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La sociedad de los conejos
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Libro electrónico69 páginas51 minutos

La sociedad de los conejos

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En esta antología de cuentos La sociedad de los conejos, Loureyro logra escribir dieciséis fabulas que te atrapan y carcomen el cerebro y los sentimientos sin piedad alguna. De caballo entre la fantasía y la ciencia ficción, estos relatos se adentran en reflexiones profundas. Cuestionan abiertamente varios lugares comunes y trastocan nuestras propias perspectivas acerca de la realidad circundante. Les puedo asegurar que uno no termina indemne luego de leer este libro. Adéntrense en sus páginas bajo su propio riesgo.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento8 may 2020
ISBN9780463825624
La sociedad de los conejos
Autor

Aldana Loureyro

Estudiante de veterinaria en la Universidad de Buenos Aires. Nació en 1998 en dicha provincia. Estudió en el instituto Agustiniano, donde participó en las olimpiadas de biología en instancia nacional y terminó sus estudios secundarios con orientación a Ciencias Sociales. Actualmente se encuentra cursando el tercer año de su carrera. En 2017 la revista Relatos Increíbles publicó «Sentencia», uno de sus cuentos. En 2018 terminó su primer libro, La sociedad de los conejos, que contiene una selección de 16 relatos.

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    La sociedad de los conejos - Aldana Loureyro

    Prólogo

    La literatura representa para mí un espacio privilegiado entre lo íntimo y lo público, donde nuestra capacidad de expresión puede llegar a un límite insospechado, capaz de desafiar a los sentidos, de pulsar nuestros sentimientos más oscuros, de llevarnos por un viaje inesperado dentro de nuestro propio subconsciente, sin necesidad de movernos ni un solo centímetro. De hecho, considero que la buena literatura de ciencia ficción, fantasía y terror es capaz de lograr todo eso y más.

    Por eso, desde que venimos publicando la revista Relatos Increíbles, de aparición intermitente, estamos a la caza de nuevos escritores, talentos dispuestos a engullir con su literatura a decenas y centenares de futuros lectores. Y esa es nuestra apuesta con esta «Colección Úrsula Le Guin»: publicar lo mejor de lo mejor.

    Cuando Aldana Loureyro llegó a la revista, se convirtió en una de nuestros escritores más jóvenes. Una joven promesa de la literatura argentina e hispanomaericana en general. Por eso, cuando me enteré hace más de un año que estaba por autopublicar su primer libro de cuentos, me interesé en su proyecto. Sin embargo, no había leído ninguno de esos cuentos.

    No tenía idea de la sorpresa que me esperaba. En esta antología de cuentos La sociedad de los conejos, Loureyro logra escribir dieciséis fabulas que te atrapan y carcomen el cerebro y los sentimientos sin piedad alguna. De caballo entre la fantasía y la ciencia ficción, estos relatos se adentran en reflexiones profundas. Cuestionan abiertamente varios lugares comunes y trastocan nuestras propias perspectivas acerca de la realidad circundante.

    Les puedo asegurar que uno no termina indemne luego de leer este libro. Adéntrense en sus páginas bajo su propio riesgo.

    Héctor Huerto Vizcarra

    Editor

    Enigma

    La inteligencia es uno de los medios por el que las personas pueden alcanzar el éxito. Pero, ¿quién puede llamarse inteligente? Muchas cosas pueden definir el camino que toma nuestra vida, cosas que en el momento parecen insignificantes. Como por ejemplo, una simple revista de enigmas.

    Hace mucho tiempo, un niño llamado Jon Taylor vivía con sus padres y sus hermanos en una casa alejada de la ciudad. Un día, por casualidad, llegó a sus manos una revista de enigmas. Como los colores llamaron su atención, el niño se puso a leerla. En ella había muchos desafíos de ingenio de todo tipo: acertijos, adivinanzas, juegos matemáticos, juegos con espacios para completar que no estaban clasificados de ninguna manera específica, y demás actividades de ese tipo. En su parte trasera, la revista decía «solo para verdaderos inteligentes».

    Jon se obsesionó con aquellos juegos. Quería mostrar que él era inteligente, y los resolvió todos. Cada vez que se trababa en alguno, pasaba horas encerrado sin hacer caso a nada, hasta dar con la respuesta.

    Los adultos estaban sorprendidos. Cosas Cuestiones que ellos no entendían, el niño las resolvía, a veces, sin mucha dificultad. Muchos de ellos, la mayoría de hecho, pensaba que Jon era un genio por lo que había que comprarle más revistas de ese tipo para buscar más formas de que desarrolle su potencial. Pero sus padres pensaron diferente. Se preocuparon y decidieron que su hijo debía ser un niño normal. Si se convertía en un genio, acabaría siendo un infeliz, no lograría desarrollar las habilidades sociales que todo niño necesita porque sus pares serían inferiores a él. Así que se aseguraron de que Jon no volviera a ver una revista de enigmas ni ningún otro tipo de juego de ingenio.

    El niño, desesperado e impotente, ansioso de nuevos desafíos para su inteligencia, insistió a sus padres hasta aturdirlos pero no consiguió nada. Al final, entendió que debía conseguirlos por su cuenta. Le dio muchas vueltas al asunto hasta que encontró una solución: decidió crear su propio enigma.

    La idea no lo dejó dormir, y pasó toda la noche planeándolo con mucho entusiasmo. Al día siguiente, apenas terminó su desayuno comenzó su creación. Con su letra de niño, empezó a llenar hojas. Tenía que ser mejor que todos los que había visto, así que puso todo su empeño y, a medida que lo hizo, se le ocurrieron nuevos detalles y dificultades. Mezcló todo lo que conocía: con el resultado de los juegos para completar se obtenían fórmulas, con las fórmulas se resolvían juegos matemáticos cuyos resultados servían para completar grillas, con las grillas se descifraban códigos, y así Jon

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