GUADALAJARA, JAL– La estrategia en el manejo de redes que se aplica desde el inicio de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador fomenta la polarización, inhibe el diálogo y hace un uso malintencionado de las plataformas, además de que se ha ido sofisticando y muestra fracturas internas en las que seguidores y militantes del mandatario y de Morena se apoyan y se atacan unos a otros.
“Lo que hoy se detecta es una fractura importante en lo que en un principio se autodenominaron #redAMLOve; ahora están operando de maneras distintas: unos apoyan a unos, otros atacan a otros (del mismo partido). Es un desastre”, señala la doctora Rossana Reguillo Cruz, coordinadora del Laboratorio de Innovación Tecnológica y Estudios Interdisciplinarios Aplicados (Signa Lab) del Instituto de Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO).
Hace cuatro años, con el inicio