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MIRADAS HETEROGÉNEAS A LAS CIENCIAS SOCIALES DESDE LOS MÉTODOS ECONOMÉTRICOS
MIRADAS HETEROGÉNEAS A LAS CIENCIAS SOCIALES DESDE LOS MÉTODOS ECONOMÉTRICOS
MIRADAS HETEROGÉNEAS A LAS CIENCIAS SOCIALES DESDE LOS MÉTODOS ECONOMÉTRICOS
Libro electrónico251 páginas3 horas

MIRADAS HETEROGÉNEAS A LAS CIENCIAS SOCIALES DESDE LOS MÉTODOS ECONOMÉTRICOS

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La historia de las ciencias sociales ha estado atravesada por la división entre la investigación cualitativa y cuantitativa, una brecha que se ha ido cerrando debido al reconocimiento de que la elección de un enfoque u otro, depende de las diversas aproximaciones teórico-metodológicas desde donde abordar los objetos de estudio. Más allá de la prefe
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento1 sept 2021
ISBN9786074176667
MIRADAS HETEROGÉNEAS A LAS CIENCIAS SOCIALES DESDE LOS MÉTODOS ECONOMÉTRICOS
Autor

OSCAR ALFONSO MARTÍNEZ MARTÍNEZ

Oscar Alfonso Martínez Martínez, Doctor en Políticas Comparadas de Bienestar Social, exbecario de la Fundación Carolina para estudios de Posdoctorado en la Universidad de Valencia-España. Desde 2008 es profesor del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana. Durante el 2014, fue profesor visitante en Boston College. Ha coordinado diversos proyectos de investigación internacional, el más reciente lleva por nombre “La medición del Bienestar Social en México: una propuesta de análisis en las regiones”. Cuenta con más de una sesenta de artículos en revistas indizadas y capítulos de libro, así como 8 libros coordinados. En 2014 ganó el Primer Lugar en el concurso de ensayo de la Cátedra Xabier Gorostiaga sobre Desigualdad y Pobreza en América Latina. De 214 a 2018 fue Consejero Ciudadano del Comité de Evaluación y Recomendaciones del Consejo de Evaluación de la Ciudad de México. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores en el Nivel 2, Miembro de la Academia Mexicana de Ciencias. Las líneas de investigación que trabaja son: Bienestar Social, Pobreza, Política Social y Evaluación de Políticas Públicas

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    MIRADAS HETEROGÉNEAS A LAS CIENCIAS SOCIALES DESDE LOS MÉTODOS ECONOMÉTRICOS - OSCAR ALFONSO MARTÍNEZ MARTÍNEZ

    PRÓLOGO

    Oscar A. Martínez Martínez

    Anidelys Rodríguez-Brito

    Yasmín Martínez Carreón

    La historia de las ciencias sociales ha estado atravesada por la división entre la investigación cualitativa y la cuantitativa, como si se tratara de perspectivas excluyentes y en competencia. ¿Significado o medida? ¿Cualidad o cantidad? La dicotomía entre estos paradigmas —como extremos irreconciliables desde donde elaborar teorías, investigar o pensar el mundo— ha marcado una parte importante de la investigación social (Serrano et al., 2009; Pardo, 2011; Bericat, 1998).

    Estas posturas extremas se parecen mucho (Strauss y Corbin, 2002) y en sus bases argumentativas es posible encontrar justificaciones epistemológicas que han colocado en el centro del análisis las preguntas sobre el conocimiento científico, la objetividad de la ciencia y los mejores métodos para explicar la realidad social y generar conocimiento (Abend, 2007).

    Por una parte:

    Numerosos investigadores cuantitativos son dados a rechazar totalmente los estudios cualitativos, recriminándoles que no producen hallazgos válidos —es más, los consideran apenas algo mejores que las reseñas periodísticas—. Aseveran que los investigadores cualitativos ignoran el muestreo representativo y que sus hallazgos se basan en unos pocos. Igualmente recalcitrantes son algunos investigadores cualitativos que rechazan de manera tajante los métodos estadísticos o cuantitativos, pues dicen que producen una información superficial o que son desorientadores. Creen que para entender los valores culturales del comportamiento social se requiere realizar entrevistas o hacer observaciones intensivas de campo, y que éstos son los únicos métodos de recolección de datos con la suficiente sensibilidad para captar los matices de la vida humana (Strauss y Corbin, 2002, p. 45).

    Esta controversia metodológica dio un giro importante con el reconocimiento, por parte de los metodólogos cuantitativos, de que la investigación cualitativa tiene solidez epistemológica y ontológica, (1) como se había argumentado por décadas. A su vez, los cualitativos reconocieron que la estadística también puede captar de forma sensible la realidad. Más allá de la preeminencia de un paradigma sobre otro, el análisis de los problemas sociales, en tanto fenómenos complejos, deberá reconocer la existencia de diversas aproximaciones teórico-metodológicas desde donde abordar los objetos de estudio. Algunos reclaman un abordaje meramente cuantitativo o cualitativo (Pardo, 2011, pp. 93-94), mientras que otros demandarán una perspectiva multimétodos.

    La elección del enfoque metodológico no se sustenta en la adhesión epistemológica a un paradigma, sino en las necesidades de la investigación social. La selección de cualquiera de estas alternativas, en definitiva, deberá ser coherente con la problematización de la realidad, la comprensión del objeto de estudio y las preguntas formuladas a los datos, así como a la teoría.

    Sobre todo en América Latina, la tradición metodológica cualitativa predomina en numerosos estudios sociales y políticos; por lo tanto, el análisis de las problemáticas sociopolíticas con herramientas econométricas permite pensar estos asuntos desde nuevas aristas y habilita otras formas de acercarse y comprender la realidad de la región, desde sus propias particularidades.

    Las técnicas y los métodos cuantitativos permiten abordar una gran diversidad de temas y variables cualitativas y cuantitativas, latentes u observadas, del ámbito social; posibilitan la generalización y validez de los resultados y su representatividad para el universo de estudio (Cortés, 2008). La inclusión de variables latentes o no observadas por algunos modelos estadísticos resulta relevante en la investigación social, toda vez que éstas constituyen una alternativa para medir o cuantificar conceptos intangibles, a partir de los indicadores observables de dichos constructos (D’Ancona, 2004, p. 524).

    Justamente las investigaciones compartidas en este volumen no sólo demuestran el valor de las técnicas econométricas empleadas para explicar varios problemas del contexto sociopolítico latinoamericano; también, en muchos casos, rescatan datos obtenidos y analizados con anterioridad, con el propósito de usarlos en función de intereses distintos a los de la indagación original (Sierra-Bravo, 2003). Estas miradas diferentes —desde odres teóricos, experienciales […] diversos a los que utilizara su constructor (Scribano y De Sena, 2009, p. 102)— permitieron plantear nuevas preguntas a los datos, formular nuevas hipótesis y explicaciones a múltiples cuestiones de las políticas públicas, la sociología y las ciencias políticas.

    La especial sensibilidad para repensar los datos, para indagar y reconocer lo social, está en la esencia misma de la investigación cuantitativa. Al respecto, el clásico intercambio entre Strauss y Goodman resume esta idea:

    Una vez un investigador cualitativo [Strauss] le preguntó a un respetado teórico de la estadística [Goodman] por qué debe uno aprender técnicas y estadísticas para usarlas en la investigación social. Éste contestó señalando que una vez que se aprende el conocimiento de estas técnicas lo sensibiliza a nuevos aspectos de los datos y, de hecho, a su recolección misma (Strauss y Corbin, 2002, p. 51).

    La conversación de Strauss y Goodman recoge parte del espíritu de este libro: explicar la realidad social en estudios sociales y políticos mediante el uso de técnicas econométricas. Este propósito trasciende cualquier adhesión epistemológica a un paradigma: se trata de complementar el andamiaje metodológico de los investigadores, para que estén en mejores condiciones de responder a las necesidades de la investigación social.

    Los trabajos reunidos en el presente libro comparten el interés de los autores por proporcionar nuevas miradas a los problemas sociales, que permitan generar conocimiento y desarrollar políticas y estrategias basadas en los códigos, los matices y las especificidades de las realidades regionales, a partir de la utilización de las herramientas estadísticas en disciplinas como la sociología y las ciencias políticas. Estas miradas se organizaron en dos grandes secciones: la primera, titulada Política, democracia y sus repercusiones, se conforma con los capítulos uno, dos, tres y cuatro; por su parte, la segunda sección, titulada Entre lo social y las políticas públicas, se compone de los capítulos cinco, seis, siete y ocho.

    La primera sección, Política, democracia y sus repercusiones, analiza problemas de carácter estructural dentro de la política latinoamericana. Los resultados presentados en estos capítulos expresan la percepción de la ciudadanía con respecto a la estructura política de la región desde diferentes perspectivas: la cultura política y el modelo de comunicación gubernamental, la percepción ciudadana del modelo democrático como la mejor opción para el buen funcionamiento del gobierno, y la estructura estatal como el marco para la presencia del delito de desaparición forzada.

    El primer capítulo de esta sección es Factores de explicación del interés en la política democrática en México: una aproximación desde la cultura política, a cargo de Bernardo Aguilar Rodríguez. Con el propósito de explicar el interés ciudadano en la política, sus fenómenos y actores, el autor retomó la base de datos de la Encuesta Nacional sobre Cultura Política y Prácticas Ciudadanas (ENCUP) 2012, dada su representatividad y vigencia temporal. A través de un modelo de regresión, Aguilar analiza la influencia de variables como la edad y el interés de la persona en política —asociadas a aspectos subjetivos, como opiniones, valores y evaluaciones individuales de instituciones o actores políticos— sobre la participación ciudadana.

    Los hallazgos confirman el papel de la confianza institucional, las fuentes de información y las percepciones sobre el actuar del Estado en la impartición de justicia, en la construcción de universos simbólicos y de significación sobre los aspectos políticos. De este modo, elementos externos a las personas —particularmente los aspectos informativos de medios de comunicación y las percepciones del sistema en general— condicionan progresivamente su inclinación hacia los fenómenos políticos. De acuerdo con los hallazgos, estas percepciones tienden a ser negativas entre el sector joven de la población, lo que provoca apatía y escasa participación.

    El segundo capítulo, Un análisis de la percepción que tienen los latinoamericanos respecto a la democracia, a cargo de Masiel Rangel Giró, es un estudio que pone a prueba la incidencia de mecanismos políticos —formales e informales—, en la visión que tienen los latinoamericanos en torno a la democracia como forma de gobierno, a partir del Latinobarómetro. Para describir la relación entre la opinión de los latinoamericanos sobre dichos mecanismos políticos y su incidencia en el acuerdo con que la democracia es la mejor forma de gobierno, la autora realizó una regresión logística binaria como prueba estadística. Al trabajar con una variable nominal dicotómica, la regresión logística le permitió generar la probabilidad entre variables asociadas a mecanismos políticos y el criterio en torno a la democracia como sistema de gobierno. Con este fin, el modelo recupera algunas de las variables que detectó el Latinobarómetro previamente, así como otras categorías sintetizadas por estudios que provienen de la teoría política.

    Los resultados señalan que si bien la teoría sustenta la existencia de cierto malestar respecto a la democracia, y también un vaciamiento creciente de los mecanismos políticos que se han encargado de respaldarla desde el liberalismo, las estructuras democráticas no están del todo agotadas. Los hallazgos muestran que, a nivel de la opinión y el imaginario social, aún es posible relacionar la democracia con el buen funcionamiento del gobierno y el Estado.

    El capítulo tercero, La presencia de grupos delictivos organizados como factor decisivo en el delito de desaparición forzada, a cargo de Yasmín Martínez Carreón, tiene como objetivo comprobar si la presencia de grupos de delincuencia organizada en cierto territorio aumenta la probabilidad de que una persona se convierta en víctima del delito de desaparición forzada. Para determinar la presencia de estos grupos criminales, la autora tomó en cuenta los delitos considerados como sus manifestaciones concretas: venta de drogas, secuestros, extorsiones y violencia generalizada, recogidos en la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2016.

    A partir de estos datos, el trabajo presenta un análisis de regresión logística binaria para determinar el rol desempeñado por los delitos vinculados con los grupos de delincuencia organizada en la propensión de una persona a convertirse en víctima del delito de desaparición forzada. El trabajo se sustenta en el incremento del número de víctimas en México desde 2007, sobre todo en el contexto de la guerra contra las drogas, lo que podría implicar a grupos del crimen organizado como perpetradores del delito. Los resultados del estudio sugieren que la presencia de grupos de delincuencia organizada incrementa la probabilidad de desapariciones forzadas en el país.

    El último capítulo de esta sección, El rol profesional leal-facilitador en el periodismo cubano. Un análisis a partir del contenido de las noticias de cuatro medios nacionales entre los años 2012 y 2013, a cargo de Daniel Olivera Pérez y Leydi Torres Arias, analiza cómo las características de la construcción de la noticia son explicadas por el comportamiento predominante del rol periodístico leal-facilitador en los medios cubanos, tomando como referencia la base de datos resultante del análisis de contenido realizado a las noticias de cuatro medios de comunicación de ese país, durante 2012 y 2013. Para comprobar la hipótesis los autores aplicaron una regresión múltiple que toma como variables independientes (VI) los indicadores relativos a la construcción de la noticia: tema gobierno y legislatura, fuente Estado/partido, argumentación y número de fuentes; y como variable dependiente (VD) el rol periodístico leal-facilitador.

    Los resultados muestran que los indicadores relativos a la construcción de la noticia como el tema gobierno y legislatura, la fuente Estado/partido, el número de fuentes y la argumentación explican el rol periodístico leal-facilitador. De igual forma los autores encontraron que el modelo propagandista de los medios podría explicar la subordinación de este tipo de periodismo a las élites y su agenda política.

    La segunda sección de este libro, Entre lo social y las políticas públicas, comprende trabajos que convergen en el interés de presentar resultados susceptibles de utilizarse de manera directa en el diseño, el desarrollo y la implementación de políticas públicas. Se exploran, por ejemplo, los factores decisivos en la configuración del salario de los migrantes mexicanos en Estados Unidos, así como la importancia de garantizar el acceso a las tecnologías de la información como factor de satisfacción ciudadana.

    Igualmente, los resultados presentados permiten evaluar la eficacia de políticas públicas en funcionamiento, con la finalidad de analizar la pertinencia de darles continuidad, modificarlas o considerar de modo definitivo nuevas alternativas. Así, se estudian los efectos de los programas de transferencia de recursos en el gasto en alimentación, salud y educación, y se analiza de manera particular el programa Prospera-Oportunidades (PrOp) en la zona noreste de México.

    El capítulo quinto, Más allá del inglés: factores que influyen en el salario de los migrantes, a cargo de Melanie Slone, pone a prueba el dominio del inglés como único factor que garantiza mayores salarios y evita que los migrantes pidan asistencia pública. A partir de la base de datos perteneciente al Mexican Migration Project (MMP) (2016), la autora incorpora además del dominio del inglés, las relaciones interpersonales o redes, el nivel de escolaridad y el sexo, para averiguar su influencia en el salario por hora de los migrantes.

    Los resultados obtenidos por Slone apuntan a que el dominio del inglés es un factor muy importante en el aumento del salario, y cada nivel de mejoría resulta en más de un dólar de aumento por hora. Sin embargo, el nivel de educación en general (años terminados de escuela) y los lazos sociales (cómo se obtuvo el empleo) también influyen en el salario. De acuerdo con los hallazgos, existe una relación positiva entre los años de educación y el salario. Igualmente, quienes cuentan con lazos sociales para conseguir empleo disfrutan de un salario mayor.

    El sexto capítulo, Acceso a las tecnologías de la información y comunicación (TIC) y satisfacción con la vida en México. Un estudio preliminar, a cargo de Liliam Marrero Santana, comprende una relación poco explorada, razón por la cual su autora sistematiza los presupuestos teórico-conceptuales en torno a esta temática, y revisa el estado de la investigación en el panorama internacional. A partir de los datos del Módulo de Bienestar Autorreportado Ampliado (BIARE, 2015), Marrero analiza la influencia del acceso a las TIC en el hogar —telefonía fija, telefonía celular, conexión a internet y computadora—, el registro a Sitios de Redes Sociales (SRS) y las variables sociodemográficas (sexo, edad y educación del jefe del hogar, ingreso corriente y tamaño de la localidad) en la satisfacción con la vida actual. Con este propósito, acude a un modelo de regresión múltiple, debido a la capacidad de este tipo de prueba estadística para revelar vínculos de predicción o explicación significativos entre variables.

    Los resultados del trabajo dan cuenta de que existe una relación positiva y estadísticamente significativa entre el acceso a las TIC y el registro a sitios de redes, y la satisfacción con la vida en México. La comprobación de la hipótesis constituye una valiosa contribución debido a la representatividad, en el ámbito nacional y de las entidades federativas, de los datos utilizados y procesados, e indica que, en el contexto mexicano, internet y las TIC forman parte del amplio y complejo entramado de condiciones y percepciones asociadas con la dimensión cognitiva del bienestar subjetivo, es decir, con los modos en que las personas se sienten o no satisfechas con su vida.

    El séptimo capítulo, Programas sociales y su efecto en el gasto en educación, alimentación y salud, a cargo de Karla Ivonne Ramírez Díaz, tiene como objetivo determinar si las transferencias gubernamentales que otorgan los programas sociales focalizados causan efectos en los niveles de gasto en educación, alimentos y salud de los beneficiarios, para lo cual la autora realiza una regresión lineal múltiple, a partir de los datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2014. La investigación analiza el efecto de las transferencias monetarias del gobierno sobre los gastos en educación, salud y alimentos que realizan las familias que son beneficiadas de los programas sociales focalizados; considera que si estos gastos aumentan como respuesta al incremento en los beneficios gubernamentales, mejorará el bienestar de las familias que reciben el beneficio y, por ende, se conseguirá el objetivo último que se busca con la implementación de los programas sociales.

    Los resultados del estudio exponen que al aumentar en un peso los beneficios gubernamentales se incrementa en 6.9 centavos el gasto en educación, por lo que se demuestra que estos apoyos incentivan la inversión educativa en las familias que los reciben. Por otro lado, el gasto en salud no se ve afectado al otorgar dichas transferencias, mientras que el gasto

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