En aquella estación
()
Información de este libro electrónico
Cinco destinos y una sola estación...
Meryl & Peter
Liza & Vadinho
Ken & Aurora
Juanita & Liam
Cinco destinos y una sola estación...
Un capricho del acaso nos hacer cruzar sus historias y a través de un acontecimiento inesperado que mudará la trayectoria de todos para siempre, nos hace reflexionar: En los senderos de la vida, ¿hasta donde nos pueden llevar los sentimientos?.
Relacionado con En aquella estación
Libros electrónicos relacionados
De todos los Lírios: Edición Kindle Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesOtoñales rosas del amor Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAnimal Rosadulce: Historia no tan lírica de un gay cubano Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesRetratos en tango Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Amor Prohibido Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesRockeada por un Vampiro: Corazones inmortales de San Francisco, #3 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMátalos suavemente Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesARENAS: Cuentos de hadas contemporáneos con temática de amor, poemas y prosa Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesColumbus circo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLeve Es La Vida Que Nos Queda: Nueva Antología De Poemas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa carne quemada Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHistorias en versos y cantos: Amores, brisas y llantos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Te Amo De La Violencia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Fusion - Sencillamente & Solo Chanze • Incluye "Mis 220 Poemas" + Extras Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa sonrisa verdadera: Dos hermanos unidos por un viaje que les cambiará la vida Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Nómada Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl lado oscuro del corazón Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEscríbeme el final... Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl hospital del alma Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDora Werther Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPequeña historia de amor de Mujer que Sueña y Buscapoemas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesViento Norte Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAquellos duendes del alma Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas Cuatro Estaciones Del Lobo Calificación: 1 de 5 estrellas1/5Quìmica del amor y otros poemas en dècimas espinelas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl viejo anhelo de provocar un incendio Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCoronamores. Amores que nacen, mueren y matan en cuarentena. Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPoesía mágica moderna Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Poesías de una vida: Versos originales de una larga vida Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Trampa del Disfraz: Volumen 1. Poesía Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Ficción general para usted
100 cartas suicidas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Divina Comedia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El libro de los espiritus Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Meditaciones Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Iliada: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Poemas de amor Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Arsène Lupin. Caballero y ladrón Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La milla verde (The Green Mile) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5¿Cómo habla un líder?: Manual de oratoria para persuadir audiencias Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Rebelión en la Granja (Traducido) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Ilíada Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La riqueza de las naciones Calificación: 5 de 5 estrellas5/5EL PARAÍSO PERDIDO - Ilustrado Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Crimen y castigo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Las 95 tesis Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El mercader de Venecia Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Crítica de la razón pura Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mitología Inca: El pilar del mundo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mañana y tarde Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La llamada de Cthulhu Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La casa encantada y otros cuentos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Las siete muertes de Evelyn Hardcastle Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cuentos para pensar Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Esposa por contrato Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Alicia en el País de las Maravillas & A través del espejo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Fortuna Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cartas Filosoficas de Séneca Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Sexópolis: Historias de mujeres y sexo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Sobre la teoría de la relatividad Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Comentarios para En aquella estación
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
En aquella estación - Michele Viviane de Souza Silva
EN AQUELLA ESTACIÓN
MISHA ANDERSON
COPYRIGHT © 2017 MISHA ANDERSON
Cubierta: Diego Freitas Designer
Revisión Final: Sabryne Cunha de Matos
1ª Edición
RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS
Es prohibida la distribución o copia de cualquier parte de esta obra sin el consentimiento escrito del autor.
EN AQUELLA ESTACIÓN
––––––––
Cinco posibilidades de amar, cinco destinos y una sola estación
Embarque en ese viaje emocionante...
Sus caminos eran tan diferentes, pero una coincidencia atraviesa las historias de cinco parejas
y a través de un acontecimiento inesperado que mudará la trayectoria de todos para siempre, nos lleva a reflexionar: En los caminos de la vida, ¿hasta dónde nos puede llevar los sentimientos?
––––––––
I – ENQUANTO ESPERO– (Meryl & Peter)
II – EM UM DANCING CASSINO– (Lisa & Vadinho)
III – CANÇÃO DE NINAR PARA RAFAEL ZAHAV – (Sofia & Rafael)
IV – UM LENÇO, UM AMOR – (Aurora & Ken)
V – NO CARMIM DOS SEUS LÁBIOS – (Juanita& Liam)
Sumario
AGRADECIMIENTOS
AMORES EN LOS VAGONES, VAGONES EN LOS CARRILES
PARTE I
PRÓLOGO
TREN BALA
MIENTRAS ESPERO
EN UN DANCING CASINO
CANCIÓN DE CUNA PARA RAFAEL ZAHAV
EN EL CARMÍN DE SUS LABIOS
PARTE II
MIENTRAS ESPERO – FINAL
CANCIÓN DE CUNA PARA RAFAEL ZAHAV - FINAL
UN PAÑUELO, UN AMOR - FINAL
EN EL CARMÍN DE SUS LABIOS - FINAL
AGRADECIMIENTOS
Este cuento es fruto de un sueño, un desafío que pateó mi trasero, tirándome de mi zona de conforto literario. Cada línea escrita fue una dulce descubierta de que puedo probar mis límites e ir más lejos, por eso yo agradezco a Dios y a mi cazador de alegrías
por permitirme escribir y tener la alegría de que mi historia sea leída por cada uno de ustedes.
A mis hijos, gracias por amarme mismo en mis momentos de aislamiento y por comprender que los libros son parte de mí y vivir incompleta seria en lo mínimo bien frustrante.
A mi hermana, Elize Souza, no tengo palabras para agradecer el apoyo e incentivo diario, más allá de la generosidad en autorizarme a escribir el cuento: En un dancing casino
, inspirado libremente en la historia de amor, más allá de la vida, de nuestros padres.
A los amigos lectores fieles del Wattpad, Amazon y de mi grupo del WhatsApp Misha Anderson Romances, nada de eso sería posible sin esa corriente de amor que me arrulla, acuna e impulsa a siempre hacer más y mejor, sigo reafirmando que yo no podría tener en esa existencia lectores más fantásticos.
A mi querido padre y amigo, Orlando Quitete, mi gratitud por la forma generosa con que me brinda con su sabiduría y su regazo en los momentos en que yo más necesito.
A mi amigo y escritor Samuel Nogueira por haberme regalado con ese prólogo delicado y especial como su corazón y a Rafael Zahav, por permitirme crear el cuento: Canción de cuna para Rafael Zahav
, libremente inspirado en su historia de vida, muchas gracias por la honra de dividir con los lectores un poco de su alma dulce.
Al responsable por mi corazón batir más acelerado, si, y usted mismo, ¿pensó que me olvidaría de usted? Risas
, Amore
, gracias por su apoyo, principalmente cuando la bendita computadora resolvió probar mis nervios y dio defecto en los 45 minutos del segundo tiempo del juego, siéntase besado...
Y, finalmente, dedico este libro con todo mi corazón al sentimiento más sublime que un ser humano puede tener:
Oh amor, mientras puedas, no te pierdas de mi".
AMORES EN LOS VAGONES, VAGONES EN LOS CARRILES
Cada escritor tiene una forma de crear una sintonía con las historias que cuenta, cada uno tiene una especie de ritual para escribir una obra, algunos solo escriben en el mismo local, otros gustan de trabajar en el silencio acogedor de la madrugada.
Sin embargo, más que cualquier otra cosa, me considero una contadora de historias. Es la forma más directa, la flecha más certera que las tramas y los personajes me alcanzan y entran en mi alma es a través de la música.
Para mí, algunas músicas son como mensajes directos de los personajes, como si a través de las rimas y acordes ellos se desnudasen, revelando a cada línea un poco más de los secretos.
Las músicas abajo se alineaban con los personajes de este cuento, que ellas puedan también tocar sus corazones.
- Naquela estação – Adriana Calcanhoto
- Trem azul – Elis Regina (Lô Borges)
- A rota do indivíduo (óxido) – Djavan
- Da cor do pecado – Dori Caymmi (Bororó)
- Em um dancing cassino – Fátima Guedes
- Encontros e despedidas – Maria Rita (Milton Nascimento)
- Menino grande – Maria Bethânia (Antônio Maria)
- La solitudine – Renato Russo (Laura Pausini)
- Por si acaso no regresso – Célia Cruz
- Dos gardenias y Bésame mucho – Omara Portuondo
- Murmullo – Ibrahim Ferrer (Buena Vista Social Club)
- Proposta – Roberto Carlos
- Caruso – ZiziPossi (Lucio Dalla)
- OyfnPripitchik – (Canción de cuna judaica)
- Alwaysonmymind – Michael Bublé
- Lullaby – Take 6 (Alvin Chea / IvanLins)
PARTE I
––––––––
Usted
Entró en el tren
Y yo en la estación
Viendo un cielo huir
––––––––
También no daba más
Para intentar
convencerle
A no partir...
PRÓLOGO
"...No se trata de tener
Todas las personas del mundo para ti
Se trata de saber que en algún lugar
Alguien cela por ti
Se trata de cantar y poder escuchar
Más que tu propia voz
Se trata de bailar en la lluvia de la vida
Que cae sobre nosotros
Y saber sentirse infinito
En un universo tan vasto y bonito
Es saber soñar
Y, entonces, hacer valer cada verso
De aquel poema referente a creer
No se trata de llegar al lugar más alto del mundo
Y saber que venció
Se trata de escalar y sentir
Que el camino te fortaleció
Se trata de ser abrigo
Y también tener hogar en otros corazones
Y así tener amigos contigo
En todas las situaciones
La gente no puede tener todo
cuál sería la gracia del mundo si fuera así?
Por eso, yo prefiero sonrisas
Y los presentes que la vida trajo
Para mi alrededor
No se trata de que el dinero
Es capaz de comprar
Y si sobre cada momento
Sonriendo para compartir
Tampoco se trata correr
Contra el tiempo para tener siempre más
Porque cuando menos se espera
La vida ya quedó para atrás
Sostiene a tu hijo en tus brazos
Sonríe y abraza a tus padres
Mientras están aquí
Que la vida es tren bala, compañero
Y nosotros solo somos pasajeros a punto departir..."
(Trem bala – Ana Vilela)
TREN BALA
Un hombre camina por la estación cargando una caja pesada: un servicio.
Era solamente eso que él debería pensar, era un servicio y nada más.
Repetir eso era su mantra, pero de cierta forma todas las veces que él imaginaba el poder de lo que había dentro de aquella caja y lo que sus servicios causaban, él pensaba si valía la pena aquel dinero.
Estaba debiendo algunos millares de Euros a los rusos...Mismo que no quiera, o tomaba este servicio para tener el dinero para pagar, o bien...Los Rusos harían con él lo que sabían hacer de mejor.
Antes ellos que yo – El repetía hasta convertirse en un mantra – Antes ellos que yo...
...
El hombre de bigote levantó sus ojos para el reloj que parpadeaba delante de él. Faltaban trece minutos.
-Yo sé querida, voy a resolver esto tanto pronto como sea posible – Habló mientras tomaba una taza de café. - Está dando mi hora, necesito colgar, te amo.
Coloco el teléfono y confirió el reloj en su frente con el reloj dorado que sacó del bolsito de su chaleco. Estaban sincronizados.
Era así como él gustaba que fuese su vida.
Y así era su vida.
Cada cosa a su debido tiempo, y todo en la orden determinada. ¿Había algo mejor? Sincronicidad era su palabra predilecta, su neologismo personal.
Colocó su reloj en el bolsillo derecho de su chaleco, verificó el bolígrafo en el bolsillo izquierdo de su casaca y colocó su quepis.
Retiró su pañuelo blanco del bolsillo y dio un brillo en su placa de identificación:
––––––––
Thomas Lawkeeper – Maquinista
...
- Mamá, manda a Mary a devolver mi Ipad.
- Mary, devuelve el Ipad de tu hermana. –Habló sin quitarlos ojos del Notebook.
- Pero ella lo agarró primero.
- Niños, obedezcan a su madre, no me hagan ir para allá –Habló el papá de las niñas con su fuerte acento alemán – Sin quitar los ojos de su celular.
...
Andrew estaba de nuevamente de viaje. Necesitaba cerrar el negocio de las minas de carbón en la Italia y ver como andaban las filiales. Intentaba concentrarse en el informe y siempre perdía la línea de raciocinio cuando dos malditas muchachas, algunos bancos al frente peleaban por causa de un Ipad.
¿Será que sus padres no veían eso? ¿No podían bajar un poco la mirada de sus malditos electrónicos y callar la matraca de aquellos seres infernales? – Pensó.
- Yo debía haber ido de primera clase, Maldito Jeng, nunca hace lo que yo mando. Cuando vuelva a Londres él va a tener lo que es de él. Se yo no conseguir esta fusión va él e aquella maldita enamorada del sector personal para la calle. ¿Será que él no sabe que yo sé que ellos se pegan en el armario de papel oficio?
El ejecutivo intentaba terminar su informe ...
...
Un hombre corpulento, moreno, de cabello corto, cortado al estilo militar, con bellos ojos color de Whisky mira por la ventana la belleza del campo y por un momento toda la tristeza que había dentro de aquella cabina de primera clase se desvanece.
Él estaba allí con un propósito – disfrutar la luna de miel con su esposa y era eso que él iba a hacer y no había nada en este mundo que fuese a impedirlo, ni mismo un Glioblastoma
El movimiento de la puerta del baño de la cabina lo quita del transe.
El hombre rápidamente se levanta y corre para ayudar a abrir la puerta, de allí sale una señora fragilizada, con un rosario de Nuestra Señora de la Concepción en las manos. Cuando ve a su marido, ella abre una sonrisa sincera:
- ¡Gracias querido! Usted siempre a mi lado ayudándome en las pequeñas cosas.
- Claro que sí, amor. Soy Osvaldo Silva, a su disposición, desde 1975.
- ¿Estas creyendo que ahora eres una empresa? – Habla mientras carcajea con gusto.
- Usted sabe que yo pelearía con un millón de Jairos por ti.
- Si sé querido, pero no precisa. Desde que vi sus ojos en aquella discoteca tuve una certeza en la vida.
- ¿Y cuál es la certeza, Dona Lisa Oliveira?
- Yo te amo, Vadinho.
- Yo también te amo, Lisa.
La pareja de ancianos sigue su última luna de miel en aquella cabina de primera clase apreciando la compañía sincera uno con el otro.
...
Un joven, sentado en el bar del tren mira en su celular una foto familiar y llora e llora compulsivamente. El camarero al ver aquello adopta su patrón de comportamiento:
- ¿Señor hay algo en que yo pueda ayudar?
- Temo que no, habló el joven intentando enjuagar las lágrimas.
- Créeme, tiene pocas tristezas que el etanol no apague. ¿Qué tal un whisky doce años?
- Ok, vamos intentar.
El camarero prepara profesionalmente un drink y sirve al joven amargado.
...
- ¿Estas robando otra vez, Jack?
- ¿Yo robando?
- Si usted, caíste seis en el dado, no cinco, no ganaste.
Mientras los niños jugaban, un joven los observaba. Ver aquellos niños felices le hizo recordar a su infancia en Israel. Días felices cuando podía ser quien quería ser y jugar como si no hubiese mañana. Este viaje de tren mudaría su vida. Ahora podría ser feliz al lado de quien amaba y podría jugar de todo lo que quisiera con ropa o sin. Una música brasileira sonó en su cabeza en este momento:
"... Me gustas
Y me gusta quedarme contigo
Mi risa es tan feliz contigo
Mi mejor amigo
Es mi amor
Y la gente canta
Y la gente baila
Y la gente no se casa
De ser niño
La gente juega
En nuestra vieja infancia..."
(Velha Infância – Tribalistas)
...
Thomas en su cabina, durante un periodo de silencio del viaje nota que está escuchando un sonido bien bajo.
Retira tu reloj de pulsera del bolsillo. Nada
Thomas comenzó a buscar de donde estaba viniendo aquel sonido diferente.
¿En treinta años como maquinista no se acordaba de aquel tono de sonido en la cabina, sería una nueva medida de seguridad?
Continuó siguiendo el son y vio que él emanaba debajo de su silla. Allí abajo había una maleta de cuero pesada.
¿Quién se olvidó una maleta aquí? – Él pensó – Quien estuvo aquí para colocar una maleta en mi cabina?
Al abrir la maleta no podía haber tenido una peor sorpresa.
Un pequeño reloj acoplado a una bomba indicaba cinco segundos en el mostrador.
Ahora él sabía porque su puerta estaba semiabierta
Tuvo rabia por no haber descubierto eso antes
Pensó en hacer algo, pero no habría tiempo de abrir la puerta, ya sabía lo que iba a pasar.
Pensó en su esposa y en sus hijos. Había prometido estar con ellos luego que aquel viaje termine.
- Clara, no importa dónde estés, quiero que sepas yo te amo.
El maquinista fue consumido por el sol que tomó cuenta de la cabina.
El tren descarriló.
Una pareja de ancianos que estaba en su cabina de primera clase, ni percibió la explosión que los hizo partir juntos. Ellos estaban demasiados preocupados en amarse.
Un joven en el bar no terminó de tomar su Whisky.
No había más niños discutiendo por el Ipad.
El hombre de negocios nunca terminaría su informe.
El juego de los niños acabó.
El joven que los observaba estaba caído en el piso en posición fetal, pensando en cómo estaría el hombre que él amaba.
El tren nunca llegaría a Roma.
MIENTRAS ESPERO
(Meryl & Peter)
Miro la nieve cayendo a través de la ventana, los copitos balanceando de un lado al otro, al sabor del viento, blancos tales como pequeños cojines de algodón dulce, rodando en el aire, leves y suaves, antes de caer en el piso resbaladizo y me distrajo con ese lindo espectáculo de la naturaleza, perfecto ese período lúdico de festejos navideños. Nosotros, los Chapman, vivimos en New Jersey desde siempre, aquí nos casamos, criamos a nuestro hijo, y fue aquí que mi Usher fue electo, por dos veces, Gobernador del Estado.
Desde donde estoy sentada, estirando el cuello, puedo ver los enormes pinos llenos de luces de los Sarandon, nuestros vecinos hacen más de veinte años, y sin que yo me esfuerce, una sonrisa tonta brota de mi cara, al contemplar el muñeco de nieve en la puerta de mi casa, hecho por los niños en la calle, lo que rápidamente me hace recordar a mi Peter, nunca vi un niño gustar tanto de la navidad como a mi hijo.
Es gracioso que yo piense en él al ver a los niños, ya que dejó los pantalones cortos hace mucho tiempo, convirtiéndose en un muchacho lindo a los veintiocho años.
Cuando Peter era pequeño, se juntaba a sus compañeros y esparcía muñecos de nieve por toda la calle, hacia cuestión de descascar las manzanas para la torta de la cena, además de siempre ayudarme a adornar el arbol de navidad. Tratándose de navidad, aquí en casa, él siempre fue el primero a involucrarse en todo, el más animado, el último a dormir, un fiestero, eso sí es lo que él es.
Ansioso como él sólo, días antes de la gran noche, ya colocaba en la ventana el zapatito para recibir su regalo y la víspera de Navidad, siempre dormía encogido en la alfombra de la sala, esperando sorprender al pobrecito Papa Noel, cuando el descendió por la chimenea.
La vida realmente es sorprendente, yo nunca podría imaginar que aquel chico delgado y tímido, que se escondía de todo y todos agarrado en mis piernas, se transformaría en un médico dedicado y corajoso, tan preocupado con las causas humanitarias, corriendo el mundo para salvar la vida de los más precisan.
Ese altruismo él heredó de Usher, un ejemplo de político activo y ético, que hasta hoy, todavía tiene varios proyectos sociales, idealizados por