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¿Ministros O Trasquiladores?
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¿Ministros O Trasquiladores?
Libro electrónico110 páginas2 horas

¿Ministros O Trasquiladores?

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Ministros
O
Trasquiladores?

En Ministros o Trasquiladores? Bayardo Levy desarrolla varios temas relacionados con diversos problemas que la iglesia esta enfrentando hoy en da. Con mucha franqueza, a travs de este libro, Bayardo nos muestra en detalle cada uno de estos asuntos.

En este libro Bayardo nos ensea como evitar ser victima de los trasquiladores. Aprenders:

A identificar a los que no son llamados a ser pastores o lderes
El plan financiero de Dios para pastores, msicos, maestros y todo aquel que sirve en un ministerio
A diferenciar a los ministros que hacen negocio con la iglesia y a los que no
Porque hay tanta divisin en las iglesias
Las razones por las cuales la iglesia no prospera
Lo que de verdad Dios quiere para tu vida

Ministros o Trasquiladores? le ayudar a comprender ms a fondo el plan perfecto de Dios para con su pueblo y cada persona podr ser libre de toda atadura de leyes terrenales impuestas por hombres que no aman a Dios.

Bayardo Levy ha sido ministro de alabanza por ms de 20 aos y ha fundado ms de 4 bandas musicales. A pesar de haber nacido en un pueblo pequeo, Bayardo sali adelante contra todos los pronsticos y ha servido a diversas congregaciones de distintas denominaciones. Ahora, Bayardo se dedica a escribir con el propsito de informar a cada lector. Su mayor deseo es que las personas conozcan el verdadero plan de Dios trazado para cada uno de ellos sin ningn color religioso.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento20 oct 2011
ISBN9781463308506
¿Ministros O Trasquiladores?
Autor

Bayardo Levy

&iquestMinistros O Trasquiladores? En &iquestMinistros o Trasquiladores? Bayardo Levy desarrolla varios temas relacionados con diversos problemas que la iglesia esta enfrentando hoy en d&iacutea.  Con mucha franqueza, a trav&#233s de este libro, Bayardo nos muestra en detalle cada uno de estos asuntos.   En este libro Bayardo nos ense&ntildea como evitar ser victima de los trasquiladores.  Aprender&aacutes: • A identificar a los que no son llamados a ser pastores o l&iacutederes • El plan financiero de Dios para pastores, m&uacutesicos, maestros y todo aquel que sirve en un ministerio • A diferenciar a los ministros que hacen negocio con la iglesia y a los que no • Porque hay tanta divisi&oacuten en las iglesias • Las razones por las cuales la iglesia no prospera • Lo que de verdad Dios quiere para tu vida   &iquestMinistros o Trasquiladores? le ayudar&aacute a comprender m&aacutes a fondo el plan perfecto de Dios para con su pueblo y cada persona podr&aacute ser libre de toda atadura de leyes terrenales impuestas por hombres que no aman a Dios.  Bayardo Levy ha sido ministro de alabanza por m&aacutes de 20 a&ntildeos y ha fundado m&aacutes de 4 bandas musicales.  A pesar de haber nacido en un pueblo peque&ntildeo, Bayardo sali&iacute adelante contra todos los pron&oacutesticos y ha servido a diversas congregaciones de distintas denominaciones.  Ahora, Bayardo se dedica a escribir con el prop&oacutesito de informar a cada lector.  Su mayor deseo es que las personas conozcan el verdadero plan de Dios trazado para cada uno de ellos sin ning&uacuten color religioso.

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    Vista previa del libro

    ¿Ministros O Trasquiladores? - Bayardo Levy

    Índice

    Introducción

    I

    ¿Ministros o Trasquiladores?

    1 Prometo Servirte

    2 Terror al Cambio

    3 Trasquiladores

    II

    Asalariados

    4 ¿Es Un Negocio?

    5 Venta De Milagros

    6 Asalariados

    III

    ¿Prosperidad?

    7 ¿Por qué no prosperan las iglesias?

    8 Una Iglesia Dividida

    9 Así Como Prospera Tu Alma

    Introducción

    Te enfrentarás a lo que muy pocos se han atrevido a hablar respecto a la dirección de la iglesia en general. No se trata de una crítica sino más bien, la voz de una queja en nombre de todos aquellos que por alguna razón no han podido presentarlas ya sea porque los hayan silenciado o botado de sus congregaciones. En nombre de todos ellos he escrito este libro.

    Sé que unos cuantos no estarán de acuerdo con el contenido de este libro, pero lo cierto es que la verdad siempre será perseguida y no descansaré hasta ver una iglesia verdaderamente libre tal y como Dios lo ha querido. Dios no nos ha llamado a esclavitud sino a que seamos verdaderamente libres en todo el sentido de la palabra.

    Muchas de las cosas que están pasando en la iglesia no representan en lo absoluto el deseo de Dios ni mucho menos su voluntad. Gran parte de las iglesias se han vuelto un negocio altamente lucrativo. Muchos líderes levantan una congregación con una mano adelante y otra atrás (quiero decir sin dinero) y en poco tiempo los vemos en una gran abundancia económica; algunos hasta con escoltas y en carros lujosos. Nunca fueron empresarios pero de la iglesia crearon una gran empresa. Las sumas de dinero que se les pide a los feligreses ha traspasado los límites de lo normal y lo peor es que cuando un miembro solicita alguna ayuda en la congregación, se encuentra con grandes protocolos y escasa vez obtiene lo que necesita.

    Otro problema que enfrenta la iglesia es que se le piden muchos favores a la congregación para evitar pagar por x servicios. Después de haber pedido dinero para los gastos de esos servicios también les piden que ofrenden trabajo y tiempo por el mismo servicio que ya pagaron. Los exprimen al máximo. Por otra parte, a los músicos que todas las semanas ensayan y el domingo amenizan no se les toma en cuenta financieramente; es decir, no se les paga. Esto incluye también a los maestros de los niños de la llamada escuela dominical. Al pastor si hay que pagarle sin falta, y muchos dicen que los que sirven a algún ministerio de la iglesia lo deben de hacer para Dios sin ningún interés. Entonces ¿por qué el pastor no lo hace de la misma forma? A él si hay que pagarle. Esto se llama desigualdad y tampoco creo que Dios este de acuerdo con eso.

    Recuerdo ahora la frase del gran poeta Rubén Darío que dijo, Cuando la justicia se queda sola el pueblo lo sentirá. Lamentablemente, la iglesia esta careciendo de justicia y el pueblo está sintiendo el azote de la injusticia de los hombres que un día prometieron servir a Dios pero que ahora han olvidado esa promesa y han llegado al extremo de poner a los hijos de Dios a su propio servicio.

    Si alguna vez te has sentido defraudado y han tratado de manipularte para que des todo lo que tienes sin justificación ninguna, déjame decirte que no eres el único. Hay millones de personas que hoy se están preguntando el por qué muchos líderes de las iglesias en vez de haberles ayudado más bien les han estafado. Hay un consuelo: No todos los lideres o pastores son iguales. Hay un remanente que aun se mantiene fiel en la promesa que hicieron el día que decidieron servir a Dios y están dispuestos a dar sus vidas por las ovejas tal como lo ilustra la escritura. El pastor su vida da por las ovejas.

    En este libro quiero enseñarte como identificar a los estafadores y a los que ejercen el papel de pastor pero en realidad no tienen el llamado de parte de Dios a servir. Aprenderás a sembrar correctamente tu semilla esperando tener un buen fruto y sobre todo con la mayor satisfacción de haber sembrado en una buena tierra.

    También doy mi punto de vista para los líderes en general de cómo proteger a sus ovejas de tantos estafadores que hay hoy en día.

    ¿Estás listo?

    I

     ¿Ministros o Trasquiladores?

    1

    Prometo Servirte

    Prometo Servirte es la expresión más frecuente que se escucha decir cuando un ministro decide servir a Dios, pero no todos cumplen esa promesa. Antes de iniciar con este tema déjame decirte que nací en una familia cristiana y crecí conociendo el amor de Dios desde muy pequeño.

    Crecí viendo el desarrollo de diferentes ministerios y una de las cosas que aprendí fue a reconocer quien servía a Dios genuinamente y al que lo hacía por algún interés creado o que creía que había sido llamado por Dios para cierto y determinado ministerio. Sin embargo, con el paso del tiempo se daban cuenta de que ese no era su llamado.

    Vi hombres inscribirse en el colegio bíblico para evitar ser reclutados por el ejército. Esto fue muy común en Nicaragua en los años ochenta. Muchos jóvenes ingresaron al instituto bíblico para prepararse como pastores. En ese entonces lo que ocurría era que el régimen comunista hacía algunas excepciones con pasantes de pastores o sacerdotes católicos y por esa razón muchos procuraban entrar en estas escuelas para estudiar la carrera de pastor. En parte, ellos no tenían opciones; se enlistaban al ejército o se inscribían en las escuelas bíblicas. Para algunos esa fue la forma con la que lograron escapar de ir a la guerra. Luego, en el año noventa, al terminar la guerra, muchos empezaron a desertar de las escuelas bíblicas porque ya no tenían un motivo para seguir estudiando. Por lo cual, no están ejerciendo en el ministerio.

    Otros decidieron graduarse de pastores ya que al salir del instituto bíblico no encontraron otra forma de vivir. Dado que el país estaba en transición no habían muchos empleos disponibles. Al estar a cargo de una iglesia, de alguna u otra forma, las congregaciones, aunque muy pequeñas, hacían un esfuerzo por sostenerlos económicamente. En muchos de los casos, estos hombres y mujeres no tenían un auténtico llamado de parte de Dios. Por esa y muchas otras razones vemos a muchos pastores cometer grandes faltas en sus congregaciones y no creo que valga la pena mencionarlos por nombre. Me imagino que usted conocerá a alguno de ellos. Ahora bien, es lógico pensar que el ser humano comete errores pero el que tiene un verdadero llamado de Dios no cometerá faltas tan graves.

    Haciendo memoria de una entrevista que le hicieron al ex gobernador del estado de la Florida, USA. el Sr. Jeb Bush, hablando acerca de una falta muy grave que un funcionario del gobierno local había cometido, dijo lo siguiente: La gente puede cometer errores, pero cuando se trata de un líder es muy diferente. Esa expresión me impacto mucho y me enseñó una gran verdad. Los errores viniendo de parte de un líder, por muy pequeños que sean, pueden producir mucho daño a las personas que ellos están dirigiendo. Aunque Dios perdone esa falta, el daño que causa a los demás es prácticamente irremediable. Cuando se trata de un llamado genuino es muy difícil ver líderes cometiendo graves y repetidas faltas que perjudiquen a sus seguidores y el crecimiento de sus congregaciones.

    Ahora se ha hecho muy de moda que cualquiera puede volverse pastor y líder de un grupo de personas aunque no tenga ese llamado, y cometen dos errores clásicos:

    1-Ponen en enemistad a unos con otros.

    He visto como pastores se involucran en chismes, se convierten en el puente de una discordia y con comentarios inapropiados inician una guerra entre los mismos hermanos de la iglesia. La escritura dice que Dios abomina a aquel que siembra discordia entre hermanos. Proverbios 6.16-19: dice: seis cosas aborrece Dios y aun la séptima abomina su alma y en el verso 19, el testigo falso que habla mentiras, y como séptima, "el que siembra discordia entre hermanos (RV1960). Déjame decirte que un ministro debe de cuidar mucho lo que habla y en lo que se involucra. Se supone que los ministros están ahí para mediar y ayudar a resolver los problemas cotidianos de la congregación, no para involucrarse en los problemas de otro como si fuesen suyos.

    Si un pastor va a ser amigo de uno deberá ser amigo de todos.

    Nosotros somos cartas abiertas, como dijo el Apóstol Pablo, y todos a nuestro alrededor oyen lo que decimos y ven lo que hacemos. Por eso, el que es pastor debe de tener mucho cuidado con lo que hace y dice. Dice la escritura que en nuestra boca esta el poder de la

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