Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Más que sonidos: La música como experiencia
Más que sonidos: La música como experiencia
Más que sonidos: La música como experiencia
Libro electrónico182 páginas3 horas

Más que sonidos: La música como experiencia

Calificación: 4.5 de 5 estrellas

4.5/5

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

"Todo lo que deseamos es que un investigador nos diga por qué ese joven que está sentado en la fila A está firmemente absorbido por los sonidos musicales que escucha, mientras que su novia, poco o nada extrae de ellos." El músico Aaron Copland lanzaba ese deseo y Alejandro Vainer toma el desafío. "La música es una experiencia corporal e intersubjetiva" es el eje que lo recorre.
En las antípodas de quienes sostienen que es un "arte inmaterial", este libro restituye el cuerpo a la experiencia musical. El autor organiza una propuesta donde define una subjetividad que es corporal y como se produce como un entramado biológico, psíquico y cultural. Siguiendo a Freud, postula las "series complementarias musicales", que le permiten desentrañar por qué amamos ciertas músicas a lo largo de nuestra vida. Luego analiza las experiencias musicales en situaciones diferentes.
Primero, un análisis de lo sucedido con las músicas en los campos de concentración-exterminio durante la Segunda Guerra Mundial y en la última dictadura cívico-militar en Argentina. Segundo, el entrecruzamiento del erotismo y la música a lo largo de la historia. Y tercero, un exhaustivo análisis de la función subjetiva y social de la música de fondo. La forma de escuchar más frecuente hoy.
El libro cierra con dos bonus tracks: uno sobre la historia de los psicoanalistas y la música; el otro sobre los músicos y el dinero, donde se visualiza las condiciones de trabajo de quienes producen esas experiencias que nos llegan hasta los huesos. Un libro ameno y profusamente documentado. Sus fundamentos van desde el psicoanálisis hasta la musicología, pasando por las neurociencias, la antropología, la sociología, la literatura y los testimonios de los propios músicos. Un viaje para amantes de la música. Más que sonidos, es una parte de nuestra vida.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento10 jul 2020
ISBN9789874025456
Más que sonidos: La música como experiencia

Relacionado con Más que sonidos

Títulos en esta serie (13)

Ver más

Libros electrónicos relacionados

Psicología para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Más que sonidos

Calificación: 4.666666666666667 de 5 estrellas
4.5/5

3 clasificaciones2 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

  • Calificación: 4 de 5 estrellas
    4/5
    Este libro de Alejandro Vainer, ligero en su análisis, pero interesante de contenido, especialmente, como es mi caso, cuando se quiere profundizar en el tema, la obra es una de las primeras piedras de la construcción, que te indica múltiples caminos y mapas por donde se puede ir y como se puede enfocar el tema. Desde mi humilde perspectiva, es un libro que comienza, algo importante para quién quiere luego seguir profundizando.
  • Calificación: 5 de 5 estrellas
    5/5
    Un gran apoyo para los que queremos vivir de la musica

Vista previa del libro

Más que sonidos - Alejandro Vainer

Todo lo que deseamos es que un investigador nos diga por qué ese joven que está sentado en la fila A está firmemente absorbido por los sonidos musicales que escucha, mientras que su novia, poco o nada extrae de ellos. El músico Aaron Copland lanzaba ese deseo y Alejandro Vainer toma el desafío. La música es una experiencia corporal e intersubjetiva es el eje que lo recorre. En las antípodas de quienes sostienen que es un arte inmaterial, este libro restituye el cuerpo a la experiencia musical.

El autor organiza una propuesta donde define una subjetividad que es corporal donde se produce como un entramado biológico, psíquico y cultural. Siguiendo a Freud, postula las series complementarias musicales, que le permiten desentrañar por qué amamos ciertas músicas a lo largo de nuestra vida. Luego analiza las experiencias musicales en situaciones diferentes. Primero, un análisis de lo sucedido con las músicas en los campos de concentración-exterminio durante la Segunda Guerra Mundial y en la última dictadura cívico-militar en Argentina. Segundo, el entrecruzamiento del erotismo y la música a lo largo de la historia. Y tercero, un exhaustivo análisis de la función subjetiva y social de la música de fondo. La forma de escuchar más frecuente hoy. El libro cierra con dos bonus tracks: uno sobre la historia de los psicoanalistas y la música; el otro sobre los músicos y el dinero, donde se visualiza las condiciones de trabajo de quienes producen esas experiencias que nos llegan hasta los huesos.

Un libro ameno y profusamente documentado. Sus fundamentos van desde el psicoanálisis hasta la musicología, pasando por las neurociencias, la antropología, la sociología, la literatura y los testimonios de los propios músicos.

Un viaje para amantes de la música. Más que sonidos, es una parte de nuestra vida.

Más que sonidos

La música como experiencia

Alejandro Vainer

Colección Psicoanálisis, Sociedad y Cultura

Colección Fichas para el Siglo XXI

Diagramación E-book y tapa: Mariana Battaglia

Ilustración de tapa: Julia Vallejo Puszkin.

© Editorial Topía, Buenos Aires 2020.

Edi­to­rial To­pía

Juan Ma­ría Gu­tié­rrez 3809 3º A Ca­pi­tal Fe­de­ral

e-mail: editorial@topia.com.ar

revista@topia.com.ar

web: www.topia.com.ar

Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723

La reproducción total o parcial de este libro en cualquier forma que sea, idéntica o modificada, no autorizada por los editores viola derechos reservados. Cualquier utilización debe ser previamente solicitada.

Más que sonidos

la música como experiencia

Alejandro Vainer

Colección Fichas para el Siglo XXI

A Enrique Carpintero,

mi maestro

A Vicente Galli

el analista que me ayudó a encontrar la voz propia

Indice

Donde escuchar

Agradecimientos

Preludios

Capítulo 1

La música es una experiencia corporal e intersubjetiva

Demoliendo definiciones

La música como experiencia corporal

La música como experiencia intersubjetiva

No hay música sin sujeto

Capítulo 2

Música, cuerpo y subjetividad

¿De qué hablamos cuando hablamos de subjetividad?

La corposubjetividad

La experiencia musical corposubjetiva

Lo extramusical no existe

Las músicas son parte de nuestra entrañable vida

Capítulo 3

Cómo llegamos a amar ciertas músicas

Fanfarria para un hombre común

La música no existe

Los caminos de este amor: las series complementarias de los amores musicales

Relatos de encuentros amorosos musicales

Libros y experiencias

Capítulo 4

El tango de la muerte

La música en los campos de concentración-exterminio

Freud y la noche de los cristales rotos

El odio a la música del horror

La música como resistencia

La música en los campos: entre el espacio-soporte y lo siniestro

La música en los campos de concentración-exterminio en Argentina

Finalmente…

Capítulo 5

La música del erotismo

Las canciones de los cuerpos

Las danzas de Eros

La sinfonía de todos los sentidos

Espectros sonoros y música viva

Capítulo 6

Músicas de fondo

Músicas para no ser escuchadas

De qué hablamos cuando hablamos de música de fondo

La música de fondo impuesta

La propia elección de música de fondo

La música que más escuchamos hoy… es música de fondo

Música funcional y música subjetivante

Posludios

La furia de Jarrett

Lenin y sus pasiones musicales

Sin música no hay revolución

Bonus Track 1

Yendo del diván al piano

El mito de la sordera musical de los psicoanalistas

La sombra de Freud

La polifonía de los herederos

Bonus Track 2

Demoliendo mitos

Los músicos y el dinero

Todos los músicos son trabajadores

Los efectos subjetivos de trabajar como músico

Bibliografía

Donde escuchar

A lo largo de este libro se citan varios textos y músicas. Las notas al pie y la bibliografía permiten buscar los primeros. Si quiere escuchar las músicas mencionadas, se encuentran disponibles en www.topia.com.ar/masquesonidos.

Allí están ordenadas por capítulos para que pueda enriquecer la lectura. Así puede sentir las músicas citadas para transformarlas en experiencias propias.

Agradecimientos

Tengo una serie de gratitudes para los que ayudaron a que este libro fuera posible. Va el reconocimiento:

A quienes se tomaron el trabajo de leer la versión inicial del libro y brindaron aportes que lo enriquecieron: Enrique Carpintero, César Hazaki, Edgardo García, Luciano Nicolás García, Laura Ormando, Tomás Pal, Diego Vainer y Florencia Macchioli.

Al equipo de Topía, una usina de pensamiento crítico. Topía es una caja de resonancia que potencia las melodías de cada uno y permite desarrollarlas. En cada encuentro, los aportes, las críticas, las sugerencias y estímulos nos permiten avanzar. Muchos de los textos incluidos en este libro tuvieron su primera versión en la Revista Topía, y las discusiones contribuyeron a que tuvieran su forma final. Poder estar en este equipo, que promueve apasionadamente la producción, es uno de los privilegios de la vida. A cada uno de ellos: Carlos Barzani, Alfredo Caeiro, Héctor Freire, Alicia Lipovetzky, Susana Ragatke y Susana Toporosi.

A Enrique Carpintero y César Hazaki, con quienes compartimos la pasión de ser editores de Topía. A Enrique por tantas cosas condensadas en la dedicatoria del libro. A César, por invitarme a participar como el pianista de su obra de teatro El blues del psicoanalista, que hicimos el segundo semestre del 2011 en el Cavern Club del Paseo La Plaza de la ciudad de Buenos Aires. Con su empujón, volví a la música. Me estimuló para que avanzara en distintos frentes, tanto en tocar como en escribir sobre todo esto.

A Mariana Battaglia, por el cuidado diseño de tapa y del libro. A Andrés Carpintero, por sus ideas para facilitar la experiencia musical del libro en internet.

A Julia Vallejo por el cuadro que me regaló para un cumpleaños hace un par de años. Ni bien lo vi supe que sería la tapa de este libro.

A Aníbal Rodolico, por las fotografías.

A Guillermo Romero, mi maestro de piano, por lo que me transmitió sobre la improvisación y por nuestros ricos diálogos.

A Mario Hernández, por invitarme para ser columnista musical de su programa Fe de Erratas de FM La Boca desde 2012. A mi compañero del programa Matías Eskenazy. Cada miércoles ese espacio me permitió pensar algunas de las cuestiones que sin saberlo llegaron al libro.

A varias personas les agradezco por compartir encuentros musicales, improvisaciones, libros, recitales, charlas y datos que fueron aportando de distinto modo: Hernán Bronstein, Pablo Cabrera, Javier Sánchez, Rafael Fernández Durán, Juan Duarte, Mauro Lassos y Mariana Casullo.

A David Liberman, quien a mis 18 años me recomendó que nunca dejara la música aunque me convirtiera en psicoanalista.

A mi hermano Diego, con quien descubrimos la música desde muy chicos adentrándonos en el piano y otras latitudes musicales. Mucho de lo que significa la música para mí al día de hoy se lo debo a las experiencias que compartimos. A nuestros padres, Naum Vainer y Sofía Bekman, por lo que propiciaron.

A mi compañera Florencia Macchioli, que alentó la gestación de este libro; y con quien amorosamente construimos un camino conjunto que a la vez es propio. A nuestros hijos Gastón y León, porque hicieron que redescubriera la música mientras ellos se internaban por primera vez en ella.

Preludios

Como Mahler acostumbraba a decir,

la parte más importante de la música no está en las notas.

Theodor Reik, Variaciones psicoanalíticas sobre un tema de Mahler

Las hipótesis que desarrolla este libro me atraviesan desde hace años. Llevó un largo tiempo poder plasmarlas. El soporte conceptual es fruto de contacto con pares, maestros, amigos, parejas y siempre músicas. No es posible escribir por fuera de la propia historia de cada uno. Se filtra por el cuerpo, se plasma y conforma el estilo propio. Más que sonidos es el modo de desarrollar ideas que tenía sin saberlo. La música es mucho más que los meros sonidos. Son cuerpos, relaciones, pasiones, encuentros, lugares, tiempos.

(1974)

Mis compañeros de primaria me contagiaron el amor a los Beatles. A los 9 años ya había comprado varios vinilos. Una tarde de sábado me dediqué a revisar los discos de mis padres. Quería saber qué escuchaban. Con una sorpresa enorme descubrí un long play de los Beatles que no conocía. En la tapa, tres barbudos y un descalzo cruzaban una calle. ¿Serían los mismos Beatles? No eran los mismos de Help. Parecían más viejos. Bajé con cuidado la púa en el primer tema. No entendía nada, pero sentía que un mundo nuevo se abrió ¿Cómo hacían para hacer un tema donde casi faltaban las guitarras eléctricas y el sonido era tan cautivante como extraño? Cada nueva canción parecía un universo distinto. En la contratapa decía Beatles y Abbey Road. Nunca pensé que mis padres podían tener algo así. En los rincones ocultos de la historia siempre hay tesoros escondidos. Sólo hay que buscarlos.

(1975)

Mi madre había estudiado piano sin tener piano propio. Cuando pudo compró uno. Un sábado -siempre pasan cosas interesantes los sábados-, lo trajeron. Subieron por la escalera un nuevo piano vertical, Karl Schulz, un nombre alemán para un piano argentino. Con mi hermano mirábamos extasiados. Quedó en el living. A la tarde cerramos todas las puertas y empezamos a jugar a cantar y tocar sin saber. ¿Sin saber? Desde entonces la música se nos convirtió en un juego. Mi hermano quería ser músico desde chico y al día de hoy inventa mundos sonoros de los cuales sigo sorprendiéndome. Cuando me preguntaron si quería estudiar piano, contesté que sí y agregué que también me serviría para escribir mejor a máquina. Sigo tocando ambos teclados.

(1976)

Intercambiar discos es un antecedente de lo que hoy es cotidiano. Uno podía grabar cassettes y esperar alguna retribución que siempre llegaba. Los buenos amigos jamás comprábamos los mismos discos. El placer del socialismo melómano nos lo impedía. Un solidario cooperativismo hacía que cuanto más conseguíamos, más teníamos todos. Cada uno compraba algo para la pequeña comunidad de la que formábamos parte y ampliaba los horizontes de nuestras vidas. Canjear discos implicaba entregar una posesión por algo mejor.

En unas vacaciones hablé mucho de rock con el hijo de unos amigos de mis padres. Me recomendó varios grupos que no conocía, luego en Buenos Aires quedamos en encontrarnos. Allí arreglamos intercambiar algún disco: yo le di el pretencioso doble Tales from topographic oceans de Yes a cambio de El jardín de los presentes de Invisible. Era el disco del primer recital de mi vida y el último de Invisible. Había un bandoneonista invitado a una banda de rock. No entendía mucho, pero la poesía y las armonías exudaban una belleza insólita. Recuerdo y agradezco la audacia del padre de un amigo que llevó a varios chicos de 11 años al Luna Park. Ese padre se llama Joaquín, el hijo de Enrique Pichon-Rivière. Aún me faltaban muchos años para dimensionar la iniciación que había recibido a partir del hijo del padre del psicoanálisis en la Argentina.

(1980)

A finales de los ‘70, el rock de acá se llamaba nacional. Para algunos, los recitales eran ceremonias de encuentros y de vida ante tanta muerte. Para entonces la oscuridad de La grasa de las capitales de Serú Girán me ayudaba a soportar mi melancolía adolescente y la sordidez de la última dictadura cívico-militar con canciones que rápidamente reflejaban la propia vida. Entonces, aparecieron los raros carteles diseñados por Renata Schussheim. Serú Girán presentaba Bicicleta. Las campañas de marketing no habían inundado todo aún, primero era el recital y luego el disco. Pocas veces salí tarareando la melodía o recordando una frase con una sola escucha. Una catarata de canciones con una escenografía con conejos, bicicletas y los cuatro vestidos con camisa blanca, pantalón y chaleco negro. Por suerte había llevado un grabador y el sábado, -siempre sábado-, me dediqué a sacar en el viejo piano un tema nuevo: Inconsciente colectivo. No lo incluyeron en el disco. Tuve que esperar dos años para poder volver a escuchar el mejor

¿Disfrutas la vista previa?
Página 1 de 1