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Construyendo Identidades a Través de los Sentidos
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Libro electrónico161 páginas1 hora

Construyendo Identidades a Través de los Sentidos

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Este escrito pretende recoger todos aquellos datos que resulten más significativos para que los adultos entendamos la necesidad de los más pequeños/as por conocerse a sí mismos/as como primer paso para dar lugar, poco a poco, a un desarrollo óptimo.
La familia se constituye por las personas más influyentes en el niño/a y por ello se pretenderá faci
IdiomaEspañol
EditorialICB Editores
Fecha de lanzamiento3 abr 2019
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    Construyendo Identidades a Través de los Sentidos - Caparrós Fernández Marina

    manual.

    UNIDAD 1.1.

    CONSTRUYENDO IDENTIDADES A TRAVÉS DE LOS SENTIDOS

    Diseño metodológico de la investigación

    Introducción

    La familia, el primer agente socializador

    Definición de la necesidad de los niños. Descripción de los hechos

    ¿Qué podemos hacer ante esta necesidad? ¿Cómo planificamos y desarrollamos la investigación?

    Herramientas a utilizar en la investigación

    INTRODUCCIÓN

    Esta investigación parte de la experiencia profesional en un aula del primer curso del Segundo Ciclo de Educación Infantil (con niños de 3 años), la cual ha permitido desarrollar una intervención educativa dedicada al desarrollo de la identidad de los niños, tanto la propia como la de los demás, a través de una metodología basada en el conocimiento y la experimentación de los cinco sentidos. A continuación, se explica por qué se considera necesaria esta temática, y qué podemos hacer ante ellos como madres, padres o tutores.

    Antes de comenzar, debemos aclarar que, para poder implementar esta actuación, la edad del niño puede estar entre los 3 y los 6 años; incluso puede abarcar otras edades, siempre y cuando se adapten las actividades propuestas al niño. En el capítulo cuatro, se proporciona un plan de acción, y en él se describen las diversas actividades planteadas.

    LA FAMILIA, EL PRIMER AGENTE SOCIALIZADOR

    Es importante tomar conciencia del papel tan fundamental que tenemos los padres y madres en cuanto a la educación de nuestros hijos, dado que somos el primer agente socializador. Esto es debido a que el niño depende de su familia cuando nace porque está totalmente indefenso y necesita de ella para poder sobrevivir. Por otro lado, la familia necesita de este niño para que las generaciones sigan su curso, produciéndose, por tanto, una doble necesidad.

    La familia se encargará, pues, de la satisfacción de las necesidades básicas del nuevo individuo, así como de la transmisión de la cultura, decisiva en el proceso de socialización llevado a cabo por los diversos agentes sociales (familia en primer lugar, escuela, medios de comunicación, etc.).

    Son, por tanto, los padres y madres quienes ayudarán al niño en sus aprendizajes más básicos, además de elegir qué otros contextos sociales les parecen más adecuados para sus hijos.

    El desarrollo del individuo es un proceso que se produce gracias a la acción y a la experiencia del niño con el entorno, pero no es suficiente con esto puesto que se considera un proceso social mediado, en el que el adulto tiene un papel fundamental. El niño mantendrá relaciones con los adultos y, cuanta más calidad haya en estas relaciones, mayor desarrollo se producirá.

    A veces, tendemos a pensar que la escuela es la encargada de transmitir todo lo necesario para el óptimo desarrollo del niño. Efectivamente, esto podría ser así; sin embargo, si dejamos ese papel a los docentes, y nosotros como familia no nos implicamos en la educación, podría ocurrir que esta fuera escasa y que no potenciara todas las capacidades de los niños.

    Es en la vida familiar donde se conforman las primeras actitudes sociales y las más importantes, estableciéndose normas de conducta válidas para la incorporación a la vida en sociedad. Esto implica que tanto los docentes como nosotros, la familia, deberemos estar coordinados para realizar la acción educativa de una manera eficaz.

    Lo ideal es entonces la colaboración y la estrecha coordinación entre familia y escuela, ya que «la educación infantil es una tarea de padres y de educadores con el fin de llevar a cabo acciones conjuntas intencionadamente educativas, desempeñando un papel crucial en el desarrollo del niño, completando y ampliando sus experiencias y la adquisición de conocimientos» (Ibáñez Sandín, 2016, p. 61).

    DEFINICIÓN DE LA NECESIDAD DE LOS NIÑOS. DESCRIPCIÓN DE LOS HECHOS

    Una vez que hemos tomado conciencia de la importancia que tiene la participación familiar, debemos partir de la necesidad del niño, la cual queda reflejada en una serie de actitudes, que se recogen mediante la observación directa como herramienta principal de investigación.

    Estas son las evidencias recogidas en el momento de la investigación, observando a un grupo de veinticinco escolares de 3 años:

    Confusión acerca de su propio cuerpo: no conocen el color de sus ojos o su pelo.

    Desconcierto sobre sus propios gustos: no tienen claro qué les gusta o qué no les gusta.

    Coartación en la insistencia en jugar a mirarse en el espejo.

    Confusión con el nombre de sus compañeros.

    Poco reconocimiento de las pertenencias por parte de algunos niños. No reconocen qué chaqueta es suya, por ejemplo.

    Dificultad para asociarse un rol distinto en juegos, en algunos casos. En la interpretación de cuentos, algunos no son capaces de ponerse en el rol de otro personaje.

    Dificultad para llevar a cabo aprendizajes más complejos, por no tener bien definida su identidad.

    Poca autonomía en diversas acciones.

    Poca o nula sensación de seguridad por parte de algunos niños.

    Al no dedicar tiempo suficiente para trabajar este aspecto, nos encontramos con niños un poco confusos sobre su propia identidad o la de sus compañeros, lo que dificulta el desarrollo total de sus capacidades, puesto que esta es la base para posteriores aprendizajes.

    Es preciso, por tanto, solventar todas aquellas dificultades que se presentan y, para ello, el primer paso es reflexionar sobre lo que podemos hacer ante esta necesidad.

    ¿QUÉ PODEMOS HACER ANTE ESTA NECESIDAD? ¿CÓMO PLANIFICAMOS Y DESARROLLAMOS LA INVESTIGACIÓN?

    Si el niño presenta necesidades similares a las expuestas anteriormente, pueden surgir una serie de dudas a las que deberíamos dar respuesta antes de comenzar a planificar la intervención. Por ejemplo, cabe preguntarse: ¿Para qué sirve la identidad? Aquí hay numerosas respuestas posibles, pero la más significativa es que se trata de «la base de un posterior aprendizaje», ya que el objetivo principal de la educación es conseguir el desarrollo integral de la persona, en todas sus áreas; y si no hay una conciencia de la identidad, tampoco habrá un aprendizaje completo, que formaría a la persona en su integridad; como nos dice W. Daros Cocinet, la identidad, jurídicamente considerada, consiste en el conjunto de atributos, de cualidades de carácter biológico y referidas al desarrollo de la persona, que permiten individualizar a un sujeto. Esto no quiere decir que tan solo sea tarea del docente, sino que, además de trabajarse este aprendizaje en la escuela, será necesario complementar en casa el desarrollo de los pequeños.

    También instituciones como UNICEF están haciendo tomar conciencia de la importancia de la identidad personal y social. Lo reivindican a través del derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo, expresando que todos los niños del mundo tienen derecho a vivir y a alcanzar su máximo potencial en la vida, lo cual no sería posible sin el desarrollo de la

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