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El Arte del Ministerio
El Arte del Ministerio
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Libro electrónico208 páginas4 horas

El Arte del Ministerio

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Desarrollar un arte es desarrollar una habilidad. La Biblia dice que el favor viene a los hombres de habilidad. La obra del ministerio exige gran habilidad.

Este nuevo libro, "El Arte del Ministerio" es un recurso muy necesario para todos los que quieren hacer la obra del ministerio. Presenta claramente lo que es el pensamiento correcto o erróneo acerca del ministerio, cual es la obra del ministerio, lo que se requiere de ti como trabajador en el ministerio y la forma de realizar las tareas de un ministro.

¿Te has preguntado acerca de cómo ejecutar tu trabajo en el ministerio? Este libro excepcional por Dag Heward-Mills te retará andar como es digno de la llamada de Dios y te guiará a entregarse totalmente a la obra del ministerio.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento31 may 2018
ISBN9781683980575
El Arte del Ministerio
Autor

Dag Heward-Mills

Bishop Dag Heward-Mills is a medical doctor by profession and the founder of the United Denominations Originating from the Lighthouse Group of Churches (UD-OLGC). The UD-OLGC comprises over three thousand churches pastored by seasoned ministers, groomed and trained in-house. Bishop Dag Heward-Mills oversees this charismatic group of denominations, which operates in over 90 different countries in Africa, Asia, Europe, the Caribbean, Australia, and North and South America. With a ministry spanning over thirty years, Dag Heward-Mills has authored several books with bestsellers including ‘The Art of Leadership’, ‘Loyalty and Disloyalty’, and ‘The Mega Church’. He is considered to be the largest publishing author in Africa, having had his books translated into over 52 languages with more than 40 million copies in print.

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    El Arte del Ministerio - Dag Heward-Mills

    Capítulo 1

    Los dones y el llamamiento de Dios son irrevocables

    El primer llamado

    La palabra del Señor vino a Jonás hijo de Amitay, y le dijo: «Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive, y predica contra ella, porque hasta mí ha llegado la maldad de sus habitantes».

    Jonás 1:1-2

    El segundo llamado

    La palabra del Señor vino a Jonás POR SEGUNDA VEZ, y le dijo: «Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive, y proclama allí el mensaje que yo te daré».

    Jonás 3:1-2

    ¡Dios es un Dios misericordioso! Él te dará una segunda oportunidad para que lo obedezcas. Jonás es un ejemplo de alguien que tuvo una segunda oportunidad de escuchar y obedecer. ¡A veces, solo tenemos una oportunidad!

    El Dios de las segundas oportunidades

    Quizás Dios siempre quiso que trabajaras en una iglesia y por eso te creó. A lo mejor has estado huyendo del llamado de Dios. Pero Él te llama nuevamente. Dios habló dos veces con Jonás. Entre el primer y el segundo llamado, Jonás tuvo varias experiencias. Experimentó las tormentas de la vida y estar encerrado en el vientre de un gran pez. Tal vez, luego de varias experiencias difíciles, estás listo para escuchar a Dios.

    A lo mejor al tomar este libro, Dios te está dando una segunda oportunidad de trabajar en Su casa. Es hora de sumarse al ejército para la batalla final.

    Sin cambios en el llamado

    Notarás que el primer llamado y el segundo son idénticos. En ambos, Jonás fue enviado a la misma ciudad (Nínive) con exactamente el mismo mensaje. Los dones y el llamado de Dios son sin arrepentimiento (Romanos 11:29).

    Dios no cambia de idea con el paso del tiempo. Aun después de que hayas pasado por penosas tormentas y vientres de grandes peces, Él todavía puede usarte. Quizás pasaron diez años desde el primer llamado de Dios. No es demasiado tarde para obedecerlo. Me agrada servir a un Dios que nunca cambia de idea.

    Aceptar el llamado de Dios es aceptar ser transformado en algo que no eres. Jesús le ofreció a Pedro convertirlo en algo que no era: ¡un pescador de hombres!

    Entrar al ministerio no se trata de hacer una gran contribución al reino de Dios. Nada depende de ti ni nada será destruido porque te niegues al ministerio. Todos somos prescindibles.

    Nosotros nada podemos hacer contra la verdad, sino a favor de la verdad.

    2 Corintios 13:8

    Este pasaje nos enseña que no hay nada que podamos hacer que vaya contra la verdad de la Palabra de Dios. Nuestros mayores pecados no entorpecerán la verdad del evangelio. Negarse rotundamente a responder al llamado no podrá modificar el curso del ejército triunfante de Dios. Es nuestro privilegio ser llamados a Su obra. Es un honor para nosotros poder participar. Es hora de dejar de pensar que vas a hacer algo extraordinario para Dios.

    Estar en el ministerio es una experiencia que te da una lección de humildad y aprendes sobre Dios y recibes Su misericordia. Jesús les dijo a Sus discípulos que lo siguieran y que Él haría algo de ellos. En el ministerio de tiempo completo serás moldeado en una vasija que Dios pueda usar.

    Jesús les dijo: «Síganme, y YO HARÉ de ustedes pescadores de hombres».

    Marcos 1:17

    En el ministerio de tiempo completo, serás transformado por la renovación de tu mente y por las numerosas situaciones que te esperan y que significarán una lección de humildad. El ministerio de tiempo completo es, en realidad, el comienzo de un recorrido que te llevará más cerca de Dios. Te transformará y te hará una persona más humilde. La misma naturaleza de este mundo despreciado y la interacción con otros cristianos en el ministerio seguramente te quebrantarán y te convertirán en una mejor persona. Además, la interacción con los de afuera, que no comprenden qué es el ministerio de tiempo completo te conducirá aún más y más a Dios.

    Lo que no es el ministerio de tiempo completo

    Estar en el ministerio de tiempo completo es cuando Jesús te hace pescador de hombres. Recibir un salario por tu ministerio no te convierte necesariamente en un ministro de tiempo completo.

    Que tu fuente de ingreso venga de la iglesia en vez de provenir de un banco no significa que estás en el ministerio de tiempo completo. El ministerio de tiempo completo es un paso global por el que decides seguir al Señor de manera absoluta. Que lo sigas, significará muchas cosas, entre las que se encuentran las que se enumeran más abajo.

    El ministerio de tiempo completo no es tan sencillo como un cambio de trabajo. Es un compromiso de por vida. Absorberá todo tu ser y serás transformado por el poder de Dios.

    El ministerio de tiempo completo no es nada de esto:

    El ministerio de tiempo completo no es una opción laboral conveniente.

    El ministerio de tiempo completo no es una opción laboral más sencilla.

    El ministerio de tiempo completo no es una jubilación para los mayores.

    El ministerio de tiempo completo no es un arreglo para reubicar empleados.

    El ministerio de tiempo completo no es un refugio para madres de niños pequeños.

    El ministerio de tiempo completo no es un deseo póstumo para quienes han dedicado sus mejores años a hacer otras cosas.

    El ministerio de tiempo completo no es un plan de negocios encubierto. Algunos quieren usar el ministerio de tiempo completo para asegurarse un salario mientras paralelamente desarrollan su negocio. ¡Negocios son negocios y ministerio es ministerio!

    El ministerio de tiempo completo no es una actividad para hacer entre un empleo y otro.

    El ministerio de tiempo completo no es un trampolín para hombres con ambiciones seculares.

    El ministerio de tiempo completo no es un plan para paliar la pobreza. A veces es económicamente mejor trabajar en el ministerio.

    El ministerio de tiempo completo no es lo mismo que transferir tu profesión del mundo secular a la iglesia. Que hayas sido contador en el mundo no significa que debas ser el contador de la iglesia.

    El ministerio de tiempo completo no es una cuestión de cambiar el origen de tu salario.

    El ministerio de tiempo completo no es un empleo de verano. El ministerio de tiempo completo no es algo para los estudiantes de vacaciones.

    Errores sobre el ministerio de  tiempo completo

    Hay errores comunes que afectan a las personas en distintas circunstancias. Los que están en el ministerio de tiempo completo no son la excepción. Algunos de los errores que rondan el ministerio de tiempo completo son:

    1. Como estoy en el ministerio de tiempo completo, soy especial.

    2. Como estoy en el ministerio de tiempo completo, tendré un buen sueldo.

    3. Como estoy en el ministerio de tiempo completo he alcanzado una altura espiritual insuperable.

    4. Como estoy en el ministerio de tiempo completo soy mejor que los ministros laicos.

    5. Como estoy en el ministerio de tiempo completo viajaré al exterior.

    6. Como estoy en el ministerio de tiempo completo tendré una gran casa.

    7. Como estoy en el ministerio de tiempo completo tendré un automóvil.

    8. Como estoy en el ministerio de tiempo completo seré rico.

    9. Como estoy en el ministerio de tiempo completo sé que me he vuelto una persona espiritual.

    10 .Como estoy en el ministerio de tiempo completo tendré un mejor matrimonio y una mejor vida familiar.

    11. Como estoy en el ministerio de tiempo completo tendré más tiempo para orar, adorar y estudiar la Palabra.

    12. Como estoy en el ministerio de tiempo completo Dios se complace con mi vida.

    13. Como estoy en el ministerio de tiempo completo ando en amor.

    14. Como estoy en el ministerio de tiempo completo mi juicio será leve.

    15. Como estoy en el ministerio de tiempo completo soy ungido y tengo protección.

    16. Como estoy en el ministerio de tiempo completo a mis hijos les irá bien.

    17. Como estoy en el ministerio de tiempo completo iré con seguridad al cielo.

    18. Como estoy en el ministerio de tiempo completo soy una persona leal.

    Ninguna de las aseveraciones anteriores es necesariamente cierta. Pueden ser ciertas, pero muchas puede que no lo sean en tu caso. Y definitivamente no son cosas que sucederán de manera automática. En el ministerio de tiempo completo debes buscar a Dios para que todos Sus planes ocurran.

    Capítulo 2

    La diferencia entre el trabajo secular y el trabajo ministerial

    Hay una diferencia

    Pero serán sus siervos para que APRENDAN LA DIFERENCIA entre servirme a mí y servir a los reinos de los países.

    2 Crónicas 12:8 LBLA

    Cuando Roboán se rebeló contra Dios, el profeta le mandó un mensaje escalofriante. Le dijo que le mostraría la diferencia entre trabajar para Dios y trabajar para las naciones del mundo.

    Hay una diferencia entre trabajar para Dios y trabajar para el mundo. Amasar fortunas en este mundo decadente no puede compararse con el supremo llamamiento de Dios.

    Construir una ciudad eterna con bases reales es el más alto privilegio para el ser humano mortal. La mayoría de los hombres pasan su vida construyendo cosas temporales sin futuro. El hombre promedio es sencillamente un constructor de castillos de arena temporales.

    ¿Quién es Faraón?

    Faraón es un «tipo» de Satanás. Egipto es un «tipo» del mundo e Israel es un «tipo» del pueblo de Dios. Faraón afligió al pueblo de Dios con arduo trabajo y le hizo construir ciudades de almacenaje. Esto describe claramente el trabajo secular actual.

    La mayor parte del tiempo en el mundo secular se dedica a construir las ciudades de este mundo. Cuando muramos y partamos de este mundo, solo habremos añadido bellos edificios a la silueta de las ciudades del mundo.

    El trabajo de este mundo es con mucho rigor, mucha tensión y mucho sudor. Se nos hace trabajar cada vez más duro y no nos damos cuenta de que en realidad estamos construyendo las ciudades de almacenaje de este mundo. Nueva York, París, Londres, Accra, Lagos y Nairobi fueron construidas con el sudor del duro trabajo de los seres humanos.

    Estas personas ya murieron y partieron, pero las ciudades de almacenaje permanecen. Su vida de trabajo podría resumirse como la contribución al desarrollo de las ciudades de almacenaje del mundo. Recuerda lo que Satanás le dijo a Jesús cuando le mostró las naciones de este mundo:

    Yo te daré poder sobre todos estos reinos y sobre sus riquezas, porque a mí han sido entregados, y yo puedo dárselos a quien yo quiera.

    Lucas 4:6

    Esto demuestra que es en realidad Satanás quien ejerce poder sobre las ciudades de este mundo. El diablo es el dios de este mundo (2 Corintios 4:4). Es Satanás quien le ha dado a los seres humanos arduo trabajo y los ha guiado a construir las ciudades de este mundo.

    Los cristianos, sencillamente se unen al ejército de constructores y contribuyen con su cuota para construir estas ciudades de almacenaje.

    Mientras tanto, en Egipto surgió un nuevo rey que no había conocido a José, y le dijo a su pueblo: «Como pueden ver, el pueblo de los hijos de Israel es más numeroso y más fuerte que nosotros. Así que debemos tratarlos con mucha sabiduría para que no sigan multiplicándose. Puede suceder que, en caso de guerra, ellos también se alíen con nuestros enemigos y peleen contra nosotros, y se vayan del país».

    Entonces los egipcios pusieron sobre los israelitas a comisarios de tributos para que los afligieran con sus trabajos. Así los israelitas construyeron para el faraón Pitón y Ramesés, que eran ciudades de almacenaje. Pero mientras más los oprimían, más se multiplicaban y crecían, de modo que los egipcios sentían temor de los hijos de Israel. Por eso los egipcios sometieron a los hijos de Israel a una cruel servidumbre.

    Lucas 1:8-13

    Tal como Faraón controlaba Egipto, así también Satanás tiene bajo su control el mundo y sus ciudades. Por eso la entropía (desorden) y confusión de este mundo aumenta exponencialmente hacia su clímax.

    Cuando trabajas en instituciones financieras, bancos y otras organizaciones seculares de este mundo, puedes compararte a los israelitas que trabajaban para Faraón; hay mucho rigor, mucha tensión y mucho sudor en la construcción de castillos en la arena.

    Moisés solicitó que el pueblo de Israel fuera liberado para que pudiera servir al Señor. Cualquiera que desee ingresar al ministerio de tiempo completo se encontrará en la situación de solicitar la salida del sistema del mundo. ¡El ministerio de tiempo completo es servicio al Señor! ¡Es como salir de Egipto al desierto para hacer sacrificios al Señor y edificar un tabernáculo para Él!

    Dios quiere que Su pueblo pase el tiempo construyendo un tabernáculo para Él y adorándolo.

    Por supuesto, escapar del sistema del mundo no será sencillo. No fue fácil para Moisés y los hijos de Israel abandonar Egipto. Fue gracias a una decidida lucha que el pueblo de Dios finalmente escapó de Faraón.

    Querido amigo, no será sencillo para ti escapar del trabajo secular. Si sucede, será a través de una gran resistencia.

    Cuatro etapas para escapar de Faraón

    Cuando el FARAÓN SE EMPEÑÓ EN NO DEJARNOS IR…

    Éxodo 13:15 NVI

    El faraón no estaba conforme con dejar ir a los hijos de Israel. Hay cuatro etapas que todo cristiano deberá superar para poder finalmente estar en el ministerio de tiempo completo. Debes reconocer cada una de estas situaciones cuando se te presenten.

    Etapa 1: Faraón no quiere que dejes su trabajo.

    Pero el faraón respondió: «¿Y quién es el Señor, para que yo le haga caso y deje ir a Israel? Yo no conozco al Señor, NI TAMPOCO DEJARÉ IR A ISRAEL».

    Éxodo 5:2

    El faraón quiere que trabajes para él hasta que mueras. Quiere que sudes y te esfuerces hasta el suspiro final. Satanás sabe que muchas personas jamás alcanzarán la edad jubilatoria. Él los engaña para que trabajen con miras a una jubilación imaginaria que jamás se materializará.

    Etapa 2: Faraón te permitirá que sirvas a Dios pero quiere que permanezcas con él.

    Entonces el faraón llamó a Moisés y Aarón, y les dijo: «Vayan y ofrezcan un sacrificio a su Dios AQUÍ EN EL PAÍS».

    Éxodo 8:25

    En esta etapa, el faraón cede ante la presión. Acepta que vayas y sirvas a Dios, pero debes permanecer en Egipto. Debes seguir construyendo las pirámides de faraón. Esta forma de servicio se conoce con el cortés nombre de «ministerio laico». Es servir a Dios, pero permaneciendo ligado al sistema del mundo para ganar dinero.

    Faraón será quien decida cuándo podrás ir a la iglesia y cuándo no. Una vez que estás en su territorio, perteneces a él y él decidirá todo lo que hagas. Decidirá cuándo

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