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El Caminante De Aplapat
El Caminante De Aplapat
El Caminante De Aplapat
Libro electrónico472 páginas7 horas

El Caminante De Aplapat

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El nombre de la novela es "El caminante de Aplapat" la cual narra la historia de un campista que en el bosque de Aplapat descubre que existe un ermitao que vive con un arlequn. El ermitao es un viejo misntropo que esta tratando de desarrollar una teora para poder crear una nave que viaje a la velocidad de la luz. El arlequn es su compaero de discusiones y siempre estn peleando y elucidando cuestiones filosficas y cientficas. De tal suerte que el caminante los comienza a espiar ya que el es un estudiante de filosofa y los temas de los que hablan los hombres son de sumo inters para su curiosidad intelectual, empero, en uno de sus intentos de espiar la cabaa del ermitao es descubierto por el arlequn, el cual, lo obliga a entrar en el laberinto de la filosofa que es un viaje anecdtico por las distintas pocas de la historia filosofa en donde se muestran algunos pasajes de la vida de los filsofos y sus distintas problemticas existenciales al cuestionar de tal manera las verdades establecidas de su poca. En esta novela veremos como el desarrollo de las ideas abstractas de los filsofos se vuelven agentes de cambio y transformacin histrica. Por lo cual, el fin fundamental de este escrito es hacer ver que la actividad filosfica es de vital importancia en esta poca en donde existe la necesidad de cuestionar no solo el campo de la filosofa sino la totalidad de las reas del conocimiento humano y sobre todo, su estructura y esquema de civilizacin. Urge nuevas ideas que nos muestren nuevos horizontes y la filosofa siempre ser, la cuna estelar de estas nuevas ideas que nos darn nuevas soluciones para afrontar las presentes problemticas.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento4 dic 2012
ISBN9781463344870
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    El Caminante De Aplapat - Juan De Dios Ponce Hoffmann

    Copyright © 2012 por Juan De Dios Ponce Hoffmann.

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares e incidentes son producto de la imaginación del autor o son usados de manera ficticia, y cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, acontecimientos, o lugares es pura coincidencia.

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    ventas@palibrio.com

    435672

    ÍNDICE

    PRÓLOGO

    CAPÍTULO 1: La Intuición

    CAPÍTULO 2: El Heraldo

    CAPÍTULO 3: La confrontación

    CAPÍTULO 4: La Presentación

    CAPÍTULO 5: El comienzo de una larga investigación

    CAPÍTULO 6: Tratando de recordar lo inefable

    CAPÍTULO 7: Una larga y erudita plática

    CAPÍTULO 8: La llegada inesperada

    CAPÍTULO 9: La angustiante retirada

    CAPÍTULO 10: El regreso al bosque

    CAPÍTULO 11: El gran encuentro

    CAPÍTULO 12: ¿Un posible camino?

    CAPÍTULO 13: De vuelta a la cabaña

    CAPÍTULO 14: Caminando por Atenas

    CAPÍTULO 15: La presentación de Marte

    CAPÍTULO 16: La entrada a la oscuridad

    CAPÍTULO 17: La reencarnación de Dionisio y de Apolo

    CAPÍTULO 18: La razón crea monstruos

    CAPÍTULO 19: La investigación del infinito

    CAPÍTULO 20: Las construcciones teóricas de una nueva sociedad

    CAPÍTULO 21: Los hombres de la voluntad y la existencia trascendentales

    CAPÍTULO 22: Los fundamentos de una sociedad científica

    CAPÍTULO 23: La era de las preguntas fundamentales

    CAPÍTULO 24: La muerte de los absolutos

    CAPÍTULO 25: La arbitrariedad como el origen del conocimiento

    CAPÍTULO 26: EL inconsciente como el núcleo semántico de la personalidad humana

    CAPÍTULO 27: Una nueva imagen del universo

    CAPÍTULO 28: El regreso a la cabaña y el comienzo de una historia sin fin

    Esta novela del Caminante De Aplapat está dedicada por completo a ti Yara María con todo mi amor.

    Espero que cuando estés grande y tengas criterio para leerla sea de utilidad para tu vida, ya que, las reflexiones que hicieron todos estos filósofos son de crucial importancia repasarlas y hacerse una idea personal de todas estas cuestiones, solo ejerciendo el uso del pensamiento se es verdaderamente humano.

    Poema a Yara

    En el fondo de tus verdes ojos, Se esconde un sonido nostálgico que bañará de luz tu afortunado destino Yara María del infinito, que ninguna letra podrá describir la naturaleza de tu sorprendente belleza. Niña que habitas en la cueva del arco iris, allá en la cascada violeta. Las estrellas están obligadas a cuidarte hasta el final de los tiempos mi florecita querida que en tus recuerdos esperare tener tan solo un momento.

    PRÓLOGO

    Antes de que usted querido lector se introduzca a la lectura de la presente novela me es necesario hacer algunas consideraciones al respecto. Este texto pretende ser una narración histórica sobre el desarrollo de la filosofía y la ciencia. No, una narración histórica académica. Se toma a los protagonistas de las diferentes áreas del conocimiento de manera anecdótica y se realiza una paráfrasis de su pensamiento citando en ocasiones algunas frases características de su filosofía. Por lo que no esperen ver un libro lleno de citas de las obras de los filósofos. Esta novela trata de captar la actitud y las emociones que están detrás de los hombres que desarrollan nuevos conocimientos y mostrar el lado humano de los creadores de la cultura.

    Es importante también tener presente que la interpretación que se hace de las diferentes visiones del mundo de estos grandes hombres es personal y por lo tanto relativa a mi modo de entender las distintas filosofías y ciencias. Si el lector no está de acuerdo con mi interpretación de algún filosofó en particular tiene todo el derecho de estarlo. Esta novela no pretende postular como absoluta y rotunda verdad lo que en ella se narra.

    Por otro lado hay un protagonista en la novela que es el arlequín que siempre acompaña al ermitaño, este personaje es el filósofo Federico Nietzsche que disfrazado de duende representa la conciencia crítica del ermitaño, por lo que muchas de las frases que dice son aforismo de Nietzsche, ustedes en el transcurso de la novela se podrán dar cuenta.

    Por último querido lector sólo me queda agradecerte el que te hayas tomado tiempo para leer esta novela que espero sea de tu agrado.

    PROPIEDAD INTELECTUAL

    AUTOR: Juan de Dios Ponce Hoffmann

    Der. Res. C

    INSTITUTO NACIONAL DEL DERECHO DE AUTOR

    REGISTRO PUBLICO

    CAPÍTULO 1

    La Intuición

    - ¡Oh! ¿Quién habita en las profundidades de los abismos de la existencia? ¡Ah! ¿Quién camina en los obscuros subterráneos de nuestro mundo? ¡Sí! ¿Qué es lo que hace moverse a este universo lumínico? ¿Cuál es la esencia de nuestras conciencias?

    Se oía que gritaba angustiada una voz preguntando en la inmensidad de aquella montaña. Sus pasos fuertes y veloces rompían la hiedra, la luna llena pintaba su rostro de plateado y él seguía caminando en la mitad de aquel bosque, en esa noche iluminada por la esfera radiante plateada.

    - ¡Quiero sumergirme en la mar para ver si tiene fondo! ¡Quiero voltear a ver la luz sin miedo de quedarme ciego y ponerme de cara al absoluto libre de todo temor! Yo no me voy a hincar ante él, ya estoy harto de ver sólo el suelo y no sus ojos, ahora sí que voy a voltear a verlo. ¡El miedo y el temor a Dios han muerto! De estar temerosos y sumisos tanto tiempo, con la mirada gacha, nos hemos alejado de él y ya no sabemos ni siquiera cómo es. Sí, ¡ya estoy harto de estar hincado! - seguía diciendo como un loco desesperado aquel robusto anciano -

    Me fui acercando lentamente al lugar en donde él se encontraba hasta que pude ver su silueta un poco más dibujada. Era un hombre de espaciosa cabellera, de barbas largas y blancas, de cejas obscuras y tupidas, una nariz achatada y orejas largas. Su cuerpo no era muy corpulento pero era regio y macizo como rama de tule frondoso.

    En fin, era un hombre sumamente fuerte, pero angustiado por el infinito. Esto era lo que le tenía muy preocupado, no sabía qué era lo que pasaba en este mundo y él, sin embargo, queriendo encontrar un significado.

    De pronto, paró de caminar, volteó hacia una fogata que estaba al lado de una extraña cabaña y caminó en dirección a ella; en el momento que estuvo frente a la hoguera se hincó, volteó a ver a las llamas y con los brazos extendidos en cruz comenzó a decir:

    - El infinito es la vibración que produce la onda y la destroza.

    Es el tiempo-espacio y materia que se desconcretiza y concretiza en la ley del cuadridimensional continuo-discontinuo.

    Todo depende del tiempo, todo depende de la materia y depende también del espacio en el momento en que la onda radioactiva lumínica se concretiza en una divina partícula.

    Después de este extraño acto se incorporó de nuevo y giró rápidamente en dirección a la cabaña, empezó a correr desesperadamente al interior de ella, aventó la puerta bruscamente con la mano, se dirigió a las escaleras y subió entre tropiezos.

    La habitación a la que entró como un loco era muy grande, espaciosa y revelante. En el centro se encontraba una mesa en forma de elipse a la que se dirigió ansiosamente. Estando ahí gritó:

    - ¡He descubierto la fórmula para viajar a la velocidad de la luz¡ Yo sé cuál es el principio de la materia. He configurado la teoría del campo unificado propuesta por nuestro excelso maestro Einstein, a partir de esta frase que es como una oración al absoluto:

    El infinito es la vibración que produce la onda y la destroza.

    Es el tiempo-espacio y materia que se desconcretiza y concretiza en la ley del cuadridimensional continuo-discontinuo.

    Todo depende del tiempo, todo depende de la materia y depende también del espacio en el momento en que la onda radioactiva lumínica se concretiza en una divina partícula.

    Sí, ya lo he dicho y parece que en los mundos superficiales de los seres reprimidos y malditos no me han oído sino que se ríen de mí. No les gustan mis palabras de niño absurdo que van contra el supuesto orden establecido para sus mezquinas mentes. Gracias a Dios, el juicio final ustedes no lo juzgaran, perros que desconocen a su dueño.

    Esto es lo que gritó aquel hombre como un loco. Cayó desplomado sobre la mesa llorando y ahí se quedó dormido.

    Mientras tanto, comencé a inspeccionar aquella cabaña tan peculiar. El cuarto en donde él se encontraba tirado, dormido como un lirón, estaba repleto de cartulinas pegadas en las paredes. Todas ellas hablaban sobre filosofía y ciencia. Me detuve en una y la comencé a leer. Ésta decía:

    Nota:

    Este universo es una eterna onda electrogravitanuclear que se concretiza en partículas atómicas según medidas tiempo-espacio-materiales y se desconcretiza de partículas atómicas en ondas electrogravitanucleares según medidas tiempo-espacio-materiales.

    Y luego, a continuación de esta nota se leía:

    Filosofía:

    Ciencia que investiga los principios fundamentales de todas las cosas.

    Su finalidad consiste en elucidar las problemáticas de las relaciones conceptuales de las distintas áreas del conocimiento, con el propósito de llegar a descubrir una relación entre conceptos metafísicos y físicos para la comprensión de la naturaleza. Esta relación nunca es acabada, siempre es una cuestión abierta, tendiente a problematizar cada vez más la realidad investigada en cuestión.

    Principios básicos de investigación:

    a)   Principio de origen: todas las cosas tienen un origen y por lo tanto un fin. Cuál es el origen del universo y del hombre y, por lo tanto, cuál es su fin - después de esto, decía: - Estas cuestiones, en relación con la teoría de la relación absoluta o del continuo-discontinuo tiempo-espacio-materia, se plantearían de la siguiente manera: ¿Cuál es el origen y fin del tiempo, del espacio y de la materia?, ¿Cuál es el origen y fin del movimiento?, ¿Cuál es el origen y fin de la transformación que experimenta la materia del universo?, ¿Cuál es el origen y fin de la luz?, ¿Cuál es el origen y fin de la fuerza fundamental que gobierna a todos los fenómenos físicos?

    b)   Principio de naturaleza: todas las cosas tienen una muy peculiar manera de ser y de existir. ¿Cuál es la manera de ser y de existir del hombre y del universo?, ¿De qué está compuesto o qué lo conforma y estructura? - y después, al igual que en el anterior principio, hacía una relación a esa extraña teoría de la relación absoluta o del continuo-discontinuo tiempo-espacio-materia y cuestionaba: ¿Cuál es la manera de ser y de existir del tiempo, del espacio y de la materia?, ¿De qué están compuestos y qué los estructura?, ¿Cuál es la manera de ser y de existir del movimiento?, ¿De qué está compuesto y qué lo estructura?, ¿Cuál es la manera de ser y de existir de la transformación que experimenta el universo?, ¿De qué está compuesta y qué la estructura?, ¿Cuál es la manera de ser y de existir de la luz?, ¿De qué está compuesta y qué la estructura?, ¿Cuál es la manera de ser y de existir de la fuerza fundamental del universo que gobierna a todos los fenómenos físicos?, ¿De qué está compuesta y qué la estructura?

    El último principio de investigación que se encontraba en la cartulina era:

    c)   Principio de relación: todas las cosas están relacionadas e interactúan con un sin fin de fenómenos. ¿Cuál es la relación e interacción fundamental entre los hombres?, ¿Cuál es la relación e interacción fundamental del universo?, ¿Qué tipos de relaciones e interacciones se dan entre los hombres?, ¿Qué tipo de relaciones e interacciones se dan en el universo? – y, al igual que en los demás principios anteriores, entablaba aquella dichosa relación entre los principios de investigación y la tan misteriosa teoría de la relación absoluta o del continuo-discontinuo tiempo-espacio-materia. Preguntaba el mismo sentido de la cuestión pero con otros conceptos que no eran los del hombre o el universo, sino que eran los del tiempo, el espacio, la materia, el movimiento, la transformación, la luz y la fuerza fundamental del universo. Por ejemplo, este principio de investigación preguntaba: ¿Cuál es la relación e interacción fundamental del tiempo, del espacio y de la materia?, ¿Qué tipo de relaciones e interacciones se dan en el tiempo, en el espacio y en la materia?, ¿Cuál es la relación e interacción fundamental del movimiento?, ¿Qué tipo de relaciones e interacciones se dan en el movimiento?, ¿Cuál es la relación e interacción fundamental de la transformación que experimenta el universo?, ¿Qué tipo de relaciones e interacciones se dan en él?, ¿Cuál es la relación e interacción fundamental de la luz?, ¿Qué tipo de relaciones e interacciones se dan en ella?, ¿Cuál es la relación e interacción fundamental de las fuerzas de la naturaleza?, ¿Qué tipo de relaciones e interacciones se dan en ellas?

    Al acabar de leer estas preguntas me quedé un poco extrañado de lo que estaba viviendo en esos momentos, lo que había visto y oído en esta cabaña en las montañas de Aplapat: aquel hombre tan raro; lo acontecido en la fogata, cuando empezó a hablar como invadido por un espíritu y decía que el infinito es la vibración; toda clase de locuras; ese cuarto lleno de cartulinas escritas con fórmulas, figuras geométricas, notas, bocetos de dibujos muy extraños. En fin, era como un sueño el que estaba viviendo. De pronto, comencé a escuchar que el hombre se despertaba y rápido me dirigí al exterior de la habitación para que no me viera. Me puse al lado del marco de la puerta y de ahí escuché que empezó a bostezar. Después oí el sonido que se produce al arrastrar una silla y pasos que se dirigían hacia el fondo de la habitación; se oyó el rechinido de una puerta junto con un azote. Después de esto me asomé y vi que en la pared del fondo se encontraba una puerta, posiblemente era su habitación. Bajé las escaleras cautelosamente y salí de la cabaña. Eran ya las cuatro de la mañana. Empecé a bajar la montaña que se encontraba llena de neblina, producto de una nube baja. Se podía ver muy poco el camino de tierra. No estaba asustado, pero sí muy desconcertado por lo ocurrido. Empecé a caminar meditando por aquella obscura vereda y el sonido del trino de los pájaros, junto con todos los insectos y animales, aunados al viento del bosque, se escuchaba a lo lejos.

    CAPÍTULO 2

    El Heraldo

    Llegué al pueblo de Aplapat ya de madrugada. Todos los rancheros y campesinos se disponían a comenzar sus labores. Unos iban a la ordeña, otros a la siembra, otros a la presa a pescar. En fin, la vida matutina campirana iniciaba y todos los gallos cacareaban a los siete vientos.

    Me dirigí al hotel en donde me alojé, caminando por la avenida central, la cual desemboca a la plaza principal. Estaba muy cansado, pues no había dormido en toda la noche. Quería llegar al cuarto y tenderme en la cama como colcha para recuperar las energías que había perdido la noche anterior.

    Eran como las cuatro de la tarde cuando abrí los ojos de nuevo; la luz tenue del atardecer se metía por mi ventana llenando de brillo la parte lateral de mi cuarto. En ese lugar se localizaba un escritorio junto con unas rosas rojas y un pájaro blanco con pico de cotorro. Al verlos me asombré de lo que miraba. ¿Cómo es qué habían llegado hasta ahí el pájaro y las rosas?, ¿Se metería por la ventana el pájaro?, ¿Cómo llegaron ahí las rosas? En la madrugada que llegué no había nada en el escritorio, sólo una jarra de agua que puse en mi buró - Alguien entró a mi cuarto mientras yo dormía – pensé - Era imposible que aquel pájaro hubiera traído por sí mismo esas rosas. Aunque las hubiera traído en el pico sería imposible, pues no era sólo una flor, sino todo un ramo de rosas demasiado pesado y ancho como para que él lo hubiera podido llevar volando.

    El pájaro, al ver que desperté se inquietó y empezó a querer volar. Yo no hacía ningún movimiento que lo pudiera asustar pues quería seguir viviendo aquel extraño acontecimiento. Ese pájaro blanco, con pico de cotorro, parado sobre el ramo de rosas rojas, era algo raro pero bello para mis ojos. En ese momento, se escuchó un grito y el pájaro salió volando por la ventana con el ramo de rosas rojas colgando por un hilo que llevaba prensado por el pico.

    ¿Cómo puedo el pájaro cargar el ramo y salir volando con él como si fuera sólo un pétalo de flor? ¡No, esto es imposible! ¿Qué es lo que está ocurriendo en este pueblo? Primero aquel raro hombre de la montaña, luego ese pájaro con las rosas, después ese grito que asustó al ave.

    Nuevamente se escuchó el grito y pude oír lo que decía un poco más claro. Se oía:

    - Ya ha llegado la hora, hoy es el día en que se ha abierto la nueva brecha por la que caminará la humanidad al infinito. Ya los albañiles están trabajando para crear los cimientos de la nueva era. ¡Vamos, hombres que captan la frecuencia del nuevo renacimiento, caminen juntos en este nuevo milenio!

    Me levanté de la cama rápidamente y me dirigí a la ventana para escuchar a ese hombre. Era algo sorprendente lo que veían mis ojos, pues aquel heraldo, era nada menos que un arlequín de bigotes muy gruesos. Los rombos que formaban su traje eran de diversos colores fuertes y contrastantes. En la punta de los zapatos, como en la punta de los cuernos que le salían por la cabeza, le colgaban castañuelas que sonaban al compás de sus movimientos inarmónicos y locuaces. De nuevo gritaba, acompañado de los sonidos de los cascabeles por sus exasperados movimientos.

    -Ya ha llegado la hora, hoy es el día en que se ha abierto la nueva brecha por la que caminará la humanidad por el infinito. Ya los albañiles están trabajando para crear los cimientos de la nueva era. ¡Vamos, hombres que captan la frecuencia del nuevo renacimiento, caminen juntos al fin del milenio!

    Después, brincando y dando vueltas en círculo, se fue diciendo:

    - ¡Alégrense buenos y nobles espíritus, que Dios está con ustedes, nadie podrá detener su paso veloz y constante, nadie, únicamente Dios y Dios está con ustedes, alégrense pues y caminen con los ojos cerrados y los oídos tapados, para que vean y escuchen los del alma!

    CAPÍTULO 3

    La confrontación

    Estaba muy confundido por lo que había pasado en ese pueblo, ahora sí estaba consciente de que algo extraño estaba sucediendo en aquel lugar. Esas visiones e impresiones que percibían mis sentidos eran algo fuera de lo común a lo que sucede en el mundo real, social y normativizado.

    Todo eso quedó almacenado en mis recuerdos con una firmeza que se asemeja a la magnitud con que el sol atrae a todos los planetas y los mantiene girando sobre sus órbitas. ¡Oh, cuán bellos son todos esos recuerdos¡, ¡Qué sublime era y es poder contemplar a todos ellos¡, ¡Cómo quisiera volver a vivir aquello¡, ¡Oh pensamientos tan libres, ideas tan etéreas, profundas y bellas, fuera de toda norma y contexto social¡ Todo eso fue lo que vislumbró mi entendimiento.

    Inconscientemente salí del cuarto, rápido bajé las escaleras y empecé a tratar de seguir al arlequín, pues quería confirmar si era cierto lo que veían mis ojos. Tomé la calle principal y di vuelta en la esquina por donde él mismo se fue. No se veía nada, pero en momentos escuchaba el cascabeleo de sus zapatos de duende e intentaba seguirlos; parecía como si él estuviera jugando conmigo, pues en el momento que creía escucharlo cerca, de pronto se escuchaba en otro lugar distante.

    Dejé de insistir, estaba agotado pues había corrido por todo el pueblo tratando de alcanzar a aquel duende, cuando, a lo lejos, en el camino de piedra, el duende apareció y me gritó:

    - Oye tú que osas atraparme, sábete que yo siempre me hago acompañar de amistades excelsas, espíritus elevados que sólo miran hacia abajo, pues están elevados, en cambio tú todavía miras hacia arriba, pues no estás elevado. Aléjate de mí y quítate los zancos de cirquero que llevas puestos, lárgate mejor de este pueblo no vaya a ser que te envenene el alma respirar el aire del bosque. Aquí se sienten unos vientos muy fuertes y fríos que hacen temblar al alma y sólo los espíritus ilustrados son los que pueden resistirlos con una inmensa alegría. ¡Lárgate y no vuelvas!

    - ¡Eh bufón gritón! ¿Qué te crees para hablar así? - le contesté - ¡Mejor lárgate tú y no molestes con ese tintineo nefasto de tus cascabeles!

    El duende, al escuchar mi respuesta, soltó una carcajada y me contestó:

    - ¿Osas responderle en tono imperativo a un duende? Vaya, vaya no te asustan mis palabras. Y, al acto, desapareció como obra de magia; sólo quedó un eco que decía:

    -Ya lo veremos, ya lo veremos, ja, ja, ja, ya lo veremos, ya lo veremos, ja, ja, ja, recuerda que existen los bosques embrujados y solamente los brujos y magos pueden caminar a través de ellos. Ten mucho cuidado, no vaya a ser que te conviertas en sapo.

    CAPÍTULO 4

    La Presentación

    Después de esto me dirigí inconscientemente al valle de las piedrotas a ver si podía encontrar otra vez la cabaña de aquel extraño hombre que en la noche anterior había visto.

    Tomé el camino durante treinta minutos, subí por el cerro que se encuentra a un costado del valle durante veinte minutos más y poco a poco iba subiendo por él hasta que vi aquella choza.

    En el momento que la vi me escondí entre los árboles y lentamente me fui acercando para no ser percibido. Y cuando estuve a diez metros de ella, pude ver que aquel extraño hombre se encontraba sentado en un tronco y en sus manos sostenía un violín. Tocaba una melodía melancólica que hizo que las lágrimas brotaran de mis ojos.

    - ¡Oh mares de los cuatro mundos, embrutézcanse y produzcan olas mortales que cubran todos los continentes y maten a los hombres dogmáticos que hicieron sufrir tanto a aquel hombre, que por querer la libertad de su conciencia, lo condenaron a muerte y socavaron su libertad terrena! ¡Mueran, mueran los dictadores sin tierra. En el devenir del tiempo desaparecerá su conciencia, sólo son producto de una evolución decadente y maligna. ¡Muera el catolicismo y el estado! ¡Florezca la libertad del hombre como una azucena en el alba campirana de la conciencia latinoamericana!

    Era una melodía hermosa y profunda la que tocaba, cual esencia que se propaga por el espacio, cuando, de pronto, apareció el duende a un lado del hombre barbado diciéndole lo siguiente:

    - Todo acto individual, todo modo de pensar individual hace temblar. Es imposible imaginarse todo lo que han tenido que sufrir en el curso de los tiempos los seres escogidos, raros, espontáneos, al ser considerados siempre como seres dañinos y peligrosos y al considerarse ellos mismos de este modo.

    Bajo el demonio de la moral de las costumbres, toda clase de originalidad supone intranquilidad de conciencia.

    - Ja, ja, ja… - se echaron a reír el arlequín y el hombre barbado y gritaron como unos muchachos:

    - Nunca nos comprenderá el hombre vulgar y doméstico, ja, ja, ja. En fin, sólo son producto de una sociedad excrementicia, tengámosle paciencia, son unos ancianos decrépitos y muy pronto la bendita muerte les soplará el alma y se pudrirán en el fango. Lo único malo es que su putrefacción seguirá oliendo a través de los años ja, ja, ja…

    Y el duende acabó diciendo lo que sigue en forma irónica:

    - Dicen que la iglesia es bendita por tener casi dos mil años, sin embargo, yo me pregunto, la maldad en el hombre tiene más de cuatro mil años ¿Será bendita también? Ja, ja, ja…

    Cállate arlequín irreverente - le contestó el hombre barbado, no digas esas malditas herejías enfrente de mí, la iglesia junto con el Papa son de orden divino, no ves que ayudan a los pobres y a los miserables del mundo, así como lo hacía nuestro maestro Jesucristo; no ves en la pobreza en que viven, cuáles ostentaciones, cuál lujo.

    - Uy sí, no me digas - le contestó el duende.

    - Mira, el que a hierro mata, a hierro muere.

    - Ya te dije que no digas herejías, que mi alma puede desviarse del camino recto y verdadero del catolicismo - acabó diciendo el hombre barbado en tono un tanto irónico.

    El duende mientras tanto le contestó:

    - Va, nunca se puede hablar en serio contigo, siempre has de traer a cuento tu prejuicio religioso que tanto mal te ha hecho, deja de atormentarte de ese modo y ten paciencia de los desvalidos, ellos no tienen la culpa. Aguanta su insolencia, recuerda que son niños que no saben lo que hacen.

    - Ya cállate - le contestó el ermitaño - no tengo humor como para seguir esta chusca plática. Cuéntame otra cosa. ¿Qué es lo que has visto de nuevo en el pueblo?

    - Prácticamente nada, siempre lo mismo, sin embargo sí hay algo que tengo que contarte. Fíjate que llegó un muchacho, muy arrogante por cierto, con decirte que osó gritarme en forma retadora.

    - ¿Cómo? ¿Te vio? ¿Dejaste que te viera?

    - Claro que no. Yo estaba como de costumbre danzando entre los hombres del pueblo, sin que nadie me viera, pues tú sabes que el ojo de los humanos simples no me puede percibir. Cuando salió precipitado por la ventana del cuarto del hotel, enfrente de la plaza y me clavó su vista, yo me pregunté si acaso me estará viendo, hasta que lo pude confirmar, pues intentó seguirme.

    - ¿Qué dices?, ¿Te vio?, ¿Pudo percibirte? No es un humano simple entonces, es vidente. ¿Qué te dijo?, ¿Cómo que te contestó retadoramente?

    - Pues veras, yo estaba danzando y cantando mi alegre canción acompañándola con mis cascabeles, cuando de repente, del balcón del hotel de la plaza salió ese antipático muchacho y me empezó a seguir, entonces yo me enojé y le grité un par de palabras dándole a entender que se largara del pueblo. Ya sabes, son de esos jovencitos citadinos que cuando llegan a los pueblos se sienten los dueños y nomás vienen a embriagarse y a drogarse sin sentido.

    - Pero éste te vio y los demás no te ven.

    - Y qué, no importa que me haya visto, hay muchos espíritus indignos que me ven.

    - Pues sí, pero ellos se asustan cuando te ven y los amenazas. Nunca te retan ¿o sí?

    - Bueno, a fin de cuentas recuerda que siempre hay una excepción a la regla, por lo que no podemos generalizar a todos los fenómenos con un mismo patrón sin cambios. Así que ese mozalbete puede ser un espíritu indigno que no se asuste y se atreva a retarme. ¿No crees? Por ser una excepción a la regla.

    - Pues yo pienso que puede ser una excepción a la regla también el creer que ese muchacho sea un espíritu excelso y que en la soledad de los bosques esté buscando alivio y refugio de un mundo social que le es hostil. Tú sabes muy bien como sufren los espíritus excelsos entre la muchedumbre. La envidia de los demás mata a muchos.

    - Ya empezamos otra vez con nuestras diferencias y alabado sea Dios por tal motivo. Tú piensa lo que quieras, que yo pensaré también como yo quiera. Recuerda que la verdad participa de diferente manera en cada uno de los hombres, por lo que no podemos generalizar nuestros criterios como definitivos y acabados.

    - Exacto y además la verdad está en continuo movimiento, por lo que no podemos estatizarla; así que, la verdad se da en el movimiento y como el movimiento representa cambio, la verdad es cambiante, por lo tanto no hay verdades eternas que permanezcan inmutables a través de los años. La verdad siempre va parecer diferente a los hombres de diferentes épocas.

    - Sabes, ya me calaste e hiciste que me entrara el espíritu de la pesadez con tanta mierda racionalista. Ya sabes que me pudren tus deducciones y aborrezco a la ciencia con toda mi alma, pues soy irracionalista. Mejor me largo.

    - Antes de irte arlequín amargado, sábete que la ciencia también es irracional.

    - Bueno, sigue pensando lo que quieras, no hagas caso de mis consejos de que abandones tus ideas científicas. Ellas te llevarán a la esclavitud. Mira hasta donde has llegado. Los hombres no saben aprovechar la ciencia.

    - La ciencia ha servido de mucho al hombre, es lo único que lo podrá mantener vivo en el nuevo milenio, en el que la humanidad puso ya un pie en el espacio sideral.

    - Mantente fiel a la tierra y olvídate de lo demás. Ya te lo he dicho.

    - ¡Va, en el fondo eres un hombre dogmático y dictatorial, igual a los que tú tanto criticas! ¡Vete al diablo pues!

    CAPÍTULO 5

    El comienzo de una larga investigación

    El arlequín se internó en el bosque y desapareció entre lo verde. El hombre barbado se dirigió a su cabaña. Mientras tanto, yo estaba estupefacto por lo que había visto y oído. Me senté angustiado al pie del árbol en el que me escondía. Quería empezar a digerir aquello. Era un platillo muy fuerte el que había comido hace algunos momentos y todavía no lo podía creer. Lo que más me sorprendió fue que habían hablado de mí y que el hombre de barba pensaba que yo era alguien especial porque había podido ver al arlequín. Y lo más significativo fueron las palabras del ermitaño quien dijo que yo buscaba el bosque como un refugio y un alivio al mal que causaba en mí el contacto social; que me era muy difícil vivir entre los hombres.

    Lo único que quería ahora era seguir espiando a aquellos dos misteriosos hombres. Quería saber más de sus extrañas vidas y tomé la decisión de ya no regresar a mi ciudad. Así que cautelosamente me fui acercando a la cabaña para ver si podía observar algo más. Caminando despacio, llegué a un lado de una ventana y poco a poco fui asomándome hasta que pude ver el interior. No lo veía a él, sólo se oía una pieza de violín arrabalera y juguetona. Era él el que tocaba, pero no lo podía ver. La habitación era modesta y rústica. Todo en ella era de madera. Lo que más me llamó la atención fueron los cuadros que tenía colgados en sus paredes, eran de un colorido atómico y las figuras que los componían estaban determinadas por curvas. Tenían una belleza sumamente peculiar, daban una sensación cósmica con sus atmósferas compuestas por estrellas. La música acompañaba mi contemplación de aquellas obras cuando de pronto se interrumpió y se escucharon pasos que se aproximaban a la habitación. Me pegué al margen del marco de la ventana para no ser percibido y vi que el hombre salió de la cabaña. Rodeé la casa hasta la parte frontal, en donde se encontraba la puerta central, para ver hacia dónde se dirigía y vi que tomaba camino rumbo al pueblo. Entre tanto, decidí inspeccionar de nuevo la enigmática cabaña.

    Entré y subí rápido por las escaleras. Quería ir de nuevo al cuarto en donde se encontraba la mesa elíptica repleta de cartulinas en las paredes. Llegué a él y me dirigí rápido a la pared que tenía más cerca, la del costado derecho y fijé mi vista en la primera cartulina que divisé y comencé a leer:

    El hombre es una criatura maravillosa y polifacética. En común con todos los seres de la naturaleza, tiene un cuerpo físico compuesto por los elementos básicos, que crece, se deteriora e interactúa con otros procesos.

    Este organismo está animado por un principio de movimiento que se alimenta y reproduce a sí mismo.

    Como los demás animales, es capaz de locomoción y está dotado de órganos sensoriales que lo capacitan para dirigir sus actos mediante una conciencia de los objetos externos y de sus propios placeres y dolores.

    Además, posee una libertad que lo hace dueño de su propia vida, mediante la voluntad y la elección. Es por último, como decía Procolo, un animal capaz de orar, de entrar en comunión con un ser superior a él mismo. ¹

    John Wild.

    Después de esto, decía:

    Nota:

    Desde el punto de vista de la teoría de la relación absoluta, el hombre es un ser determinado por las dimensiones tiempo-espacio-materiales y el campo electrogravitanuclear, el cual se encuentra inmerso en un proceso de transformación infinito. La muerte es una ilusión de los sentidos, pues el campo electrogravitanuclear de nuestra conciencia, al morir, se transforma y trasciende a una nueva dimensión tiempo -espacio-material. Después de haber viajado a la velocidad de la luz por el universo, reencarna de nuevo en otro sistema solar distante del que existió.

    Acabé de leer esto y rápido me asomé a la ventana del cuarto. Estaba muy nervioso, temía que llegara el ermitaño y me descubriera, pero no se veía nada por la vereda que conduce al pueblo y rápido me dirigí sobre otra cartulina y comencé a leer:

    La física comprende todo ente móvil o sujeto al cambio, entes sensibles y materiales cuyas características fundamentales son: el estar determinados en última instancia por las dimensiones tiempo-espacio-materiales y el tener en sí mismos el principio de concretización y desconcretización de la energía.

    El objeto de estudio de las ciencias físicas es la naturaleza y todos los procesos que ella involucra.

    Y al igual que en la anterior cartulina, ponía una nota en donde especificaba el punto de vista de la teoría de la relación absoluta que decía:

    La física para la teoría de la relación absoluta es el estudio del tiempo, del espacio y de la materia, que conforman a los múltiples campos electrogravitanucleares que interactúan en el universo.

    Los principios que determinan a la totalidad de los objetos físicos son:

    1.-   Principio del cuadridimensional tiempo-espacio-materia.

          Este principio establece que la magnitud de la energía, de todos los entes físicos en su totalidad, está determinada por las dimensiones tiempo-espacio-materiales en las que se encuentre inmerso en (x) zona del universo.

    2.-   Principio del campo electrogravitanuclear.

          Este principio establece que cada punto tiempo-espacio-material de (x) zona del universo, está determinado por un campo unificado energético denominado electrogravitanuclear, que es el producto de la interacción resultante de la suma de los campos electromagnético, gravitatorio y nuclear. Este campo electrogravitanuclear nos dice el potencial energético de dicho punto en cuestión.

    3.-   Principio de la concretización y desconcretización de la energía.

          Este principio establece que la energía del universo está en una constante transformación de una partícula atómica a una onda electromagnética. Y la concretización y desconcretización de la energía dependen de las dimensiones tiempo-espacio-materiales y del campo electrogravitanuclear en las que ésta se encuentre.

    Acabé de leer y de nuevo me asomé por la ventana, pues mi conciencia estaba muy intranquila. No quería ser sorprendido, decidí marcharme cuanto antes y tomé camino rumbo al pueblo de Aplapat.

    CAPÍTULO 6

    Tratando de recordar lo inefable

    Todo el camino rumbo al pueblo iba pensando en lo que había leído en las cartulinas; estaba fascinado e intrigado. ¿Quién será ese hombre?, ¿Qué estará investigando?, ¿Qué es eso de la teoría de la relación absoluta? Estaba asombrado. Me empezó a intrigar de sobremanera todo lo que estaba escrito en las cartulinas y quería saber más de aquello.

    Empecé a caminar más deprisa hacia el pueblo, pues quería llegar a anotar en mi libreta todo lo que me fuera posible recordar.

    Entré al hotel casi corriendo, abrí la puerta de mi cuarto y saqué de mi mochila de acampar un cuaderno. Lo abrí con desesperación y escribí:

    Teoría de la Relación Absoluta

    Principios fundamentales que determinan a la totalidad de los entes físicos.

    1.-   Principio del cuadridimensional tiempo-espacio-materia.

    La totalidad de los entes y fenómenos que acontecen en nuestro mundo físico, están determinados, conceptualmente, por el principio del cuadridimensional tiempo-espacio-materia. Por lo anterior, la energía de los objetos físicos viene determinada también por el principio anterior.

    Después del anterior principio, ya no supe qué anotar, mis ideas eran muy confusas y no pude poner nada en claro, hasta que, de pronto, se me vino a la memoria el segundo principio y seguí escribiendo:

    2.-   Principio del campo electrogravitanuclear.

          Establece que la totalidad de los entes y fenómenos de la naturaleza están gobernados por tres fuerzas interactuantes entre sí, que generan un campo unificado denominado electrogravitanuclear, producto de la interacción de las tres fuerzas de la naturaleza: el electromagnetismo, la

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