación que sobre el arte público y sus marcos de operación realizó la autora al interior de su programa de maestría en artes de la Universidad de Guanajuato.

Marycarmen Arroyo, activa profesora de la Universidad Autónoma de Baja California y ella misma artista plástica, esbozó este trabajo a partir de las contribuciones innovadoras que surgieron hacia finales de los años noventa del siglo xx e inicios de la primera década del siglo xxi, principalmente aportadas por el teórico, curador, crítico y ensayista francés Nicolas Bourriaud (1965). Bourriaud marcó algunas tendencias en el arte contemporáneo, las cuales, de algún modo, siguen vigentes hasta ahora, principalmente aquellas que se refieren a la estética relacional, plasmadas en su obra homónima, Estétique relationnelle, publicada en Francia en 1998 y traducida posteriormente a más de 15 idiomas. La estética relacional, de acuerdo con Bourriaud, se propone restaurar el nexo social a través del arte; el autor desea concebir una sociedad en la cual sus miembros se reencuentren auténticamente alrededor del arte, ya que éste está hecho de la misma materia que los intercambios sociales y, por lo tanto, ocupa un lugar particular en la producción colectiva.

Ahora bien, los artistas, por medio de sus obras y sus acciones creativas, contribuyen de manera importante a la construcción social del territorio, así como a la edificación simbólica de la región, ya que por medio de sus producciones reinventan las realidades locales y, a través de ellas, plasman en el espacio, de manera alegórica, subjetiva y efímera, su cosmovisión de una realidad más optimista, radiante, festiva y esperanzadora. Por ello, el territorio real y cotidiano se convierte en un territorio ideal, sublimado, ennoblecido por el espíritu creativo anhelante de un mundo ideal, más feliz y más pleno. La geografía real se transforma en una geografía de la quimera, de la fantasía, de la ilusión de una vida mejor y más radiante.

Por lo tanto, al salir al espacio público, al abandonar el confort de la sala de exposición, las expresiones artísticas públicas hacen posible que el espectador disfrute una experiencia nueva y más enriquecedora, ya que la gente puede entrar en un estado de conciencia mientras transita por la calle; por lo tanto, el arte público se convierte en una experiencia estética que debe ser vivida, de camino al trabajo, en las trayectorias habituales, en los itinerarios usuales, de forma cotidiana.

En su texto, la maestra Arroyo afirma que una de las características fundamentales del arte público no tiene que ver sólo con aquellas que se refieren al ámbito discursivo, sino también las que aluden a sus estrategias, medios y formas de operación. Así, a través de este estudio, identificamos de manera clara que una de las cualidades fundamentales del arte público es utilizar las calles, las plazas o las zonas públicas en general como un recurso artístico o elemento de significación para impregnar de un sentido final a la obra plástica.

Por ello, para que una producción artística pueda considerarse de carácter público, además de manifestarse tomando el espacio público como escenario, deberá formar parte de los elementos sígnicos, identitarios colectivos, de concordia entre los individuos que comparten territorio, principios, valores, aspiraciones, anhelos, etcétera, para la interpretación de la obra.

En tal sentido y al definir su sujeto de investigación, Marycarmen Arroyo analiza con gran viveza la acción estética que se exterioriza por medio de las expresiones artísticas producidas en la frontera de las ciudades de Mexicali y Caléxico; así pues, el objetivo de su estudio fue el de penetrar en los comportamientos, identidad, territorios y relaciones que se suscitan en el intersticio de la mencionada franja fronteriza.

La maestra Arroyo Macías hilvanó fino en su trabajo e incorporó, con gran fortuna, un análisis de estéticas contemporáneas que pueden ser observadas en proyectos de arte público contemporáneo. Igualmente y al plantear su propio objeto de investigación, la autora puso en relevancia el contexto geográfico en donde habría de realizar su investigación: la franja fronteriza definida entre Mexicali, Baja California, y Caléxico, en la entidad estadounidense de California.

Como ella misma afirma en su trabajo, ambas ciudades, a pesar de encontrarse en diferentes países, mantienen históricamente un indisoluble vínculo, sellado por el juego de términos de Cal y éxico para Caléxico, así como Mexi y cali para Mexicali. Estas dos poblaciones, divididas por una línea fronteriza, conservan en sus dinámicas sociales, culturales y económicas, sus orígenes históricos de ciudades gemelas, sellados por el entorno natural común.

Si bien el hecho político-administrativo de la existencia de una frontera entre dos países es determinante en la concepción de ese territorio, la unidad y homogeneidad regional —principalmente en lo referente a los elementos básicos de la cultura local, marcados por la historia, las relaciones sociales, los fuertes lazos de intercambios económicos y el entorno climático, de flora y fauna, de relieve y demás elementos físicos— son contundentes en la construcción social de un dominio territorial colectivo.

Para estudiar la realidad observada en las expresiones artísticas fronterizas, la maestra Arroyo Macías empleó un acercamiento conceptual y teórico inspirado en la ya mencionada estética relacional planteada por el francés Nicolas Bourriaud a partir de la década de 1990 como una estrategia utópica de proximidad, en la que el arte y el artista habitan las circunstancias que le ofrece el contexto para replantearse la organización del tiempo, las condiciones de trabajo, la producción de objetos culturales y las formas en que nos relacionamos. La esfera en la que el arte relacional se desenvuelve es en las interacciones humanas y su contexto social; dicha esfera posibilita la comprensión de los territorios naturales o antrópicos, las dinámicas que se llevan a cabo en ellos, los conflictos, los apremios, los consensos y los disensos y, en síntesis, los comportamientos humanos en general.

El trabajo de la maestra Marycarmen Arroyo partió del planteamiento que pretende identificar y explicar la manera en que el arte público, a través de la estética relacional, puede ayudar a definir y entender las prácticas y territorios que se generan en la frontera de Mexicali-Caléxico. Abordar con éxito y soltura este planteamiento de manera rigurosa y puntual como lo llevó a cabo la maestra Arroyo es el gran logro del trabajo, ya que, como ella misma comenta en el documento, el estudio de esta zona fronteriza de México es de alta relevancia a nivel internacional por sus altos índices de flujos migratorios; además, las garitas de la ciudad de Mexicali son el segundo lugar en cruces diarios en promedio. El movimiento en esta zona es alto y las actividades que surgen en este contexto son muy específicas, provocadas por migrantes, indigentes, comerciantes e interesados en cruzar, tanto legal como ilegalmente.

A través de las expresiones artísticas de sus colegas y coterráneos, expuestas en la franja fronteriza de las ciudades gemelas de Mexicali y Caléxico, la autora pudo observar y analizar un sinnúmero de situaciones y problemas socioculturales de toda índole, los que le permitieron distinguir la multiplicidad de concepciones y percepciones que los artistas se forjan de este entorno espacial, al estudiar las obras que dichos creadores han colocado en este espacio divisorio. A decir de la maestra Arroyo, los artistas estudiados adoptaron la malla fronteriza y su contexto para generar un choque ideológico, de manera que pudieran dotar de nuevos significados a este espacio intersticial; con ello, dichos creadores hicieron suyo este territorio, aunque fuese de manera efímera, al irrumpir en las formas de comportamiento cotidiano de los habitantes de este territorio cicatrizado.

En su investigación, la autora realizó entrevistas con artistas plásticos y con colectivos artísticos; en ellas, un común denominador de relevante interés es la concepción que los artistas han edificado respecto a la frontera como símbolo de identidad, en donde el paisaje y los hechos cotidianos y habituales son elementos fundamentales; sin embargo y para nuestro desconsuelo, parte de las conclusiones a las que llega la autora tienen que ver con el bajo impacto social que las obras artísticas producen entre los espectadores, muy a pesar de los creadores, que imprimen a su trabajo un gran ánimo trasformador.

A este respecto, la maestra Arroyo comparte un comentario que invita a la reflexión y a la vez abre nuevas vías de investigación en este singular campo; la autora sostiene que el bajo impacto social que tienen las obras de arte podría deberse tanto a la falta de contextualización en donde se realiza la expresión plástica, como a la carencia de una educación artística entre los espectadores, que no logran leer el objeto artístico. En relación con esta segunda causa del bajo impacto social del objeto artístico, la autora menciona que el espectador se encuentra desprovisto de las herramientas de reconocimiento indispensables para observar y comprender el objeto artístico. En palabras menos diplomáticas que las que la autora emplea, se trata ni más ni menos de una muy baja educación artística y una significativa carencia de formación entre el público en lo que a apreciación estética se refiere.

A partir de las reflexiones finales de la maestra Marycarmen Arroyo, se infiere una brecha muy grande entre el trabajo creativo e innovador de los artistas plásticos por un lado, y, por el otro, la baja o nula preparación de la gente para saber observar, apreciar y aquilatar la propuesta estética ofrecida. Se deberá acortar o desaparecer, ni más ni menos, el resquicio que existe entre la propuesta y el observador; en palabras de Jacques Rancière (2010), se trata de […] la alteración de la frontera entre los que actúan y los que miran.

Quisiéramos finalizar con una tonalidad más positiva y esperanzadora: el hecho real e irreversible de que el arte se haya democratizado al salir de los espacios sagrados museísticos es en sí un paso enorme que abre avenidas de gran dimensión tanto para los artistas como para los espectadores; los primeros, a fuerza de tesón y voluntad, lograrán permear paulatina pero constantemente en los gustos, las ideas y la cosmovisión de los segundos. Por otro lado, la vía que Marycarmen Arroyo Macías ha abierto respecto al estudio analítico y riguroso de las expresiones artísticas y sus diversas modalidades de expresión y materialización en el espacio público es de gran significación. El reforzamiento de la identidad local fronteriza pasa, en gran medida, gracias al trabajo de los creadores, constructores de los territorios culturales que, en palabras de Gilberto Giménez (2007), […] resultan de la apropiación simbólico-expresiva del espacio".

Antonio Salgado Gómez

Universidad de Guanajuato

Introducción

Alguna vez te has preguntado qué forma, nombre, dirección, topografía tiene la última calle de tu ciudad. ¿Conoces los límites de tu territorio local? Para los habitantes de la ciudad de Mexicali, los límites sur, este y oeste, pueden ser no muy claros (probablemente tanto como los tuyos), pero nuestro límite norte es la razón y origen de esta ciudad.

El norte de Mexicali termina en la avenida Colón, que prácticamente atraviesa de este a oeste todo el territorio. Como el resto de las calles de esta ciudad, es totalmente plana, con un solo sentido, que te dirige a la Garita Centro y te conectará con la ciudad de Caléxico, perteneciente al estado de California en Estados Unidos.

Curiosamente, la avenida Colón es el límite de la ciudad y, al mismo tiempo, su centro histórico. Si has transitado por ahí, seguro te habrá tocado observar no sólo gente brincando el cerco, carros haciendo fila para cruzar o vendedores ambulantes; probablemente te has topado con algunos murales en edificios colindantes, dibujos o pinturas en el cerco fronterizo, fotografías montadas en el parque o en el muro y, con mucha suerte, te tocó ver algunas esculturas, intervenciones o videos proyectados por ahí.

Muy probablemente sólo 1% de quienes lean este libro habrán presenciado una performance o una acción efímera en este sitio. El texto aquí presentado habla precisamente de esas obras, que si bien no han dejado una huella física en el territorio, si crearon espacios simbólicos efímeros capaces