Claves de la vitalidad de Schoenstatt: Eduardo Aguirre

Por Eduardo Aguirre

El autor aborda cada una de las fuentes de vitalidad de la Familia de Schoenstatt: su fuente de vida: la alianza de amor; su fuerza propulsora: la fe práctica en la divina Providencia y su impulso de conquista: la conciencia de misión.
Editorial Patris nació en 1982, hace 25 años. A lo largo de este tiempo ha publicado más de dos centenares de libros. Su línea editorial contempla todo lo relacionado con el desarrollo integral de la persona y la plasmación de una cultura marcada por la dignidad del hombre y los valores del Evangelio.

Gran parte de sus publicaciones proceden del P. José Kentenich, fundador del Movimiento de Schoenstatt o de autores inspirados en su pensamiento. Por cierto, también cuenta con publicaciones de otros autores que han encontrado acogida en esta Editorial.

De esta forma Editorial Patris no sólo ha querido poner a disposición de los miembros de la Obra de Schoenstatt un valioso aporte, sino que, al mismo tiempo, ha querido entregar a la Iglesia y a todos aquellos que buscan la verdad, una orientación válida en medio del cambio de época que vive la sociedad actual.

• Idioma: Español
• Editorial: Nueva Patris
• Fecha de lanzamiento: 20 nov 2015
• ISBN: 9789562462723

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Claves de la Vitalidad

de Schoenstatt

CLAVES DE LA

VITALIDAD DE

SCHOENSTATT

P. Eduardo Aguirre

Serie:

CONOCIENDO SCHOENSTATT Nº 7

Claves de la vitalidad

de Schoenstatt

P. Eduardo Aguirre

Nº Inscripción:  137.245

ISBN: 978-956-246-453-6

©Editorial Nueva Patris S.A.

José Manuel Infante 132

Teléfono: 235 1343 - Fax: [phone]

Providencia, Santiago - Chile

E-mail: [e-mail]

www.patris.cl

1a Edición: Enero, 2004

2a Edición: Mayo, 2009

Contenido

Introducción

Primera Parte:

La fuente de vida de Schoenstatt:

La alianza de amor

Segunda Parte:

La fuerza propulsora:

La fe práctica en la Divina

Providencia

Tercera Parte:

El impulso de conquista:

La conciencia de misión

INTRODUCCIÓN

En este trabajo nos ocuparemos de aquello que da vitalidad y fuerza a Schoenstatt, de aquello que lo mantiene como movimiento y lo conforma como un organismo dinámico –«Familia de Schoenstatt»–, más que como organización funcional y efectiva.

Como norma general, Schoenstatt da prioridad a la vida, a los procesos vitales, sobre las estructuras y la organización. Aunque, naturalmente, éstas son importantes y  necesarias, en la medida en que sirven al desarrollo de esa vida, que la aseguren y la canalicen. Por eso Schoenstatt  está concebido y estructurado de tal forma que la vida siempre pueda brotar, desarrollarse y despertar nuevas iniciativas.

Schoenstatt no es algo estático, es un Movimiento en marcha que quiere estar en constante desarrollo y que busca orientarse hacia el futuro. Schoenstatt quiere avanzar, proyectarse hacia tiempos nuevos; ayudar a una renovación de la Iglesia y a la plasmación de un mundo  mejor.

Por otra parte, el que Schoenstatt se entienda como organismo dinámico hace difícil un análisis sistemático, estricto y bien diferenciado de las fuentes, fuerzas y motivaciones que lo sustentan y lo mueven. Por tratarse de una realidad vital, de un organismo, todos los aspectos que tratamos de ordenar a continuación están íntimamente comunicados y entrelazados entre sí.

Desde esta perspectiva, nos referiremos a:

1. La fuente de vida de Schoenstatt: lo que despierta vida en la Familia de Schoenstatt, lo que la alimenta y la sustenta: la Alianza de Amor, el «Misterio de Schoen-statt».

2. La fuerza propulsora: aquello que impulsa y encauza la vida en Schoenstatt, que lo mantiene como Movimiento y asegura su devenir histórico: la «fe práctica» en la Divina Providencia.

3. El impulso de conquista: lo que motiva y despierta vitalidad en Schoenstatt, desde el punto de vista de una «razón de ser», de un «para qué» o causa final: la conciencia de misión.

Espero que este pequeño trabajo, que quiere ser simple  y sintético, sea una contribución para mostrar que Schoenstatt es, sobre todo, una gran iniciativa de Dios para nuestro tiempo, un instrumento escogido en manos de María, la Compañera y Colaboradora permanente de Cristo en la obra de Redención.

P. Eduardo Aguirre

LA FUENTE DE VIDA

DE SCHOENSTATT:

LA ALIANZA

DE AMOR

Primera Parte

Bandera de Alianza en el altar del Santuario Original, en Schoenstatt, Alemania.

1.  Fundamento histórico:

El Misterio de Schoenstatt

a) El suceso que da origen a Schoenstatt

Schoenstatt nace como corriente de gracias, de vida y de ideas –un Movimiento incipiente– el 18 de Octubre de 1914, a pocas semanas de haberse iniciado la Primera Guerra Mundial. Ese día, el P. Kentenich pronuncia una plática, que llegará a tener gran trascendencia, ante un grupo de alumnos del Seminario Menor de los padres palotinos, en el valle de Schoenstatt, a orillas del Rin. El P. Kentenich era Director Espiritual de dicho seminario. El año anterior, había fundado con los seminaristas una Congregación Mariana, para incentivar su desarrollo espiritual bajo la protección de la Santísima Virgen.

Esta plática (llamada más tarde «Primera Acta de Fundación») la pronuncia en una pequeña Capilla que poco antes había sido puesta a disposición de la Congregación Mariana[1]. En ella, el P. Kentenich, en nombre de los congregantes e interpretando los signos de Dios según el sentido de su Providencia a través de los acontecimientos, sella una «alianza de amor» con la Santísima Virgen y la invita a instalarse de manera especial en esa capillita:

«Sin duda alguna, no podríamos realizar una acción apostólica más grande, ni dejar a nuestros sucesores una herencia más preciosa que inducir a nuestra Señora y Soberana a que erija aquí su trono de manera especial, que reparta sus tesoros y obre milagros de gracia.»[2]

Por su parte, él y los jóvenes se comprometen a traer «abundantes contribuciones al capital de gracias»[3] como expresión de sus esfuerzos de autosantificación y compromiso apostólico y de su amor y devoción a la Santísima Virgen.

A partir de ese compromiso o alianza de amor, el P. Kentenich creyó firmemente que una irrupción de Dios, a través  de María, transformaba esa capillita en un Santuario, en un lugar de gracias y de renovación para el Seminario ... «y quizás más allá».[4]

Desde ese momento de gracias del 18 de octubre de 1914, el P. Kentenich y los primeros congregantes pidieron a la Santísima Virgen que se hiciera presente de manera especial en el Santuario y que comenzara a actuar en él como Madre y Educadora. La vida ha ido demostrando que todo aquel que peregrina hasta el santuario con fe y con un corazón abierto experimenta la presencia de María. Esta presencia y fecunda acción de María en el santuario es lo que más tarde se definió como el secreto de la vitalidad de Schoenstatt o el «Misterio de Schoenstatt». En ello reside la clave de su origen y el fundamento de su fecundidad.[5]

El Movimiento de Schoenstatt comenzó a desarrollarse y fue creciendo paulatinamente, en la medida en que los congregantes fueron haciendo vida las palabras de la plática del 18 de Octubre y haciendo realidad