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Escrituras para la fe, la liberación y la sanidad / Scriptures for Faith, Deliverance and Healing: Claves para el crecimiento espiritual y personal
Escrituras para la fe, la liberación y la sanidad / Scriptures for Faith, Deliverance and Healing: Claves para el crecimiento espiritual y personal
Escrituras para la fe, la liberación y la sanidad / Scriptures for Faith, Deliverance and Healing: Claves para el crecimiento espiritual y personal
Libro electrónico193 páginas2 horas

Escrituras para la fe, la liberación y la sanidad / Scriptures for Faith, Deliverance and Healing: Claves para el crecimiento espiritual y personal

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Oremos en la Palabra y creamos en ella

La sanidad y la liberación son las dos partes más fundamentales de nuestra experiencia de salvación.  Dios se complace en sanarnos de todas nuestras enfermedades y en liberarnos de la mano del enemigo.  Una de las maneras de activar estos beneficios de la salvación en nuestra vida es a través de la fe en Dios.  Aunque nuestra fe sea del tamaño de una semilla de mostaza podremos mover las montañas de la enfermedad, el sufrimiento y la opresión demoníaca.

El exitoso autor John Eckhardt ha preparado esta práctica herramienta de referencia para todos aquellos que quieren tener una mayor comprensión de la sanación y la liberación, e incorporar la Palabra de Dios en sus oraciones.


Hitting right in the center of every Spirit-filled believer’s interests, this topical Bible by best-selling author John Eckhardt is a handy reference tool for those who
want to have a greater understanding of healing and deliverance to incorporate God’s Word into their prayers.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento31 oct 2017
ISBN9781629993508
Escrituras para la fe, la liberación y la sanidad / Scriptures for Faith, Deliverance and Healing: Claves para el crecimiento espiritual y personal

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    Escrituras para la fe, la liberación y la sanidad / Scriptures for Faith, Deliverance and Healing - John Eckhardt

    momento.

    1

    VIVIR POR FE

    LAS ESCRITURAS REVELAN la importancia de la fe en la vida del creyente. La fe está relacionada con el oír la Palabra de Dios (ver Ro. 10:17), y sin fe es imposible agradar a Dios (Heb. 11:6). Ni siquiera es posible acercarse a Dios debidamente si no tenemos un poco de fe. En 2 Corintios 5:7, se nos insta a vivir por fe y no por vista. La fe es fundamental para nosotros como creyentes y afecta cada aspecto de nuestra vida. En la primera parte del libro encontrará una lista de todos los pasajes de la Biblia que hablan sobre la fe. Esta es una herramienta de referencia muy útil para quienes deseen aumentar su fe.

    Pido a Dios que estos versículos puedan ser de fortaleza para usted. Léalos en voz alta cuando esté estudiando la Palabra de Dios y construyendo su santísima fe (Judas 20). La incredulidad y la duda le impedirán recibir las promesas de Dios. El miedo es otro enemigo de la fe que impide que recibamos de parte del Señor.

    En el apéndice encontrará algunas enseñanzas sobre el ayuno que le ayudarán a superar la incredulidad, así como algunas oraciones y declaraciones que le ayudarán a desarrollar la fe necesaria para que la sanación y la liberación fluyan libremente en su vida.

    Los siguientes pasajes son claves para esta sección dedicada a la fe:

    Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.

    —HEBREOS 11:6

    Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás.

    —2 TESALONICENSES 1:3

    Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.

    —ROMANOS 10:17

    2

    LA FE EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

    EN EL ANTIGUO Testamento, la palabra fe se expresa de tres maneras. La primera es utilizando la palabra hebrea amén, que significa acuerdo o regulación firme; en otras palabras, es estar de acuerdo con Dios y su Palabra y decir amén.¹ Amén significa apoyar o sostener. Por lo general se traduce como creer ² y se usa en el contexto del tipo de fe que lleva a la salvación y describe a alguien que se apoya en Dios (ver Gn. 15:6). La segunda palabra es yaqal (ver Job 13:15), que significa confiar bajo extremo dolor o confiar bajo presión, y se traduce generalmente como esperanza.³ La tercera palabra es qavá. Esta es la palabra hebrea más fuerte que se utiliza para hablar de fe, y se traduce generalmente como esperar.⁴ El Salmo 25:5 dice: "Encamíname en tu verdad, y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti he esperado todo el día" (énfasis añadido). Aquí, la palabra esperar significa: buscar, tener esperanza, estar a la expectativa; esperar o buscar algo con impaciencia.⁵ De la fe y de la esperanza se obtienen los milagros.

    En el Antiguo Testamento hay muchas historias milagrosas de personas que tuvieron fe en un Dios que algunos ni siquiera conocían. Sus actos de fe fueron tan profundos que a algunos de ellos se les menciona en la Galería de la Fe de Hebreos 11. Sus historias aparecen en ambos Testamentos, y hay miles de años entre ellos. Fueron hombres y mujeres de Dios —como Abel, Enoc, Noé, Abraham, Sara, Isaac, Jacob, Moisés, la hija del Faraón, Ana, Débora, Rut, Ester y muchos otros—, cuyas vidas nos ayudan a fortalecer nuestra fe en aquel Dios que conduce, guía, escucha y responde.

    Génesis

    Y [Abraham] creyó a Jehová, y le fue contado por justicia.

    —GÉNESIS 15:6

    Éxodo

    Entonces dijo Jehová a Moisés: Extiende tu mano, y tómala por la cola. Y él extendió su mano, y la tomó, y se volvió vara en su mano. Por esto creerán que se te ha aparecido Jehová, el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob.

    Le dijo además Jehová: Mete ahora tu mano en tu seno. Y él metió la mano en su seno; y cuando la sacó, he aquí que su mano estaba leprosa como la nieve.

    —ÉXODO 4:4‒6

    Si aconteciere que no te creyeren ni obedecieren a la voz de la primera señal, creerán a la voz de la postrera.

    —ÉXODO 4:8

    Y si aún no creyeren a estas dos señales, ni oyeren tu voz, tomarás de las aguas del río y las derramarás en tierra; y se cambiarán aquellas aguas que tomarás del río y se harán sangre en la tierra.

    —ÉXODO 4:9

    Y el pueblo creyó; y oyendo que Jehová había visitado a los hijos de Israel, y que había visto su aflicción, se inclinaron y adoraron.

    —ÉXODO 4:31

    Entonces Jehová dijo a Moisés: He aquí, yo vengo a ti en una nube espesa, para que el pueblo oiga mientras yo hablo contigo, y también para que te crean para siempre. Y Moisés refirió las palabras del pueblo a Jehová.

    —ÉXODO 19:9

    Números

    No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa.

    —NÚMEROS 12:7

    Y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo? ¿Hasta cuándo no me creerán, con todas las señales que he hecho en medio de ellos?.

    —NÚMEROS 14:11

    Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado.

    —NÚMEROS 20:12

    Deuteronomio

    Y cuando Jehová os envió desde Cades-barnea, diciendo: Subid y poseed la tierra que yo os he dado, también fuisteis rebeldes al mandato de Jehová vuestro Dios, y no le creísteis, ni obedecisteis a su voz.

    —DEUTERONOMIO 9:23

    Y dijo: Esconderé de ellos mi rostro, veré cuál será su fin; porque son una generación perversa, hijos infieles.

    —DEUTERONOMIO 32:20

    1 Samuel

    Y yo me suscitaré un sacerdote fiel, que haga conforme a mi corazón y a mi alma; y yo le edificaré casa firme, y andará delante de mi ungido todos los días.

    —1 SAMUEL 2:35

    2 Crónicas

    Y cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados.

    —2 CRÓNICAS 20:20

    Nehemías

    Mandé a mi hermano Hanani, y a Hananías, jefe de la fortaleza de Jerusalén (porque este era varón de verdad y temeroso de Dios, más que muchos).

    —NEHEMÍAS 7:2

    Y hallaste fiel su corazón delante de ti, e hiciste pacto con él para darle la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del jebuseo y del gergeseo, para darla a su descendencia; y cumpliste tu palabra, porque eres justo.

    —NEHEMÍAS 9:8

    Y puse por mayordomos de ellos al sacerdote Selemías y al escriba Sadoc, y de los levitas a Pedaías; y al servicio de ellos a Hanán hijo de Zacur, hijo de Matanías; porque eran tenidos por fieles, y ellos tenían que repartir a sus hermanos.

    —NEHEMÍAS 13:13

    Salmos

    Porque en la boca de ellos no hay sinceridad; sus entrañas son maldad, sepulcro abierto es su garganta, con su lengua hablan lisonjas.

    —SALMO 5:9

    Salva, oh Jehová, porque se acabaron los piadosos; porque han desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombres.

    —SALMO 12:1

    Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes.

    —SALMO 27:13

    Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera a Jehová.

    —SALMO 27:14

    Amad a Jehová, todos vosotros sus santos; a los fieles guarda Jehová, y paga abundantemente al que procede con soberbia.

    —SALMO 31:23

    Guarda silencio ante Jehová, y espera en Él. No te alteres con motivo del que prospera en su camino, por el hombre que hace maldades.

    —SALMO 37:7

    Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.

    —SALMO 40:1

    Por tanto, oyó Jehová, y se indignó; se encendió el fuego contra Jacob, y el furor subió también contra Israel, por cuanto no habían creído a Dios, ni habían confiado en su salvación.

    —SALMO 78:21–22

    Cuando vino sobre ellos el furor de Dios, e hizo morir a los más robustos de ellos, y derribó a los escogidos de Israel. Con todo esto, pecaron aún, y no dieron crédito a sus maravillas. Por tanto, consumió sus días en vanidad, y sus años en tribulación.

    —SALMO 78:31–33

    Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo; el que ande en el camino de la perfección, este me servirá.

    —SALMO 101:6

    Pero aborrecieron la tierra deseable; no creyeron a su palabra.

    —SALMO 106:24

    Creí; por tanto hablé, estando afligido en gran manera.

    —SALMO 116:10

    He aquí, como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores, y como los ojos de la sierva a la mano de su señora, así nuestros ojos miran a Jehová nuestro Dios, hasta que tenga misericordia de nosotros.

    —SALMO 123:2

    Proverbios

    El mal mensajero acarrea desgracia; mas el mensajero fiel acarrea salud.

    —PROVERBIOS 13:17

    El testigo verdadero no mentirá; mas el testigo falso hablará mentiras.

    —PROVERBIOS 14:5

    Muchos hombres proclaman cada uno su propia bondad, pero hombre de verdad, ¿quién lo hallará?

    —PROVERBIOS 20:6

    Como frío de nieve en tiempo de la siega, así es el mensajero fiel a los que lo envían, pues al alma de su señor da refrigerio.

    —PROVERBIOS 25:13

    El hombre de verdad tendrá muchas bendiciones; mas el que se apresura a enriquecerse no será sin culpa.

    —PROVERBIOS 28:20

    Isaías

    Por tanto, Jehová el Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure.

    —ISAÍAS 28:16

    Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se

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