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Kalopsia - No Todo Es Lo Que Parece
Kalopsia - No Todo Es Lo Que Parece
Kalopsia - No Todo Es Lo Que Parece
Libro electrónico264 páginas4 horas

Kalopsia - No Todo Es Lo Que Parece

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Información de este libro electrónico

Kalopsia – (f.) La ilusión de creer que algo es más lindo de lo que en realidad es.

Dicen que nunca sabes lo que pasa detrás las puertas cerradas, ¿pero también sabes lo que de verdad pasa fuera de tu puerta principal?

Kate es una veinteañera, una mujer exitosa. Divertida, atractiva e independiente, al parecer todo le va bien. Pero cuando se trata de amor, Kate no reconocería una buena idea incluso si se detiene en un cruce peatonal y la ve pasar al frente de ella.

Sufriendo en las manos de su mentalmente abusiva pareja, ella no tiene el coraje para irse. Así es, hasta que Greg muestra interés.

Con Greg a su lado y ofreciéndole todo lo que ella ha querido, Kate cree que finalmente ha conocido a su príncipe. Pero ¿los sentimientos temporales tendrán consecuencias permanentes?

IdiomaEspañol
EditorialNext Chapter
Fecha de lanzamiento11 abr 2020
ISBN9781071541227
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    Kalopsia - No Todo Es Lo Que Parece - Lucinda Lamont

    Para todos mis maravillosos amigos, quienes demuestran amor y compasión cada día.

    Capítulo 1

    Dios mío, sí que estoy aburrida. ¿Cómo puedo estar aburrida, tomando un gran gin-tonic, sentada fuera de un bar de buena vibra en La Rambla, Barcelona? Porque, él es aburrido. Tengo que hacer algo sobre esto. Ya ni siquiera soy feliz durante una vacación. Mira su estúpida cara. Ni siquiera sabe que estoy aburrida. No hemos hablado desde que nos sentamos y a él ni le importa. Quizás a él le gusta estar en silencio, pero a mí no. A mí me gusta divertirme, especialmente durante una vacación. Si estuviera con mis amigos, ahora mismo estuviéramos muriéndonos de la risa y pasándola genial. Pero no, eso no pasa con él. Él disfruta al ser un bastardo malhumorado, por lo menos eso es lo que ciertamente parece. Pero bueno, por lo menos no estoy trabajando. Mis colegas me hacen reír, pero Tom no. Tom ni siquiera sabe cómo deletrear la palabra reír y mucho menos como reírse de verdad. Lo más emocionante que he hecho hoy es tomar este gin-tonic. Le pusieron un palillo de canela, lo cual me confundió. Mientras veía al barman sacar su frasco con accesorios para el Gin pensé: ¡So caballo! Que esto no es un concurso, pero él me aseguró que esa era la moda de ahora y que debía confiar en sus habilidades. Esa emoción duró aproximadamente sesenta segundos y ahora estoy sentada con Don Miserable. Don No te puedo dejar fuera de mi vista y nunca te haré feliz, pero si me dejas te voy a matar, y la estoy pasando realmente de mierda con este miserable y controlador idiota.

    Al otro lado de la calle hay otro bar, bueno, La Rambla está llena de bares de principio a fin. Todos ellos llenos hasta más no poder con sus residentes bohemios y los turistas exaltados, todos deseando bebidas refrescantes en el maravilloso calor del mediterráneo. Bebidas, aceitunas grandes y jugosas, y pan que puedes mojar en aceite y vinagre balsámico. Divino. Hay una chica en mi campo visual y se está riendo. "Perra". Mírala con su novio/esposo que la hace reír sinceramente. Ella ni siquiera hace una risa falsa como yo hago cuando él me cuenta uno de sus chistes que ni siquiera haría reír un niño de 12 años, pero yo detecto su intento de humor y sin pensarlo le ofrezco la risita más inexpresiva posible. ¿Me pregunto que le habrá dicho él a ella para hacerla tan feliz? De seguro no es tan gracioso, pero a ella le gusta él. Es más fácil pensar que las personas son graciosas cuando de verdad te gustan. Quizás es su mejor amigo gay. Esa es la razón por la que se está muriendo de la risa, porque él es gracioso todo el tiempo. Él no es un imbécil a cada rato, pero de repente tiene un lado gracioso cuando tiene audiencia. Sí, apuesto a que esa es la razón.

    Llegamos a Barcelona hace dos horas y él ya empezó a beber hasta perder la razón. No siempre lo he odíado. Hubo un tiempo cuando, me gustaba, creo que fue justo antes de que se revelara que es un completo gilipollas. Tuvimos un año de felicidad, raramente discutíamos. Él era encantador, conoció a mi familia y a mis amigos, y siempre quería estar conmigo. A donde yo iba, todo lo que yo hacía, él estaba ahí. Justo a mi lado. El problema es que me tuve que haber dado cuenta que él era inseguro, posesivo y controlador, pero debido a que el novio que tuve antes que Tom no le importaba si me veía una vez a la semana o una vez al mes, pensé que el comportamiento de Tom era algo bueno. Pensé que teníamos una relación genuina y que estábamos construyendo una vida juntos.

    Él tiene una hija. Mi último novio tenía un ciclomotor. Él tiene un trabajo serio... y problemas serios. Todo esto yo lo tomé como algo bueno, bizarramente. Pensé que era la relación más madura que alguna vez haya tenido y esto es lo que hacen las personas. Yo tenía veinte y cinco años y él tenía treinta y ocho cuando nos conocimos. Él estaba divorciado y necesitado. Yo me estaba poniendo melancólica y necesitada. Necesitaba una relación seria. Como lo dije, el primer año fue estupendo. Me hizo perder la cabeza. Él me llevaba a escapadas románticas los fines de semana sin avisar- lo que significa que tenía que cancelar los planes que había hecho con mis amigos porque él me había sorprendido. A mis amigos no les importó la primera vez, la segunda vez, y a algunos tampoco les importó la tercera vez.

    Para la cuarta vez todos lo odiaban y ellos podían ver lo que yo no. Incluso este fin de semana, aquí nos encontramos en Barcelona cuando se supone que debíamos estar quedándonos con mis amigos en Londres. Él reservó este viaje esta mañana y yo tuve que decepcionar a mi amiga Sam de nuevo. Ella perdió los estribos, me dijo que él era un imbécil y me colgó el teléfono. Tom dijo que ella no era una buena amiga y que no debería perder mi tiempo con personas como ella. Yo sabía que ella tenía razón, pero no quería que él cerrará los gabinetes de la cocina con un puñetazo justo al lado de mi cara de nuevo, así que puse una sonrisa falsa, empaqué mi maleta para el fin de semana de mala gana y le dije a Sam que no íbamos a ir- de nuevo. Ella estaba en el supermercado comprando toda la comida y la bebida para la cena que estaba planeando y lloró mientras trataba de hacer malabares entre sus dos hijos pequeños y su decepción conmigo, alguien quien, aparentemente ella estaba anticipando ver con ansias. 

    No sé por qué la mitad de mis amigos ya no me hablan. Si por la cantidad de invitaciones que he aceptado y posteriormente cancelado o porque simplemente no atendí. Mi amiga Claire me dijo recientemente que ahora estoy en su lista de invitar, pero no va a venir. Eso me puso triste. Siendo honesta, no me había dado cuenta de que mis amigos me querían tanto como lo hacen hasta que los comencé a molestar. Me he estado dando cuenta de esto a medida que los comienzo a perder. Los estoy perdiendo a todos y la culpa es de este imbécil sentado a mi lado.

    He estado desesperada por escapar desde hace tiempo. Desesperada por terminar esta relación miserable, pero la verdad es que él me da miedo. Él me dijo que, si no fuera por su hija, hubiera mandado a matar a su exesposa. Dijo que él conoce personas que lo harían por él. Yo estuve en una relación abusiva cuando tenía diecisiete. Terminó conmigo estando en la parte de atrás de una ambulancia con la nariz rota. Juré que nunca iba a terminar en algo como eso de nuevo. Pero sí, terminé en una relación igual. De hecho, creo que esta es peor. Esta es de abuso mental. Esa es la razón por la que discutimos tanto: porque no me voy a arrodillar ante él. Es un bravucón, pero no va a romper conmigo. Quisiera que lo hiciera, incluso he pensado en como pretendería estar molesta si me dijera que quiere terminar. No le podría mostrar que emocionada estaría porque es capaz de matarme, así que tengo que pretender estar devastada. Creo que lo podría lograr. 

    Las mujeres son muy buenas cuando quieren algo.  Estoy muy segura de que lo puedo lograr. ¡Por favor, no te vayas Tom!, por favor! Podemos arreglarlo. ¡No arruines el sueño! Yo soy nada sin ti. ¡Tú me completas! ¡incluso te voy a dejar que me dibujes como una de tus chicas francesas!. Y luego posaría como Kate Winslet en Titanic, haciéndole señas para que me dibuje. Él se reiría sobre lo desesperada que estoy, emocionado de que ha ganado, pero tan pronto como se cierre la puerta del apartamento tras él, yo abriría el champaña y pondría Katrina and The Waves- Walking on Sunshine en mi estéreo a todo volumen. Lo suficientemente alto como para que lo escuche mientras se monta en su carro, luego se voltee hacia mi ventana con su cara llena de disgusto y yo estaría bailando y riéndome de él mientras le saco el dedo con ambas manos. Bien, quizás estoy pensando mucho sobre esto.

    «¿Quieres otra, cariño?».

    Maldita sea, está bebiendo rápido. Odio cuando me dice cariño con su horrible voz burlona tipo cockney. No me importa un acento tipo cockney, pero la suya es más como Joe Pasquale y básicamente, ya no me gusta nada de él. No me gusta su voz estúpida ni su cara estúpida.

    «Claro, ¿por qué no? Estamos de vacaciones, me supongo».

    No lo miro. Solo continúo viendo a las personas ir y venir por La Rambla. Dios, me encanta aquí. Me encantan todos los establecimientos que venden exactamente lo mismo. Imanes de nevera, postales, delantales, castañuelas, cartas para jugar, llaveros y todo lo demás. ¿Me pregunto cómo se las hacen para sobrevivir si todos venden lo mismo? Estas personas me inspiran. Siempre están alegres y nunca se rinden cuando intentan vender algo. Ellos le llaman la atención a cualquier transeúnte con el cual pueden hacer contacto visual y noventa y nueve por ciento del tiempo no logran vender algo, y tampoco logran llamar la atención. Yo siempre digo No, gracias y les doy una gran sonrisa. Dudo que ayude, pero yo solamente admiro su tenacidad.

    Veo alrededor y lo veo a él sentado ahí mismo con su sonrisa de satisfacción. ¿Por qué siempre hace eso? Sentado, sonriendo a sí mismo, ¿qué lo hace tan feliz? Luego me di cuenta de que se estaba comiendo con los ojos a las chicas de una despida de soltera en el bar del frente. Las mujeres del grupo están casi desnudas y extremadamente borrachas. Justo como le gustan sus mujeres, me imagino. Apuesto a que una de ellas le quiere coquetear, ellas se lo pueden quedar. Ojalá estuviera aquí sola y luego viniera a sentarse a mi lado un hombre con su cuerpo bronceado y tonificado, el cual está chorreado en aceite (Oye, esta es mi fantasía, no juzgues) y me hechizara con su español, y luego nos enamoraríamos porque él es un buen tipo y no un completo idiota.

    «Entonces cariño, ¿a dónde quieres ir a comer esta noche?».

    «Pues, hay un establecimiento en el Barrio Gótico que tiene una muy alta calificación en Trip Advisor. Aparentemente el chef es irlandés. ¿Estaba pensando que quizás podríamos ir allá?».

    «¿El Barrio Gótico? Yo no voy a ir para allá. Va a estar lleno de engendros miserables y de cabello negro. Que se jodan, cariño. Vayamos a un bar irlandés, hay un partido esta noche».

    «¿Qué sentido tiene que me preguntes si tú ya sabías lo que querías hacer?».

    «No pelees conmigo cariño, estamos de vacaciones. ¿Por qué siempre tienes que comenzar una jodida pelea?».

    «¿Cómo he empezado una pelea? Me hiciste una pregunta, ¿no?».

    «Cállate, estúpida, siempre estás buscando empezar una discusión».

    Y así comienza. Aterrizamos hace menos de doce horas y él ya ha tenido el doble de bebidas que las horas que hemos estado aquí. Bienvenidos a otro encantador viaje con este idiota.

    La noche continuó y logré pasarla sin ninguna otra discusión, simplemente mantuve la boca cerrada y masajeé el ego de mi querido esposo. Me reí cuando me tenía que reír, fingí tener interés en sus historias, y le dije que me encantaría ir al bar irlandés, comer alitas de pollo y ver el partido.

    ¿Me hubiera gustado ir cerca de la costa y encontrar un bar mediterráneo que sirva comida local?, ¡para nada!, ¿quería camarones gigantes llenos de ajo y aceite?, ¡por supuesto que no!, ¿acaso yo quería tomarme un cóctel, mientras escuchaba las olas romper en la costa de una hermosa playa hecha por el hombre en Barcelona?, ¡claro que no! Por favor, vayamos de viaje a otro país y metámonos en un lugar lleno de turistas británicos, veamos un deporte británico y comamos comida que se puede conseguir en cualquier basurero de Gran Bretaña.

    Para mí, cualquier comida que se pueda servir como un banquete o de tamaño gigante es vulgar. Quiero que la comida sea justamente suficiente. No quiero una porción minúscula que solamente sirva para una foto de Instagram. Quiero una porción normal. No te deberían homenajear por darte rienda suelta con la comida. No es nada menos que grotesco. Cuando él terminó su ridícula cantidad de alitas de pollo y me miró con su boca cubierta de salsa anaranjada, le quise preguntar cómo se había salido de su sillita alta, dónde estaba su babero y empezar a limpiarle la cara. El hecho de que él estaba tan contento con sí mismo lo hacía ver más tonto de lo normal. Pude pasar el resto de la velada en una bruma de belleza que consistía en ron con especias y cerveza de jengibre.

    Él era mucho más tolerable cuando yo estaba envuelta en el abrazo caliente del alcohol. Ese era el otro problema. Él era un gran bebedor, por lo tanto, yo me he convertido en una gran bebedora. No estoy ni cerca de sus niveles de dependencia a pesar de sus esfuerzos. Yo lo fastidio sobre su hábito de beber porque él bebe todos los días y no es solamente una cerveza. Comienza con alrededor de tres cervezas, luego abre una botella de vino y después continúa a tomarse tragos. Cada día. Le he tratado de decir que no quiero beber todos los días, pero cuando regreso del trabajo, él ya está esperando con una bebida para mí a su lado. Creo que, si yo bebo, los dos ganamos. Como resultado, lo puedo soportar mucho más, probablemente soy más gentil con él. Él es como un narcotraficante, manteniéndome hasta el tope con su opio, sin dejarme pasar un día sin drogarme para que no pueda sentir que tan bien es pensar con claridad. Mientras más me emborracha, más intenta controlar nuestra miserable vida y a mí. Lo que él no se da cuenta es que no necesita esforzarse o gastar tanto. De todas formas, estoy demasiado asustada como para dejarlo, porque él me puede matar.

    Capítulo 2

    Me desperté con sus ronquidos, él seguía sumergido en su estupor ebrio de Barcelona. Merezco una medalla por no haberle dado un codazo ahí mismo, mientras salía de la cama y me metía en la ducha. Anoche, cuando nos devolvíamos del bar, él intentó ponerse todo meloso conmigo y pasó a ser pujante. Él intentó hacerme tener sexo con él en un callejón contra un contenedor de basura. Estaba borracho. Es lo que hace. Me trata como mierda todo el día y luego pretende ser buena gente cuando está borracho, sabiendo muy bien que va a querer tener sexo antes de que se acabe la noche. Él piensa que no puedo ver a través de él. Piensa que es inteligente. Yo pienso que él es desagradable y que debo empezar a hacer un plan para alejarme de él.

    Empezamos a discutir mientras volvíamos al hotel después de que me negara a tener sexo contra un contenedor de basura. Me insultó como lo hace usualmente. Una perra aburrida. Una vaca miserable. Dijo que no es justo que me negase y que no iba a ser feliz hasta que tuviéramos sexo esa noche. Cuando regresamos a nuestra habitación yo le dije que no íbamos a tener sexo. Me puse a llorar. Él había sido tan horrible y agresivo. Le expliqué que no me gustó cuando se emborrachó y que eso no me daba ganas de tener sexo con él. Me empujó hacia la cama. Me dijo que me callara. Yo lo empujé de vuelta. Él se posó encima de mí con su mano alrededor de mi garganta. Me dijo que no era nada más que una perra frígida y que él encontraría lo que quiere en otro lugar. Luego salió del cuarto.

    No me importó. Estaba contenta de que me hubiera dejado sola. Mientras me dormía, recé para que nunca volviera.

    A medida que la mañana se colaba por las persianas, me decepcioné al ver que mis oraciones no habían sido oídas, así que me desperté y me di una ducha. Ya sabía lo que venía a continuación. Pronto, él se levantaría y actuaría como si nada hubiera pasado. Lo daría todo por alto. Yo tampoco se lo recordaría. En el pasado, cuando se lo he recordado, él reacciona mal y me asusta para que yo le siga la corriente. Yo lo acepto y prosigo con esta miserable existencia. Fantaseando sobre mi escape.

    Yo tenía razón. Para cuando salí del baño él ya estaba caminando de un lado a otro. Me vestí en el baño porque no soporto que me vea después de una noche como esta. No lo quiero cerca de mí. Me pide que le haga un café y me guiña el ojo. Tiene un maldito herpes labial. Salió anoche a no sé dónde y se despertó con un maldito herpes labial. ¿Qué demonios ha estado haciendo? La verdad, no quiero saberlo. Le hago su café agradecida de que no lo tengo que ver a la cara. Ya sé que dije que no iba a decir nada, pero volver a casa con un virus en su cara es el punto más bajo. No puedo evitar preguntarle.

    «¿Entonces, a dónde fuiste anoche?».

    «A ningún lado. No salí».

    «Sí saliste. Peleamos y saliste. Estabas molesto conmigo».

    «Solamente fui para afuera y fumé un cigarrillo para calmarme. Estuve de vuelta en cinco minutos y tú estabas dormida».

    Eso es mentira, estuve mirando el reloj por lo menos cuarenta minutos. «Bueno, es un nuevo día. Vamos a olvidarnos de esto y salgamos bajo este sol glorioso».

    Le sonreí y le di su café.

    «¿Esa es mi disculpa? Tú sí que tienes voluntad, Kate. Tienes suerte que yo sea tan razonable».

    «Disculpa Tom. Disculpa por lo de anoche».

    «Lo que sea».

    Mi estómago se estaba revolviendo con ansiedad y estrés. Por los últimos doce meses he tenido dolores de estómago horribles y fatiga debido al monstruo con el que vivo. No le puedo decir que no me siento bien. De seguro esto no te sorprende, pero la simpatía no es una de sus virtudes.

    Cerca de veinte minutos después los dos estábamos listos para salir del hotel para desayunar. Estoy más feliz ahora porque estoy más segura afuera. Él no me puede asustar o ser malicioso conmigo cuando salimos. A él le gusta que todo el mundo piense que él es el mejor hombre que hay ahí afuera, así que ahora tendré ocho horas de cumplidos por lo menos. Me molesta que esta sea su forma de ser, pero es más fácil manejar su versión de la calle que su versión en la casa.

    Es gracioso, ¿no?, ayer estaba asustada de empezar el patrón de la bebida y aun así hoy no puedo esperar a tomarme mi primera y exageradamente grande pecera de Gin-Tonic. Mientras más fuerte, mejor. Si lo tomo rápidamente, me hará sentirme adormecida por un rato.

    Nos estamos quedando a una pequeña distancia de La Rambla. A unas cuantas paradas del metro para ser precisos, pero el clima es agradable así que decidimos dar un paseo y ver que hay alrededor. Él parece estar feliz, definitivamente tuvo sexo anoche. Es demasiado obvio cuando se le han vaciado las bolas. No me importa. Me he ahorrado el trabajo y ha hecho de hoy un día más relajante.

    Cuando estoy en Europa, me encanta caminar y absorber todo. El aire huele diferente. El calor se siente diferente. El ir y venir se siente diferente. Salimos justo antes de que las tiendas y los cafés empezaran a abrir, así que vimos a los conductores de entrega de las panaderías y establecimientos parecidos llevando sus bienes a varias tiendas. Incluso los conductores de aquí parecen más felices que los conductores británicos. ¿Será el sol?, ¿el calor?, ¿será que es España solamente? O quizás todos tuvieron un buen polvo anoche.

    Mientras paseamos, casi me rompo el cuello viendo los edificios de apartamentos tan altos. Me imagino a mí misma abriendo las puertas de mi balcón, sacando la ropa de lavar para que se seque antes de ir a La Sagrada Familia para verme con mis amigos para tomar un café. Imagino que yo sería tan feliz viviendo aquí, que estaría bailando mientras camino por la calle. Mientras fantaseo sobre todo esto, nos damos cuenta de que están armando un mercado y este se viene a la vida. Hay demasiadas cosas pasando al mismo tiempo. Numerosos establecimientos de comida, de artesanía, ropas, libros, música. Reviso mi reloj y son casi las 8:30 a.m. De la nada, aparece un tipo de banda española tocando música y marchando, todos se detienen para dejarlos cruzar la calle y que continúen con su desfile. Parece algo sacado de una película y me hace amar

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