Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

El Rey Invisible y Su Reino: Lo que significa el poder de Dios para usted, su familia y su comunidad
El Rey Invisible y Su Reino: Lo que significa el poder de Dios para usted, su familia y su comunidad
El Rey Invisible y Su Reino: Lo que significa el poder de Dios para usted, su familia y su comunidad
Libro electrónico237 páginas3 horas

El Rey Invisible y Su Reino: Lo que significa el poder de Dios para usted, su familia y su comunidad

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

 El reino de Dios está cerca

 Durante su ministerio en la tierra, Jesús varias veces habló, explicó y definió el reino de Dios. Cuando anunció que el reino de Dios estaba cerca, fue un momento decisivo en la historia de la humanidad. ¿Pero qué quiso decir? ¿Cómo eso aplica a nuestras familias y comunidades hoy en día?

 En El Rey invisible y su reino, John Eckhardt presenta las buenas nuevas de las promesas de Dios para el mundo y cómo obtenerlas. Reta la visión negativa que muchos cristianos tienen del mundo; explica las realidades del reino de Dios que está aquí ahora y da respuestas a preguntas importantes como:

 

·        ¿Cuáles son las señales del reino de Dios? 

·        ¿Cómo entramos y tenemos acceso a este reino?

·        ¿Cómo vivimos en este reino?

·        ¿Cómo operamos en el poder y la autoridad de este reino?

 ¡El Reino de Dios ha estado avanzando enérgicamente desde los días de Juan el Bautista y  lo continúa haciendo hoy día! Descubra cómo apoderarse del reino de sanidad,  liberación y fe, y cómo demostrar la autoridad sobre el poder de las tinieblas.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento31 oct 2011
ISBN9781616385088
El Rey Invisible y Su Reino: Lo que significa el poder de Dios para usted, su familia y su comunidad

Relacionado con El Rey Invisible y Su Reino

Libros electrónicos relacionados

Cristianismo para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para El Rey Invisible y Su Reino

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    El Rey Invisible y Su Reino - John Eckhardt

    La mayoría de los productos de Casa Creación están disponibles a un precio con descuento en cantidades de mayoreo para promociones de ventas, ofertas especiales, levantar fondos y atender necesidades educativas. Para más información, escriba a Casa Creación, 600 Rinehart Road, Lake Mary, Florida, 32746; o llame al teléfono (407) 333-7117 en Estados Unidos.

    El Rey invisible y su Reino por John Eckhardt

    Publicado por Casa Creación

    Una compañía de Charisma Media

    600 Rinehart Road

    Lake Mary, Florida 32746

    www.casacreacion.com

    No se autoriza la reproducción de este libro ni de partes del mismo en forma alguna, ni tampoco que sea archivado en un sistema o transmitido de manera alguna ni por ningún medio –electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otro– sin permiso previo escrito de la casa editora, con excepción de lo previsto por las leyes de derechos de autor en los Estados Unidos de América.

    A menos que se indique lo contrario, todos los textos bíblicos han sido tomados de la Santa Biblia, versión Reina-Valera, revisión 1960. Usada con permiso.

    Traducido por: Belmonte Traductores

    Director de diseño: Bill Johnson

    Originally published in the U.S.A. under the title: The Invisible King and His Kingdom;

    Published by Charisma House, A Charisma Media Company

    Copyright © 2011 John Eckhardt

    All rights reserved

    Visite la página web del autor: www.impactnetwork.net

    Copyright © 2011 John Eckhardt

    Todos los derechos reservados

    Library of Congress Control Number: 2011929145

    ISBN: 978-1-61638-304-6

    E-book ISBN: 978-1-61638-508-8

    ÍNDICE

    Introducción

    1 Un Reino sin observación

    2 El Rey invisible

    3 El Rey de los santos

    4 El papel del Buen Pastor

    5 Las características del Reino

    6 Visiones proféticas del Reino

    7 El Manifiesto del Reino

    8 La Iglesia y el Reino

    9 Crecimiento y avance del Reino

    10 Las mujeres y el Reino

    11 Las herramientas de avance

    12 Marcas eternas del Reino

    Conclusión: El Rey en su Reino

    Notas

    INTRODUCCIÓN

    HUBO MUCHOS QUE escucharon las palabras del Reino y no las entendieron. El Reino era un misterio que fue revelado a algunos y oculto a otros. Este libro está pensado para ofrecerle un mayor entendimiento del Reino.

    Es importante entender el Reino en su contexto del primer siglo. ¿Qué significó el anuncio del Reino para un judío que vivía en la época de Cristo? ¿Cuál es el contexto histórico del mensaje del Reino? ¿Qué fuerzas estaban operando durante la época del anuncio? Este libro le ayudará a entender el contexto, y eso dará como resultado un entendimiento mucho mayor del Reino de los cielos.

    El anuncio del Reino no llega en medio de un vacío. Hay un telón histórico en la llegada del Reino. Jesús llegó en la plenitud del tiempo, al final de la era (o la consumación de la era). El tiempo estaba establecido (cumplido). Es imposible entender el Reino sin tener una perspectiva histórica. Uno no puede simplemente agarrar la Biblia, ir al relato de Mateo, leerlo y entender por completo el mensaje del Reino.

    El Reino de Dios es el gobierno de Dios sobre Israel y el mundo. La esperanza de Israel era la esperanza de una edad dorada de justicia introducida por el Mesías, el Hijo de David. Ellos esperaban la restauración del reino davídico y la reconstrucción del tabernáculo de David. El Reino sería la era del Mesías.

    El Mesías sería un rey victorioso que derrotaría a los enemigos de Israel y gobernaría en justicia. Esa era la esperanza de los profetas. Las profecías se dieron en épocas de gran apostasía y oscuridad. Cuando Israel vivía bajo el yugo de enemigos extranjeros, se aferraba a esas profecías como esperanza para un futuro brillante. Durante los días y años más oscuros de sufrimiento y derrota, esas profecías les daban esperanza.

    Los profetas utilizaban lenguaje figurado para describir la era del Reino que llegaría.

    • Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán (Isaías 35:5).

    • Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad (Isaías 35:6).

    • Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad (Isaías 35:8).

    • Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sion con alegría (Isaías 35:10).

    • Decidle a voces que su tiempo es ya cumplido, que su pecado es perdonado (Isaías 40:1-2).

    • Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha hablado (Isaías 40:5).

    • He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará… Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos (Isaías 40:10-11).

    El Siervo del Señor traería juicio a las naciones y establecería juicio en la tierra. Sería dado como un pacto para el pueblo y una luz para los gentiles. Él abriría los ojos de los ciegos y sacaría de la cárcel a los prisioneros (Isaías 61:1). La gente declararía su alabanza en las islas. Él convertiría en luz la oscuridad y enderezaría lo torcido (Isaías 42:12, 16).

    El Señor derramaría agua sobre los sedientos y torrentes sobre la tierra seca. Derramaría su espíritu sobre la simiente de Israel y su bendición sobre su descendencia. Él borraría sus transgresiones y pecados y los redimiría (Isaías 44).

    El Señor levantaría a las tribus de Israel y restauraría a los preservados de Israel. Él sería una Luz para los gentiles y salvación para los confines de la tierra. Él oiría en el tiempo aceptable y ayudaría en el día de salvación. Establecería la tierra y haría que heredase las herencias desoladas. Ya no tendrían hambre o sed jamás; tampoco el sol les golpearía. Él tendría misericordia de ellos y los guiaría junto a corrientes de aguas. Él haría un camino de las montañas, y sus caminos serían exaltados. Los cielos cantarían; la tierra se llenaría de gozo; los montes romperían en canto debido al consuelo y la misericordia del Señor. Los gentiles llevarían a sus hijos en sus brazos y a sus hijas sobre sus hombros. Reyes serían sus padres y reinas sus madres. Toda carne conocería que el Señor era su Salvador y Redentor (Isaías 49).

    El Señor consolaría a Sión y consolaría sus lugares desérticos, y haría sus desiertos como el Edén y como el huerto del Señor. Llegarían la justicia y la salvación. Los cielos se desvanecerían como humo y la tierra se desgastaría como ropa, pero la salvación de Él sería para siempre, y salvación de generación a generación (Isaías 51:6, 8).

    Llegarían buenas nuevas; se publicaría salvación. Los lugares desérticos de Sión estallarían de gozo y cantarían juntos. El Señor mostraría su brazo santo ante los ojos de las naciones, y los confines de la tierra verían la salvación de Dios. Muchas naciones serían asombradas, y reyes cerrarían su boca ante el Mesías (Isaías 52:15).

    La estéril rompería a cantar y necesitaría extender el lugar de su tienda, porque se extendería en la mano izquierda y en la mano derecha. Dios sería llamado el Dios de la tierra. El pacto de paz de Dios no sería eliminado. Dios pondría colores a sus piedras y zafiros a sus fundamentos. Los hijos de Israel serían enseñados del Señor y tendrían gran paz (Isaías 54).

    Naciones correrían a Israel debido a la gloria de Dios. Saldrían con alegría y serían guiados con paz. Las montañas y los montes romperían a cantar, y los árboles del campo aplaudirían. En lugar de la zarza crecería ciprés, y en lugar de la ortiga crecería arrayán (Isaías 55:12-13).

    Dios llevaría a los hijos de la extraña a su monte santo y les llenaría de gozo en la casa de oración. Sus ofrendas serían aceptadas, y la casa de Dios sería una casa de oración para todas las naciones. Dios reuniría a los esparcidos de Israel y a otros a Él (Isaías 56:7-8).

    El Señor vendría y daría furia a sus adversarios y recompensa a sus enemigos. El Redentor vendría a Sión y quitarían la transgresión de Jacob. El espíritu y la palabra no se apartarían de su simiente, ni de la simiente de su simiente, para siempre (Isaías 59:21).

    • El león y el cordero morarían juntos.

    • Los montes darían vino y leche.

    • El Espíritu sería derramado desde lo alto.

    • Habría lluvias de bendiciones.

    • Llegaría un nuevo pacto.

    • El lugar desierto florecía, y la tierra seca recibiría agua.

    • El búho y los dragones estarían satisfechos.

    • Sería creado un nuevo pueblo para alabar al Señor.

    • Jerusalén sería convertida en gozo y regocijo.

    • Extranjeros se unirían a Israel.

    • Dios derramaría su espíritu sobre su simiente.

    • Las naciones llegarían inclinándose y con regalos.

    • Se construiría un sendero de santidad.

    • Los redimidos del Señor llegarían a Sión con canto, y gozo perpetuo estaría sobre sus cabezas.

    • Israel sería redimido.

    • Llegaría sanidad.

    • Las ruinas serían reconstruidas.

    • Los lugares desolados serían restaurados.

    • Un rey reinaría en rectitud y justicia.

    • El rey golpearía a las naciones con vara de hierro.

    • Llegaría la prosperidad.

    • Los montes serían rebajados y los valles exaltados.

    • Los mansos heredarían la tierra.

    • Llegarían liberación y salvación.

    • La paz (shalom en hebreo) fluiría como un río.

    • Los malvados serían juzgados.

    • Surgirían alabanza y adoración de las naciones.

    • Llegaría el día del Señor.

    • El Sol de justicia llegaría con sanidad en sus alas.

    • El río de Dios fluiría desde el templo, llevando sanidad a las naciones.

    • Su simiente heredaría las naciones.

    • Ellos serían árboles de justicia, plantío del Señor.

    • Ellos serían sacerdotes y ministros de Dios.

    • Llegaría el día de salvación.

    Llegaría salvación, redención, alabanza, adoración, rectitud, justicia, santidad canto, gozo, regocijo, sanidad, restauración, prosperidad, paz, abundancia, seguridad, protección, bendición, vida, reconciliación, novedad y favor.

    Jesús vino a anunciar el año del favor del Señor, o el año del jubileo (Lucas 4:18-19; Levítico 25:8-25). En el año del jubileo, se recuperaba la tierra, se cancelaban deudas, y eran liberados Introducción los esclavos. El Reino es nuestro jubileo. Cuando usted entra en el Reino, entra en reposo y recibe favor.

    Como resultado del Reino, serían eliminados vergüenza, ruina, confusión, enfermedad, muerte, pobreza, atadura, opresión, tristeza, derrota, humillación, pecado, iniquidad, maldición, temor, carencia y esterilidad.

    El Reino sería una época de salvación y liberación. El Reino sería una nueva era de historia de salvación, con multitudes siendo salvas de generación a generación.

    El anuncio del Reino era un anuncio de que aquello que Israel había estado esperando ahora había llegado. La esperanza de anteriores generaciones había llegado. El tiempo había llegado finalmente. Después de años de derrota y vergüenza, salvación había llegado. El Mesías (Libertador) había llegado. No es sorprendente que se determinaran buenas nuevas y buenas noticias. Quienes la oyeron, recibieron la palabra del Reino con GOZO.

    El anuncio del Reino fue el anuncio de todas las esperanzas de Israel. Fue un anuncio de que las palabras proféticas estaban a punto de cumplirse. Muchos probablemente habían perdido toda esperanza después de tantos años de fracaso. Algunos probablemente ya no creían; pero siempre hubo un remanente en Israel que permaneció fiel al pacto y mantuvo la esperanza de sus padres. Ellos creían que esas promesas eran verdaderas, y siguieron creyendo en ellas. Puede que algunos se burlaran, pero otros siguieron convencidos de que llegarían. Algunos, como Ana y Simeón, sabían que el día llegaría; ellos oraban y ayunaban para que llegase el Reino.

    Los judíos estaban viviendo bajo la mano de hierro de los romanos cuando llegó este mensaje. La mayoría del pueblo en la tierra vivía en pobreza e ignorancia; Israel vivía bajo los pesados impuestos de los romanos. Jesús vino predicando este mensaje a los pobres; los pobres, los enfermos y los poseídos por el demonio oyeron este mensaje del Reino. Era su única esperanza de escapar a una situación miserable.

    El tema del Reino de Dios no se trata del reinado general de Dios a lo largo de la Historia. Dios siempre ha sido soberano. El mensaje del Reino se trata de su reinado redentor, su reinado salvador. El mensaje de Cristo era que el Reino estaba cercano. Había un aspecto de su reinado que estaba llegando, y eso significa que aún no había llegado.

    Justicia duradera, redención eterna, reconciliación y remisión de pecados estaban cercanos. Eso solo podía lograrse mediante la sangre del Cordero de Dios y mediante la fe en su sangre. Eso fue lo que Daniel vio en su visión de las setenta semanas.

    El gobierno de Cristo sería su gobierno mediante la salvación. Esta salvación sería la obra de Cristo mediante su muerte y resurrección; sería su gobierno mediante la operación del Espíritu Santo. Cristo reinaría en los corazones de sus santos. El gobierno sería espiritual, no terrenal ni físico. La redención profetizada por los profetas estaba cercana.

    El Reino de Dios anunciado es el anuncio de una nueva era, una nueva época. Luz y gloria estaban cercanas. Salvación y liberación había llegado. Juicio había llegado. Las cosas estaban a punto de ser enderezadas. Los montes estaban a punto de ser allanados, y los valles a punto de ser elevados. Los malvados estaban a punto de ser juzgados, y los justos recompensados. Ese era el punto crucial en la historia humana. Era la consumación de los tiempos.

    La Esperanza de Israel había llegado. La expectativa de la nación estaba en su punto álgido. Para muchos, esta esperanza sería aparentemente aplastada. Una semana después de la entrada triunfal de Cristo, sería crucificado. ¿Era aquel el plan de Dios? Sí. Isaías profetizó la muerte del Mesías. Daniel habló de que Él sería cortado. Jesús continuamente habló de su rechazo y muerte.

    En este libro, usted aprenderá que el Reino de Dios es invisible y no llega con observación. El Reino es el gobierno de Dios por medio de Cristo sobre su nueva creación: la Iglesia. Es el gobierno de Dios sobre Sión, el monte del Señor. Es el gobierno del Buen Pastor sobre su rebaño. Es el gobierno interior de Dios en los corazones de sus santos. Es el gobierno de Dios mediante el Espíritu Santo. Es el gobierno de Dios mediante el nuevo pacto.

    Usted aprenderá que el Reino de Dios y el Reino de los cielos son descripciones del mismo Reino. El Reino es el gobierno de Dios, y es desde el cielo. El cielo es el origen del Reino, no la tierra.

    La Iglesia no es un plan alternativo. La Iglesia siempre ha sido el plan de Dios; la Iglesia no es un paréntesis. Jesús comenzó a hablar de la Iglesia a sus discípulos. La Iglesia serían las personas contra las cuales las puertas del infierno no podrían prevalecer.

    La Iglesia es la ekklesia. La Iglesia está formada por los llamados. Los llamados son aquellos que gobiernan y reinan con Cristo. La Iglesia es la embajada de Cristo. La Iglesia está formada por ciudadanos del Reino nacidos de lo alto. La Iglesia está formada por personas de todas las naciones que están sometidas al gobierno de Cristo mediante el Espíritu Santo. Son aquellos que llaman a Jesús Señor.

    El Reino no es terrenal y geográfico. La geografía no determina donde existe el Reino. El Reino está determinado por sus ciudadanos a pesar de dónde vivan geográficamente.

    El reinado terrenal del rey David estaba limitado a una zona física y geográfica. La tierra de Canaán era un tipo del mundo. El terreno físico de Israel era un cuadro de la tierra. Israel era un microcosmos de un reino global. El terreno pertenecía a Dios, pero la tierra es del Señor. El Reino de Cristo no puede estar

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1