Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

La guerra de los mil días en las letras santandereanas
La guerra de los mil días en las letras santandereanas
La guerra de los mil días en las letras santandereanas
Libro electrónico83 páginas1 hora

La guerra de los mil días en las letras santandereanas

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Cuando en meses pasados se discutía el Acuerdo de la junta de delegados que prescribía la neutralidad del partido conservador en caso de guerra, les dije yo a algunos amigos de los que figuraban en aquella reunión, que pensaran bien el paso que proyectaban porque si, después de publicado el Acuerdo, resultaba que estallaba la revolución y los mismos que recomendaban u ordenaban la abstención eran los primeros en salir a la defensa del gobierno, quedarían ellos muy en ridículo y pondrían al partido en posición muy desairada. El Acuerdo fue expedido y generalmente aplaudido por los conservadores, y un elemental deber de lealtad obliga hoy a sostenerlo. De lo contrario podría decirse, y con razón, que se proclamó de antemano la neutralidad para fomentar de ese modo la revolución y los partidarios de ella podrían decir también que la palabra de los conservadores es algo como la fe púnica. Así no procede un partido serio, ni es obra de sana política engañar a la vez a los nacionalistas y a los liberales".
-"Hacer oposición, como lo han hecho los conservadores al gobierno, para salir hoy conque todo aquello era mero juego de palabras, es, a mi juicio, una suprema inmoralidad, porque no se puede ni se debe agitar un país y promover una guerra civil por mero entretenimiento. Dicen que los conservadores deben tomar servicio y adueñarse de las armas para imponerse luego al gobierno. No acepto el procedimiento: revolución por revolución prefiero la que están haciendo los liberales. Trasladarla a los campamentos del gobierno, fomentando allí la deslealtad, sería establecer el pretorianismo, único azote que nos falta.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento21 sept 2019
ISBN9780463902479
La guerra de los mil días en las letras santandereanas
Autor

Aurelio Martínez Mutis

Aurelio Martínez Mutis, nació en Bucaramanga, Colombia el 9 de abril de 1884 y murió en Paris, Francia el 23 de octubre de 1954, fue un poeta y escritor, considerado entre los mejores y más influyentes artistas de su país.

Relacionado con La guerra de los mil días en las letras santandereanas

Libros electrónicos relacionados

Historia y teoría para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para La guerra de los mil días en las letras santandereanas

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    La guerra de los mil días en las letras santandereanas - Aurelio Martínez Mutis

    La guerra de los mil días en las letras santandereanas

    Ediciones LAVP

    www.luisvillamarin.com

    Aurelio Martínez Mutis

    Carlos Nicolás Hernández Camacho

    Elisa Mujica

    Eduardo Rueda Rueda

    Joaquín Quijano Mantilla

    La guerra de los mil días en las letras santandereanas

    © Aurelio Martínez Mutis, Carlos Nicolás Hernández Camacho, Elisa Mujica, Eduardo Rueda Rueda, Joaquín Quijano Mantilla

    Historia Militar de Colombia-Las guerras civiles N° 5

    Ediciones LAVP

    © www.luisvillamarin.com

    Cel 9082624010

    New York City, USA

    ISBN: 9780463902479

    Smashwords Inc.

    Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida ni en todo ni en sus partes, ni registrada en o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio sea mecánico, foto-químico, electrónico, magnético, electro-óptico, por reprografía, fotocopia, video, audio, o por cualquier otro medio sin el permiso previo por escrito otorgado por la editorial.

    La guerra de los mil días en las letras santandereanas

    Palonegro y la guerra del 99 en Santander

    Catalina

    Lo que me dijo mi espada

    La paz

    Palonegro

    La trocha

    La leyenda de los machetes

    Los matroces

    La alianza

    Los dos vegueros

    Palonegro y la guerra del 99 en Santander

    Abrogada, brusca y totalmente «por razón de hechos cumplidos», la libérrima Constitución de 1863 y restaurada en cambio la más exagerada reacción conservadora y clerical, era lógico y natural que el numeroso partido vencido en 1885, entrara en un período de desesperación y de locura que lo obligó a pensar en recurrir, como única solución reivindicatoria de la libertad democrática proscrita, al terrible extremo de la lucha armada.

    Contribuía poderosamente en un principio a aumentar la exacerbación del ánima libre, la circunstancia de que el doctor Rafael Núñez, otrora jefe y conductor del partido libero-radical desposeído y presidente efectivo de la República, fuera a la postre el inspirador y guía del partido contrario y asimismo presidente de la Nación, exaltado esta vez por el Partido Nacionalista que él creara.

    En 1895 se desató en Santander una violenta revolución liberal, que fue debelada en pocos días y en la cual tomé también alguna participación.

    Al fin, el 18 de octubre de 1899, estalló la que, calculada de breve duración, resultó ser la contienda o guerra general de los mil sangrientos días.

    El plan abarcaba el territorio nacional y fue aceptado por casi todo el liberalismo del país; pero la fecha en que debía estallar no estaba todavía unánimemente convenida, y aquí se anticipó por el temor a una sorpresa del gobierno; festinación que resultó funesta para la suerte general de la guerra, porque le restó al movimiento la prestancia y la fuerza numérica y material con que ha debido iniciarse para producir desde un principio los múltiples y decisivos efectos largo tiempo acariciados y previstos, entre otros, el de la colaboración del historicismo, si era que alguna vez había de creerse en la seriedad y sinceridad de su promesa implícita.

    Para evidenciar que existía la oferta a que he aludido, basta reproducir el siguiente documento tomado del profuso acopio de cartas, artículos de periódicos, proclamas y manifiestos, en su oportunidad bien conocidos; documento que, entre otros muchos, tiene el mérito indiscutible de la tradicional y muy alta alcurnia de sus firmas. Dice así:

    Acuerdo número 3o.

    La junta de Delegados del Partido Conservador

    Considerando:

    1°. -Que en la actualidad no existe vínculo político ninguno entre el Gobierno, que es nacionalista, y el Partido Conservador; y que, por contrario, los miembros de esta Comunidad son sistemáticamente alejados de la cosa pública, con el visible objeto de privar a su Partido de toda influencia en la política y en la administración;

    2°. -Que de la crisis fiscal y económica que hoy aflige a la Nación son responsables principalmente la Administración ejecutiva del selenio anterior y la actual;

    3°. -Que el gobierno, lejos de buscar remedio a los gravísimos males del país, solo presta atención a la política y a hacerse sentir con los alardes de fuerza que despliega, aprisionando individuos inculpados y poniendo bajo la Ley Marcial parte del territorio de la República, sin motivo hasta ahora justificado;

    4°. -Que tanto por recientes nombramientos oficiales, sobre todo en el ramo militar, como por datos privados que han llegado a la Junta, cree ella que se piensa seriamente en hacer ilusorio, una vez más, el derecho electoral y en romper el régimen constitucional;

    . -Que esta Junta ha estado dispuesta a contribuir a que se implantasen algunas reformas políticas y administrativas de trascendencia para el bien de la Patria, y a que se constituyese un gobierno serio y honrado que inspirara confianza en la presente situación de crisis y malestar y se apoyara en la opinión pública, pero que sus propósitos no han sido secundados en las regiones oficiales;

    . -Que a esta junta preguntan muchos conservadores de diferentes puntos de la república cuál debe ser su línea de conducta en caso de un conflicto armado, es decir, si deben o no prestar su apoyo al gobierno; y

    7°. -Que la junta no cree justo, patriótico ni decoroso el que el Partido Conservador se haga responsable de los actos del círculo nacionalista contra los intereses patrios

    Acuerda

    1°. -Declarar que el gobierno actual, por su política y tendencias, no corresponde a los ideales, prácticas y aspiraciones del Partido Conservador, y que, en consecuencia, los conservadores no están en la obligación moral de apoyarlo y compartir con él la responsabilidad de sus actos;

    2°. -Autorizar a la Dirección del Partido para que, si las circunstancias actuales y la política oficial cambian sustancialmente, obre en el sentido que considere más conveniente para el país y que esté de acuerdo con las tradiciones del Partido Conservador; y

    3°. -Declarar que, si llegare el caso de romperse el régimen constitucional, es deber de los conservadores esforzarse por todos los medios a su alcance en

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1