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Los mecanismos fraudulentos de hacer fortuna: Mapa de la extrema riqueza 2015
Los mecanismos fraudulentos de hacer fortuna: Mapa de la extrema riqueza 2015
Los mecanismos fraudulentos de hacer fortuna: Mapa de la extrema riqueza 2015
Libro electrónico400 páginas6 horas

Los mecanismos fraudulentos de hacer fortuna: Mapa de la extrema riqueza 2015

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Hoy las noticias de cada día nos muestran que los vínculos entre los grupos económicos y el poder político se acrecientan, redundando en una sociedad cada vez más segmentada y desigual. Es por ello que resulta conveniente ver, con datos de 2015 y comienzos de 2016, la continuidad y las modificaciones producidas en este Mapa de la extrema riqueza en Chile, así como también las manifestaciones del accionar de grandes intereses económicos para acrecentar sus fortunas utilizando procedimientos que han dado lugar a una sucesión de escándalos.
IdiomaEspañol
EditorialLOM Ediciones
Fecha de lanzamiento1 oct 2016
ISBN9789560007469
Los mecanismos fraudulentos de hacer fortuna: Mapa de la extrema riqueza 2015

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    Los mecanismos fraudulentos de hacer fortuna - Hugo Fazio

    Hugo Fazio

    Los mecanismos fraudulentos

    de hacer fortuna

    Mapa de la extrema riqueza 2015

    LOM PALABRA DE LA LENGUA YÁMANA QUE SIGNIFICA SOL

    © LOM Ediciones

    Primera edición, 2016

    ISBN: 978-956-00-0746-9

    ISBN Digital: 978-956-00-0806-0

    Motivo de portada: Pamela Valenzuela Cisternas

    Todas las publicaciones del área de Ciencias Sociales y Humanas

    de LOM ediciones han sido sometidas a referato externo.

    Diseño, Composición y Diagramación

    LOM Ediciones. Concha y Toro 23, Santiago

    Fono: (56-2) 688 52 73 • Fax: (56-2) 696 63 88

    www.lom.cl

    lom@lom.cl

    Introducción

    Hablar en Chile y en el mundo de extrema riqueza es hacerlo sobre concentración económica, de políticas realizadas a favor de grandes intereses, lo cual conduce a acentuar la extrema desigualdad. Hace dos décadas publicamos el Mapa actual de la extrema riqueza en Chile, con antecedentes hasta el año 1996. Posteriormente, lo actualizamos en el Mapa de la extrema riqueza al año 2005¹. Desde entonces el tema está presente en numerosos otros libros, entre ellos La transnacionalización de la economía chilena², Crece la desigualdad. Otro mundo es posible³, La crisis económica modifica el mapa de la extrema riqueza⁴ y El mundo del 1%, 0,1% y 0,01%⁵.

    Las noticias de cada día nos muestran que los vínculos entre poderosos actores económicos y el poder político son muy fuertes, redundando en una sociedad cada vez más segmentada. Es por ello que nos parece conveniente ver con datos de 2015 y comienzo de 2016 la continuidad y las modificaciones producidas en este mapa, así como las manifestaciones del accionar de grandes intereses económicos para acrecentar sus fortunas utilizando procedimientos que han dado lugar a una sucesión de escándalos.

    El texto que presentamos consta de tres partes. En la primera entregamos antecedentes generales cuantitativos de la evolución de la capitalización bursátil a nivel local y global: reseñamos las modificaciones experimentadas durante las últimas dos décadas, desde que publicamos el Mapa actual; describimos fenómenos y hechos que ayudan a entender la evolución producida, como el derrumbe en las cotizaciones de las materias primas o el «estancamiento secular» en que se desenvuelven varios segmentos de las economías industrializadas y que, en nuestra opinión, refleja la evolución de la actividad económica nacional luego de la desaceleración registrada desde el segundo semestre de 2013 al tercer trimestre de 2014. Al mismo tiempo, nos detenemos en el frenaje en la presentación de querellas por el SII con la consecuencia que debilita mostrar con mayor profundidad la influencia de la riqueza de una minoría en las estructuras políticas y en el funcionamiento del poder.

    En la segunda parte, reseñamos fundamentalmente la evolución de los grupos económicos Luksic, Matte y Angelini, así como de Soquimich, controlada hasta el cierre de nuestro libro por Julio Ponce Lerou; nos detenemos en los métodos fraudulentos para buscar acrecentar sus fortunas y su incidencia en la vida nacional. Examinamos las colusiones a nivel regional del grupo Matte, pero también las nuevas denuncias que afectan a los grupos Saieh y Paulmann, en su contubernio con la norteamericana Wal-Mart Stores y la continuación del esclarecimiento de las efectuadas a nivel internacional en el sector transporte marítimo, que alcanza a los grupos Luksic, Claro y Urenda. Igualmente nos detenemos en los mecanismos de financiamiento transversal de grandes intereses económicos a sectores políticos y su incidencia en estructuras de poder, utilizando preferentemente los ejemplos de SQM y del grupo Angelini.

    En la tercera sección tratamos de mostrar los efectos perniciosos que tiene la elevada concentración oligopólica de la economía nacional, proceso en el cual tienen presencia relevantes capitales extranjeros, describiendo también mecanismos utilizados. La presencia transnacional se expresa prioritariamente en tres sectores: minería cuprífera, sector eléctrico y bancos comerciales. En el principal recurso natural del país la crisis minera global condujo a un agudo proceso de reestructuraciones, que se expresó marcadamente en 2015 y los primeros meses de 2016. Los sectores eléctrico, ejemplificándolo fundamentalmente con lo que acontece en generación, y bancario son parte de nuestro análisis, agregando por su importancia el predominio que tiene el capital extranjero en el mecanismo de administradoras de fondos de pensiones, en el sistema de autopistas y en la evolución experimentada en el área de la salud. En particular nos detenemos en el escándalo del goodwill que cuenta entre sus grandes beneficiados a tres empresas extranjeras, los consorcios financieros Principal Financial Group y MetLife, y nuevamente a la cadena supermercadista Wal-Mart Stores. Así como la especulación efectuada en mercados financieros, usando como ejemplo la realizada por Juan Bilbao, el expresidente del Banco Consorcio.

    La intolerable desigualdad

    Ello ocurre cuando en el plano político, como escribió Martin Wolf en Financial Times, «las élites se han desprendido de las lealtades y preocupaciones nacionales formando en su lugar una súper élite global. […] los frutos del crecimiento están concentrados en la parte superior» (27/01/16)⁶. A pesar de la difícil situación económica, denunció Oxfam Intermon en un texto previo a la reunión anual de Davos 2016, «la concentración de la riqueza y patrimonio en muy pocas manos no han encontrado frenos para seguir creciendo» (20/01/16). Su estudio señala que 62 personas poseen los mismos recursos que 3.600 millones, es decir, la mitad de la población mundial. Recalcó que, al mismo tiempo, la pobreza y la exclusión social crecieron en forma «alarmante». Ya en 2015 el banco Credit Suisse había constatado que el 1% más rico de la población mundial concentraba tantos recursos como los que dispone el 80% de menos recursos.

    Oxfam publicó, además, el informe Una economía al servicio del 1%. El estudio, que utiliza información reunida por el FMI y analiza a doscientas empresas, incluyendo a las más grandes del mundo, demuestra que un 90% de ellas tiene recursos colocados en paraísos fiscales, los cuales ya contabilizaban US$7,6 billones, y destaca que su monto se multiplicó por cuatro entre los años 2000-2014, constituyendo recursos que se restan a la actividad económica mundial.

    La magnitud de la desigualdad genera cada vez más expresiones de descontento a nivel mundial, las cuales crecientemente adquieren manifestaciones activas de críticas a las élites de distintos países. Ello, para sorpresa de muchos, se manifestó en las elecciones presidenciales de EE.UU. con la candidatura de Bernie Sanders, a pesar de la oposición abierta del poder financiero y de grandes medios de comunicación. Se reproducen fenómenos que se expresaron o expresan con Siryza en Grecia, Podemos en España, el cambio de gobierno en Portugal y la victoria de Jeremy Corbyn en las elecciones laboristas británicas.

    Un tema de fondo que está presente en nuestro libro es, como señaló Vicenç Navarro, catedrático de Ciencias Políticas y Finanzas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra de Cataluña, que «la captación de las instituciones democráticas por los intereses económicos y financieros corrompen el significado de la democracia». «Sin lugar a dudas –escribió–, estamos en un período histórico, en el que estamos viviendo el fin de una época con los albores de una nueva, de la cual no conocemos todavía su posible configuración. El enorme enfado de las clases populares puede canalizarse por fuerzas profundamente reaccionarias (como Trump en EE.UU.) o profundamente democráticas (como Sanders). Ahora bien, el futuro a favor de las alternativas democráticas y progresistas dependerá de las movilizaciones que presionen para que ello ocurra» (12/02/16).

    La mala distribución del ingreso tiene dos caras. La Organización Internacional del Trabajo (OIT), en sus Perspectivas Laborales y Sociales del Mundo Tendencias 2016, destacó que ya en 2015 el menor crecimiento en países emergentes se expresó en mayores cifras de desempleo, que aumentó de 196,4 millones a 197,1 millones el número, revirtiendo la ligera mejoría producida el año anterior. «Este crecimiento en el número de demandas de empleo –puntualizó el documento– viene principalmente de los países emergentes y en desarrollo». Su previsión es que la tendencia al incremento en la cantidad de desempleados se mantendrá en 2016. Además, el organismo llamó la atención de que el 40% de los empleos a nivel global son de «mala calidad», afectando a 1.500 millones de trabajadores. El bajo nivel de actividad económica tiene por su parte, a lo menos, dos expresiones negativas claras en el mercado laboral: desempleo y trabajo precario. A lo que se agrega en muchos países el aumento del número de inactivos por personas que están en condiciones de trabajar.

    En Chile, manifestó Eugenio Figueroa, director del Departamento de Economía de la Universidad de Chile, «hay una enorme responsabilidad del sector político, que no ha cumplido con la tarea de hacer las grandes transformaciones que la economía requiere. Se deben eliminar todos los cuellos de botella que la economía tiene». Entre ellos destacan la «falta de competencia y la existencia de grandes poderes económicos que tienen la capacidad de cooptar el poder. Mientras no logremos que la institucionalidad del país sea corregida, exigiendo que realmente exista competencia y que los mercados funcionen, la economía seguirá teniendo enormes problemas y se mantendrá la mala distribución del ingreso» (01/02/16).

    Panorama general del 2015-2016

    En 2015 influyeron a nivel global varios acontecimientos centrales. Entre otros, la caída de los precios de los commodities, la revaluación del dólar en relación con la generalidad de las otras divisas, el nuevo esquema de crecimiento de la economía china, cuyos efectos como señaló Maurice Obstfield, economista jefe del FMI, «han sido mucho mayores de lo que habíamos anticipado» (08/11/16); la diferenciación de políticas monetarias entre los dos mayores institutos emisores del mundo, el Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal norteamericana; así como la acentuada volatilidad de los índices accionarios.

    Resumiendo el cuadro que presenta la economía mundial al comenzar el año 2016, el Premio Nobel Paul Krugman, escribió: «[…] da la impresión de que seguimos viviendo en esa era económica en la que entramos en 2008: Una era de debilidad persistente en que la deflación y la depresión, no la inflación y el déficit, son los retos fundamentales. […] los mercados financieros lanzan señales de advertencia. Los mercados de renta fija, en especial, se comportan como si los inversores esperasen muchos años de debilidad económica extrema. Los tipos a largo plazo de EE.UU. están casi más bajos que nunca, aunque eso no es nada comparado con lo que sucede al otro lado del océano donde muchos tipos de interés han empezado a ser negativos» (14/02/16).

    A comienzos de 2016, la cumbre anual de Davos reflejó estas inquietudes: «No es 2008 […] todavía», llamó la atención Nouriel Roubini. «Pero los Gobiernos tienen que actuar rápido». «En 2016 –manifestó a su turno la directora del FMI, Christine Lagarde– el crecimiento será modesto y desigual […] los riesgos son significativos». El fuerte descenso de la cotización del petróleo, sostuvo Min Zhu, el número tres del Fondo, constituye «la principal amenaza para 2016». «La bajada del crudo –prevé Larry Fink, presidente de la mayor gestora de activos mundial, Black-Rock– va a forzar a muchas compañías a suspender pagos y eso va a introducir mucha inestabilidad» (24/01/16).

    A su turno, la economía chilena desde mediados de 2013 entró en un proceso de desaceleración que registró su punto más bajo en el tercer trimestre de 2014, cuando creció solo un 0,8% en doce meses, con un incremento del producto en el año de apenas 1,9%, nivel que se modificó ligeramente en 2015, al hacerlo en 2,0%. En el segundo semestre su incremento fue el mismo del año anterior, 1,9%, y en el cuarto trimestre, de apenas 1,6%. Crecimientos tan bajos no se producían desde 2009, cuando la actividad se contrajo en 1,0%. El país vive un prolongado proceso de bajo nivel de actividad, muy inferior a la estimación de aumento del producto potencial. Este fenómeno fue potenciado por la crisis experimentada en el sector minero a nivel mundial, con variadas repercusiones en la economía nacional, que desde luego incidió directamente en el mapa.

    Cuadro n°1

    Chile: Crecimientos anuales desde 2009, en términos reales.

    (Fuente: Banco Central. En % del producto)

    De otra parte, la disminución registrada desde 2014 en las cotizaciones de las materias primas –y que continuó en 2015 y los inicios de 2016–, junto a los cambios en el esquema de crecimiento de la economía china –repercutiendo en el descenso de sus tasas de expansión– constituyeron factores importantes en el menor incremento económico de los países exportadores de estos recursos y en las variaciones de sus mercados accionarios incidiendo, por consiguiente, en los patrimonios bursátiles de las empresas⁷. El precio comercial de muchas de ellas se contrajo. Este indicador es uno de los que hemos usado permanentemente para elaborar los rankings de mapas de la extrema riqueza. El Índice de Precio Selectivo de Acciones (IPSA) descendió en 2013 un 14%, en 2014 se recuperó 4,1%, para volver a descender en 2015 un 4,43%. Por tanto, en el último trienio se redujo en casi un 15%. Es una variación muy fuerte. Hubo además otros factores que incidieron en la capitalización bursátil, como los menores aumentos de capital y que varias empresas dejaron de ser transadas en el mercado nacional al ser adquiridas por empresas extranjeras: CFR, CGE, Provida, Cuprum, CTI, Andrómaco, Cruz Blanca, Iansa, Campos e Invexans, entre otras. Por su parte, las Afp redujeron sus posiciones en activos locales.

    Las fusiones y adquisiciones en que participaron empresas chilenas durante el año se redujeron en un 28% en relación con las registradas en 2014, sumando US$6.251 millones. El sector más activo fue el financiero, destacando la adquisición por el BCI (grupo Yarur) del National Bank of Florida al español Bankia. En el sector minero la operación más importante en monto fue la compra del 50% de Zaldívar por el grupo Luksic a la transnacional canadiense Barrick Gold en US$1.005 millones. Al mismo tiempo, el mayor grupo económico chileno vendió Aguas Antofagasta a la colombiana Empresas Públicas de Medellín en US$965 millones. La mexicana Femsa, al adquirir Sofocar, incluyendo la deuda neta en US$998 millones, pasó a controlar la cadena farmacéutica Cruz Verde, y el banco canadiense Scotiabank adquirió el 51% de la Administración de Tarjetas de Cencosud, del grupo Paulmann, en US$280 millones.

    En América Latina, donde actúan capitales procedentes desde Chile, las fusiones y adquisiciones descendieron durante 2015 al alcanzar US$134.044 millones, frente a US$159.078 millones del año anterior. En ello incidió que la actividad económica regional descendió, las cotizaciones de las materias primas se derrumbaron y los mercados bursátiles se debilitaron. «Quedó atrás el resultado de 2014 –señaló Raúl Ávila, profesor de la Facultad de Administración de la Universidad Nacional de Colombia– cuando las empresas con altas expectativas en estos mercados decidieron ampliar su portafolio y venir a aprovechar que la región se beneficiaba de los precios (de las materias primas)» (25/01/16).

    Igualmente, la inversión extranjera descendió durante 2015, como aconteció en el conjunto de América del Sur. Su monto alcanzó, según cifras del Banco Central, US$11.791 millones, reduciéndose en relación al año anterior en 46% y siendo la cifra más baja desde 2007. De ese total, US$5.521 millones se generaron en participaciones de capital, mayoritariamente producto de fusiones o adquisiciones efectuadas por capitales extranjeros; US$3.448 millones procedieron de utilidades reinvertidas.

    Cuadro N°2

    Inversión extranjera directa hacia Chile 2003-2015

    (Fuente: Banco Central. en millones de dólares)

    Vicente Mira, vicepresidente ejecutivo de la Agencia de Promoción de la Inversión Extranjera, lo explicó fundamentalmente por la caída de la inversión minera, que se acentuó a nivel global. «Hay que recordar –manifestó– que la inversión minera en Chile fue casi el 50% del flujo de capitales extranjeros, y nos toca el período bajo del ciclo. El sector que lideró la inversión extranjera el 2015 fue la energía […]» (13/01/16). «Ello permitió –agregó– la entrada de dos o tres nuevos participantes a un sector que estaba altamente concentrado». Agregó que en 2016 los esfuerzos estarán en transmisión, considerando la licitación de nuevas líneas. «En Chile –detalló– el negocio de transmisión está en manos de capitales canadienses, y muy concentrado. Hay capitales colombianos entrando […] en ese sentido vamos a continuar con dicho esfuerzo» (22/02/16).

    Además, fue el ejercicio en que se produjo la mayor salida de capitales desde los mercados emergentes al menos en quince años: US$735.000 millones. Un porcentaje apreciable sobre el total lo hizo desde China, parte de los cuales correspondieron a inversiones directas en otros países. En términos netos, según cifras del FMI, salieron US$531.000 millones, suma que se compara con la entrada neta de US$48.000 millones el año anterior.

    Por el menor crecimiento, que redujo el nivel de inversiones empresariales, el endeudamiento externo apenas creció en 2015 en relación al año anterior, llegando a US$147.900 millones. Un 79,6% del total corresponde al endeudamiento privado y 20,4% al sector público. Eso sí, es una deuda denominada en dólares, cuando la divisa norteamericana se revaluó en los mercados, conduciendo con ello a que crecieran los compromisos medidos en moneda nacional.

    Los indicadores del Mapa Actual

    Durante 2015 las capitalizaciones bursátiles en Chile volvieron a confirmar la elevada concentración de la economía nacional. Un 25% lo explicó la italiana Enel, presente a través de sus filiales Enersis y Endesa, junto con Falabella y Empresas Copec. Si se amplía el listado a las doce primeras sociedades, se repiten los mismos nombres que en los primeros lugares de los rankings de los últimos años, acumulando más de un 50% del total. Aparecen los Luksic, Matte, Angelini, Yarur, Paulmann y los intereses que se agrupan en Falabella. Entre los capitales extranjeros, además de Enel, figura la filial en Chile del español Banco Santander y la de la mayor cadena supermercadista mundial, Wal-Mart Stores. De otra parte, al interior de las empresas hay una elevada concentración. Un porcentaje bajo de los títulos están en poder de accionistas minoritarios, 38,34%, según cifras del 3 de marzo de 2016; uno de los porcentajes más reducidos entre las 47 principales plazas bursátiles mundiales, ocupando la posición 41. En 2014 ese porcentaje fue de 39,4%.

    En este listado se expresa muy parcialmente la presencia de empresas extranjeras, dado que sus casas matrices cotizan en otros mercados. Es el caso, por ejemplo, de las empresas mineras, muchas de las cuales experimentaron caídas extraordinarias en sus capitalizaciones a nivel global, debido ante todo al descenso de las cotizaciones de las materias primas, encabezadas por la suiza Glencore y la anglosudafricana Anglo American, las cuales han vendido u ofertado activos, incluidos algunos en el país.

    Durante 2005, hace una década, con datos del mes de enero, el primer lugar de capitalización bursátil era ocupado por Empresas Copec, el mayor conglomerado existente en el país controlado por el grupo Angelini; y a gran distancia se ubicaban la filial en Chile del Banco Santander; el holding de inversiones eléctrico Enersis, en ese tiempo con mayoría accionaria de Endesa España; y Falabella. Al año 2015 fue esta última la que ocupó el primer lugar. Como se puede apreciar, los principales grupos económicos, aun modificando sus posiciones, siguen siendo en la última década fundamentalmente los mismos.

    La incertidumbre en los mercados de activos financieros condujo a que los fondos soberanos durante el año experimentasen problemas o debiesen introducir cambios en sus políticas de inversiones. Por ejemplo, el fondo noruego, el mayor a nivel global, fue incrementando sus compras de bienes inmobiliarios. Otros fondos efectuaron adquisiciones en bancos y empresas. Los chilenos en el año disminuyeron. A noviembre el fondo de estabilización económico y social (FEES) se redujo durante los once meses en US$848 millones y el previsional aumentó en US$194 millones, gracias a los aportes nuevos que se le efectuaron.

    Un segundo indicador utilizado en la construcción de nuestro mapa lo constituye el listado de las mayores empresas exportadoras, muchas de las cuales no cotizan en los mercados bursátiles chilenos, al pertenecer a capitales extranjeros y hacerlo en sus países de origen. Además, entre ellas figura también Codelco, empresa estatal, y Antofagasta Minerals (Amsa), el holding minero del grupo Luksic, cuyos títulos se transan en el mercado londinense. En el ranking de las diez mayores empresas exportadoras de 2004, casi todas eran cupríferas, con la excepción de Celulosa Arauco y Constitución (Celco), con mayoría accionaria de Empresas Copec y Molibdenos y Metales (Molymet), como consecuencia en esta última del espectacular incremento que en ese entonces tuvo la cotización internacional del molibdeno, recurso que en Chile se extrae como subproducto de la explotación de cobre y que posteriormente también se derrumbó, influido por el descenso en el precio del acero.

    En 2015 el escenario en los montos exportados se vio afectados, por el descenso experimentado en el precio del principal recurso de exportación del país y en general de los commodities, además del bajo nivel de la actividad económica global, que se reflejó en el comercio exterior. Las exportaciones se redujeron en un 16,3%, el descenso más pronunciado desde la Gran Recesión, experimentando su cuarta baja anual consecutiva a pesar de la devaluación experimentada por el peso. Los envíos mineros, principal rubro de ventas al exterior, que explicó en el año un 53% del total, se redujeron en 17,4%, según las cifras del Servicio Nacional de Aduanas, mientras las no mineras lo hicieron en 14,9%.

    Tradicionalmente han sido las empresas cupríferas quienes encabezan el listado de las empresas exportadoras. Ello acontece incluso en momentos de baja en sus cotizaciones, dado que constituyen un porcentaje muy elevado sobre el total. Si se considera la última década desde 2006, que se corresponde con el superciclo de su precio, solo durante la Gran Recesión y en 2015 fueron inferiores al 50%. En este año constituyeron un 49,12%. Si se analizan los principales productos no cobre, el de más altas ventas, a pesar de que también la producción en Chile vivió un año crítico, fue el salmón y truchas con US$3.496 millones, cantidad que constituye un 5,5% sobre el total. Los productos agropecuarios tomados en su conjunto fueron el mayor rubro de exportación no cobre, alcanzando un 27%, pero lógicamente la cantidad de exportadores son muchos. Estas exportaciones no cobre en 2015 se redujeron en un 17,8%, porcentaje superior al de la disminución general (-16,3%).

    Financiamiento por el poder económico de la política

    Los numerosos escándalos de que han sido protagonistas diferentes grupos económicos hacen necesario incluirlos de manera destacada en el Mapa, porque constituyen mecanismos utilizados para acrecentar la riqueza y un componente muy destacado en su accionar. Al finalizar 2015 la Sociedad de Fomento Fabril en conjunto con Cadem efectuaron una encuesta sobre la «confianza e imagen empresarial». Un 47% de la muestra estimó que la confianza en los empresarios empeoró; en octubre su porcentaje había sido de 35%, mientras un 39% opinó que permanecían igual de negativas y apenas un 12% consideró que habían mejorado. Consultados sobre cuál debería ser la actitud de la Sofofa cuando se denuncian casos de colusión, un 59% afirmó que debería condenarse públicamente a las empresas y expulsarlas del organismo gremial.

    En nuestro libro anterior, Chile en tiempo de reformas⁸, ya nos detuvimos en la relación entre dinero, política y poder al estallar el caso Penta, de Carlos Délano y Carlos Eugenio Lavín; así como en la aparición de la llamada en ese momento «arista Soquimich», la empresa minera no metálica que a un cuarto de siglo del término de la dictadura de Pinochet sigue siendo controlada a través del mecanismo de cascadas por Julio Ponce Lerou; y las redes de influencia política de Andrónico Luksic, a partir del financiamiento otorgado por el Banco de Chile a la empresa Caval, de Natalia Compagnon.

    En 2015, la «arista Soquimich» se transformó en un escándalo político de grandes proporciones, quedando en evidencia el financiamiento transversal que proporcionaba ya no solo a la UDI y fuerzas de derecha, como acontecía en el caso Penta –grupo económico que vivió en el año un proceso de desmoronamiento–, sino también a sectores vinculados a la coalición de gobierno e incluso a personeros políticos de izquierda no pertenecientes a la Nueva Mayoría. Por ello en nuestro libro relatamos detenidamente lo sucedido en SQM, cuando Julio Ponce dejó la presidencia de la minera no metálica y sus cargos en las cascadas debido al fuerte cuestionamiento provocado por su nombre.

    El financiamiento transversal de Soquimich, aunque privilegiando siempre a la UDI y sectores de derecha, no constituyó una excepción. Durante el año también se pusieron al descubierto los financiamientos a diferentes sectores desplegados por el grupo Angelini y la participación que tuvo su mayor empresa pesquera, Corpesca, en la legislación aprobada durante el gobierno de Piñera para ese sector, desempeñando un papel protagónico su ministro de Economía, Pablo Longueira. El desafuero del senador Jaime Orpis condujo a que se cuestionase la existencia de la Ley de Pesca por los manejos fraudulentos utilizados en su aprobación. Lo grave es que ya habían transcurrido dos años desde el término de la administración Piñera, se generó una mayoría parlamentaria diferente y sus disposiciones que beneficiaban a un puñado de empresas industriales seguían vigentes.

    Sin embargo, la investigación penal no se produjo en otras empresas del grupo Angelini, incluyendo Empresas Copec y Celulosa Arauco y Constitución, las que el SII decidió abordar administrativamente en forma interna. Lo mismo sucedió con otros poderosos intereses económicos que las investigaciones fueron mostrando habían recurrido a procedimientos similares. Estas sociedades procedieron solo a rectificar sus declaraciones y a cancelar los impuestos que se estableció debían desembolsar. Se buscó frenar la investigación de los vínculos entre grandes empresas y la política. Entre las empresas que rectificaron declaraciones fraudulentas figuraron, entre otras, Ripley, CorpBanca, Cencosud, BCI, Aguas Andinas y Endesa. Ello detuvo poner al descubierto con mayor profundidad los vínculos entre grandes intereses económicos con el mundo de la política y las estructuras de poder. A medida que, particularmente por los financiamientos entregados desde SQM, era más evidente su carácter transversal, el SII disminuyó la presentación de querellas y además constriñó el campo de las denuncias. Sin embargo, otros hechos, como el conocimiento del intercambio de correos entre el gestor de SQM y Pablo Longueira, actuaron en dirección contraria.

    Colusión empresarial

    Al mismo tiempo, el grupo Matte –considerado como uno de los más tradicionales– fue golpeado por la denuncia de colusión en el negocio del papel tissue efectuada por más de una década, primero con PISA, controlada en el comienzo del acuerdo por Gabriel Ruiz-Tagle –quien fuese ministro de Deportes durante el gobierno de Sebastián Piñera–; posteriormente a través de una sociedad mixta, al adquirir el 50% de sus títulos la transnacional sueca Svenska Cellulosa Aktiebolaget (SCA); para hacerlo después completamente con el consorcio europeo que es la mayor empresa global del sector, la cual adquirió la totalidad de las acciones. Con el agravante de que manifestaciones de colusión se daban simultáneamente en otros países de la región, también con la participación de filiales de CMPC, lo cual conduce a la conclusión de que era una política institucional y no una decisión adoptada por ejecutivos a cargo de filiales, como sostuvo la empresa.

    Al comenzar 2016, la Fiscalía Nacional Económica (FNE) efectuó una nueva denuncia de colusión en la comercialización en los supermercados de carne de pollos fresca con la colaboración de las empresas proveedoras, que ya habían sido sancionadas anteriormente por razones similares. Sus actores fueron ahora las tres mayores cadenas supermercadistas en el país: Walmart, filial de la más grande empresa del sector a nivel global; Cencosud, perteneciente al grupo Paulmann; y SMU, del grupo Saieh. Nuevamente oligopolios se concertaban para proceder como monopolio. Pocos días después, la FNE hacía públicas las carpetas de las investigaciones igualmente por colusión en el transporte de vehículos a Chile, en la cual participaron la Compañía Sudamericana de Vapores, controlada al inicio del acuerdo por el grupo Claro y posteriormente adquirida por los Luksic; y la Compañía Chilena de Navegación Interoceánica, perteneciente al grupo Urenda.

    La alta concentración económica existente en la economía chilena crea condiciones muy favorables para las colusiones. Esta concentración nació, recordó el expresidente del Banco Central Roberto Zahler, de la dimensión y «poca transparencia» de las privatizaciones de empresas durante la dictadura. En las últimas cuatro décadas –resumió– una minoría ha ejercido un poder de facto sobre instituciones del Estado, conduciendo a «desnaturalizar» la representatividad democrática de las mayorías. Se pronunció a favor de una Constitución que garantice una buena representación popular y mucha transparencia, lo cual constituye un desafío a la realidad actual del país, donde la «excesiva» concentración económica y la desigualdad condujeron por la vía del dinero a una «impresionante» y dañina distorsión de los valores y las preferencias democráticas (11/03/16).

    Igualmente se conoció en detalle el papel que –en los crímenes cometidos en los años de dictadura– desempeñaron cómplices civiles, algunos de los cuales actuaron apoyándose en grandes empresas que forman parte de nuestro Mapa. En particular, se develó la función desempeñada desde la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones (CMPC) en el asesinato, durante septiembre de 1973, de diecinueve trabajadores de Laja y San Rosendo. Algunos de ellos «fueron señalados en su lugar de trabajo a la policía por una autoridad de la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones –se reseña en el libro del periodista Javier Rebolledo A la sombra de los cuervos. Los cómplices civiles de la dictadura⁹– y luego trasladados en vehículos de la empresa para ser asesinados en un fundo explotado por Forestal Mininco, empresa integrante de la CMPC». Denuncia que muestra otra dimensión del accionar de intereses económicos, ya muy distante de su funcionamiento propiamente productivo, pero demostrativo de los intereses que defienden y de los extremos a que están dispuestos a llegar.

    Sin duda, constituye un tema trascendente que los tres grupos económicos chilenos más grandes desde el término de la dictadura se enfrentan a juicios en los tribunales a partir de acciones a través de las cuales trataron de obtener por mecanismos ilícitos nuevos beneficios. Por ello, no es posible construir el mapa de la extrema riqueza sin tener presentes de manera destacada los problemas derivados de la extraordinaria concentración económica existente y los procedimientos delictivos utilizados aprovechándola. Los términos colusión, títulos ideológicamente falsos, fraudes tributarios, delación compensada, entre otros, expresan la caracterización de la forma de actuar de estos grupos económicos para ampliar su poder y, en algunos casos, aumentar beneficios. Al mismo tiempo demostró la debilidad de la legislación vigente para sancionar estos abusos, lo cual desde luego ayuda a explicarse la dimensión alcanzada.

    Escándalos en otras latitudes

    A nivel mundial, altos ejecutivos responsables de escándalos gozaron en el 2015 de «blindajes dorados», como se les denominó. La Gran Recesión tuvo efectos empresariales devastadores. Sin embargo, sus responsables, como los que fomentaron la compra y venta de documentos especulativos en los cuales utilizaron títulos sin respaldo, siguen actuando en negocios financieros. Ejecutivos de bancos que se derrumbaron recibieron jugosas indemnizaciones. Se habló una vez estallada la crisis de la necesidad de mayores regulaciones, pero los avances en esa dirección son muy reducidos y no tienen relación con lo planteado en ese momento.

    Numerosos escándalos empresariales ocurridos en los últimos tiempos por un lapso prolongado permanecen sin

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