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Soltando Equipaje ...Entre Velas, Fotos, Libros Y Vino Tinto
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Soltando Equipaje ...Entre Velas, Fotos, Libros Y Vino Tinto
Libro electrónico136 páginas1 hora

Soltando Equipaje ...Entre Velas, Fotos, Libros Y Vino Tinto

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Información de este libro electrónico

Carmencita Velasco naci en la primavera, como un presagio de la bondad de su alma a ser brisa, bouquet de flores aromadas, lluvia refrescante y lozana para todo aquel que la conoce, o aun si slo se cruza en su vida. Primavera del 1963, como un presente celestial que el 17 de abril abri sus ojos a la Tierra que le vio nacer:

Carmencita ha sido escritora, maestra, coordinadora, consejera, administradora, defensora de nobles causas, asesora, caminante, lder, organizadora, la mayora sin remuneracin econmica. An ms, ha sido extraordinaria madre, estupenda amiga, colosal mujer.

Soltando equipajeentre velas, fotos, libros y vino tinto, es un legado para el gnero literario conocido como Memorias. Trasciende el empeo de acercarnos al final de la historia con la ilusin de un final feliz, pues el placer de la lectura se arraiga en los pasos de un caminante, viviente. Despus de todo, It's not the destination, it's the journey.

Stella Martin

IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento18 jun 2012
ISBN9781463328504
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    Soltando Equipaje ...Entre Velas, Fotos, Libros Y Vino Tinto - Carmencita Velasco

    So ltando Equipaje 

     …entre velas, fotos, libros y vino tinto

    Carmencita Velasco

    Copyright © 2012 por Carmencita Velasco.

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Las opiniones expresadas en este trabajo son exclusivas del autor y no reflejan necesariamente las opiniones del editor. La editorial se exime de cualquier responsabilidad derivada de los mismos.

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    Palibrio

    1663 Liberty Drive

    Suite 200

    Bloomington, IN 47403

    Llamadas desde los EE.UU. 877.407.5847

    Llamadas internacionales +1.812.671.9757

    Fax: +1.812.355.1576

    ventas@palibrio.com

    401107

    Contents

    Introducción

    Agradecimientos

    Uno :   El comienzo del final o el final del comienzo

    Dos :   Dejando el nido

    Tres :   De regreso a casa

    Cuatro :   Ángeles volando

    Cinco :   ¿En qué momento me perdí?

    Seis :   El momento de la verdad

    Siete :   Nueva lucha por vivir

    Ocho :   Una nueva mirada

    Nueve :   Confía… y recibirás

    Diez :   Momento de poda

    Once :   La moneda tiene siempre dos lados

    Doce :   AQUÍ ESTÁ tu respuesta

    Trece :   La nueva lucha por sobrevivir

    Catorce :   ¿Encontré mi lugar?

    Quince :   Reclamando mis alas

    Dieciséis :   Nuevo regreso, nuevo comienzo

    Conclusión

    Introducción

    Desde hace tiempo mi hijo Daniel me ha insistido en que debo escribir un libro. Yo le contesto:

    Algún día será, pero todavía no tengo ninguna historia que contar. Esto es así porque lo hechos que para él y sus hermanos (Néstor y Manolo) son extraordinarios, para mí son simple decisiones y elecciones ante sucesos normales en la vida de cada mujer.

    Sin embargo, me di la oportunidad de pensar y reconsiderar su petición. De todas maneras, no tengo nada que perder intentando recopilar hechos extraordinarios en la vida de una mujer ordinaria.

    Compartiré contigo cómo, a través de la pérdida de un hijo, de mi padre, un diagnóstico inesperado y el fin de un matrimonio de 25 años, pude entender el lenguaje de Dios que me ha ayudado a superar todas esas situaciones que le ocurren a cualquier mujer.

    Es la presencia de Dios en mi vida, la actitud positiva que siempre asumí, el apoyo de mis familiares y amigos, el amor de mis hijos y mi determinación lo que me sirvieron para seguir adelante en la vida y no amilanarme ante la adversidad.

    Te relato lo ocurrido sin interés de entrar en temas que no conozco, ni con la intención de crear la falsa impresión de que domino las áreas de la conducta humana. Tampoco hay una intención de adoctrinar. No cuento con formación académica ni profesional en estas áreas, sin embargo, mi sentido práctico de ver las cosas y estar abierta a nuevas ideas, me han funcionado para que todas las experiencias difíciles, hayan sido y sean más llevaderas convirtiendo cada pérdida en una valiosa ganancia.

    No conozco ninguna institución que dé un certificado de preparación para el dolor, pero la confianza, el perdón, el amor y el agradecimiento me capacitan para hablar de mi experiencia, sin necesitar grandes títulos creados por el hombre.

    Recrear estas experiencias para compartirlas contigo ha sido difícil. Sin embargo, aunque el tiempo no ha borrado las huellas del dolor, ha sido generoso en suavizarlas y dejarlas marcadas para que sirvan como referencia en servicio de otras mujeres y hombres a quienes puedo servir a través de una palabra de aliento, empatía y honestidad.

    Éste es mi legado.

    Agradecimientos

    He cambiado algunos nombres, sin embargo han sido seres reales que como regalo de la vida impactaron la mía con su existencia. A ellos doy gracias por estar. Sin embargo, no voy a obviar los nombres de quienes se unieron a este proyecto para hacerlo realidad:

    Mamita, has sido mi gran influencia y ejemplo para seguir perseverando y nunca quitarme. Cuánto tengo de ti, mas no te alcanzo, porque de los fuertes eres la más, en belleza sin igual y en amores y pasión te llevas por delante a quien ensaya amar.

    Néstor, Manolo y Daniel: gracias por escogerme como madre, por ser quiénes son, por cuidarme, amarme e inspirarme. Los observo con orgullo por los valores que les destacan por encima de la multitud.

    Dianita, más que hermana, eres amiga y eres fuerza desde la distancia. Rubén, mi hermano, gracias por tu hombro, en el que lloro sin temor, para tomar fuerzas. Wally, mi hermanito, tu pasión por la lectura y la poesía me inspiran a escribir, porque sé que leerás mis letras como lees mi vida.

    A las Chachas, y Fundación Mujer Sin Tiempo gracias por ser maestras; a mis compañeros de clases y de Escuela Superior, gracias por seguir montados en el tren de mi vida; mis amigos del karaoke que formaron esa familia temporera que me acompañaron, me apoyaron y me aceptaron durante una etapa en la que mi piso se movía.

    Maribel Pérez: artista, comunicadora de la paz, mujer versátil que en tu arte delatas lo que tu corazón quiere gritar. Gracias por tu amistad, tu ayuda y tu apoyo para este proyecto y los que nos faltan por trabajar juntas. Gracias por la hermosa portada de este libro, hija de tu obra Soltar.

    Noris Martin, no hay suficientes páginas en esta edición para expresar lo que significa tu amor incondicional y valiosa amistad. La vida nos regaló a cada cual. Son muchas más las páginas que ocupas en mi vida, y en mi canvas en blanco tomaremos juntas el pincel de las travesuras que queremos facturarle a la vida. Gracias por ser mi cómplice en esta nueva locura y por escribir mis datos biográficos con la tinta de tu corazón.

    Marta Padín e Ivonne Camacho, porque se montaron en el tren de mi vida para ser cómplices de mis nuevas aventuras.

    Georgie, gracias por tu amor, por ser mi maestro en el arte de amar con devoción y por tu sonrisa que me inspira… y por todas las cosas que nos restan por vivir.

    Dedicatoria

    A Melvin González y a Mayra Pérez quienes, en su lucha por ganarle un minuto más a la vida, me enseñaron a no desperdiciar ni un minuto de la mía. Gracias por su amor, por todo cuanto lucharon y por enseñarme la lección más valiosa… ¡VIVIR!

    A Papi, por tu gran legado: la generosidad, el agradecimiento, la capacidad de perdonar y el optimismo, el cual, al emularlo, conecto con tu presencia.

    Uno

    El comienzo del final o 

     el final del comienzo

    Hoy es lunes, un día ordinario para una vida ordinaria. Es un día como cualquier día de cualquier persona, de cualquier madre, de cualquier mujer. Lunes feriado en el que decidí, después de cinco meses, regresar a mi casa. Casa, como cualquier casa, feriado como cualquier feriado.

    Sin embargo, es mi lunes, es mi casa, es mi vida. Vida que ha sido trastocada en lo más profundo de mis entrañas, como si un órgano vital fuese arrancado sin anestesia ni instrumentos, como se arranca la hierba que creemos mala y que decidimos que daña el resto de la pradera.

    Me tomó cinco meses poder regresar, poder oler, ver y tocar lo que es mío. Lo que he luchado y he trabajado para ganarlo con sudor, compromiso, responsabilidad y amor. No fue fácil llegar y entrar como si nada, cual si fuera un día ordinario. Para mí, no es cualquier día.

    Apenas entré a la marquesina después de abrir la puerta eléctrica me desbordé en llanto. Llanto desgarrador que no quita el dolor, por más que grite, por más que llore, por más que broten lágrimas de mis ojos ya secos, pero no de llorar, sino de no querer llorar. Auto-imposición que no sé de qué me sirve y que no funciona. Tragar lo que no me alimenta, callar lo que no me alienta.

    Llamé a Mariel, mi vecina y amiga. Le digo –no puedo hacerlo sola-. Me abrazó, tomó mi mano y como el ciego que acaba de abrir sus ojos para ver una luz que no conoce, entré a mi casa. Observé alrededor y… todo está igual. Aún parece un lugar en el que se vive. En el que cualquier familia comparte un domingo de hacer limpieza, cortar la grama, lavar los autos. O un domingo de ir a la iglesia, comer bocadillos o pastelillos de pescado, para llegar a la casa y hacer limpieza, cortar la grama, lavar los autos. Mi forma de pasar un domingo feliz, mi único domingo que hasta ahora conocía.

    Cualquiera diría –qué aburrido-. Puede que también yo lo diga, por alardear o querer aparentar ser mujer de mundo. Pero en el fondo, es felicidad plena, es la esencia humana apegada a la realidad de quien soy. No es la conformidad de hacer lo que se puede sino la certeza de que es lo que es… una vida simple en armonía, amor y paz.

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