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Poemas desconsolados
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Libro electrónico88 páginas27 minutos

Poemas desconsolados

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Este libro de poemas muestra el dolor, el amor, el querer, el sufrir de un adolescente en todo el esplendor de su sentir. En este libro cada poema es un sentir y cada sentir es una persona, por esto es que ninguna persona que haya amado o que amará puede no sentir una llamada del alma al leerlo. Son versos escritos en rabia, en risa y en llanto ocasionado por amores pasajeros y eternos. Esta selección de poemas creados en el tesoro de la vida vienen a nosotros como un alivio a la vida, mas a la vez, como una apertura al alma a través de los ojos, ya que nos muestran el sufrir hacia la vida, pero sin embargo, nos muestran, a la vez, lo hermoso que puede llegar a ser ese sufrir en manos de un poeta.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento30 sept 2019
ISBN9788417927653
Poemas desconsolados
Autor

Italo Cienfuegos

El poeta nació entre el mar y el desierto, en el último país del mundo, un día en el que a noviembre se le sumaron veinte y a diciembre se le restaron diez, y cuando los números del año sumaban entre todos un número tres. Mas, no creció entre números, sino entre alegría y canciones, entre pena y pasiones, entre te busco y no te encuentro y vienes pero no voy. Así creció, sufriendo o riendo, pero siempre amando. Amando qué cosa, se preguntarán ustedes, amando el amor, responderá su alma. El amor ha guiado sin timón y en delirio su viaje, y es de aquel viaje de donde nacen los poemas que leerán, para sufrir con él como él sufrió y para amar con él como él amó.

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    Poemas desconsolados - Italo Cienfuegos

    Prólogo

    Pobre prólogo malquerido eres entre los videntes, te saltan como un pasaje aburrido de la vida mas tú siempre estás ahí, en una esquina, tímido y retraído sediento de ser tocado por los ojos, de ser amado. Y ahora más que nunca en un libro lleno de amores y desilusiones mereces ser sentido igual a tus pares, ¿o acaso estas letras son menos letras por no ser parte de un poema? ¿La palabra amor no es tal si no la besa una preparada metáfora? O vosotros mismos, decidme, ¿no es el beso inesperado el que causa más placer?

    Prólogo, te escribo porque amor eres tú, y te representas tal como eres: inesperado, genuino y total. Por mucho que haya hombres que no te lean, que digan no sentirte, tú estás ahí, escondido, humeante en una esquina perdida del alma de un libro, no te vas jamás, no escapas, prólogo, tú eres eterno y cuando quien lee te mira directo a las letras y te vive como vive cualquier parte de la vida propia, entiende lo que es amar.

    Prólogo, sin ti ningún libro encontrará nunca su rumbo, ya que eres donde todo nace y si algo no ha de nacer no crecerá, tú, solo tú sabes guiar el sueño de los despiertos, así que, por favor, no te vayas, quédate aquí conmigo hablándole de amor y pena al pueblo, acompáñame en este maldito libro a iluminar corazones nunca vistos y a abrir grifos en ojos de piedra. Te lo suplico, amigo prólogo, quien tanto quiero y admiro, eres tú el caminante que abre el camino al inicio del andar hacia el alma y aquí en nuestro libro serás también el primer lucero nocturno en una noche llena de estrellas.

    Y aquí, compañero prólogo, te mato de la manera más honrosa, en batalla, morirás en el papel, mas vivirás en el alma de quien lee y así, solo así, serás eterno como aquella idea rayo que algún día golpeó la mente de un soñador o como aquel amor fugaz que dejó sin aire el alma.

    Adiós, prólogo, nos veremos en el mundo de las ideas.

    I

    Las horas pasarán,

    tus brazos se cansarán,

    tus ojos ya no llorarán

    por el amor ferviente

    que solo un amanecer siente,

    pero tú ya

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