Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

El dragón de fuego
El dragón de fuego
El dragón de fuego
Libro electrónico37 páginas21 minutos

El dragón de fuego

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

El dragón de fuego presenta la historia de Sabrinetta, una princesa que vivía en una gran torre a prueba de dragones, y de un príncipe terriblemente malvado que se lo había arrebatado todo. La historia de un corazón de piedra y un corazón de oro. Pero también aparecerán hipopótamos con un collar con su nombre y dirección, y cerdos que obedecen siempre los carteles que indican "no pisar el césped"... Antes de comenzar a leer, permitidme una pregunta: ¿alguien tiene una botella a prueba de dragones?
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento5 ago 2020
ISBN9788418067723
El dragón de fuego
Autor

Edith Nesbit

E. Nesbit (Londres, 1858-1924) Escritora y poeta inglesa. Cultivó casi todos los géneros literarios. Conocida por su obra infantil y por su influencia sobre autores de talla mundial como J. K. Rowling y C. S. Lewis. Su vida no fue nada fácil, viuda muy joven, madre de cinco niños, tuvo que sobrevivir escribiendo hasta prospectos medicinales. Activista política, fundó junto a su marido la Sociedad Fabiana, antecesora de lo que después sería el Partido Laborista británico.

Relacionado con El dragón de fuego

Libros electrónicos relacionados

Acción y aventura para niños para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para El dragón de fuego

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    El dragón de fuego - Edith Nesbit

    cover.jpgimagenimagenimagen

    El dragón de fuego

    o

    el corazón de piedra y

    el corazón de oro

    imagen

    La princesa, pequeña y pálida, se despertaba siempre en su cama, también blanca y pequeña, cuando los estorninos empezaban su parloteo con la luz gris perla de la mañana. Tan pronto el bosque empezaba a desperezarse, subía corriendo descalza la escalera de caracol hasta la cima de la torre y, vestida aún con su camisón blanco, les lanzaba besos con las manos al sol, al bosque y al pueblo aún somnoliento. «¡Buenos días, mundo hermoso!», saludaba.

    A continuación, bajaba corriendo los fríos peldaños de piedra y se ponía su falda corta, su gorra y su mandil, dispuesta a enfrentarse a las tareas de la jornada. Barría las habitaciones y preparaba el desayuno, lavaba los platos y fregaba las ollas, y si hacía todo esto era porque se trataba de una princesa de verdad. De todos aquellos que la habían servido, solo una persona le seguía siendo fiel, su vieja aya, que la había acompañado en la torre toda su vida. Y ahora, que estaba mayor y débil, la princesa ya no la dejaba trabajar, sino que se ocupaba ella misma de las tareas, mientras su aya se sentaba tranquilamente a coser. Lo hacía porque era una princesa de verdad: su cutis era

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1